Prueba Mercedes GLA 200, éxito asegurado (Con vídeo)

La historia del Mercedes GLA es una historia de éxito de principio a fin. Pocos coches en la historia de la marca han conseguido la popularidad del compacto SUV. Ahora hay una nueva generación en el mercado, y llega el momento de saber si ha mejorado.

Prueba Mercedes GLA 200, éxito asegurado (Con vídeo)

21 min. lectura

Publicado: 06/09/2020 18:00

Nunca es fácil reeditar un éxito. Si no que se lo digan a directores de películas que viendo el éxito de la primera parte se lanzaron de cabeza a la segunda y se encontraron con muro muy duro. Mercedes se ha enfrentado a ese problema con la llegada de la segunda generación del Mercedes GLA. El 2020 ha sido el año escogido por Mercedes para el salto generacional, que ahora vamos a analizar para saber en qué mejora o en qué empeora. Nunca se sabe.

¿Habrá mejorado el GLA en su segunda generación? Descúbrelo con Javier Gómara en nuestro vídeo.

Al que se le ocurrió la brillante idea de cambiar el Mercedes GLK por el GLA muy posiblemente se haya ganado el retiro de su vida y de la nuestra. El cambio está a la altura del Mercedes Clase A. Adentrarse en el segmento de los compactos le ha arrojado suculentos beneficios a la firma de la estrella, y gracias a ello hoy tenemos un porfolio de productos muy extenso: Clase A, GLA, Mercedes CLA, Mercedes GLB, Mercedes Clase B y Mercedes Clase A Sedán. Un abanico de productos que ninguna marca rival es capaz de igualar.

Mercedes está en un momento dulce. Un momento en el que todo lo que parece sacar al mercado lo vende con tremendo éxito. El primer GLA que llegó al mercado fue en el año 2013, y desde entonces sus ventas no han dejado de crecer y crecer. A día de hoy es el SUV más vendido de la firma y uno de los modelos más populares de la misma.

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La imagen del GLA ha cambiado mucho para esta segunda generación

Esta nueva generación se apoya, una vez más, sobre la estructura que alimenta a toda la gama compacta. Se trata de la plataforma MFA, y gracias a ella el GLA modifica ligeramente sus medidas para hacerse más corto. 4,41 metros de largo, 1,83 metros de ancho y 1,61 metros de alto. A esas cotas hay que añadir una batalla más grande que llega hasta los 2,73 metros, que como ahora te contaré se traduce en una mejor habitabilidad.

Aunque la plataforma es el cambio más sustancial de esta generación, el primer cambio que se ve es el diseño. El anterior Mercedes GLA no podía considerarse un SUV, más bien un crossover, y este va por el mismo camino, aunque no tanto. Si lo miramos por delante vemos un coche más hecho, más musculoso y más alto. El perfil recuerda mucho al modelo anterior, y la trasera es la zona que menos SUV parece, de hecho, diría que toma muchas ideas prestadas del Clase B.

La zaga no es tan musculosa como la delantera. Cabe destacar el portón de gran tamaño

En líneas generales el diseño es mejor, al menos a mí me lo parece, y lo bueno es que sigue entregando a sus clientes los que estos tanto buscaban. Esa apariencia campera urbana con toques deportivos. La inmensa mayoría de GLA que se han vendido hasta la fecha lo han hecho con el famoso paquete AMG. La nueva generación también cuenta con él, y la unidad de pruebas lo montaba. Hay que reconocer que sin la línea deportiva el SUV pierde presencia, y por ende todos van a querer pagar por él.

Cuando hablamos de una plataforma no solo hablamos de un puñado de piezas de acero. Esas piezas también le permiten a un modelo adquirir características como tecnología y mecánicas. Mercedes se ha revelado como la marca a copiar en lo que a tecnología se refiere. El sistema de doble panel frontal ha vendido muchos coches, y de hecho muchos rivales la están adaptando para sí. Solo hace falta echar un vistazo al futuro BMW Serie 2 Active Tourer para saber de qué hablo.

El GLA aúna tecnología, calidad y habitabilidad en un interior muy bien presentado

El interior del GLA es un espacio muy vistoso, muy llamativo, gracias a la presencia de la doble pantalla. Pero antes de entrar a detallar la gran cantidad de sistemas tengo que hacer hincapié en el apartado de la calidad. Mercedes ha vendido muchos GLA sí, pero éste nunca ha destacado por la calidad que siempre se espera de los productos de la firma. La anterior generación del Clase A y GLA no eran especialmente llamativas en ese aspecto. Cumplían, sí, pero no se puede decir que era un interior de gran calidad.

Para esta generación los alemanes han cambiado de rumbo y han retomado el camino que nunca debieron perder. Mejor sensación de calidad percibida y una muy superior calidad de fabricación. Aunque todavía hay algunas piezas que podrían mejorarse, el nuevo GLA gana calidad, aunque sigue sin ofrecer la que podemos ver en otros rivales como el BMW X1, el Range Rover Evoque o el Volvo XC40. Los tres le ganan en ese apartado, aunque también hay que reconocer que es mejor que un Audi Q3.

