Prueba Lexus LC 500: lujo y distinción
Primera prueba del Lexus LC 500 con motor gasolina V8 de 477 CV. Con este motor el modelo puede alcanzar 270 km/h y realiza el 0 a 100 en 4,5 segundos. Te enseñamos lo mejor y lo peor del último coupé de Lexus que destila lujo por los cuatro costados.
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Publicado: 18/08/2017 20:45
Tras la primera toma de contacto que tuvimos durante su presentación, en el Circuito de Ascari, esta es la segunda vez que me pongo al volante del Lexus LC. En aquel evento pude probar brevemente las dos versiones que se comercializan del mismo, la versión híbrida y la que equipa el motor gasolina V8 de 477 CV que trato en esta prueba.
Con este motor, este coupé de lujo está disponible desde 140.000 euros, asociado a una transmisión automática de 10 relaciones desarrollada para esta variante. El LC 500 tiene dos niveles de equipamiento: Luxury y Sport +. Este último es el más completo, y es el de nuestra unidad de pruebas, por 10.000 euros adicionales añade unas espectaculares llantas de 21 pulgadas, sustituye el techo panorámico por uno de fibra de carbono y añade el alerón trasero retráctil. Aquí tienes todos los precios del Lexus LC.
A nivel dinámico incluye un diferencial TORSEN de deslizamiento limitado, que permite deslizar el eje trasero sin entorpecer la dinámica de conducción y dirección asistida al eje trasero, que permite que las ruedas puedan moverse hasta dos grados mejorando la maniobrabilidad, haciéndolo un poco más ágil.
En cuanto al interior se ofrecen asientos de diseño deportivo con reglajes eléctricos, pasos de puertas en aluminio y tapicería de Alcántara además de otros muchos elementos revestidos de esta material, como los pilares delanteros y centrales, parasoles y techo.
Un llamativo exterior
Salta a la vista su elaborado diseño. El color rojo Sonic envuelve una carrocería de la que quiero destacar algunos elementos como la nervadura del capó que le da mayor dinamismo a esa superficie horizontal, que corona una frontal que luce la típica parrilla Lexus con forma de doble flecha, los grupos ópticos delanteros con tecnología LED así como la entrada de aire en el eje trasero para refrigerar los frenos posteriores.
Unos embellecedores cromados acompañan los montantes del techo, de fibra de carbono en esta versión, que se fusiona en una superficie acristalada negra y junto a la luneta trasera termina por envolver todo el habitáculo.
Su afilado frontal contrasta con su voluptuoso eje trasero que es rematado por unos pilotos posteriores de aspecto futurista y unos embellecedores trapezoidales que esconden una cuádruple salida de escape.
Interior con todo lujo de detalles
Los tiradores de las puertas enrasados con la carrocería nos dan paso a una interior que emana calidad y el gusto por el detalle. Los recubrimientos interiores están muy bien rematados, tanto como cabe esperar un coupé de lujo cuyo exterior promete una experiencia irrepetible.
Materiales que transmiten calidad a la vista y al tacto, como el recubrimiento de la parte alta del salpicadero o la abrazadera que separa las plazas delanteras. Elementos en los que hay que fijarse: los tiradores interiores de las puertas al descubierto, volante de tres radios multifunción que esconden levas de cambios construidas en magnesio, una instrumentación que aglutina muchos datos de interés, el selector del modo de conducción, el nuevo sistema de navegación con una interfaz actualizada y la palanca de cambios que recuerda a la de otros modelos alemanes.
Los asientos de nuestra unidad son los de acabado deportivo, calefactados y ventilados, recogen bien el cuerpo a la hora de afrontar curvas y el acolchado del mismo me ha resultado muy cómodo ya que la espalda apoya en el respaldo de manera homogénea, descargando tensión de los hombros.
