Prueba Mercedes-AMG A 45 S, por pelotas

Porque puedo y porque quiero. Esas son las razones principales por las que existe el Mercedes-AMG A 45 S 4MATIC +. Cómo diría mí querida madre, ¿para qué quieres un coche con tantos caballos si luego no puedes correr? Por pelotas.

Prueba Mercedes-AMG A 45 S, por pelotas

18 min. lectura

Publicado: 17/02/2020 21:00

A veces, demasiadas, las cosas no son tan buenas como aparentan. Hay veces en las que cuando algo parece demasiado bueno luego descubres que no lo es tanto. Pero vaya, eso no pasa con el Mercedes-AMG A 45 S 4MATIC +. A pesar de su interminable nombre este mini cohete cumple con lo que promete. Rendimiento de infarto, diversión a raudales y acabar con nuestro dinero. Es perfecto en esas cuestiones, pero hay algunas que otras menores que también tienen su peso.

Esto no es un Clase A cualquiera, el AMG A 45 s te arranca la cabeza si te descuidas

En la pasada generación del Mercedes Clase A, los alemanes decidieron, no sé muy bien si por hacer la gracia o porque lo tenían realmente calculado, hacer algo desmesurado y exagerado. Ojo que hablamos de Mercedes, una casa burguesa muy acomodada. Había que rejuvenecer no el parque de modelos pero sí al cliente que los compraba. Y en eso que sacaron al mercado una versión extrema de su modelo más juvenil.

La jugada, repito no sé si calculada o no, resultó maestra. El producto final encantó a todo el mundo por su estilo y por sus cifras de rendimiento. Teniendo esto en cuenta y con la llegada de una nueva generación del Clase A, Mercedes ha apostado seguir por ese camino explotándolo aún más. Como ya sabrás el nuevo Mercedes Clase A cuenta con una gama mecánica muy completa y diversificada. Tenemos desde las clásicas soluciones diésel y gasolina hasta versiones híbridas enchufables y unidades puramente deportivas. Hay oferta para todo el mundo, por eso no hay problema.

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Hace un tiempo publiqué la prueba del Mercedes-AMG A 35 4MATIC +. Sus 306 caballos ya me dejaron buena señal de lo rápido que puede ser el pequeño de la casa. De hecho en aquél momento me pregunté, ¿qué se han dejado para el A 45? Pues bien, durante una semana lo he podido comprobar y la verdad es que a día de hoy sigo tan impresionado como alarmado. ¿Me ha gustado el AMG A 45 S? Sí. ¿Me lo compraría? No.

Y no por una buena razón, y es que no me entra en la cabeza qué necesidad hay de tener semejante potencia y rendimiento en un coche de este tipo. Está claro que el A 45 es un coche muy aspiracional como lo pueden ser los Porsche o muchas de las unidades de la división M de BMW o RS de Audi. Es un coche que sueñas con tener en tu garaje y arrancarlo todos los días. Pero como decía al principio no todo es lo que parece, o no al menos tan bueno como te lo pintan.

Mercedes se propuso tener el compacto más radical del mercado, y lo consiguió

Está claro que el A 45 S es una bomba. Es un misil tierra-tierra compactado en 4,45 metros de largo y 1,85 metros de ancho. Decir que corre es, sencilla y llanamente, quedarse corto. El viejo ya corría, y este más. En realidad no es muy complejo hacer que un coche sea rápido, basta con poner un motor muy grande y poco más. Lo importante es hacerlo manejable y seguro. Ahí es donde entran las complejidades.

Empecemos por lo básico, el motor. Una vez más Mercedes echa mano de su cajón de piezas y monta el motor de cuatro cilindros turbo más potente del mercado. Un bloque de dos litros más apretado que las tuercas de un submarino que es capaz de exprimir dos potencias diferentes. 387 caballos para el más descafeinado de los A 45, y 421 caballos para el A 45 S. Hay que ser muy consciente de esa cifra, es más potencia que la que tiene un Porsche 911 Carrera, y apenas 30 caballos menos que los que presenta un BMW M4. Así que mucho cuidado con no tomarla en serio.

