Prueba Mercedes EQE Berlina, viajar en clase business

Inspirado en el EQS, el Mercedes EQE es uno de los coches eléctricos con mayor poder de representación. Presume de un habitáculo lujoso, tecnología de vanguardia y una autonomía que suprime cualquier miedo a realizar viajes largos. Lo analizamos a fondo.

Prueba Mercedes EQE Berlina, viajar en clase business
El Mercedes EQE ya está a la venta

15 min. lectura

Publicado: 26/05/2022 18:00

Poco a poco Mercedes va ocupando segmentos con sus vehículos 100% eléctricos. Con los EQA, EQB, EQC, EQS, EQV y el inminente EQS SUV el fabricante alemán tiene una de las gamas EV más completas. Ahora se suma el nuevo Mercedes EQE dentro de la categoría de las berlinas de representación, un lujoso vehículo que ya he podido conducir en su presentación a la prensa.

El EQE hereda las cualidades del EQS en un formato de dimensiones más contenidas

Es el segundo modelo de la marca de la estrella que recurre a la arquitectura para vehículos eléctricos EVA2 -tras el Mercedes EQS- y se fabrica en la factoría alemana de Bremen para todo el mundo, con la única excepción del mercado chino porque allí su producción es local.

El diseño de la berlina alemana luce los elementos típicos de Mercedes-EQ. Las formas redondeadas definen la carrocería y con unas superficies limpias que se alejan de cualquier atisbo de estridencia. También destaca por los hombros musculosos, los voladizos muy cortos, las puertas sin marco y una cabina adelantada. En general se ve elegante y atlético.

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La silueta del EQE me parece muy particular, en especial la zaga. En ese segmento los coches suelen mostrar un tercer volumen bien marcado pero el EQE tiene una línea de techo que cae con suavidad hasta el extremo de la tapa del maletero, dando un aspecto diferente al de un sedán tradicional. Esta solución beneficia la aerodinámica.

Mercedes ha implementado algunas características más en la búsqueda de esa fluidez en el flujo de aire cuando el vehículo está en marcha, sabiendo que resulta un elemento clave para conseguir una buena autonomía. Con ese objetivo de eficiencia los tiradores de las puertas están enrasados con la carrocería y algunas de las llantas de aleación, que van desde las 19 a las 21 pulgadas, cuentan con unas singulares cubiertas de plástico.

Las dimensiones exteriores de la gran berlina eléctrica alemana se fijan en 4,95 m de longitud, 1,96 m de anchura y 1,51 m de altura. Un vehículo de gran envergadura cuyas medidas son ligeramente más grandes que las del Mercedes Clase E berlina siendo, en concreto, 1 cm más largo, 7 cm más ancho y 5 cm más alto.

El EQE 350+ presume de 648 km de autonomía

Sin embargo, teniendo en cuenta su generoso tamaño exterior el espacio de carga es relativamente pequeño porque el maletero tiene 430 litros de capacidad. Por comparar, los dos modelos de tamaño similar que Mercedes tiene en su gama proponen un volumen de carga mucho mayor: el Clase E Berlina ofrece 540 litros y el CLS llega a los 520 litros.

A pesar del perfil de la parte trasera, la marca de la estrella no ha aprovechado para implementar un práctico portón como en el EQS. La luneta es fija y la tapa del maletero tiene un sistema de apertura eléctrica que da acceso a un espacio completamente tapizado pero sin demasiadas opciones para sujetar la carga. Bajo el piso hay un pequeño compartimento para depositar objetos.

Mi impresión es que Mercedes se ha preocupado menos del maletero para beneficiar la habitabilidad interior. En el EQE sí se nota mucho espacio tanto para las piernas como para los hombros en las plazas traseras. Esta segunda cota no resulta una sorpresa porque comentaba antes que la anchura exterior es notablemente mayor. También es más alto pero no se nota más sitio para la cabeza porque también se va sentado más alto: bajo el piso está la batería de alta tensión. Ocupantes de más de 1,80 m de estatura rozarán con el techo.

De serie, la cabina cuenta con dos grandes pantallas
En opción para la versión AMG, la pantalla Hyperscreen añade una tercera pantalla y tiene un aspecto impresionante

Delante se disfruta de una atmósfera acogedora, espaciosa y, sobre todo, lujosa. El EQE muestra un puesto de conducción vanguardista con seis combinaciones cromáticas y un salpicadero que puede estar panelado con madera de magnolio de poros abiertos o una superficie plástica con un patrón retroiluminado de estrellas realizado mediante una perforación láser, por poner algunos ejemplos. Solo es criticable el exceso de uso de plástico negro brillante en algunas zonas como la consola central.

La propuesta es especialmente innovadora con el sistema MBUX Hyperscreen que se puede montar opcionalmente. Son tres pantallas dispuestas bajo un cristal cobertor que con una longitud de 1,41 m llega prácticamente de lado a lado del vehículo. La superficie acristalada ligeramente curvada consta de silicato de aluminio resistente al rayado. La visión es espectacular y además se combina con un flamante sistema de iluminación ambiental con múltiples opciones de color, intensidad y animaciones.

Una de las pantallas es la del cuadro de instrumentos digital de 12,3 pulgadas cuya calidad de imagen es fantástica y permite varias opciones de personalización. Curiosamente Mercedes no ha incluido la visualización con efecto 3D y nadie lo echará en falta porque cuando la probé en un Clase S acabé desactivándola al poco tiempo porque aporta poco y acaba mareando.

