Prueba Maserati Grecale GT Hybrid, estilo y exclusividad para desafiar al Porsche Macan
¿Qué tiene el Maserati Grecale que lo hace tan especial? Probamos la versión de acceso con etiqueta Eco del SUV italiano, que combina diseño, deportividad y lujo para plantar cara a modelos como el Porsche Macan.
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Publicado: 27/03/2023 17:00
Los modelos con carrocería SUV están conquistando todas las categorías automovilísticas y eso también está ocurriendo con las marcas más deportivas y premium. En Maserati son conscientes de eso y por ello han puesto toda la carne en el asador en el que es su todocamino más esperado y popular, el Maserati Grecale.
Con un tamaño y precio más contenido que el Maserati Levante, el nuevo Grecale que he podido conducir servirá para atraer a un nuevo público a la marca del tridente que vengan seducidos por el lujo, la elegancia y la exclusividad. En esta ocasión ha pasado por mis manos la versión de acceso a la gama de este modelo, el Grecale GT Hybrid.
Tiene una longitud de 4.847 mm y destaca sobre todo por su notable anchura de 1.979 mm. Sus oponentes son SUV con aires deportivos siendo el principal rival el Porsche Macan. También son alternativas el BMW X4, el Jaguar F-Pace y el Mercedes GLC Coupé. Todos ellos tienen una longitud ligeramente más corta y se venden bastante más, así que el Grecale juega la carta de la distinción, la de ser más exclusivo. Está menos visto, es diferente.
A mi juicio, el aspecto del SUV italiano tiene un innegable toque de distinción pero sin dejar de lado el dinamismo. El frontal está presidido por una gran parrilla con ocho barras verticales y el tridente de gran tamaño en el centro y unos faros led matriciales adaptativos cuya forma recuerda a los del salvaje Maserati MC20.
Las posibilidades de personalización proponen cuadro diseños de llantas de aleación entre las 19 y las 21 pulgadas, pinzas de freno con cinco colores a elegir y cinco tonalidades para la carrocería. Adicionalmente, Maserati propone una lista de 14 colores dentro del programa Fuoriserie, donde la exclusividad alcanza una cota sublime y los precios también ya que cualquiera de estas pinturas supera los 20.000 euros.
La carrocería aerodinámica tiene unas superficies limpias y fluidas, con una ligera curvatura del techo que cae suavemente sobre el portón posterior. En la parte posterior, los pilotos traseros horizontales dan una impresión de mayor anchura del vehículo y las cuatro salidas de escape evidencian la deportividad de la marca de Módena.
No faltan los recursos característicos de la marca del tridente como las tres branquias de ventilación en las aletas delanteras o el logotipo en el pilar C. Otro detalle que me resulta llamativo es que las manillas de las puertas están completamente integradas y recurren a un sistema de apertura eléctrica de las puertas similar al que tiene el Fiat 500 Eléctrico.
Un habitáculo exquisito y bien equipado
Por dentro, la puerta se abre pulsando un botón en un movimiento delicado y agradable. El habitáculo es un homenaje al lujo italiano. La calidad de realización es soberbia, tanto como por ajustes como por materiales. Los pilares y el techo están tapizados de suave Alcantara y todos los compartimentos también están forrados de material suave y agradable al tacto.
Las propuestas de individualización incluyen seis colores para la tapicería de piel y cinco tipos de inserciones interiores. La unidad de pruebas lleva una tapicería negra con costuras en contraste de color gris, que además llevan integrado en relieve el tridente de la marca, inserciones de madera natural en la consola central y las puertas y una bellísima moldura de cuero con pespuntes recorriendo la parte frontal del salpicadero.
También es posible elegir entre varios tonos para la iluminación ambiental. Para crear la atmósfera perfecta se acompaña el apabullante sistema de audio Sonus Faber que produce un sonido envolvente extraordinario gracias a disponer de hasta 21 altavoces y 1.285 W de potencia. Todo lo que se ve, lo que se toca y lo que se oye es sencillamente exquisito.
Coronando la parte alta del salpicadero se ubica la esfera del reloj, que en realidad es un display digital. Me parece un acierto la manera en la que se ha unido la tradición con la modernidad ya que la esfera del reloj se puede modificar mostrando el aspecto más clásico y característico de Maserati o eligiendo visualizaciones mucho más modernas. Aquí también podemos seleccionar que se represente una brújula, un gráfico de la aceleración y la frenada o un medidor de fuerzas G.