El A 45 S 4 MATIC+ marca registros de 0 a 100 Km en 3,9 segundos y velocidad punta limitada a 270 Km/h

Eso nos da acceso a un universo infinito de fuertes aceleraciones y velocidades demenciales. Como ya he dicho es relativamente sencillo hacer que un coche vaya rápido en línea recta. ¿Pero qué pasa al llegar a las curvas? Pues aquí he de reconocer que el nuevo Mercedes-AMG A 45 S es bastante mejor que su predecesor. El chasis es capaz de asimilar ese rendimiento sin llegar a ponernos en un peligro constante. El paso por curva es tremendamente rápido, y de hecho el coche nos animará a ir más deprisa. Otra cosa es que nosotros cojamos el guante.

Yo recomendaría antes de apretar a fondo el acelerador, tomarse un tiempo de conciliación con el A 45 S. Conocerse un poco antes de querer ir al límite porque no querrás saber dónde está y qué pasa cuando alcanzas la línea roja. No hablamos de velocidades normales donde todo pueda estar controlado. Si sobrepasas el límite lo harás a un ritmo donde más vale prepararse porque el susto no va a ser pequeño. Así que antes de dar caña recuerda: dar cera, pulir cera.

Deportivo tecnológico. El interior del A 45s desprende calidad y modernidad a partes iguales

El viejo A 45 era una cuestión de pelotas. Mercedes se propuso que por sus pelotas iba a tener el compacto más rápido y lo tuvo aunque sin medir muy bien las consecuencias. Era una máquina de subviraje infinito porque el chasis no era capaz de asimilar tanta potencia, pero ahora no. Ahora a las pelotas se ha sumado el buen juego. Desde el primer boceto del Clase A se preparó para la llegada de un rendimiento extraordinario. Tal es así que el subviraje obviamente aparece, pero cuesta mucho más encontrarlo que en su predecesor.

El sistema de tracción 4MATIC + nos permite tener todo más o menos controlado. Se trata de una tracción total que reparte el par de forma variable entre ambos ejes en función de la situación y también en función del programa seleccionado. Tenemos varios modos de conducción: Calzada deslizante, Individual, Confort, Sport, Sport + y Race. Tenemos otro modo conectable que se llama Drift Mode. Con él activado el reparto de par permite un deslizamiento controlado del eje trasero. Algo que ya hemos podido ver en otros modelos de la casa como el Mercedes-AMG E 63.

Todo en el coche está enfocado a entregar un rendimiento extraordinario. Aunque en una conducción rutinaria es bastante moderado, algo que me ha sorprendido, rápidamente saca su lado juguetón y empieza a apretar como un demonio. La suspensión dura, el cambio agresivo y la dirección rápida y precisa son los elementos que acompañan a la bestia que se esconde bajo el capó. No puedo ni debo olvidarme de los frenos. Elemento de seguridad imprescindible.

El mando de volante nos permite modificar los modos de conducción sin soltar las manos de él

Me gusta que tengan un tacto rápido. Actúan con contundencia con solo rozar el pedal y permiten detener al coche dentro de unos márgenes razonables. Con 360 mm de disco en el eje delantero y 330 mm en el trasero imaginarás que la frenada es contundente si hundes el pie a fondo. Pero mucho cuidado con fatigarlos, porque a pesar de estar perforados se agotan un poco antes de lo recomendable.

En el Mercedes-AMG A 45 S todo trabaja en armonía y sincronización para hacerte creer que eres mejor conductor de lo que realmente eres. El coche hace muy bien su trabajo hasta el punto que todos los componentes rozan los límites de la física. A esa orquesta bien afinada hay que sumar una banda sonora muy atractiva. Con graves potentes y redobles de tambor que harán tus delicias en cualquier momento, especialmente en los túneles donde no vas a necesitar el claxon. Eso también provoca que la adrenalina y la serotonina se disparen. Felicidad y emoción a partes iguales.

En resumen: el AMG A 45 S es un deportivo de pura cepa. Que no te engañe la vista porque debajo de esa carrocería se esconde un coche que es capaz de dar buena cuenta de un 911 Carrera y de otros modelos a los que se les hincha el pecho con eso de la deportividad. Por pelotas Mercedes vuelve a tener el compacto más extremo y deportivo del mercado, desbancando una vez más al BMW Serie 1 que por el momento, y a falta de noticias que anuncien algo más, se queda en el límite de los 306 caballos del M 135i xDrive.

Mercedes está en ese momento dulce que vende todo lo que saca al mercado. Hace poco se anunció que había superado en ventas españolas a Audi, la marca premium más vendida en nuestro territorio durante los últimos 26 años. Y el nuestro no es el único país donde pasa, en China igual y una vez más desbancando más de dos décadas de hegemonía de los cuatro aros. Si eso no es un momento dulce y exitoso que venga Dios y lo vea.