Es un interior que invita a realizar largas kilometradas, resulta acogedor y mantiene el equilibrio entre elegancia y deportividad -como podéis ver muchos elementos recubiertos en Alcántara - aunque no es el acabado más "lujoso" que el LC puede equipar.
El maletero prescinde de apertura y cierre automático, el piloto trasero izquierdo integra sutilmente un botón para abrirlo y tiene una capacidad de 197 litros. Las plazas traseras son muy ajustadas, hablo de ellas en la parte conclusiones.
Lexus LC 500, datos técnicos de interés
El motor que que equipa el LC 500 es un V8 atmosférico de 5.0 litros que homologa una potencia máxima de 477 CV a 7.000 rpm, ofreciendo su par máximo a 4.700 rpm. Es un motor a la vieja usanza, a contracorriente de la tendencia de equipar motores turboalimentados.
Es el mismo motor que el equipado en el Lexus RC F y GS F aunque su sistema de escape tienes grandes diferencias a los oídos de quien lo conducen. Tiene una válvula que regula su sonoridad y que a partir de 3.500 rpm se abre independientemente del modo de conducción seleccionado, además hay canalizaciones de sonido hacia al habitáculo por lo que sus ocupantes pueden percibir muy claramente el bramido de su motor atmosférico.
Sobre el papel y antes de arrancarlo, la única razón que se me ocurre para sustituir su atmosférico por un motor turbo sería obtener unos mejores datos de consumo, pero una vez probado y habiendo escuchado el rugido de los 8 cilindros los más escépticos comienzan cambiar de opinión y ver este bloque atmosférico como un motor más adecuado para el modelo de Lexus.
En contra siempre tendremos los datos de consumo homologados. Los registros que hemos obtenido nosotros, que pueden servir de orientación aunque pueden variar según las condiciones del tráfico han sido de 8,1 y 8,5 litros cada 100 km en carretera y exprimiendo las posibilidades del motor la media con esta conducción ha subido entre 10,2 y 14,7 litros a los 100.
Aunque el consumo instantáneo en los trazados más exigentes se eleva a niveles estratosféricos, estos bajan a una cifra razonable en cuanto sales de ellos. No se puede pretender consumir poco con un V8, pero estas cifras me han sorprendido.
Lexus LC 500 | Datos homologados |
---|---|
Consumo urbano | 17,4 L / 100 km |
Consumo extraurbano | 8,0 L / 100 km |
Consumo medio | 11,5 L / 100 km |
Velocidad máxima | 270 km/h |
Aceleración 0-100 km/h | 4,7 segundos |
Par máximo | 540 Nm |
Peso | 2.010 Kilos |
La caja de cambios del LC 500 tiene 10 relaciones, ello permite que el salto entre las marchas sea muy discreto. En la última marcha a 2.000 rpm estaríamos circulando a unos teóricos 151,8 km/h, sus desarrollos son muy largos. Debido a ello este modelo alcanza su velocidad máxima en sexta, por encima de ella todas las relaciones son de desahogo, es decir, para bajar consumos a altas velocidades.
El Lexus LC está construido sobre una nueva plataforma modular para vehículos de motor delantero y tracción trasera que estrena este modelo y que serán empleados en futuros modelos de la marca. Una de las ventajas del empleo de esta plataforma es que el conductor tiene una gran sensación de control debido a que el centro de gravedad es muy bajo, 510 mm, según nos cuenta la marca.
Hay muchos elementos del chasis construidos en aluminio, como los refuerzos de los soportes del motor, los brazos de la suspensión, el capó y los paneles de las puertas. Estas tienen la estructura interna de plástico reforzado con fibra de carbono.
Impresiones de conducción
Conducir el LC 500 es una experiencia muy grata. Estamos cómodos al volante y sentimos que estamos en una atmósfera de lujo. Pide a gritos pasearlo por lugares como Puerto Banus o Sotogrande.
