Prueba Mercedes GLE Coupé 2020, un SUV de lujo bajo una línea cupé

A pesar de su tamaño, su peso, y su precio, el Mercedes GLE Coupé 2020 es tan atractivo que resulta imposible apartar la mirada. Su línea cupé es lo que atrae, pero sin lugar a dudas este inmenso SUV tiene mucho más que ofrecer.

Prueba Mercedes GLE Coupé 2020, un SUV de lujo bajo una línea cupé

21 min. lectura

Publicado: 05/12/2019 08:00

Caballo grande, ande o no ande. Los SUV son imparables, y no importa su tamaño o su forma, son un éxito y punto. De hecho en ciertos segmentos sociales cuanto más grande sea mejor. Pero claro el tamaño tiene ciertas implicaciones, como el precio. Todo el mundo quiere acceder a una marca premium como Mercedes, pero no todos lo consiguen, y mucho menos si nos adentramos en niveles tan altos como los del Mercedes GLE Coupé 2020. En unos meses llegará al mercado, pero yo ya he tenido la oportunidad de probarlo por las frías carreteras del tirol austriaco.

El GLE Coupé 2020 estrena nuevo diseño, el mismo que hace un tiempo presentara su hermano de gama

Hay que remontarse hasta el 2014 para descubrir el inicio del GLE Coupé de Mercedes. Fue aquél año cuando la marca alemana presentó un prototipo bastante realista de lo que finalmente se convertiría en un enorme SUV cupé. Aquél Mercedes Concept Coupé SUV fue presentado en el Salón de Pekín y claramente iba enfocado a mercados tan importantes como China. Sus formas lo alejan un poco de la racionalidad, pero sin lugar a dudas atraerán a un cliente que priorice el diseño por encima de otras características.

Y es que a diferencia del Mercedes GLE, el GLE Coupé apuesta por su estilo. Aunque resulte raro llamar cupé a un SUV de casi cinco metro y 2.3 toneladas de peso, la realidad es que la línea del techo y la forma en la que finaliza el portón del maletero es lo más significativo en cuanto a diseño. Lógicamente coge muchos elementos de diseño de su hermano de gama, aunque Mercedes ha modificado diferentes cuestiones para que todo se adapte a la forma.

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Si el morro y el capó son exactamente iguales los pilares A se han modificado para que sea desde ellos donde empieza a desarrollarse la línea cupé. Ésta se extiende hasta la zaga que sin lugar a dudas es la zona más particular. No solo el portón como ya he comentado, también las ópticas. Lo más parecido son los parachoques que en líneas generales son los mismos con las ya características salidas de escape falsas, aunque en este caso una es de verdad. En líneas generales el nuevo GLE Coupé gana en presencia con respecto a su predecesor.

La hibridación llega al GLE Coupé con un motor diésel y más de 100 kilómetros de autonomía

Al entrar en el interior es donde se notan menos diferencias entre el GLE y el GLE Coupé. De hecho ambos son calcados pieza a pieza aunque ni por asomo como la generación anterior. Estamos hablando de una de las gamas más altas de la casa y eso implica que la calidad ya la damos por supuesta. Y por supuesto lo está, ahora lo único que hay que sumar es la tecnología. Desde que el Mercedes Clase E deslumbrara al mundo hace unos años con su esquema de doble panel, la arquitectura de interiores es muy similar en casi todos los modelos.

Obviamente en el GLE Coupé todo está a escala y eso quiere decir que el doble panel es muy grande. Dos pantallas de 12,3 pulgadas pegadas la una a la otra y sin transiciones hacen que estemos ante uno de los SUV más avanzados del mercado. En este caso Mercedes no solo ha aplicado la tecnología a la seguridad y al confort, también la ha aplicado a la dinámica, aunque no quiero adelantarme. Piensa en todos los sistemas que se puedan tener en un coche, ¿los tienes? Pues el Mercedes GLE Coupé 2020 puede llevarlos y seguro que se te habrá escapado alguno.

Faros matriciales de LED, asientos eléctricos, climatizados y con función masaje, programas de actividad para conductor y pasajeros, techo solar, iluminación ambiental interior, mando fónico que responde al nombre de "Hey Mercedes", realidad aumentada, Head-Up Display de gigantes proporciones, navegación, WiFi, acceso y arranque sin llave, climatizador de cuatro zonas con sensor de calidad del aire, conectividad para dispositivos móviles, etcétera, etcétera, etcétera. Es un verdadero dispendio de sistemas y comodidades dignas de un Mercedes Clase S.

Y por supuesto esa tecnología está también al servicio de la seguridad. Un completo conjunto de cámaras, radares y sensores recogen toda la información posible del perímetro del coche alertando al conductor de posibles riesgos y tomando las medidas oportunas en caso de que este no haga nada. La capacidad autónoma es de nivel dos gracias a que el coche es capaz de tomar la dirección por sí mismo así como interactuar con los pedales y el cambio en función del estado del tráfico. Lo mejor sin lugar a dudas es el asistente de atascos.