Gracias a eso Mercedes se puede permitir este tipo de coches, y lo hace con toda normalidad. A fin de cuentas no hablamos más que de un Clase A llevado al extremo. Mismo diseño, aunque especialmente remozado para la ocasión, y mismo interior, aunque en este caso también se ha modificado ligeramente. Los baquets son muy recomendables, casi 6.000 euros la broma, porque en contra de lo que parecen son muy cómodos y nos abrazan como una madre en esos tramos de curvas que acostumbraremos a buscar.

La caja automática 8G-DCT de doble embrague va tensando la velocidad en función del modo de conducción

Además esos baquets son más finos que los asientos comunes y liberan algo más de espacio para unos ocupantes traseros que se sentirán en una batidora si el conductor no los trata con mimo. La banqueta trasera no recoge tan bien como los baquets delanteros y siguen sin disponer de mucho espacio para los hombros. Por lo tanto mejor dos que tres ocupantes en esta zona. El maletero por su parte se desprende de 15 litros con respecto al resto de unidades por el simple hecho de tener que acoger un diferencial trasero más voluminoso. Son 355 litros de capacidad mínima, una cifra muy aprovechable.

Tampoco hay que pasar por el alto el cada vez más importante factor tecnológico. El A 45 no solo es un escaparate mecánico, también lo es tecnológicamente hablando. Su equipamiento puede rivalizar con las grandes berlinas de la casa. Y no solo eso, es que los diseñadores han ocultado la batería de gadgets de una forma espectacular. Si el exterior puede atraer el interior te enamora. Esa combinación de colores, pantallas y materiales hacen que la sensación de calidad sea muy grande. Otro punto para Mercedes.

Hasta ahora no he hablado más que maravillas del AMG A 45 S 4MATIC +, y seguro que te estarás preguntando, ¿qué no le ha gustado? Pues en este aspecto déjame decirte que puedo pasar por alto el consumo elevado, unos 13,5 litros de media, y también puedo hacer caso omiso de la pérdida en calidad de rodadura. Ambos puntos me parecen superfluos hablando de un coche con ese enfoque y deportividad. Pero si hay algo que no me gusta es el precio.

Sí, tiene el rendimiento de un 911 y vale casi 50.000 euros menos, pero me sigue pareciendo una exageración pagar los 73.000 euros que Mercedes te pide por su pequeño cohete. Entiendo que aquél que se lo compre será una vez más por una cuestión de pelotas. Lo quiero, puedo pagarlo y me lo compro. Pero a un servidor le parece difícilmente justificable, desde un punto de vista de mileurista hay que ser sincero. Eso si no empiezas a sumar cacharrería y juguetes, que en ese caso te acercas rápidamente a los 90.000 euros.

También reconozco que ya que te pones el que hay que comprarse es el S. Mercedes todavía no ha anunciado precios de venta del A 45 normal pero ya que nos adentramos en estos terrenos lo mejor es hacerse con los servicios del más potente y exclusivo. Aunque también te digo una cosa, el Mercedes-AMG A 35 4MATIC+ ya puede dejar atrás a un buen puñado de deportivos, así que igual no es tan mala idea ahorrarse casi 15.000 euros y dedicarlos a otras cuestiones. En un mundo real, fuera del circuito, ambos son prácticamente igual de rápidos.

Asusta en recta e intimida en curva. El AMG A 45s es salvaje aunque le sigue faltando precisión

Conclusión

Mercedes se propuso bajar la edad media de sus compradores, y qué mejor forma de hacerlo que sacando al mercado coches como el A 45. Aunque los jóvenes no podrán pagarse uno sí que se convierte en un coche aspiracional. Todos querrán tenerlo aunque solo unos pocos podrán permitírselo. Con unas cifras que rivalizan con un 911 o un M4, el Mercedes-AMG A 45 S 4MATIC + es una cuestión de pelotas. Tiene muchas, muchísimas cosas buenas, pero por el contrario tiene algunas pegas que a mi modo de ver lo hacen ser prácticamente inútil. ¿Un compacto con 421 caballos de potencia? Como diría mí querida madre: ¿Para qué quieres tantos caballos si luego no puedes correr? Lo dicho una cuestión de querer y poder.

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