Prueba Mercedes Clase E Cabrio, la dulce crisis de los 50
A los 18 estás deseando sacarte el carnet para conducir lo que sea, a los 30 te planteas algo mas deportivo, a los 40 aparecen las primeras ansias de tener un cabrio, pero a los 50 lo que quieres es tenerlo todo, y el Mercedes Clase E Cabrio cumple con mucho.
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Publicado: 19/06/2018 20:00
En esta vida cada cosa llega a su tiempo. El proceso es inalterable, y en cada momento de nuestra vida pedimos algo diferente al anterior. Con los coches pasa algo igual. Una vez llegada la madurez los requerimientos empiezan a ser otros tales como la comodidad, la calidad o el refinamiento. Todos estos atributos están presentes en el coche de la prueba de hoy, el Mercedes Clase E Cabrio. El vehículo ideal para celebrar de 50 en adelante.
Y es que con el paso de los años nuestro cuerpo nos pide algo diferente. Pasamos de la bicicleta al Vespino, del Vespino a nuestro primer coche, al que se le pide algún alerón, que haga mucho ruido, un buen equipo de música y poco más. De ese símbolo de libertad pasamos al primer coche familiar, y de ahí en adelante nos alcazan las crisis de los 40 y los 50. En la primera de ellas empezamos a mirar a los deportivos cabrios con unos ojitos especiales, mientras que en la siguiente década precisamos otro tipo de gustos y exigencias.
Resulta curioso que en todo este proceso vayamos afinando nuestros gustos sobre cómo debe ser un coche. Obviamente, aunque no lo he mencionado, queremos que nuestro coche, sin importar la época en la que nos encontremos, nos guste, nos llame la atención. El diseño es el principal factor de compra y si en la más tierna adolescencia buscamos ser macarras, años más adelante buscamos la elegancia. Una elegancia como la que Mercedes expone en el E Cabrio.
Desde hace unos años la marca de la estrella ha dado con una filosofía de diseño que ha gustado a todos. Un diseño que va a soportar de forma excelente el paso del tiempo y que en cierto modo nos recuerdan a esos modelos de finales de los 90 que a día de hoy siguen siendo bonitos. También hay que decir que más recientemente Mercedes ha cambiado esa línea y ese concepto de diseño por algo más atrevido y arriesgado. Lo hemos podido ver en productos más nuevos como el Mercedes CLS o el más reciente Mercedes Clase A 2018, el cual ya hemos puesto a prueba.
Personalmente me gusta el diseño del Mercedes Clase E Cabrio, me gusta por su equilibrio y por sus toques de clase y refinamiento. No hay nada en todo el coche que llame la atención, es el conjunto el que lo hace y eso me gusta. Llamativo a la par que discreto y elegante, todo ello realzado por una paleta de colores algo corta pero en la que nos encontramos tonos como el azul cavansita o un rojo rubelita espectacular. Al fin y al cabo a esas alturas de la vida el naranja y los colores chillones ya pasaron a mejor vida.
Si corta es la paleta de colores para la carrocería más lo es la de las telas de la capota. Mercedes solo nos da la posibilidad de escoger uno de los cuatro tonos posibles: negro, azul, marrón y rojo. Eso sí, nos dejan que cada combinación la pongamos como queramos, a nuestro gusto. Lo mismo pasa con los paquetes de la carrocería, podemos optar por un sobrio Avantgarde o por un más deportivo paquete AMG que será ideal para aquellos que no se hayan olvidado de sus tiempos mozos.
De puertas para dentro ya la cosa no es tan deportiva, o al menos no se nos permite configurar algo deportivo, ya que en esta zona lo que se ha buscado es tener mucha calidad. La palabra es clase, porque esa calidad innata que se le presupone a Mercedes no está tan clara ya que en algunas partes se emplean materiales que poco tienen que ver con la nobleza. Entre ellos destaca el odioso Pianno Black, del cual me seguiré quejando hasta el último día de mi vida porque resulta terrible tanto por lo mucho que se ensucia como por lo mucho que se ralla.
Hace ya un año que tuve ocasión de probar por primera vez el Mercedes Clase E, y en aquél momento dije que los alemanes parecían haber prestado más atención a la tecnología que a la calidad. A día de hoy me reafirmo en dichas palabras, pero también reconozco que los procesos han mejorado. Sin embargo nadie me puede negar que el principal foco de atención a la hora de desarrollar el nuevo E ha sido la tecnología. El despliegue que presentó en el momento de su lanzamiento ha provocado una guerra entre las marcas premium; Audi-BMW-Mercedes.
