Prueba Jeep Wrangler 4xe Rubicon, el rey indiscutible del terreno

El Jeep Wrangler es sin lugar a dudas uno de los mejores todoterrenos del mundo. Sus capacidades fuera del asfalto podrían definirse directamente como “infinitas”. Pero ahora también lo son para territorios urbanos gracias a su mecánicas híbridas enchufable, la cual lo dota de una autonomía de 45 kilómetros en modo 100% eléctrico.

Prueba Jeep Wrangler 4xe Rubicon, el rey indiscutible del terreno
El Jeep Wrangler Rubicon 4xe demuestra en todo momento sus ganas por salir del asfalto.

19 min. lectura

Publicado: 10/03/2024 20:00

SUV hay muchos y cada vez más. Auténticos todoterrenos cada vez menos. Los modelos hechos por y para cruzar todo tipo de suelos están en extinción. A día de hoy se cuentan con una mano los verdaderos todoterrenos de “pura raza”. Uno de ellos es, más que posiblemente, el rey del segmento: el Jeep Wrangler. Este es un modelo que deriva directamente del mítico Willys, el emblema del transporte durante la Segunda Guerra Mundial. Por aquel entonces, sus capacidades fueron muchas, pero el Wrangler eleva esta condición hasta la enésima potencia.

El Jeep Wrangler es uno de los mejores todoterrenos de la historia. Tanto es así que otras marcas han intentado replicar este concepto durante años. Pero la vida no es eterna para nadie y ya sabéis ese dicho de «evolucionar o morir». El Wrangler lo toma para sí y en su última evolución ha adoptado un sistema mecánico híbrido enchufable. Pero, con este nada insignificante cambio, ¿sigue siendo tan bueno fuera del asfalto? Sí. Indiscutiblemente sigue siendo el rey.

El Jeep Wrangler Rubicon es uno de los mejores coches del mundo para cruzar todo tipo de terrenos.

No obstante, pese a este cambio en su mecánica, el Jeep Wrangler 4xe (que así se llama la versión híbrida enchfuable) sigue presentando una imagen igual de ruda que siempre. Sus marcados pasos de rueda y sus extendidos parachoques son ya un claro apéndice de su fisionomía. Sin embargo, podremos reconocer a la variante 4xe con sólo echar una vista encima.

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Entre sus elementos distintivos están los muchos detalles en color azul por toda la carrocería. Para empezar, sobre los perfiles del morro, se rotula el nombre de «Rubicon», señalando así que estamos ante la variante más campera y capaz fuera del asfalto. Dicho nombre está perfilado por un trazo en el ya mencionado color azul. Este tono también se encuentra en el vinilo del capó delantero donde se lee «4xe». Pero ahí no acaban las muestras de que estamos ante la versión más ecofriendly de la familia Wrangler.

En las aletas delanteras, bajo el nombre de la marca, se lee el nombre del modelo en color azul. También decorados en este color, unos particulares «huevos de pascua» ubicados en las llantas. Estos no son ni más ni menos que el perfil de un Jeep Willys; y adivinad: sí, también en color azul. Esta decoración se extiende también hacia su zaga, donde el gancho para ser remolcado también es azul, así como la nomenclatura «4xe».

Su mecánica "4xe" destaca por una autonomía eléctrica de alrededor de 40 kilómetros.

Como se puede ver, los signos son muchos y muy coloreados, pero hay un punto clave para saber que estamos ante el Wrangler 4xe, y no es otra cosa que su toma para la recarga de la batería. Esta se ubica sobre el capó delantero, junto al propio pilar A del coche. A través de este punto se podrá reabastecer la batería en un tiempo de 2,5 horas mediante una toma de 7,4 kW (la potencia máxima). También podrá hacer lo propio en 6,3 horas con una de 3,2 kW.

Dicha batería cuenta con una capacidad útil de 17,3 kWh, lo que le proporcionará al modelo una autonomía eléctrica de aproximadamente 40 kilómetros, según su homologación en ciclo WLTP. Esta será la culpable de alimentar dos motores eléctricos que irán vinculado a su mecánica principal de gasolina.

En total, cuando trabajen conjuntamente, la potencia resultante será de 381 CV y 637 Nm de par máximo. Más que suficiente para que el Wrangler Rubicon pueda hacer el 0 a 100 km/h en apenas 6,5 segundos, homologue un consumo medio de 4 litros y obtenga la ansiada etiqueta Cero de la DGT. Pero, ¿qué guarda en su interior?

Uno de los puntos más llamativos para el Wrangler, es su toma de carga.