Las plazas posteriores gozan de mucho espacio longitudinal pero no brillan en altura

El pasajero del asiento delantero derecho disfruta de su propia pantalla OLED de 12,3 pulgadas donde, entre otras funciones, se puede reproducir streaming de vídeo o programas de televisión. Una cámara en el interior del habitáculo es capaz de reconocer si el conductor está mirando el visualizador del acompañante y, en ese caso, el sistema atenúa automáticamente los contenidos dinámicos

En el centro queda una gigantesca pantalla de 17,7 pulgadas del sistema de infoentretenimiento. Es una absoluta maravilla, resulta bastante fácil de usar teniendo en cuenta el incontable número de funciones que tiene y disfruta de actualizaciones Over-the-Air (OTA) y, evidentemente, compatibilidad con Android Auto y Apple Carplay.

La navegación con Electric Intelligence planifica una ruta dinámica incluyendo las paradas para recargar la batería y calculando los costes previsibles de la carga en cada parada. El sistema de Mercedes da la opción de excluir las estaciones de carga que no deseemos utilizar y añadir nuevas estaciones manualmente.

El maletero es pequeño para un coche de este tamaño

La berlina de representación de Mercedes-EQ se guarda más gadgets como el sistema Energizing Air Control Plus que incluye un filtro HEPA que depura el aire del exterior que penetra en el habitáculo, reteniendo polvo fino, micropartículas y polen. El filtro retiene hasta un 99,75% de las partículas y, además, el revestimiento de carbón activado reduce la concentración de dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno y olores en el habitáculo.

Prueba del Mercedes EQE 350+

Con ganas de conducir desde Lisboa por la costa atlántica en dirección norte me pongo en marcha con el último coche eléctrico nacido en la marca de la estrella. La gama mecánica inicial está compuesta por dos variantes: el Mercedes EQE 350+ y el Mercedes-AMG EQE 43 4Matic. Más adelante la propuesta se ampliará con el Mercedes EQE 500 4Matic y el Mercedes-AMG EQE 53 4Matic+. Las versiones 4Matic tienen dos motores eléctricos (uno en cada eje) mientras que el resto son de propulsión trasera con un único motor eléctrico.

El EQE 350+ es la opción de acceso y también la elección racional. Con 215 kW (292 CV) de potencia y 656 Nm de par las prestaciones son magníficas pero además es la versión que más distancia puede recorrer con una sola carga: homologa 648 km de autonomía eléctrica en ciclo WLTP.

El sistema eléctrico del EQE

Este espectacular registro se consigue gracias a un asombroso coeficiente aerodinámico de solo 0,22 y a una batería de iones de litio con una capacidad útil de 90,56 kWh (96,12 kWh brutos). El paquete de baterías, compuesto por 10 módulos, pesa un total de 557 kg y emplea níquel, cobalto y manganeso en una proporción de 8:1:1.

Los registros de consumo que se consiguen son bajos. No quiero arriesgarme a dar un dato de consumo medio porque al ser un evento de presentación no fue posible realizar trayectos variados en tipologías, distancias y condiciones climáticas pero resulta posible bajar de los 20 kWh/100 km si se mantiene un ritmo tranquilo.

Mercedes garantiza la durabilidad de la batería de alto voltaje durante diez años o un kilometraje de 250.000 kilómetros. El cargador embarcado tiene una potencia de carga de hasta 170 kW lo que significa que en apenas 15 minutos se pueden ganar hasta 250 kilómetros de autonomía. Así da gusto viajar.

La aerodinámica es una de las claves del EQE para obtener una sensacional autonomía eléctrica

El Mercedes EQE es uno de los coches más confortables del mercado y la experiencia de viajar a bordo es extremadamente placentera. El silencio de marcha es fabuloso: no esperaba ruido mecánico pero me ha llamado la atención que apenas se oye ruido aerodinámico. Para este fin los alemanes han puesto especial atención a la forma del pilar A y los retrovisores exteriores y al hermetizado de las ventanillas laterales, se han reducido las juntas y se han rellenado con una espuma insonorizante numerosos espacios huecos de la carrocería.

Quien eche de menos la sonoridad asociada al desplazamiento, Mercedes propone conceptos acústicos denominados Silver Waves, Vivid Flux y Roaring Pulse que reaccionan a la posición del pedal acelerador, la velocidad o la recuperación. Interesantes si se quiere hacer una conducción más emocional.

Además, el EQE consta de una suspensión delantera de cuatro brazos y un esquema multibrazo en el eje trasero, una solución similar a la del Clase S. En opción se propone la suspensión neumática Airmatic con amortiguación regulable progresiva ADS+ que filtra de manera soberbia cualquier irregularidad del asfalto.

El EQE está hecho para devorar kilómetros

En la lista de extras también se encuentra la dirección del eje trasero. Se brindan dos versiones diferentes, con un ángulo de orientación de las ruedas posteriores de hasta 4,5° y de hasta 10°. En este segundo caso, el diámetro de giro disminuye de 12,5 a 10,7 metros, una agilidad excepcional para un coche de este tamaño.

Quizá en ese ansia de aislar al conductor del exterior se explique la dirección sea muy insensible, no transmite nada pero permite maniobrar sin esfuerzo. Las levas situadas detrás del volante facultan al conductor ajustar la retención en tres niveles para hacer una conducción con un solo pedal, tener un nivel de recuperación medio y disfrutar de un modo vela con nula retención. Además hay un nivel automático en el que el vehículo es capaz de gestionar por sí mismo la deceleración conveniente para lograr la mayor eficiencia.

La propuesta de la marca de la estrella es interesante porque el EQE es casi como un EQS pero con un tamaño más práctico y un precio más contenido. El Mercedes EQE está a la venta desde 76.000 euros y tendrá como objetivo tanto a un público interesado en la tecnología y la sostenibilidad como a empresas que quieran una flota electrificada de vehículos de representación.

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