El fabricante italiano abraza la digitalización y frente al conductor sitúa un cuadro de instrumentos totalmente digital recurriendo a un display TFT de 12 pulgadas con diferentes gráficos para exponerlos datos. Se puede complementar con un Head-up Display que proyecta la información directamente sobre el parabrisas.
El Grecale disfruta de la última generación del sistema multimedia Maserati Intelligent Assistant (MIA). Funciona bajo el sistema operativo Android Auto y expone una pantalla táctil de 12,3 pulgadas, la más grande jamás incluida en un modelo de la marca. El interfaz es intuitivo de manejar y asimismo puede usarse mediante un sistema de reconocimiento de voz natural.
Las funciones que incluye el sistema de infoentretenimiento son muy amplias. Lleva un navegador siempre conectado con información de tráfico en tiempo real y actualizaciones de mapas, punto de acceso Wi-Fi, asistente virtual Alexa e incluso una funcionalidad que es capaz de medir las prestaciones del vehículo.
Por supuesto, MIA es compatible con Android Auto pero también con Apple CarPlay y además permite conectar dos smartphones a la vez a través de Bluetooth. Por cierto, hablando de móviles cabe mencionar que en la lista de extras se brinda una base de carga inalámbrica para smartphones.
Baja el panel multimedia hay otra pantalla táctil de 8,8 pulgadas donde se incluyen todos los mandos de climatización además de numerosas opciones de configuración del vehículo como la iluminación ambiente, las memorias con los ajustes del asiento del conductor o la activación del control de descenso de pendientes. Lo único reprochable de este conjunto de pantallas es que se ensucian con mucha facilidad y enseguida se observa mucho polvo y huellas de dedos que deslucen el aspecto visual.
En las plazas traseras de este Maserati el espacio para las piernas es abundante y la principal limitación la encontraremos en la cota de altura. El suave descenso del techo hace que pasajeros de más de 1,80 m de estatura rocen con la cabeza. La plaza central está claramente pensada para un uso muy ocasional. Es notablemente más incómoda que las otras y además el túnel de transmisión es ancho dejando poco espacio para los pies.
En esta segunda fila los asientos cuentan con su propia área climática que se puede regular mediante un display táctil -sí, otra pantalla más- ubicado encima de las dos salidas de ventilación. Las plazas de los extremos están calefactadas, hay unos bolsillos detrás de los respaldos delanteros y también un reposabrazos abatible con dos posavasos integrados.
El maletero del Grecale GT cuenta con 535 litros de capacidad lo que proporciona un volumen más que suficiente para el equipaje necesario en un viaje familiar. Por supuesto, el portón cuenta con un sistema de apertura eléctrica y el compartimento está totalmente tapizado una vez más demostrando que la soberbia calidad de realización llega hasta los lugares más recónditos.
Debajo del piso hay un pequeño hueco donde se pueden disponer objetos pequeños, algo siempre práctico. Maserati propone un paquete de viaje opcional que sólo cuesta 590 euros e incluye unos rieles en la base para sujetar la carga, un perfil cromado de protección del umbral y una toma de 12 V.
Cuatro cilindros y distintivo ECO
Vayamos al corazón del nuevo SUV de Maserati. La gama mecánica está compuesta por el Grecale GT con 300 CV, el Grecale Modena con 330 CV y el espectacular Grecale Trofeo con un V6 biturbo de 530 CV. Todos ellos cuentan con tracción total y cambio automático. En la segunda mitad de este año la oferta crecerá con el Grecale Folgore 100% eléctrico.
La versión que he podido examinar es la variante de acceso, el GT, y bajo el capó habita un motor de gasolina turbo de cuatro cilindros y 2,0 litros. La versión Modena utiliza el mismo bloque pero con más caballería aunque el par motor máximo permanece igual, 450 Nm.
Sí, sé lo que estás pensando y debo reconocer que yo también me sentía un poco escéptico sobre las capacidades de un motor relativamente pequeño para mover un SUV de casi 2000 kilos. Tras probarlo sólo puedo decir que hay que quitarse el sombrero porque el rendimiento de esta mecánica es extraordinario.
El modelo italiano propone los modos Confort, GT y Sport que se seleccionan a través de un mando giratorio en el volante. En el modo Sport la dirección aumenta su dureza, la suspensión es más firme y la transmisión estira más las marchas. Es claramente más deportivo pero sin llegar a ser una configuración extrema en ningún momento.