Si quieres saber hasta el último detalle de qué es lo que lleva el Clase E en su interior, te reto que entres en su configurador y eches un vistazo. La lista es prácticamente interminable, y hablar sobre todo ellos provocaría que esta lectura fuera más larga que el Quijote. Así que te voy a destacar los que en mi humilde opinión son los más interesantes.
El primero de ellos es el paquete de asistencia a la conducción. Su precio es de poco más de 2.600 euros e incorpora una alta cantidad de asistentes, tales como el lector de señales de tráfico, el control de velocidad, el asistente de atascos, la cámara de detección de obstáculos, el asistente activo de cambio de carril, el asistente de mantenimiento de carril, el indicador del ángulo muerto, y el control de crucero adaptativo e inteligente que en realidad no lo es tanto como se dice.
Otra recomendación son los faros de LED Multibeam, no creo que haga falta explicar el por qué, pero simplemente incrementan la visibilidad, y con ello la seguridad, una vez se hace de noche. El último paquete a seleccionar es el denominado paquete tecnológico, 2.700 euros extra. Con él conseguiremos tener un Mercedes de última generación con una gran cantidad de pantallas. Se suma un HUD, dos pantallas digitales de grandes dimensiones, el sistema COMAND Online y la iluminación ambiente con 64 colores. Esto último es obligatorio, así que no, no te puedes deshacer de él.
El resto de opcionales están presentes para incrementar la comodidad a bordo, así que podemos encontrar asientos delanteros climatizados y con masaje, equipo de sonido Burmester y alguna que otra chuchería más que en realidad no va a cambiar en nada el comportamiento del coche, salvo por la suspensión neumática, denominada por Mercedes Air Body Control. Te hablaré de ella en la parte dinámica, pero adelanto que ya puedes ir reservando 2.600 euros para sumarlo a la factura de compra final.
El que quiera un Clase E Cabrio por encima de otras opciones como el BMW Serie 6 Cabrio, es porque busca sobre todo confort. El concepto comodidad ha sido asociado a Mercedes desde tiempos remotos y a día de hoy el fabricante sigue apostando por él en sus modelos más grandes. Los cuatro pasajeros que caben en el interior de este coche viajarán de la forma más cómoda que se puedan imaginar. Los asientos son perfectos para largos recorridos, y solo si vamos con la capota quitada el aire lastrará la calidad del viaje.
Ni siquiera los pasajeros delanteros tendrán que sufrir por el exceso de aire a la hora de circular con la capota quitada. La luneta se cierne muy bien sobre los asientos delanteros impidiendo que el flujo aerodinámico moleste, pudiendo mantenerse conversaciones a un tono realmente bajo. Eso sí, los ocupantes traseros "se tragarán" todo ese aire aunque tampoco es que resulte algo especialmente molesto siempre y cuando no circulemos a altas velocidades. Recomendación: llevar siempre un par de gorritas en la guantera.
La realidad es esa, que la comodidad no está comprometida con nada. Nada en el Clase E Cabrio 220 d te incita a los excesos. La idea es llegar del punto A al punto B con mucha clase y elegancia y sin un ápice de prisa, y eso a pesar de contar con una gama mecánica corta que nunca estará por debajo de los 194 caballos de la unidad probada, con un máximo de 299 si optamos por la única versión de gasolina, el E 350. Todas las versiones presentan cambio automático 9G-Tronic y solo la variante diésel es capaz de montar una tracción total 4MATIC, algo que no veo en absoluto necesario.
Prueba Mercedes Clase E 220 d Cabrio
Ya he dicho que a partir de cierta edad no es necesario correr, al menos no se quiere correr. Y en el Clase E 220 d Cabrio nada te incita a ello. Dadas las importantes restricciones de emisiones que planea la Unión Europea, los fabricantes cada vez se ven más comprometidos para cumplirlas. El problema de todo ello es que solo hay una manera de conseguirlo, y es "capando" los motores, limitando su respuesta de forma bastante considerable. Por ese motivo los 194 caballos de hoy en día no rinden igual que los 194 caballos de hace unos años.
Desde que me puse por primera vez a los mandos del Clase E comprobé que el cuánto más rápido se iba mejor se comportaba el coche. El motor de cuatro cilindros y dos litros turboalimentado está desarrollado con el principal propósito de ser ahorrador y cumplir con las normativas actuales y venideras. A pesar de contar con unos datos de rendimiento correctos; de 0 a 100 Km/h en 7,7 segundos y velocidad punta de 237 Kilómetros por hora, estos no parecen trasladarse del papel a la realidad.
