Prueba MINI Countryman 2024: Más grande, práctico y maduro pero nunca aburrido
El nuevo MINI Countryman juega un papel fundamental en la metamorfosis de la marca británica y ha pegado un estirón para ser más familiar que nunca. ¿Le ha sentado bien su aumento de talla? Lo examino en su presentación.
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Publicado: 13/03/2024 10:00
Llega la tercera generación del MINI Countryman, un coche que es más polivalente que nunca y que se verá impulsado por mecánicas gasolina, diésel y eléctrica. Es un poco menos «british» porque nace en la factoría de Leipzig, donde también salen los BMW Serie 1, Serie 2 Gran Coupé y Serie 2 Active Tourer. Es la primera vez que un modelo de MINI se fabrica en Alemania.
Con 6 centímetros más de altura, 2 más de anchura y 13 centímetros más de longitud, el nuevo Countryman ha pegado un estirón notable en comparación con su predecesor. La nueva generación se adentra en el segmento C-SUV con 4.433 mm de longitud, 1.843 mm de anchura y 1.656 mm de altura. La distancia entre ejes ha aumentado hasta los 2.692 mm.
Estas dimensiones lo hacen menos «mini» pero obedecen a la reestructuración total de la gama de MINI en este 2024. Además del Countryman, en los próximos meses también irán llegando el eléctrico Aceman y las nuevas generaciones de los conocidos MINI Hatch, MINI 5 Puertas y MINI Cabrio. No habrá cabida para el carismático MINI Clubman, que no tendrá sucesor directo.
La transformación de la marca también afecta a la imagen de sus modelos con el nuevo lenguaje de diseño Charismatic Simplicity. El Countryman presenta un estilo purista en el que se ha buscado reducir el diseño del vehículo a lo esencial aunque sin renunciar a las características propias de la marca como los voladizos cortos, el capó corto y las línea de hombros y techo totalmente planas.
Otros singularidades de MINI sí han pasado página, como el hecho de que los faros delanteros ya no sean redondos ni estén enmarcados con elementos cromados. Los angulosos grupos ópticos LED matriciales lucen una identidad completamente nueva y dejan el protagonismo de la parte delantera a la parrilla frontal octogonal.
La aerodinámica ha mejorado drásticamente respecto al modelo anterior cuidándose detalles como los faldones laterales y las manillas enrasados con la carrocería. También se ve más asentado con pasos de rueda más anchos que dan cabida a llantas de hasta 20 pulgadas y un generoso pilar C que refuerza su importancia y puede mostrar algunos detalles personalizables, al igual que el techo en color de contraste.
No menos llamativos son los pilotos traseros en vertical, también enrasados con el cuerpo del SUV de MINI y que presentan diferentes tipos de iluminación. Se encuentran a ambos lados de la sección principal del portón, un enorme rectángulo que da robustez visual acompañado del logo del fabricante y la inscripción del modelo y versión. En su conjunto, me parece que el Countryman 2024 expone un diseño muy arriesgado que no convencerá a todo el mundo pero es innegable que es todo carácter.
Minimalismo por fuera y por dentro
De puertas para adentro también ha habido una enorme evolución. Por cierto, MINI se ha preocupado de usar materiales sostenibles en su fabricación. El interior de las puertas y el suelo y las alfombrillas del vehículo están fabricados con poliéster reciclado y se ha prescindido de elementos decorativos cromados en el exterior y el interior y tampoco se usa piel natural.
Al igual que ocurría por fuera, el habitáculo lo ha apostado todo por la sencillez. El protagonismo absoluto se lo lleva la pantalla OLED de forma circular ubicada en el centro del salpicadero. Con un diámetro de 9,4 pulgadas, estrena el sistema operativo MINI 9 basado en Android con un colorido interfaz que muestra gráficos totalmente nuevos. Por supuesto es compatible con Apple CarPlay y Android Auto, tiene la misma conectividad que podría tener todo un BMW Serie 7 y recibe actualizaciones remotas de software (OTA).