Pese a equipar un motor de ocho cilindros el LC no es un vehículo deportivo ya que prima la comodidad de sus ocupantes sobre las sensaciones al volante a excepción de la aceleración pura. Es decir, siempre sentimos una sensación absoluta de control sobre el modelo y hay cierto filtro entre lo que pasa entre el neumático y el asfalto, todo para primar el confort de sus ocupantes.
Tiene distintos modos de conducción, el modo Comfort / ECO suaviza la transmisión de la caja de cambios, minimiza el sonido del motor a bordo y nos permite arañar algunas décimas de consumo.
El modo Sport y Sport + aviva las reacciones del LC, despierta su lado más salvaje y además es muy recomendable poner la transmisión en modo manual para sentir un mayor control del rendimiento del modelo. El sonido que emana de su salida de escape es sencillamente espectacular y el sonido de la reducciones de marcha nos obliga a dar las gracias a Lexus, por tomar la excelente decisión de incluir un motor atmosférico tan refinado.
Como pude comprobar durante su presentación, a base de presionar con fuerza el acelerador es posible deslizar el eje trasero, sobre todo si el asfalto no está en buenas condiciones, tiene gravilla o si estamos en curvas cerradas. El LC 500 no nos va a dar un susto -a menos que lo busquemos deliberadamente-, ya que sus controles electrónicos trabajan de manera silenciosa recuperando la motricidad de manera discreta y ágil. Son 527 Nm de par disponibles desde 4.800 rpm y el motor empuja con fuerza hasta 7.000.
Si Lexus hubiera empleado un motor que tuviera una entrega de par más radical desde bajas vueltas, como ocurre con los motores turbo de altas prestaciones, probablemente el ritmo de la marcha se vería afectado por la intromisión constante de los controles electrónicos que lucharían por calmar las perdidas de tracción constantes. En este sentido el V8 encaja muy bien con todo el concepto de este modelo.
Conclusiones
Sin lugar a dudas en el Lexus LC 500 se viaja como en una berlina de lujo con mucho silencio y suavidad pero con el carácter que imprime su generoso propulsor. Permite realizar grandes trayectos gracias a la comodidad que ofrece a sus ocupantes y es un modelo apropiado para carreteras de curvas medias o amplias antes que para un trazado ratonero. Esto se debe a que el LC es un gran turismo y no un vehículo deportivo.
Voy a comenzar con los dos puntos que este modelo debe revisar, el primero de ellos son las plazas traseras. Acceder a ellas no es especialmente complicado, ofrecen espacio de sobra para las piernas y el respaldo de las mismas ofrece apoyo para la espalda pero la altura está penalizada por la inclinación del techo. Plazas aptas para personas con una estatura inferior a 1,60 metros, si mides más tendrás que ir con el cuello completamente doblado. Lo cierto es que podría ser peor y no tener plazas traseras.
Este detalle es algo típico de los vehículos de este segmento, al igual que el otro punto a mejorar que quiero señalar: el maletero. Únicamente 197 litros disponibles, capacidad escasa aunque usable gracias a la superficie regular del mismo pero siendo sincero, espacio más que de sobra para dos personas.
Ahora bien ¿qué puntos destacar de este exuberante modelo? Salta a la vista su elaborado diseño, su afilado frontal que contrasta con su voluptuoso eje trasero que es rematado por unos pilotos posteriores de aspecto futurista y unos embellecedores trapezoidales que esconden una cuádruple salida de escape.
El Lexus LC 500 es todo un gran turismo, elegante, muy cómodo y potente, uno de sus puntos claves, su motor atmosférico, V8, como los de antes, como los que están apunto de desaparecer. Generosa apuesta la de Lexus que no tiene nada que envidiar a modelos como el Maserati GranTurismo, que es el rival más directo que se me ocurre, aunque a los ojos de algunos clientes modelos como el Mercedes Clase SL (aunque este es descapotable), Mercedes S Coupé o incluso BMW Serie 6 pueden ser otras alternativas a valorar.