Donde ninguno le puede hacer sombra es en tecnología. Te invito a un pequeño ejercicio mental. Imagina todo lo que puede llevar un Mercedes Clase C o un Mercedes Clase E. ¿Lo tienes? bien, pues eso es lo que tiene el nuevo GLA. La oferta tecnológica es impresionante, y muchos sistemas son propios de segmentos superiores más grandes y caros (aunque no tan caros). Lo que llama la atención es el panel, que llega de serie, aunque en un formato más reducido al de la unidad de pruebas.

En su especificación más barata el GLA muestra un cuadro de instrumentos digital con pantalla de 7 pulgadas y un sistema multimedia con un panel de 7 pulgadas. En su máximo tamaño las pantallas pueden llegar a ser de 10,25 pulgadas, respectivamente. Juntas quedan genial, y su control también es fantástico, aunque siguen sumando demasiados elementos que nos obligan a desviar la vista de la carretera demasiado.

Mercedes ha conseguido presentar el mejor sistema multimedia de la industria. Bien hecho

El control del sistema multimedia se puede hacer; de forma táctil a través de la pantalla, mediante el módulo de control en el túnel central o mediante el mando fónico que responde al comando "Hey Mercedes". Cualquier forma es fácil y sencilla. Los menús son rápidos de aprender y en líneas generales hablamos del mejor sistema multimedia que hay en el mercado. Muy superior al que podemos ver en otros modelos como el Volkswagen Golf, por ejemplo.

La clave está en que los desarrolladores han optado por fragmentar sus capacidades. La climatización tiene un módulo propio, situado justo debajo de las salidas de ventilación central. Es una posición algo baja pero que gracias a unos botones físicos podemos interactuar de forma intuitiva y sin tener que perder de vista la carretera y todo lo que nos rodea. En el módulo del túnel tenemos además accesos rápidos que nos llevarán a donde queramos sin tener que, una vez más tocar la pantalla.

Al montar el cambio en la columna de dirección, el túnel central tiene mucho espacio

Pero si piensas que toda la tecnología son las pantallas, estás muy equivocado. Solo son el elemento que expone a la vista lo mucho que se esconde por detrás. Entre todo el equipamiento cabe mencionar: faros matriciales de LED, acceso y arranque sin llave, conectividad para dispositivos móviles, Head-Up Display, techo solar practicable, asientos delanteros eléctricos calefactables y con función masaje, navegador, cámara de 360º, portón del maletero eléctrico y mucho más. Por supuesto también destacar un amplio despliegue de ayudas y asistentes la conducción que hacen de él un coche tremendamente seguro y previsor.

Unos cuántos párrafos más arriba he comentado que el nuevo Mercedes GLA amplía la distancia entre ejes con respecto a su predecesor siendo a la vez más corto. Esto se deja notar principalmente en el espacio de la fila trasera. La anterior generación no mostraba una habitabilidad especialmente buena, pero en este caso sí. La banqueta trasera permite que pasajeros de más de 1,85 puedan viajar cómodamente. Dispone de ajuste longitudinal y de tres asientos en una proporción 40:20:40.

El maletero ha crecido, pero sigue siendo el más pequeño de todos los C-SUV premium

La capacidad homologada es para cinco pasajeros, pero el ocupante de la plaza central posterior no irá del todo cómodo por culpa de un asiento demasiado estrecho y duro. No hay que preocuparse tanto por el túnel de transmisión que, aunque estando presente, está bien camuflado y no resulta especialmente invasivo. Donde sigue penalizando el GLA es en espacio de carga. Con un volumen muy inferior al de sus rivales, homologa 435 litros de capacidad mínima y 1.430 litros de capacidad máxima.

Posiblemente, la zona donde menos haya cambiado el GLA es debajo del capó. La gama de motores de la generación anterior era tan completa que para esta edición solo ha hecho falta actualizarla y ponerla a punto para así adaptarse a las nuevas normativas europeas de emisiones. El porfolio mecánico incluye la novedad de una variante híbrida enchufable, denominada 250 e. Por supuesto no puedo pasar por alto las versiones hipervitaminadas firmadas por AMG con hasta 421 caballos. Una exageración que le convierte en el C-SUV más potente del mercado.

A bordo del Mercedes GLA 200 7G-DCT

Para esta prueba hemos optado por una de las unidades de acceso a la gama GLA. Dado que la tendencia del mercado es clara en el trasvase de diésel a gasolina, había que saber si con los 163 caballos de esta variante iba a ser más que suficiente. Y antes de entrar en materia déjame darte un pequeño spoiler: el diésel nunca ha estado más justificado.

Si entramos en el configurador de Mercedes vamos a ver que la diferencia de precio entre el GLA 200 y el GLA 200d es de apenas 325 euros. Eso, en un coche que supera la barrera de los 40 mil euros, no significa nada. Pero la diferencia en rendimiento es considerable, lo mismo que en consumos (1,3 litros menos). Tampoco te preocupes por la etiqueta, porque ambos son homologados con el distintivo C de la DGT, así que presentan los mismos beneficios.

