Prueba Maserati Levante Trofeo y Ghibli hybrid, corazón y cabeza de la mano
Corazón y mente, tan conectados y tan diferentes. Hoy hemos conocido en vivo a los nuevos Maserati Levante Trofeo y al Ghibli Hybrid. Uno es el SUV más potente de la historia de la marca y el otro es el primer vehículo electrificado de Maserati. ¿Cuál es para ti? Vamos a verlo a continuación.
13 min. lectura
Publicado: 17/03/2021 22:05
En Valencia, esta semana han comenzado una de las fallas más atípicas de la historia y aunque no se escucharán demasiados petardos, sí que hoy he podido probar dos máquinas que producen un gran sonido. En particular, el Levante Trofeo.
Y es que sí, es un SUV, pero con un gran corazón. Con un V8 Twin Turbo y 580 CV de potencia, este damas y caballeros es el SUV más potente que jamás ha producido la marca del tridente, un modelo de Maserati que además se suma a la potente gama Trofeo que presentó la marca el pasado año y donde también están disponibles los Quattroporte y Ghibli.
Con un exterior que además cuenta con una serie de detalles que nos recuerdan constantemente que no se trata de un Levante cualquiera como las llantas de 22 pulgadas, elementos en rojo como los bordes de las branquias tan características de la marca o unas entradas de aire extra en el capó. El Levante Trofeo es un coche llamativo y la verdad es que, a mi modo de ver, precioso.
Una vez dentro es fácil ponerse cómodo, los asientos son unos auténticos butacones en los que una vez has configurado tu posición de conducción, casi te olvidas de estar sentado y directamente pones todos tus sentidos en el volante. Aunque antes de pasar a la conducción, tengo que recordar que este Levante cuenta con un actualizado interior en el que se ha puesto al día el sistema multimedia que, por cierto, me ha parecido muy intuitivo y rápido.
Entre las prisas para iniciar la ruta y las ganas de empezar a conducirlo he podido configurar el sistema de navegación en segundos, no había visto vídeos ni nada relacionado así que no tenía ninguna pista de cómo funcionaba y en el primer instante todo lo tenía bajo control, chapó a los ingenieros del departamento de conectividad de Maserati. Por supuesto ahora también está disponible Android Auto y Apple CarPlay hasta para 2 dispositivos así que en conectividad, buen trabajo.
Con el coche en marcha el primer trayecto ha sido por ciudad y la verdad es que, aunque se trata de un coche bastante grande, 5 metros de largo y 2,1 de ancho con los retrovisores abiertos me he sentido cómodo con él, también he estado probando un modo de conducción más eficiente que invita a una conducción más calmada, como era de esperar, ha durado poco.
Salimos a poner a prueba el coche y respetando las normas de circulación, sí que hemos podido poner a prueba el motor V8 y su brutal respuesta. Empezando por una cosa que me encanta de los coches italianos de FCA, ahora Stellantis, son las levas. Realizadas de una sola pieza de aluminio, fijas y de un gran tamaño, invitan a jugar con el cambio automático tipo ZF de 8 velocidades y descubrir el sonido del Trofeo que es un auténtico premio, ojo con el juego de palabras.
Es un SUV y la posición elevada de conducción no la pierdes en ningún momento, pero tiene un gran aplomo, además, si configuramos el coche en modo sport la suspensión se rebaja unos milímetros para mejorar aún más las sensaciones tras el volante. No os voy a engañar, en modo sport es un coche que invita a correr y además con la seguridad de que puede hacerlo.
No es un coche perfecto, pero hablamos de corazón, no de cabeza. Es un coche que por ejemplo se tomará un porcentaje interesante de tu salario solo en gasolina aunque no se pueden esperar milagros de un motor V8 a nivel de consumo. Por dentro es un coche que da gusto tocarlo, todos los paneles tienen un tacto muy agradable, el volante es redondo que me siento muy estúpido cuando lo digo, pero es que los volantes deben ser así. Nos encontramos con algunos detalles que nos recuerdan que el Levante no es un coche de hace dos días.