Una vez más la presentación del interior resulta apabullante, mucha tecnología y mucha calidad

La sensación de ir a bordo de un GLE Coupé es una sensación de ir en primera clase. Los materiales que nos rodean son de excelente calidad, la tecnología se esfuerza en hacer cada viaje único y el espacio disponible es muy grande. Lo peor es el acceso para personas mayores o de movilidad reducida. La altura del coche es considerable y eso hace que sea difícil subir para según que condiciones y personas. Pero una vez arriba van cómodos todos y cada uno de los ocupantes, incluso los traseros que tendrán para sí mucho espacio para las piernas aunque algo más justo para la cabeza por culpa de la línea del techo.

En cuanto a capacidad de carga ya decía que el GLE Coupé es para aquellos clientes que busquen diseño por encima de otras particularidades. Más que nada porque la línea no solo reduce la altura libre para la cabeza, también volumen de maletero. En el caso del GLE Coupé las cifras oscilan entre los 655 y los 1.790 litros de capacidad. Son cifras considerables, pero por supuesto más bajas que las de su hermano. Y en este caso, una vez más la altura del coche es perjudicial porque la boca de carga queda muy alta y eso nos obliga a esforzarnos más a la hora de meter y sacar objetos.

En cuanto a los corazones que impulsan a esta bestia, Mercedes ha planteado una gama discreta pero muy correcta. La potencia mínima vendrá marcada por el 350d con 272 caballos. A partir de ahí podemos subir en el escalafón pasando por los 320 del 350de, los 330 CV del 400d, hasta llegar a los 435 del AMG GLE Coupé 53 4MATIC+. Dentro de un tiempo llegarán las versiones más extremas, las unidades 63 y 63s que tendrán a su disposición el magnífico bloque V8 de cuatro litros que desprenderá unas potencias salvajes pero todavía desconocidas. Ambos modelos están siendo sometidos a duras y exigentes pruebas en el circuito de Nürburgring.

A pesar de su silueta las plazas traseras son muy cómodas y con suficiente espacio

Dada la categoría del coche, y el tonelaje del mismo, todas las versiones vendrán de serie con una tracción total 4MATIC y una caja de cambios automática 9G Tronic que aportará ese toque de confort, suavidad y eficiencia que también se pretende en un coche de esta categoría. Y esto solo es el principio de la parte mecánica, porque como ya os adelantaba más arriba Mercedes ha empleado la tecnología en la movilidad del coche.

Al timón del Mercedes GLE Coupé 2020

Lo más parecido a circular con un GLE Coupé es un tren. Ambos tienen muchas similitudes. Ambos corren una barbaridad (no todos lo trenes), ambos con cómodos (aunque depende del tren), y en ambos el ruido es mínimo (aquí también depende del tren). De hecho, ahora que pienso, es mejor circular en un GLE Coupé que en un tren. Gracias a que los ingenieros han aumentado ligeramente la batalla del coche presenta una estructura que le permite apoyarse sobre la carretera como un verdadero tren.

La calidad de un coche no solo se mide en los materiales o los acabados, también en la forma en la que se desplaza. La calidad de rodadura del GLE Coupé es impresionante y exactamente igual a la de su hermano Mercedes GLE que ya hemos probado. A pesar de calzar unas gomas y unas llantas enormes el habitáculo está tan aislado que solo se filtra un ligero sonido del vano motor. El arranque, incluso del AMG 53, es tan suave que parece un eléctrico, no sabes si está arrancado porque no hay vibraciones y apenas hay ruidos.

En marcha el GLE Coupé es un verdadero Mercedes, confort por los cuatro costados

La estructura de la gama mecánica tiene toda la lógica del mundo. Soy de la opinión que con el 350d de acceso tenemos más que suficiente. Pero también entiendo que hay gente que no quiere conformarse con la versión de acceso. Para ellos está el 400d y el AMG 53. El 400d tiene cierta parte de lógica, pero los 435 caballos del 53 se escapan a toda razón. No creo que nadie necesite un SUV de esas características, pero oye siempre hay quien quiere tener lo más de lo más y no le importa el precio a pagar.

Entre medias tenemos una solución muy sensata y lógica para los tiempos que corren. Me estoy refiriendo al 350de. Un híbrido enchufable diésel que toma prestada parte de su arquitectura del Mercedes E 350de del que ya te hemos hablado. Se trata de un motor diésel de cuatro cilindros y dos litros al que se le acopla un motor eléctrico y una gran batería de 31,2 kWh de capacidad. Se trata del primer modelo en presentar esta geometría y gracias a ella es capaz de disponer de un rango de uso plenamente eléctrico superior a la de muchos híbridos enchufables, 106 kilómetros en ciclo NEDC.

