PruebaPrueba Lexus IS 300h: En marcha, conclusiones y valoración (III)

Lexus hace tiempo que abandonó la idea de fabricar motores diésel, y es una solución que a muchos les parecerá una locura y a otros, el camino que las demás marcas, generalistas y Premium, deberían copiar. En un futuro el mundo híbrido tendrá una mayor penetración de mercado, por las distintas propuestas que están lanzando los fabricantes y porque el diésel es un motor que en algunos países tiene sus días contados. Por el momento, una hibirdación como la de Lexus parece bastante acertada. Pero en España, el consumo de combustible de un coche puede ser un motivo de compra principal, o también un fuerte detractor.

Es innegable el esfuerzo de Lexus por construir una referencia en el segmento D

La dificultad a la hora de medir el consumo de un híbrido principalmente viene porque dos personas pueden realizar trayectos muy diferentes entre sí, y la actuación del motor eléctrico en cada caso puede ser determinante para encontrar dos cifras bastante dispares. Sin embargo, en el Lexus IS 300h, donde el motor eléctrico es un mero asistente a un potente motor de gasolina, la marca nipona nos dice que en el peor de los casos haremos medias de 4,5l/100km y en el mejor, de 4,3 l/100km. Es decir, que en carretera tendremos un consumo de diésel, y en ciudad, también.

El volante es deportivo, y tiene levas... pero el coche está pensado para otro tipo de conducción

En los primeros metros, efectivamente, el motor eléctrico será el que mande sobre la tracción del coche y genere los primeros movimientos, propulsando el coche desde las ruedas posteriores. En el cuadro de instrumentos, la información visualizada se centra en el sistema híbrido con un sistema similar a un tacómetro, aunque en vez de números podemos contemplar posiciones de la aguja que nos informarán si la batería se está recargando, (por ejemplo gracias a una frenada), o si por el contrario estamos practicando una conducción ECO o usando mucha energía (posición POWER). Es recomendable usar esta visualización, al menos en los modos ECO y Normal. En el modo Sport, por defecto cambia a un indicador de revoluciones convencional y la iluminación se vuelve de color roja (se puede configurar si queremos ver siempre la información sobre las revoluciones o la información del uso de energía en el tacómetro).

Consumos por debajo de 5,0l/100km en carretera

En el modo ECO, que es el recomendable para la mayoría de circunstancias, podemos visualizar cómo el coche usará un modo 100% EV (eléctrico) siempre que le sea posible al vehículo. Hay que acostumbrarse a entender las transiciones a modo EV o híbrido, porque una de las características fundamentales de la conducción en este tipo de coches, es la anticipación. Si entendemos cómo el coche reaccionará si dejamos de acelerar o pisamos levemente el acelerador, podemos hacer consumos realmente buenos.

La calidad de rodadura es sublime. Todo un ejemplo a seguir

La suspensión está muy orientada al confort de los pasajeros, donde cuatro personas viajarán cómodamente, aunque cinco lo harán con dificultades. En parte esto viene motivado por un túnel central elevado y unos asientos pensados para acoger a dos personas y ocasionalmente a una tercera. Por tanto, hablamos de una berlina para 4+1 siempre confortable gracias a que filtra bien las irregularidades de la carretera. Acústicamente también está excelentemente ensamblada, al nivel de cualquier coche Premium que se haya preocupado porque se ‘cuelen’ los menos sonidos aerodinámicos posibles y por tanto se pueda disfrutar de hacer kilómetros y kilómetros sin una fatiga acústica elevada. Otro punto muy destacable es la dirección, informativa (a pesar de ser eléctrica), y es capaz de hacer que esta berlina de más de cuatro metros y medio pueda tener un radio de giro deslumbrante. A veces da la sensación de que gira en menos metros que muchos compactos. Y si hablamos del freno, tiene un tacto orientado a aprovechar y regenerar energía, que a veces resulta un poco esponjoso y hay que acostumbrarse a sus reacciones.

El nuevo diseño de Lexus es atemporal y seguirá marcando tendencia durante generaciones

El día a día con el Lexus IS 300h es más cómodo que deportivo, aunque roba las miradas de otros conductores. Desde fuera un lobo, y por mecánica un cordero. Un inofensivo animal que quiere usar un motor de gasolina y casarse con la electricidad para disfrazarse de diésel, expulsando los motivos que no son bien recibidos en ciudades como París. Por ello hemos observado el comportamiento del consumo, que para nuestra sorpresa se ha situado en la mayoría de ocasiones por debajo de 6,0l/100km. Nunca hubiera esperado tal resultado de este coche, que sin duda prometía ser bueno, pero quizá no tanto. Sin embargo este japonés todavía tenía sorpresas reservadas para esta prueba

Carretera y modo Sport

Por supuesto, es imposible que con un coeficiente aerodinámico de 0,25 (cd) pudiéramos pensar en un consumo desorbitado, pero tenemos un peso en orden de marcha de 2.130 kilos y un motor de gasolina de 2.5 litros. Así que en la peor situación posible y con cinco pasajeros a bordo, hemos comprobado dirección Burgos, de qué es capaz este coche. Por supuesto, el modo ECO y el máximo respeto por los límites de velocidad han sido premisas indispensables para realizar un trayecto, donde las sonrisas llegaban por kilómetros al ver que una cifra como 5,0l/100km le parece un esfuerzo a este Lexus y se posiciona medio litro por debajo. A la vuelta, el mismo resultado, y por tanto podemos ver que la marca nos decía la verdad. Es mejor de lo que nos esperábamos.

Con esta sencilla ruleta y estos botones, programamos el comportamiento del Lexus

Y de la máxima eficiencia pasamos a las prestaciones de este coche, que por un motivo u otro no supera los 200km/h de punta y acelera en 8,3 segundos de 0-100km/h. Realmente no son cifras para esta potencia, pero estamos acostumbrados a leer cosas así entre los modelos de Lexus, así que no nos preocupa. Sí lo hace, sin embargo el tener un cambio CVT, que por desgracia en esta ocasión sigue decepcionándonos el ruido que genera pisar a fondo el pedal del acelerador, escuchar un grito no muy agradable por parte del motor, y tener que esperar a que lleguen las prestaciones. Te puedes creer que tiene la potencia declarada, aunque ni siquiera creo que sea un argumento de ventas de este coche, porque más de 200 CV suenan interesantes sobre el papel, pero este Lexus no está diseñado para exprimir las sensaciones de deportividad; si me hubieran dicho que tiene 30 CV menos, me lo habría creído también y probablemente no me habría importado en absoluto.

Los consumos son realmente de diésel

Tiene levas, aunque como uno puede imaginar, no sirven para ‘cambiar’ de marcha, sino para preseleccionar posiciones del CVT. Por supuesto, en una posición más corta, las reacciones son más inmediatas, aunque no significa que el motor deje de trabajar bien en las posiciones más altas. Sin embargo, para un cambio como este, las levas quedan en un plano extraño ya que dan poco juego a aumentar el nivel de sensaciones al conductor. Y por supuesto, el modo Sport, que sí que transmite una mayor sensación de agilidad al vehículo, está destinado a usarse en contadas ocasiones a menos que no se viaje por carreteras secundarias, donde sí se necesita cada décima de segundo para adelantar con seguridad. Si no, es un coche tremendamente eficiente, eficaz y tecnológico y sacarle del modo ECO o modo Normal, es totalmente contrario a la filosofía para la que se ha construido.