Prueba Mitsubishi ASX 2017, un rejuvenecimento facial muy acertado
Mitsubishi está en pleno proceso de cambio. La adquisición por parte de Carlos Goshn provocará un giro brusco a su gama. Mientras ese momento llega la marca japonesa ha renovado uno de sus productos estrella, el Mitsubishi ASX 2017, el cual ya he tenido ocasión de probar.
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Publicado: 23/02/2017 14:00
El mercado manda, y desde hace más de 10 años el público demanda una mayor cantidad de SUV y todocamino. Por ese motivo la mayoría de fabricantes han lanzado al mercado multitud de versiones y variantes. Mitsubishi tiene una dilatada experiencia en la fabricación de todoterrenos, y es por eso que su gama está compuesta principalmente por este tipo de coches. Ahora nos llega la renovación de una de sus piezas fundamentales; el Mitsubishi ASX 2017, el cual ya he tenido ocasión de catar.
Antes de analizar las novedades que se incluyen en el pequeño y funcional ASX, conviene echar la vista atrás. Corría el año 1991 cuando Mitsubishi presentaba en sociedad el RVR. Poco o nada tienen que ver aquel monovolumen asequible con el modelo que hoy nos ocupa. No fue hasta la tercera generación, y ante la demanda del mercado, cuando la marca japonesa cambió los designios del RVR para convertirlo en un SUV con el nombre ASX.
Esto ocurrió hace nada más y nada menos que hace casi siete años. Ese ASX nació como una joint venture entre Citroën, Peugeot y Mitsubishi. Una triple alianza extraña que ha generado muchos éxitos a la marca japonesa, que ha sido de largo, la más beneficiada con la creación. Es por ello que ahora nos llega una renovación. Un lavado de cara en realidad, con el que intentará extender su existencia hasta que Mitsubishi, ahora propiedad de la alianza Nissan-Renault, decida si crear uno nuevo o no.
Cuando digo que es un lavado de cara más que otra cosa, es que los diseñadores de Mitsubishi parecen haberse centrado únicamente en el frontal del coche a la hora de rediseñarlo. Es la única parte que cambia. La intención de los cambios ha sido que el pequeño ASX se parezca más a su hermano mayor, el Mitsubishi Outlander, que ya estrenó filosofía estética hace casi dos años.
La verdad es que los cambios no le sientan tan bien como a su hermano mayor, pero verdad es que gracias a ellos el ASX muestra una imagen más sofisticada. Los elementos cromados aportan ese toque elegante a la par que se mantiene la imagen de robustez que todo SUV que se precie debe poseer. Y hasta ahí puedo leer, porque no hay más novedades estéticas, al menos en la carrocería. Bueno, hay que sumar unos nuevos juegos de llantas y una paleta de colores más alegre y variada.
Mitsubishi se suma ahora al downsizing y sustituye el motor 180 DI-D por el nuevo 160 DI-D con solo 2 CV menos
Y si paso al interior los cambios incluso son menos. Sigue estando presente la mezcolanza de componentes que ya formaban parte de modelo anterior. Componentes de los tres fabricantes anteriormente mencionados se agolpan para presentarnos un interior que la verdad no está nada mal. El Mitusbishi ASX dispone de todo lo que puedes necesitar en un coche. No es un espacio nuevo, pero hay cosas que han cambiado. El volante y sistema de infoentretenimiento SDA son los más llamativos.
En cuanto a equipamiento, Mitsubishi ofrecerá el nuevo ASX en los tres acabados habituales: Challenge, Motion y Kaiteki. Desde el más básico nos encontramos con un amplio despliegue de tecnología, la mayoría de ella centrada en la seguridad. Además tendremos sensores de luces y lluvia, control de crucero, climatizador y radar trasero.
En el otro de la balanza el Kaiteki representa las máximas capacidades del ASX. Cabe destacar la presencia de techo panorámico, tapicería de cuero, faros de Xenón, cámara de visión trasera, navegador con pantalla táctil de siete pulgadas y asientos delanteros calefactables. Entre otros elementos.
En el apartado mecánico, el ASX dispone de una sencilla variedad de mecánicas y tracciones. Se puede elegir entre tracción delantera y total. El único problema es que esta última te obligará a coger el nivel de equipamiento más alto de todos, además de solo estar disponible para las unidades gasoil. Hay tres motores posibles, uno gasolina y dos diésel. Las potencias oscilan entre los 114 CV del nuevo bloque 160 DI-D, y los 150 CV del 220 DI-D 6AT 4WD.
En cuanto a precios, el ASX se presenta como uno de los SUV más asequibles del segmento C. La lista arranca en los 15.900 euros del ASX 160 MPI 2WD con el acabado Challenge. Por otro lado, el tope de gama llega representado por el ASX 220 DI-D 4WD 6AUT con el acabado Kaiteki que llega actualmente a los 29.595 euros. El listado de extras es bastante corto, y la diferencia entre el acabado Challenge y el Motion son apenas 1.200 euros, y el salto de nivel resulta bastante atractivo.