Cota por cota el nuevo GLE Coupé es mejor que su predecesor, más grande y espacioso en todos los sentidos

Gracias a ello el GLE Coupé 350de es homologado con la etiqueta CERO emisiones, por lo que podrá circular en zonas de acceso restringido de bajas emisiones y en los días donde salten los protocolos anticontaminación más exigentes de todos (si es que algún día llega a pasar eso). A su vez los consumos pueden ser realmente bajos si aprovechamos al máximo esa autonomía eléctrica. Mercedes homologa entre 1,1 y 1,3 litros por cada 100 kilómetros, pero hay que coger con pinzas esos datos.

Más que nada porque si nosotros realizamos un recorrido corto de aproximadamente 50 kilómetros (algo muy habitual en una jornada laboral diaria), el consumo va a ser cero. Por el contrario si el viaje se hace más largo los consumos van a crecer considerablemente porque no solo circularemos con los 194 caballos del motor de combustión si no que estaremos arrastrando el peso muerto de la batería y el motor eléctrico. Pero cierto es que hay que tener en cuenta que optar por el híbrido enchufable supone ahorrar durante la semana para gastar más en los viajes largos.

Los modos de conducción nos permiten cambiar el comportamiento del GLE Coupé

Hay que valorar la tecnología que Mercedes ha desarrollado para su gama EQ. El GLE Coupé 350de copia muchas cosas de su hermano eficiente Mercedes EQC. El programa de asistencia a la conducción es prácticamente idéntico, lo mismo que la forma de ampliar o reducir la retención. A través de las levas que hay detrás del volante subimos o bajamos la fuerza con la que el motor eléctrico es capaz de retener la marcha pudiendo mejorar o no la capacidad de recuperación de energía de la batería.

Hay varios modos pero casi lo mejor es dejar que el coche actúe de forma autónoma porque a través de la cámara del parabrisas y del radar frontal detecta los obstáculos y gradúa la capacidad de retención perfectamente. De hecho podemos llegar a bajar una pendiente sin tener que tocar el pedal del freno y sin tener que trabajar sobre las levas. Esas mismas levas cambian su forma de actuar al poner el modo Sport. Entonces se convierten en palancas de cambio al uso para generar una mayor sensación de deportividad.

Hay que ser sinceros y decir que el GLE Coupé me ha sorprendido para bien en cuanto a comportamiento dinámico. Un SUV de estas proporciones y peso tiene varios argumentos en contra. La física tiene sus límites y con este tipo de coches se alcanzan rápidamente a no ser que tengamos más física que actúe en contra. Lo digo desde ya, si por algún casual estás pensando en comprarte el GLE Coupé tienes la obligación de comprarlo con la suspensión neumática. No hay otra.

Con sus seis cilindros en línea el 53 es la versión más potente, por el momento, del GLE Coupé

No tiene sentido comprarse un SUV como el GLE Coupé y no montar un elemento que no solo va a mejorar la calidad de rodadura, si no que también va a mejorar las capacidades dinámicas. La sensación de seguridad en curva es mayor, la filtración de obstáculos e irregularidades es mucho mejor y también nos permite jugar con la altura del coche si es que salimos fuera del asfalto. Todo son ventajas. El único inconveniente es el precio a pagar por tal excelso opcional.

Como venía diciendo, el GLE Coupé me ha sorprendido por su dinámica. Esperaba un coche más torpe y pesado de lo que realmente es, pero no. La sensación es de estar conduciendo un coche más pequeño. Es rápido en los giros y ágil en los cambios de dirección gracias a unas barras estabilizadoras activas que compensan el ángulo de inclinación haciendo que el balanceo se reduzca considerablemente. Lo único que se puede echar en falta es un eje trasero direccionable que los ingenieros no han tenido a bien montar .

Pero en líneas generales el GLE Coupé, al igual que su hermano no cupé, está claramente enfocado a una conducción cómoda y tranquila. Todo te anima a ello y poco a correr. Es la clase y confort habituales de los grandes modelos de Mercedes pero en este caso con un punto extra de estilo gracias a la línea del techo. Para ir de A a B de una forma cómoda y con el emblema de Mercedes bien grande en el morro. Un coche con el que destacar entre el resto de mortales.

La estética gana puntos en el GLE Coupé, menos racional que su hermano pero igual en el resto de detalles

Conclusiones

La familia GLE se completa con la llegada del GLE Coupé. Un buen pedazo de aluminio y acero que trae consigo una línea y unas características impresionantes. A la siempre calidad de los grandes buques insignia de la casa debemos sumar ahora imagen, tecnología y confort. El GLE Coupé llega al mercado para satisfacer las ansias de un pequeño pero rentable nicho de mercado. Su precio para España lo sabremos en poco más de un mes, aunque no será hasta la primavera cuando los primeros clientes empezarán a disfrutar de él.

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