A pesar de su forma y de las múltiples funcionalidades disponibles me ha parecido intuitivo de utilizar, de un funcionamiento fluido y bien resuelto en general. De todos modos, además de operar el sistema directamente sobre la pantalla táctil, el Countryman también propone «el primer asistente de voz completo» de la marca.
Con el Asistente Personal Inteligente es posible controlar con la voz la navegación, la telefonía, el entretenimiento y muchas otras funciones del vehículo acompañado del perro Spike, el bulldog inglés que desde 2001 se ha convertido en la mascota de MINI. Se visualiza en la pantalla para hacer de compañero de viaje virtual, reaccionando a nuestra peticiones de voz para hacer que el asistente sea más divertido y cercano.
En la pantalla central se concentra todo, también la información de conducción porque el Countryman no tiene un cuadro de instrumentos. Sí tiene un head-up display que en lugar de proyectar los datos directamente sobre el parabrisas lo hace sobre una lámina desplegable. Esta solución es menos elegante pero obligada porque técnicamente la inclinación del parabrisas no haría posible que se reflejase en el interior correctamente.
Tampoco busques mandos físicos de climatización, esta función se ha integrado en la sistema multimedia. El minimalismo es cuestión de gustos, está claro, pero debo reconocer que son dos características que a mí no me terminan de convencer aunque desde luego se consigue el efecto de simplificar el diseño hasta el extremo.
En el salpicadero, bajo la pantalla multimedia, está la palanca de cambios. Es un selector quizá demasiado pequeño aunque puede ser cuestión de acostumbrarse. A su lado está el botón de arranque, el de los modos de conducción y el control del equipo de audio, acompañados de otros botones con funciones básicas como la cámara trasera.
Con esta ubicación de la palanca de posiciones del cambio se libera espacio en la consola para crear un notable hueco de almacenamiento entre los asientos delanteros. También hay una bandeja donde se sitúa la base de carga inalámbrica para smartphones, un par de posavasos y un reposabrazos que, a diferencia de la mayoría de coches, no se puede abrir. Una lástima que no acoja un compartimento extra que siempre viene bien.
Eliminar elementos siempre puede suponer un riesgo en diseño porque podría verse excesivamente simple o vacío pero MINI ha jugado bien sus cartas con un tapizado en el salpicadero con diferentes motivos y un maravilloso sistema de iluminación ambiental que se combina con la pantalla central mostrando innumerables combinaciones de colores y efectos de luz. Junto a la buena calidad de los materiales que se espera en un vehículo premium, es una parte clave para percibir una atmósfera acogedora.
Reducir el interior al mínimo también resulta en algo muy positivo que es proporcionar una sensación de espacio grande. Obviamente hay más sitio porque el coche ha aumentado sus dimensiones pero también la distribución interior que he descrito magnifica la amplitud y el desahogo de los ocupantes.
El nuevo Countryman es un coche más familiar y se nota especialmente en los asientos traseros con una habitabilidad destacada para dos pasajeros de estatura elevada. La plaza central es para un uso ocasional. Los ocupantes disfrutan de salidas de aire, tomas USB, bolsillos tras los respaldos delanteros, un reposabrazos abatible y unas ventanillas bastante grandes que aportan una buena visibilidad. No hay nada de lo que quejarse.
Además, el respaldo puede ajustarse en seis posiciones y la banqueta trasera puede deslizarse longitudinalmente en 13 cm. Con la banqueta en su posición más retrasada el maletero ofrece 460 litros de capacidad carga. Tiene un doble fondo (pequeño en las versiones con etiqueta Cero por la presencia de la batería) y amplía el volumen hasta los 1.450 litros abatiendo los asientos en una distribución 40:20:40.