Prueba Mitsubishi ASX 2017
Tengo que decir que a lo largo de la presentación nacional tuve ocasión de probar la variante más potente de toda la gama, es decir la configuración del motor 220 DI-D con cambio automático de seis velocidades y tracción total. También hay que decir que en su momento ya tuvimos ocasión de probar dicha unidad, por lo que resulta estupendo para medir las mejoras que Mitsubishi ha introducido en el ASX.
Obviamente estamos hablando de un coche que su valor medio es sumamente competitivo. Sin lugar a dudas el precio es lo más atractivo que presenta, pero no por ello tengo que hablar de un coche malo o mal fabricado, sino todo lo contrario. Bien es cierto que para conseguir ese precio Mitsubishi ha echado mano de mucho plástico interior, pero a diferencia de otros modelos, éstos no presentan un mal aspecto, ni resultan desagradables al tacto. Aunque por otro lado también nos podemos encontrar asientos de piel como los del acabado Kaiteki.
Bien es cierto que no estamos ante el coche más refinado del mundo. Su motor de más de 2.200 centímetros cúbicos resulta un poco tosco y sus vibraciones se dejan notar en parado. Además de ser ruidoso en ciertos momentos, sobre todo desde el exterior. Son 150 caballos que van gestionados por un cambio automático que prefiere el confort y la suavidad a las prestaciones y el alto rendimiento. Y esa es una de las tónicas generales del ASX, suavidad y confort.
En este punto hay que decir que Mitsubishi ha logrado hacer un buen trabajo. Todo en el ASX está configurado y preparado para ser cómodo, y la verdad es que lo resulta. Está pensado para rodar de forma tranquila. El motor empuja con bastante alegría. La caja de cambios va un poco retrasada, pero en esta edición si que se incluyen levas tras el volante, que por cierto, ya les gustaría a muchos coches mucho más caro tener el buen tacto que estas tienen. Gracias a las dos levas podemos interactuar de una forma más precisa y sencilla con el motor para así encontrar la potencia cuando la necesitemos.
El maletero del ASX tiene una capacidad mínima de 442 litros. Llegaremos a los 1.219 litros si abatimos la segunda fila de asientos
Ya digo que la caja es más perezosa que el motor, pero ambos proporcionan un comportamiento más que correcto. De hecho creo que es el motor apropiado. A falta de probar la versión 160 DI-D. Es una pena que siempre lo tengamos que encontrar siempre asociado a la transmisión automática y a la tracción total. Esta obligatoriedad tendrá penalizaciones más allá de las ventajas que da el sistema 4x4. Una de ellas es la subida en los datos medios de consumo. Mitsubishi oficializa un gasto medio de 5,8 litros a los 100 para esta unidad. Durante la prueba no hubo posibilidad de comprobar la veracidad del mismo.
Por último tengo que hablar de suspensión. El ASX tiene unas medidas recortadas de 4,355 metros de largo. Es decir que está pensado principalmente para zonas estrechas y para conseguir aparcar de forma fácil en la ciudad. Sin embargo una batalla corta también nos podría dar pie a pensar que el ASX se puede comportar de una manera dinámica en tramos revirados. Pero no es así.
Vuelvo a hablar del confort y de la suavidad. Los ingenieros y los desarrolladores han incluido un sistema de suspensión configurado especialmente para absorber baches e imperfecciones de la carretera y que no se noten. En carreteras abiertas y en autopistas resulta extraordinario, pero no así en un tramo de curvas, donde la suspensión saca a relucir un eje delantero blando. Por otro lado no supone ningún problema, porque el ASX no ha sido creado para estos términos, pero es algo que debía comentar.
Conclusiones
Nunca resulta fácil renovar una de tus piezas clave, y por ello hay que tener mucho cuidado con lo que se hace. La renovación del Mitsubishi ASX 2017 viene marcada por una ligera actualización estética, acertada desde mi punto de vista, y pocos cambios internos. Sigue siendo una apuesta económica para aquellos que buscan un SUV funcional que no sea muy caro y práctico para el día a día.
Mitsubishi ha conseguido que el ASX sea más atractivo gracias a los nuevos cambios. Con su nuevo diseño el pequeño SUV seguirá ampliando su número de compradores, y no me extraña. Su habitabilidad es muy buena, su equipamiento es correcto, y su funcionalidad está fuera de toda duda. El comportamiento por otro lado se muestra bonachón, priorizando el confort por encima de las demás cosas. Y por último el precio. A día de hoy cuesta encontrar un rival para este japonés. Si sumamos todo el conjunto es lógico que el ASX se convierta en una elección cada vez más habitual.