La pantalla del sistema multimedia a muchos se le antojará algo pequeña con 8,4 pulgadas y con una posición unos centímetros más baja de lo que me gustaría. También nos encontramos con unos diales analógicos, nada de pantallas en el velocímetro donde poder visualizar el mapa, todo más del estilo de la vieja escuela. En general, es un coche que está bien hecho, aunque la ergonomía de algunos elementos está por pulir, aunque yo diría que lo saben y ya está pulida por lo que hemos visto en el MC20.
Recuerdo cuando en noviembre os hablaba de que era muy sencillo sentirse cómodo en el GR Yaris porque todo era muy sencillo e intuitivo. En este caso el sistema multimedia estaba mucho mejor que el del Yaris a nivel de funcionamiento, pero algunos mandos me costaba más situarlos, es una sensación que durará poco una vez te acostumbras, pero la curva de aprendizaje en general es un poco más inclinada.
Dicho esto, es fácil enamorarse del Levante Trofeo, es precioso, da gusto llevarlo, es un Maserati. Pero ¿Y si no eres tan fácil de enamorar? Si eres de los que pone la cabeza antes que el corazón hablemos de un Maserati muy interesante, el Ghibli Hybrid.
Como bien sabrás, la Unión Europea el año pasado se puso más estricta con la media de emisiones emitida por los fabricantes y entonces a Maserati se le ocurrió una idea que estamos viendo mucho estos días, hacer un sistema de microhibridación para el más pequeño de la casa y así reducir la media de emisiones y a su vez crear un coche más eficiente.
En el frontal del Ghibli Hybrid tenemos un 4 cilindros con 330 CV acompañado de una batería de 48v que ayudará en muchos casos al Ghibli a reducir el consumo y a su vez a mejorar las prestaciones actuando como un booster. ¿Funciona? Sí y la verdad es que mejor de lo que me esperaba.
Es un coche que tiene una gran respuesta y al que nos invita a jugar si queremos conservando y mejorando en algunos casos algunos detalles del Levante Trofeo. Voy a explicarme, por ejemplo, en ciudad, es un coche que gracias a la etiqueta ECO se beneficia de algunas ventajas que el Levante Trofeo no tiene. Al contar con el sistema microhíbrido, cuando llegamos a un semáforo al soltar el pedal del acelerador el sistema recupera energía para la batería y por tanto recurrimos menos a los frenos.
Cuando sales a carretera el sonido que teníamos con el V8 del Trofeo lo perdemos como no podía ser menos, pero sigue teniendo ese toque que tienen los Maserati cuando alcanza ciertas revoluciones por minuto. De nuevo conserva un interior exquisito, unas grandes levas y eso sí, cuenta con un sistema multimedia con una pantalla de 10,1 pulgadas que funciona igual de bien que la del Levante.
La diferencia esencial la encontramos en que es un coche que consume menos pero que al ser más bajo no pierde en sensaciones, es un coche divertido de llevar, rápido y directo. Es un coche que va directo a todos los compradores de los Maserati diésel que tienen los días contados en el mercado y con el que es fácil realizar un consumo sobre los 9,5 litros por cada 100 km. Con el Trofeo estábamos cómodos por encima de los 16 litros.
Y por eso, damas y caballeros, esto son corazón y cabeza. mientras que el Levante Trofeo y en general toda la gama Trofeo entre los que también se encuentra el Ghibli son modelos que muestra lo mejor que tenemos hoy con los motores de combustión mientras que el Ghibli Hybrid es el primer paso a la electrificación de la marca del tridente.
Sí, es un pequeño paso, pero directos a un futuro que luce muy prometedor con la llegada de los nuevos Grecale, GranTurismo y GranCabrio que contarán con una mayor electrificación. Si queremos tirar de corazón y optamos por el Maserati Levante Trofeo el precio a pagar son 198.100 euros, eso como mínimo, si queremos añadir opcionales y otros elementos de personalización el precio se situará por encima de los 200.000 euros sin ningún problema.
En cambio, si dejamos el corazón a parte y optamos por el Ghibli Hybrid el precio de partida se sitúa en unos razonables 82.700 euros, teniendo en cuenta la potencia y el equipamiento de serie con el que parte no está nada mal.
Ambos modelos los hemos probado gracias a Maserati España, a Quadis y por supuesto al al concesionario Cars Gallery ubicado en la Avenida Maestro Rodrigo en Valencia por facilitarnos los vehículos de pruebas.