Prueba Jaguar F-Type S Coupé: El elegante equilibrio entre la legalidad y los circuitos

Probamos el Jaguar F-Type S. Un coupé de dos plazas que desarrolla 380 CV con un motor 3.0 V6 con compresor, que es capaz de acelerar de 0-100 km/h en menos de 5 segundos y superar los 270 km/h. Es deportivo, elegante y tiene mucha clase.

Prueba Jaguar F-Type S Coupé: El elegante equilibrio entre la legalidad y los circuitos

14 min. lectura

Publicado: 17/05/2016 16:00

Es indiscutible que el Jaguar F-Type es un deportivo que conquista a cualquiera... y lo seguirá haciendo durante muchos años. Precisamente porque bajo sus líneas, no esconde ángulos ni formas que pasan de moda fácilmente. Es pura magia en diseño y una inspiración para el mundo del automóvil. Es elegante, es deportivo, atemporal y cuesta menos de 100.000 euros, pero podría pasar por un coche más caro. En ciertos aspectos me recuerda a un Porsche, por su pureza en la línea y por ese ‘no sé qué’ que emociona sólo con mirarle. Sin embargo, el F-Type está menos visto y aunque haya nacido clásico (como los 911), a día de hoy hace girar muchos cuellos. He de decir que el sonido de los escapes ayuda bastante. Pero no vayamos tan rápido por el momento.

Suerte que Jaguar oferta el F-Type en dos variantes: un Coupé y un Convertible de techo de lona, siendo el roadster el que llegó primero al mercado. También goza de una variada oferta de motores:

VersiónPotenciaTransmisiónPrecio desde
3.0 V6340 cvManual & Auto75.250 euros
3.0 V6 S380 cvManual & Auto89.000 euros
3.0 V6 S AWD380 cvAutomático98.600 euros
R550 cvAutomático122.950 euros
R AWD550 cvAutomático129.800 euros
SVR575 cvAutomático158.600 euros

El frontal es muy agresivo y ancho. Los faros de xenón están dentro de la luz diurna de LED

A éstos se le suma una versión denominada British Design Edition (110.850 euros) con el motor sobrealimentado de 380 CV y elementos del F-Type R como llantas de 20 pulgadas o los frenos Super Performance. Las versiones del Convertible que son idénticas en motorizaciones y denominación, son 8.000 euros más costosas en todos los casos.

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En todas las variantes, el Convertible cuesta 8.000 euros más

En nuestro caso, el coche que ocupa esta prueba es un F-Type S Coupé automático (convertidor de par con cambio ZF de 8 relaciones). Como es de esperar, es de tracción trasera, tal como sugiere una silueta muy retrasada con una posición de conducción por detrás del centro del coche y un afilado y largo morro que bajo su capó de apertura inversa aloja el propulsor.

Con esta configuración, las prestaciones son muy buenas, con una impresionante aceleración de 0-100km/h por debajo de los 5 segundos (4,9 para ser exactos) y una velocidad punta que llega a 275 km/h. Es indiscutible que el Jaguar, además de ser precioso, es muy rápido y pocas quejas se le pueden encontrar. Pero esto no es más que una cifra sobre el papel que en sensaciones puede cambiar. Hay coches que con poca potencia superan lo insospechado en cuanto a sensaciones, y otros que aunque corran como demonios, no son capaces de transmitir fielmente lo que uno espera.

Parte de la magia del F-Type se lo debemos a sus medidas contenidas: 4.470 mm de longitud, 2.042 mm (con retrovisores) de anchura y sólo 1.311 mm de altura. Esto favorece encontrarnos, sobre el papel con un peso de 1.584 kilos en orden de marcha. Es incluso práctico para dos personas, con un maletero de 310 litros con bandeja y de 408 litros sin bandeja. La silueta coupé hace que sea un espacio irregular y dificulta aprovechar al máximo las posibilidades del hueco pero como disponemos de un portón, cargar el coche es cómodo.

Acelera de 0-100 en 4,9 segundos y corre 275 km/h

Es llamativo que un deportivo de esta categoría siga ofreciendo faros de xenón con el LED a la orden del día. Quizá el elemento que menos entone con el deportivo ya que, sin embargo, tiene una luz diruna de LED con un diseño sencillo y mucha personalidad. Para el restyling que ya circula en fase de pruebas, las ópticas serán uno de los cambios más llamativo estéticamente hablando.

La calidad es muy elevada en el interior del Jaguar F-Type

En el interior rebosa calidad y tecnología a partes iguales. Además, las posibilidades de configuración interiores pueden hacer que la factura crezca considerablemente, aunque uno de los aspectos más llamativos son los asientos deportivos. Sencillamente, una obra de arte que cuestan 5.259 euros nada menos en nuestra unidad.

En marcha

Además de por un diseño elegante y deportivo, el Jaguar F-Type llama la atención por sus detalles. Por ejemplo, los tiradores incrustados en la carrocería o el botón de arranque simulando un latido de un corazón con su iluminación LED son un atractivo que emocionan al usuario cada vez que sube al vehículo. También, los difusores centrales del climatizador, ascienden o se ocultan en función de si se demanda su uso o no, dejando un salpicadero plano y muy estético.