Incluso con la suspensión en el tarado más duro la carrocería muestra algo de balanceo lo que hace que en curvas cerradas muestra un comportamiento subvirador. Una vez dentro de la curva el coche se muestra extraordinariamente preciso y es capaz de salir escopetado gracias a que el sistema de tracción total envía la mayor parte par al eje trasero y permite redondear perfectamente los giros.
La distribución de pesos se reparte 50:50, la dirección es muy directa pero de tacto algo artificial y existe la opción de equipar un diferencial de deslizamiento limitado para ganar aún más agilidad. Corre en curva pero también recta, siendo capaz de superar la barrera de los 100 km/h en solo 5,6 segundos y la de los 200 km/h en apenas 23,7 segundos desde parado ¡Cómo empuja este 2.0 turbo!
En el modo más dinámico el sistema de escape también muestra un sonido mucho más profundo y deportivo. Las válvulas del escape se abren completamente y suena realmente bien, motivo por el cual he echado en falta que haya un botón que permita, si se desea, tener activo el sonido de escape más grave también en los modos de conducción más relajados.
La caja de cambios tiene 8 velocidades y está realizada por el especialista ZF. Tiene un funcionamiento suave y su principal inconveniente es que las posiciones de la transmisión se seleccionan mediante unos botones bajo la pantalla del sistema multimedia. Lo cierto es que no me parece la solución más práctica.
En marcha, se puede dejar que opere de manera totalmente automática o jugar de manera manual con unas magníficas levas de aluminio de enorme tamaño. Son muy fáciles de operar independientemente de la posición de las manos y del giro del volante y además tienen un manejo muy agradable con un clic muy suave cuando se selecciona una de ellas.
Supongo que va en la genética de Maserati, todos sus modelos tienen que tener un carácter deportivo y el Grecale cumple. Sin embargo también puede ser un refinado vehículo familiar. Con el programa de conducción Confort la respuesta se suaviza y el SUV del tridente muestra un comportamiento muy civilizado.
En este modo la amortiguación trata con mimo a los ocupantes incluso en zonas de asfalto irregular. Por cierto, está disponible una suspensión neumática -que no incluía la unidad de pruebas- con la que se puede ajustar la altura. Habilita un programa de conducción adicional, el modo Offroad, donde la amortiguación sube la altura de la carrocería 20 mm.
Como aliciente a su utilización como vehículo diario, el Grecale GT Hybrid está asociado a un sistema de hibridación ligera (MHEV) de 48 voltios. Gracias a ellos luce la etiqueta medioambiental Eco en el parabrisas y también mejora la eficiencia aunque se trata de un SUV grande y muy prestacional así que no cabe esperar milagros.
La electrificación puede ser una alternativa a las extintas versiones diésel del Ghibli o Levante pero lo cierto es que el consumo de combustible es elevado en todas las circunstancias. La cifra de homologación WLTP es de 8,8 l/100 km y lo cierto es que haciendo una conducción suave y eficiente es difícil ver registros por debajo de los 8 l/100 km. Sin embargo, si se hace una conducción variada y despreocupada la media de consumo supera los 11 l/100 km.
Como su tamaño exterior es generoso y el radio de giro es amplio, hay que maniobrar bastante por lo que resulta útil el sistema de cámaras de 360º. Es una de las muchas ayudas y asistentes de conducción de este modelo como el control de crucero adaptativo con Stop & Go, el mantenimiento activo de carril, el monitor de punto ciego, asistente de colisión en intersecciones, el asistente de conducción activa o el sistema de información de señales de tráfico. Para hacer el día a día más fácil y seguro.
Una de las cosas que más me ha llamado la atención es que el equipamiento de serie es muy completo. Es algo destacable porque las marcas premium suelen ofrecer un equipamiento básico junto a una larguísima lista de extras para configurar el coche al gusto del cliente. Sin embargo eso hace que la tarifa final se incremente de manera notable.
No es el caso de este Grecale en el que casi todo viene de serie y solo queda en la lista de opcionales algunas características de personalización. Es algo especialmente meritorio teniendo en cuenta que esta es la versión de acceso de este modelo, disponible desde 82.750 euros. Está claro que, siendo un modelo exclusivo y de lujo, no es apto para todos los bolsillos pero la relación precio/producto es muy interesante.