La potencia anteriormente mencionada no parece tal, y por decirlo de alguna manera el coche se lo toma con bastante calma a la hora de acelerar. Ojo que con esto no quiero decir que no tenga potencia, que tiene más que suficiente, pero no parece que sean tantos los caballos que se esconden bajo el capó. A pesar de disponer de varios modos de conducción: Eco, Normal, Confort, Sport, Sport + e Individual, solo a partir del modo más deportivo de todos se empieza a notar un cierto brío en la respuesta del motor y el cambio. En el resto de ellos el comportamiento varía entre extrablando y blando, siendo el modo Eco el más desesperante de todos por la respuesta que ofrece.
En su momento esto lo catalogué como algo negativo, sin embargo ahora no parece molestarme tanto ya que una vez descubres la capota no importa si el coche tarda 7,7 u 8,5 segundos en acelerar. No te apetece correr, todo lo contrario, apetece que el viaje dure mucho para así poder disfrutar de una agradable jornada primaveral, de una brisa vigorizante y de unas sensaciones de comodidad absoluta. Si quieres correr este no es tu coche.
El Clase E Cabrio integra soluciones que permiten poder ir descapotados hasta en los días más fríos. Solo lo impedirá la lluvia
Si recuerdas, varios párrafos más arriba he comentado lo de la suspensión neumática. Es ABSOLUTAMENTE OBLIGATORIO hacerte con ella. De no hacerlo el coche pierde prácticamente todo su sentido. Vale que sea un extra caro, pero ya puestos a entrar en esas cifras la verdad es que no es tanto. Gracias a los balones de aire instalados en las cuatro ruedas no hay nada que pueda perturbar tu viaje, ni un molesto badén ni un bache ni una sola de quebradas líneas de la carretera. Todo ello se atraviesa como si no estuviera. Gozada total.
En esto es donde Mercedes sigue siendo el mejor. El Clase E Cabrio tendrá mucha apariencia y mucha tecnología, pero es la comodidad el verdadero secreto de su existencia. De hecho es tanto confort el que se ofrece que todos los demás aspectos negativos parecen importar menos, aunque el Pianno Black de la consola central sigue sin ayudar a la causa.
Personalmente creo que a este coche le pega más un buen motor V6, sin embargo Mercedes no oferta más que bloques de cuatro cilindros. La opción 220 d debe ser la buscada para aquellos que no paren quietos con el coche, para aquellos que piensan realizar muchos miles de kilómetros al año. Lo digo sobre todo por los bajos consumos que esta unidad es capaz de conseguir. Hablamos de datos realmente bajos con cifras muy próximas a los seis litros de media. Un dato fantásticamente bajo teniendo en cuenta el peso y la potencia. Pero sigo echando de menos un V6 como el del E43 AMG que probé hace unos meses.
Seguro que con todo lo que te he dicho te han entrado ganas de irte a cualquier concesionario de Mercedes y comprarte uno, pero tranquilo porque a partir de ahora llega la parte más negativa de la historia; el precio. El Mercedes Clase E Cabrio no es un coche para todos los públicos. El concepto de a partir de 50 implica también cierta solvencia económica puesto que los precios arrancan en los 63.500 euros. Una cifra nada desdeñable que no hará más que crecer en cuanto sumemos algunos de los artilugios que he mencionado. De ser así no es nada extraño superar la barrera de los 75 u 80.000 euros con suma facilidad.
Conclusiones
A más de uno seguro que le han entrado ganas de llegar a los 50 para poder hacerse con un Mercedes Clase E Cabrio, no es de extrañar, yo soy uno de ellos. Realmente pienso que es el coche ideal para todo matrimonio adulto, con cierta holgura económica, y con hijos en plenitud de libertad. Es un coche ideal para hacer cualquier viaje, para llegar al club de campo o para ir a tu casa de la playa o al chalet de la sierra. Un coche principalmente cómodo que suma además el atractivo del diseño y lo avanzado de su tecnología.
Sin embargo no todos pueden acceder a él porque Mercedes se ha empeñado en elevar la factura de compra atendiendo al dicho: la capota baja el precio sube. Si lo comparamos con el coche del que deriva, el Mercedes Clase E, resulta 9.400 euros más caro, y eso teniendo en cuenta que la berlina no es tampoco especialmente barata. Es el precio a pagar por todo eso, pero que es esta vida sin un capricho a esas edades. Si prescindes del deportivo de los 40 y ahorras, bien merece la pena esperar.