Al encender el coche, éste sube de vueltas y emite un rugido estremecedor por los escapes. A decir verdad, pocos coches, por no decir ninguno, suenan como este F-Type con un motor de similares características. Parte de la trampa está en el sonido activo que puede activarse y desactivarse con un botón.

Los difusores del climtatizador centrales se elevan cuando es necesario

La dulce melodía del motor engancha a cualquiera que esté a 200 metros a la redonda... o 400. El coche suena tan fuerte y tan melódico con el sonido activo que es imposible no girarse para ver qué coche está aproximándose. Afortunadamente para el conductor no es muy molesto y siempre queda la opción de desconectarlo si vamos a realizar trayectos más largos a través del botón de la consola central.

Se puede personalizar el comportamiento a través del programa Dynamic

Hablando de personalización, el Jaguar F-Type tiene un programa ‘Dynamic’ donde podemos seleccionar la respuesta de motor, dirección, suspensión y cambio de forma individual. Se accede a través de la pantalla táctil, cuyo uso y resolución son bastante buenos, maximizando la experiencia del usuario. Hemos montado en deportivos de mayor categoría que, precisamente, este punto era un área de mejora. No en el F-Type aunque es probable que para su restyling se actualice ligeramente.

La caja de cambios del coche es de convertidor de par. Una caja ZF similar a la que usan otras marcas. Al principio choca un poco que no se haya optado por el embrague doble para un deportivo de esta categoría, pero con el paso de los días comienzas a comprender que en realidad era la opción más correcta. Probablemente, detrás de la mirada afilada y de la silueta deportiva del coche hay más matices de los que uno piensa. Y me explico.

El botón de arranque late antes de pulsarlo

El coche tiene un comportamiento noble y sube de vueltas sin llegar realmente a pegar al conductor al asiento. A veces incluso se puede llegar a pensar que suena más de lo que corre, y lo cierto es que en realidad el coche corre muchísimo, pero la experiencia que transmite, o mejor dicho, lo que el usuario siente, no es la ‘patada en el pecho’ de los coches más potentes. No importa porque de por sí, ya está muy por encima de la realidad de nuestras carreteras. Y aquí viene la segunda variante: el coche entendiéndose como una bestia de circuitos. En mi opinión, para ser el mejor en un circuito hace falta un tratamiento bastante enfocado al uso del coche de forma deportiva. Por ejemplo, Porsche, con un diseño continuista en el tiempo es extremadamente efectivo en la pista, y sus clientes lo saben y por eso el 911 abunda en cada evento.

La dirección es el punto a mejorar del deportivo

Un BMW, con sus matices y su deportividad sobreviradora, también tiene una división específica pensada para las pistas... Audi y Mercedes, incluso Nissan con el GT-R tienen su producto específico, pero un Jaguar F-Type es otra cosa. Tiene clase, es elegante y creo que su comportamiento no está enfocado a ser un candidato ideal para un ‘trackday’. Quizá, con la variante SVR esta historia haya cambiado, pero con el F-Type S no. Y donde más se nota, es en la dirección. Para el día a día es suficientemente cómoda y agradable, pero en cuanto empiezas a buscarle las cosquillas al coche y en curvas cambias los apoyos de forma enlazada, pierdes información.

Puedes divertirte y esto no lo duda nadie, pero estoy convencido de que al límite uno echaría en falta ese plus de dirección directa, incluso en el modo más extremo del programa Dynamic. Eso me lleva al segundo planteamiento: la caja de cambios por convertidor de par. Infinitamente más cómoda para el día a día pero menos interesante si uno se plantea correr en la pista que una caja de doble embrague.

La zaga impresiona por las luces traseras finas y la doble salida central

Eso me lleva a la conclusión obvia: el coche es un magnífico deportivo, pero no para la competición. Sus frenos, suspensión y chasis son más que de sobra para ser muy rápido en carreteras secundarias, y ahí se obtiene un placer de conducir increíble. Está muy por encima de lo que se le permite y parece un animal enjaulado. A medio camino entre la legalidad y las pistas, el F-Type S es un coche equilibrado.

En la calle rebosa elegancia y sinceramente pienso que el ejercicio de diseño del Jaguar F-Type es de lo mejor que existe en el mundo del automóvil contemporáneo. Con la sencillez se ha rozado la perfección y la calidad interior es altísima tanto en uso de materiales como en ajustes. La pantalla central, la modernidad de todos los controles y las posibilidades de personalización hacen que sea un candidato estupendo si entiendes el deportivo, no como el más rápido ni como el más llamativo, sino como un coche con clase, con alma atlética y alta calidad.

Para eso no hay otro igual, e imagino que aunque su consumo se sitúe más cerca de los 11 litros que de los 8,8 que homologa, no es un factor de rechazo, porque el coche, que es un excelente automóvil para satisfacer cualquier salida de domingo de forma espectacular a todos los niveles (frenos, suspensión y chasis), es puramente emocional. Y su diseño tiene buena culpa de ello.

Este artículo trata sobre...

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