El Jeep Wrangler es un modelo que ha sabido mantener realmente bien su filosofía de «coche clásico» aunque convenientemente actualizado. Sobre el salpicadero se acopla una pantalla de 8,4 pulgadas, con tecnología táctil y conexiones móviles vía Apple CarPlay y Android Auto. En este panel también se puede ver información relativa de términos off-road.

Tras el volante, también se ubica un pequeño panel digital de 7 pulgadas que muestra bastante información (quizás excesiva y da rienda a que uno se pueda perder por sus menús). Este dial se encuentra entre dos circunferencias de aspecto más clásico; una es para el velocímetro y la otra para el uso de la energía (recordemos que estamos ante un coche híbrido).

Como nuevos puntos propios de esta versión también se encuentra, a la derecha del volante, un conjunto de botones en el que se podrá seleccionar el tipo de dinámica que queremos para su tren eléctrico: híbrido, eléctrico o «E-Save» (para guardar así la carga de la batería). Sobre la consola central se encuentra también un botón propio de esta versión; con él se podrá recargar la batería usando el motor de gasolina.

El interior es ya un viejo conocido dentro de la familia Wrangler.

En el resto de apartados, el Wrangler 4xe es exactamente igual que cualquier otro Wrangler de motor térmico. Podemos decir que sus asientos delanteros son bastante cómodos y sujetan bien todo tipo de fisionomías (para cuando queramos ponernos aventureros). En el centro de ambos se sitúa el freno de mano al más puro estilo clásico, así como las palancas de cambios y la de la reductora.

La segunda fila de asientos es bastante espaciosa, en términos generales. Aquí podrán viajar cómodamente dos personas de estatura elevada, ya que cuenta con espacio de sobra para las piernas y para la cabeza. Tres personas también podrán hacer lo propio, aunque irán algo más apretados, especialmente en el apartado de la anchura.

Por último, mirando su maletero, el Jeep Wrangler Rubicon 4xe cuenta con un volumen de 530 litros, mientras que si se abate la segunda fila de asientos, se podrá alcanzar un total de 1.910 litros. Nuestra unidad, concretamente, contaba con el techo descapotable de lona. Esto quiere decir que se podrá quitar también la zona trasera, quedando totalmente «al desnudo» el interior; también el maletero.

Con este tipo de techo, será complicado acceder al maletero.

Si se quita todo, el hueco portaobjetos quedará sin ningún tipo de protección para manos y miradas indiscretas. También será bastante complicado acceder a este espacio con facilidad cuando tengamos el «tinglado» montado, ya que únicamente se abrirá el portón y no la luneta superior. Algo a tener en cuenta a la hora de escoger tipo de techo. Pero yendo al grano del asunto, ¿qué tal se mueve el famoso todoterreno americano? ¿Es tan bueno como dicen? Sí, pero mejor vamos por partes.

Así se mueve el Jeep Wrangler Rubicon 4xe

El Jeep Wrangler es un coche que está hecho para quien sabe lo que está comprando. No es un vehículo apto ni recomendable para todo tipo de público. Esto es algo que hay que tener en cuenta desde el primer minuto en el que nos interesemos por hacernos con uno. Una vez solventado este «bache», es hora de contar varias cosas.

Como decíamos al principio, si quieres un auténtico todoterreno las opciones no son demasiado numerosas pero, por suerte, existe el Wrangler para los más exigentes. Porque sí, el Wrangler puede llegar a ser el compañero perfecto para quien busque salir del asfalto y no temerle a nada. Este coche es capaz de absolutamente todo y no temerle a ningún tipo de terreno, por roto que esté.

Fuera del asfalto, el Jeep Wrangler Rubicon es el rey.

En caso de precisarlo, el Wrangler Rubicon cuenta con la posibilidad de jugar con el bloqueo de diferenciales delantero y trasero, desconectar de la barra estabilizadora delantera o hacer uso de la reductora. Sin embargo, esto será únicamente para cuando el terreno sea más complicado de la cuenta. Para el resto de situaciones (la mayoría, de hecho) no será necesario jugar con nada de esto. El propio Wrangler con su modo de conducción normal y corriente ya será capaz de dejar en evidencia a muchos otros todoterrenos del mercado.

Esto es debido a su elevada altura libre al suelo (252 mm), sus neumáticos específicos diseñados para estos terrenos (de serie equipa unos BFGoodrich Mud Terrain T/A KM2), así como sus propias suspensiones. No obstante, como cabría esperar, todos estos elementos juegan mano a mano con una elevada potencia conjunta de 381 CV. Todo ayuda. Su capacidad para pasar por rutas rotas, vadear ríos o subir montañas es pasmosa. Pero después de un día de campo llega la hora de sacar al Rubicon al asfalto.