Adiós PHEV, hola EV
La propuesta de motores es muy variada: tres gasolina, un diésel y dos eléctricos. Se descarta el híbrido enchufable a pesar de que fue todo un éxito comercial en la generación anterior, MINI propone que el que busque un Countryman con enchufe dé el salto a una versión totalmente eléctrica.
Versión | Motor | Potencia |
---|---|---|
Countryman C | Gasolina MHEV | 170 CV |
Countryman S ALL4 | Gasolina MHEV | 218 CV |
Countryman JCW ALL4 | Gasolina | 300 CV |
Countryman D | Diésel MHEV | 163 CV |
Countryman E | Eléctrico | 204 CV |
Countryman SE ALL4 | Eléctrico | 313 CV |
Durante el evento de presentación tuve oportunidad de conducir el MINI Countryman C, que tiene un motor de gasolina 1.5 de tres cilindros con 170 caballos, tracción delantera y etiqueta Eco. También el Countryman JCW ALL4 que supone el tope de gama con sus 300 caballos y tracción total.
También habrá disponible una opción intermedia con la denominación Countryman S ALL4 con tracción total y motor de cuatro cilindros de 218 caballos además del diésel Countryman D que entregará 163 caballos. Todos los motores de combustión están asociados a un cambio automático.
Los últimos en llegar serán las propuestas 100% eléctricas con hasta 462 km de autonomía. Son el Countryman E con 204 caballos y el Countryman SE ALL4 con tracción total y 313 caballos. Por cierto, en los eléctricos la presencia de la batería elimina la posibilidad de montar la banqueta trasera deslizante.
Desde MINI siempre dicen que sus coches proporcionan sensaciones parecidas a un kart y, bueno, no es el caso del Countryman 2024. Y no tiene nada de malo. Evidentemente no se mueve como un kart ni es tan juguetón como un MINI Hatch pero es uno de los SUV compactos más dinámicos del momento.
Propone una experiencia dinámica con toques deportivos, con una dirección muy directa de excelente guiado y una suspensión adaptativa opcional con amortiguadores de frecuencia selectiva que reducen la altura libre en 15 mm. En esta suspensión la firmeza se adapta automáticamente, no hay niveles que pueda elegir el conductor.
En general los dos tipos de suspensión tienden a ofrecer un tarado confortable, dejando que la carrocería incline en los giros pero sin excesos. Solo en zonas bacheadas le cuesta un poco digerir las irregularidades restando algo de comodidad, especialmente si se montan las llantas más grandes.
El modelo de tres cilindros me ha sorprendido por ser mucho más refinado que el del modelo anterior y el Countryman con la firma de John Cooper Works enamora no solo por sus prestaciones (¡de 0 a 100 km/h en 5,4 segundos!) sino también por el sistema de sonido activo que inunda la cabina de una sonoridad muy sugerente.
El SUV de MINI es ágil, rápido y divertido pero se evidencia más maduro mejorando en el confort de marcha, algo que un kart no puede ofrecer. Con un ancho de vía ligeramente mayor y una distancia entre ejes superior, el nuevo Countryman se muestra muy aplomado. La insonorización de la cabina también es mucho mejor así que, como digo, en general es cómodo lo cual resulta una característica deseable para un vehículo de corte polivalente.
El nuevo MINI Countryman se ha transformado en un SUV familiar confortable y práctico que sigue teniendo un lado divertido y emocionante. Sí, expone una imagen algo extravagante pero gracias a ella se desmarca del resto de competidores, una intención de diferenciación que forma parte de la esencia de MINI. La amplia gama mecánica se adapta a un amplio abanico de usuarios. Todo ello debería repercutir en unos buenos resultados comerciales.
El MINI Countryman C ya está a la venta por un precio que parte desde 39.600 euros, siendo la variante de acceso. El Countryman S ALL4 está disponible por 45.600 euros y el Countryman D supone la opción diésel para los más viajes por una tarifa de 41.000 euros. Por último, el deseado Countryman JCW ALL4 fija un precio de 59.600 euros.