PruebaMazda3 2.2 Skyactiv-D 150 AT (II): Conclusiones y valoración
¿Merece la pena comprar el Mazda3 2.2 Skyactiv-D de 150 CV? El precio de la versión con cambio automático y acabado Luxury es de 28.400 euros. El comportamiento dinámico es uno de sus mejores argumentos gracias a sus baja rumorosidad, suavidad y suspensiones. Por el contrario, la habitabilidad interior no es tan destacable como podría esperarse.
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Publicado: 25/06/2014 08:00
Concluimos nuestra prueba del Mazda3 2.2 Skyactiv-D 150 AT dictando sentencia. Tras analizar su comportamiento y consumo llega el momento de echar cuentas y ver si merece la pena adquirir este compacto cargado de tecnología y diseño.
Todas las fotos de la prueba del Mazda3 2.2 Skyactiv-D las encontrarás en nuestra galería de imágenes
Conclusiones
El Mazda3 presenta muy buenos argumentos para ser una de las referencias en el segmento de los compactos. Presenta el fantástico diseño KODO exterior, atractivo y bien proporcionado, mientras que en el sobrio habitáculo encontramos buenos acabados y ajustes. La sensación de calidad es elevada y se aprecia en los materiales, el cierre de puertas y el comportamiento general.
El motor 2.2 Skyactiv-D de 150 CV es la única opción diesel, pero resulta muy satisfactorio en todo momento por su amplio rango de utilización y por su entrega de potencia progresiva. La suavidad y la baja rumorosidad, en asociación con el buen trabajo de las suspensiones, a buen seguro convencerán a aquellos que tengan que hacer muchos kilómetros anuales a bordo del modelo japonés.
En cuanto a la transmisión automática, resulta más difícil de recomendar su compra: trabaja muy bien, pero los 1.800 euros que hay que desembolsar de más y el aumento de consumo de combustible son datos que decantan la balanza a favor del cambio manual, que también resulta muy agradable.
Y ya que hablamos de cantidades, hay que señalar el precio: 28.400 euros es la cantidad a pagar por tener el Mazda3 más costoso y equipado -acabado Luxury-, sin promociones. Es un precio justificado y en línea con el de sus rivales más próximos. Merece la pena pagar por el navegador opcional, que apenas aumenta 400 euros el coste final.
Si tenemos un presupuesto de compra algo más justo, el acabado Style puede ser una buena opción porque cuesta 25.900 euros con el cambio automático ó 24.100 euros con cambio manual. Tiene menos elementos tecnológicos y de confort que el Luxury pero sigue estando muy bien equipado. Como opciones quedan el navegador -400 euros- y el Pack Confort que integra sensor de lluvia y luces, cristales tintados y sensores de aparcamiento traseros -también por 400 euros-.
Las cosas que menos nos han convencido han sido el espacio en las plazas traseras y la capacidad del maletero -365 litros-. No porque sea demasiado pequeño en ninguna de estas cotas, sino porque no son tan grandes como uno podría esperar en relación a su tamaño exterior.
Una de las cartas de presentación del Mazda3 es su consumo de combustible, que no ha cumplido con las grandes expectativas creadas por la marca y queda algo alejado de los valores declarados en la homologación, pero aún así siguen siendo bajos ¿Merece la pena decantarse por este modelo? Al menos debe ser una opción a tener en cuenta de forma obligada. La relación precio-producto-equipamiento es favorable y se trata, sin duda, de una compra muy racional.