¿Serán suficientes los 163 caballos del GLA 200? Sí, pero no

Siguiendo por ese camino, tampoco recomiendo el GLA 180. Monta el mismo motor que la unidad probada pero con menos potencia y menos par, por lo que las prestaciones van a ser mucho peores, aunque en ese caso sí la diferencia de precio con el diésel es más abultada. La opción del GLA 200 solo la recomiendo a aquellos que vayan a circular mucho por vías sencillas, sin necesidades de prestaciones o recuperaciones. Es para una conducción suave y tranquila sin más. A pesar de ello sigo recomendando el diésel.

Los 1.333 centímetros cúbicos de sus cuatro cilindros, muestran un comportamiento suave y refinado. 163 caballos a 5.500 revoluciones y 250 Nm de par entre las 1.620 y las 4.000 vueltas. No hay vibraciones y apenas hay ruidos que se transfieren al habitáculo. En marcha he de destacar el elevado confort y la gran calidad de rodadura que aporta. En esta generación sí da la sensación de estar conduciendo algo más que un compacto sobreelevado. El puesto es alto, aunque también podemos reglar el asiento hasta una posición muy baja.

El conductor puede gestionar la forma en la que el GLA se comporta. Tenemos varios modos de conducción: Eco, Comfort, Sport e Individual. Aunque el último modo nos permite adaptar diversos parámetros a nuestro gusto, en ninguno de ellos se puede alterar el comportamiento de la suspensión. Multibrazo delante y paralelogramo deformable con amortiguador detrás. El acabado AMG monta de serie una suspensión confort con altura rebajada, pero sigue sin poder reglarse de ningún tipo.

Eso quiere decir que el coche puede ser más o menos reactivo, pero en lo que a dinámica se refiere el comportamiento es siempre el mismo. El paso por curva no es malo, no balancea excesivamente, y el tarado de los amortiguadores nos permite pasar por obstáculos o irregularidades sin mayor problema. Gracias a Dios a Mercedes se le ha ocurrido desligar el paquete AMG con una suspensión deportiva que lastraba todo el confort.

Los modos de conducción alteran el comportamiento del coche, pero no demasiado

Si queremos radicalidad y dureza para eso están las unidades firmadas por AMG. Los 35 y 45 con entre 306 y 421 caballos. He tenido la oportunidad de probar el Mercedes-AMG A 35 y el Mercedes-AMG A 45 S y te digo que son una barbaridad los dos. Si buscas algo por el estilo es preferible irse al compacto, porque no tiene mucho sentido montar semejante rendimiento en una carrocería SUV, al menos desde mi punto de vista. Un SUV premium de potencia media tiene que ser principalmente cómodo, y eso lo entrega el GLA 200.

Un elemento que no me ha terminado de convencer es la caja de cambios. Todas las unidades llegan con una transmisión automática, que en el caso del GLA 200 es la 7G-DCT. Se trata de una caja de doble embrague y siete velocidades que no termina de rendir todo lo bien que debería. En ciertos momentos peca de excesiva calma, sobre todo en el modo ECO. Hay un claro retraso entre que uno pisa el acelerador y el coche responde bajando a la velocidad correcta. Eso sí, podemos salvar el problema poniendo otro modo de conducción o utilizando las levas que hay tras el volante.

En marcha el GLA es un buen SUV, cómodo y refinado. En eso sí gana el motor de gasolina

En cuanto a consumos, Mercedes anuncia un gasto combinado de 6,6 litros por cada 100 kilómetros recorridos. Es un gasto que puede reducirse considerablemente si nos pasamos al diésel. A lo largo de la semana de pruebas el consumo ha sido muy estable, presentando valores entre 5,8 y 7,8 litros. El primero conseguido en carreteras de velocidad media siendo cauteloso con el gas, y el segundo en los escenarios más duros. Pero por norma general nos moveremos en un abanico de entre 6,5 y 7,2 litros de media. Es bueno, pero sigue sin convencerme.

En esta vida todo depende del precio. Si un producto es bueno y de precio razonable no hay inconveniente, pero en esta ocasión no hay forma de justificar esta unidad teniendo tan cerca al diésel de acceso. El precio de salida del Mercedes GLA es de 37.799 euros para el GLA 180. En el caso del GLA 200 subimos hasta los 40.800 euros como mínimo. Pero esa cantidad va a crecer rápidamente si empezamos a meter opcionales. La unidad probada llegaba hasta los 60 mil euros. Una barbaridad para ese tamaño y esas prestaciones.

Mercedes GLA 200, ¿la opción correcta?

El Mercedes GLA ha mejorado mucho y muy bien con respecto a la generación anterior. El salto es considerable se mire por donde se mire. Más espacio, más calidad y más tecnología manteniendo el buen comportamiento y encima sumando también variantes más eficientes. Sin embargo, en lo que respecta al GLA 200 para mí no es la opción más recomendable. Puedo entender la diferencia de más de 3.000 euros con el GLA 180, pero si por 325 euros el que hay que coger es el GLA 200 d. Es la mejor opción en todos los sentidos.

Teniendo un diésel tan bueno por un poco más, el GLA 200 no es la mejor opción
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