Ya lo decía el refranero popular: «zapatero, a tus zapatos». Aquí podemos decir algo parecido eludiendo a lo que mencionábamos con anterioridad. El Wrangler Rubicon no es un coche para todos los públicos y todos los usos. Por supuesto es un coche con lo que podrás circular por carreteras y vías rápidas, aunque no por ello es lo que más desearás hacer.

De serie calza unos neumáticos BFGoodrich Mud Terrain T/A KM2; perfectos para el campo pero ruidosos para autopistas.

El Wrangler Rubicon no es el coche más silencioso del mercado, pese a su propia mecánica híbrida y con la que nos podremos desplazar varias decenas de kilómetros en modo eléctrico. La sonoridad aquí llega por todas partes: aerodinámica, rodadura e incluso desde el techo o la zona trasera (recordemos que en esta unidad es todo de lona). A esto se añade también un tacto del volante que no es el más preciso o cómodo para el desplazamiento por vías urbanas o interurbanas.

La dirección cuenta con una gran desmultiplicación. Esto es algo realmente bien pensado para rutas campestres, pero por autovías o autopistas en la que la velocidad a la que se circula es alta, esto puede llegar a convertirse en una pesadilla. La pelea con el volante para reconducirlo será constante.

En el momento en que entre en juego la mecánica térmica, a todos estos ruidos mencionados anteriormente, también habrá que añadir el de su motor. Este, no obstante, no es especialmente molesto, aunque sí se dejará oír más de lo que estaremos acostumbrados en los coches actuales. Todo esto, ¿cómo podría solucionarse? Es más que probable que no se pueda de ninguna manera, ya que la mayoría de estos aspectos es pura mecánica, por lo que unos modos de conducción no solventarían casi nada. Por ello, lo mejor será aceptar al Wrangler y amarlo tal y como es.

Pese a la etiqueta Cero y su autonomía eléctrica, el Wrangler no es el coche más recomendable para un día a día por ciudad.

Pero, ¿es todo tan negativo? No, en absoluto. Como bien sabemos, su estética es más que llamativa y acertada. A mi, personalmente, me apasiona. También es algo realmente curioso verlo circulando en modo eléctrico, ya que es un coche al que no le pega otra cosa que hacer ruido y ser el más rudo del entorno. En este modo, por ciudad se moverá suavemente, sin ningún tipo de tirón ni nada similar. Por blasfemas que parezcan mis palabras, me ha gustado significativamente desplazarme con él en modo totalmente eléctrico.

Entrando por último en el tema de sus consumos, como cabría esperar, el Jeep Wrangler Rubicon 4xe supera con creces su cifra de homologación una vez hemos acabado con la reserva eléctrica de su batería. Concretamente, mientras se circula en modo eléctrico, obviamente los consumos serán irrisorios; concretamente de 0 litros a los 100 km de media. Sin embargo, esto cambia significativamente cuando el porcentaje de su batería se sitúa en el 1% o menos.

En este momento, la sed de su mecánica de gasolina se dispara. En entornos urbanos no será de extrañar ver cifras por encima de los 15 litros, mientras que en recorridos por carreteras secundarias o incluso autopistas, difícilmente bajará de los 10 litros. Para tener una referencia, durante nuestra semana de pruebas por todo tipo de entornos, la media general se situó en 13,2 litros a los 100 km.

Sin lugar a dudas, el mejor todoterreno del mercado para quien sepa apreciar su potencial fuera del asfalto.

Sí, es tragón. Pero siempre hay que ser consciente de qué coche estamos comprando y, más aún, qué tipo de mecánica. Los híbridos enchufables son realmente recomendables siempre y cuando se suelan dar ciertas pautas: desplazamientos urbanos rutinarios, habiéndolos cargado previamente en nuestro propio puesto de carga en casa y tirar de su mecánica térmica para ciertas ocasiones en las que queramos emprender largos viajes. Sin embargo, quien tiene un Wrangler es para sacarle todo su jugo fuera del asfalto. ¿Es necesario ahí el modo eléctrico? Para nada.

Conclusión y precios

Dicho lo cual, ¿recomendaría la compra de un Jeep Wrangler Rubicon 4xe? Sin lugar a dudas, aunque únicamente a quien vaya a usarlo para sacar provecho real de su condición de todoterreno puro y sepa las consecuencias menos positivas que puede traer esto consigo. Y es que viendo su precio de partida (nada barato), no será la mejor idea comprar un coche sin saber bien lo que se está comprando. El Jeep Wrangler 4xe parte en España desde 76.600 euros para el acabado Sahara, mientras el Rubicon hará lo propio desde los 78.800 euros.

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