Prueba Mitsubishi Colt 100T, aún quedan coches «baratos» pero interesantes

Mitsubishi recupera el histórico nombre Colt para su utilitario, una denominación que empezó a usarse en 1962. Como ya sabrás, la nueva generación del Mitsubishi Colt está basada en el Renault Clio, iniciando una etapa de transición para el fabricante nipón en el Viejo Continente.

La estrategia de Mitsubishi en Europa incluirá coches eléctricos y la ampliación de la oferta SUV pero el desarrollo de estos modelos completamente nuevos lleva su tiempo. A corto plazo la solución ha sido echar mano de las sinergias de la Alianza con Renault. Los nuevos Colt y ASX son gemelos de los Clio y Captur y sirven para llenar la gama de la marca japonesa a corto plazo sin recurrir a inversiones que de otro modo serían imposibles de amortizar.

No tiene nada de raro recurrir a automóviles remarcados, es una práctica habitual en la industria. Es mejor vender un modelo relogotipado que no vender nada. Además compartir costes también permite poder un precio final al cliente más ajustado, algo que resulta ventajoso en una época en la que los precios de los coches nuevos no paran de crecer.

Es evidente que en los últimos tiempos las tarifas que marcan los fabricantes han ido subiendo hasta el punto de que cuesta encontrar utilitarios sensatos por debajo de la frontera psicológica de los 20.00 euros. El Colt es uno de esos coches a tener en cuenta y el objetivo de esta prueba es ver qué puede ofrecer el modelos de la marca de los tres diamantes por debajo de ese precio.

Colt 100T, 90 caballos muy voluntariosos

Empecemos eligiendo motor. No te resultará ninguna sorpresa saber que la gama mecánica del Colt también se parece mucho a la del Renault Clio, aunque no es igual. De hecho, la opción de entrada es para el Colt 100 MPI, un propulsor que no tiene el galo y que configura un motor de 1.0 litros con tres cilindros y 65 caballos está asociado a una caja de cambios manual de cinco velocidades. Quizá justo de prestaciones y equipamiento pero a tener en cuenta para presupuestos muy ajustados ya que está disponible desde 16.790 euros.

La propuesta intermedia pasa por el Colt 100T que disfruta de un motor 1.0 turbo con tres cilindros que alcanza los 90 caballos vinculado a una transmisión manual de seis relaciones. Completando la gama por arriba se expone el Colt 160 HEV, una versión híbrida autorrecargable que desarrolla 145 caballos y tiene etiqueta Eco.

El Colt híbrido es una elección fantástica pero tiene un precio de partida de 25.490 euros así que en esta ocasión he elegido el punto medio probando el Mitsubishi Colt 100T que estando a la venta desde 17.990 euros plantea una interesante relación precio/producto. Una ventaja adicional de quedarse con la versión de gasolina frente al híbrido es que tiene una mayor capacidad de carga. El maletero tiene 391 litros mientras que el Colt electrificado tiene 90 litros menos por la presencia de la batería.

El Colt 100T recurre a un tricilíndrico de 90 caballos con 160 Nm de par máximo. Sobre el papel no ofrece un rendimiento especialmente destacado como demuestra que acelera de 0 a 100 km/h en 12,2 segundos. Sin embargo, al volante se nota bastante alegre para un coche del segmento B ayudado por una caja de cambios que tiene un buen escalonamiento. El empuje no es lineal, se nota que cuando el turbo empieza a soplar.

En ciudad se mueve con soltura y fuera de las urbes demuestra fuerza de sobra para mantener velocidades altas aunque en carreteras de doble sentido los adelantamientos hay que tomárselos con calma. Esta versión tiene un consumo homologado de 5,2 l/100 km y será fácil rondar esa cifra en un uso variado. Hay un modo Eco que permite ser un poco más eficiente pero las prestaciones se resienten.

El utilitario de Mitsubishi resulta muy confortable en líneas generales. Para ser un motor de tres cilindros es bastante refinado y la sonoridad resulta contenida. Además, la suspensión filtra correctamente las imperfecciones del asfalto y contiene los movimientos de la carrocería en límites razonables.

Se trata de un coche del segmento B para moverse principalmente por entornos urbanos, donde las maniobras son frecuentes. Para facilitar estos movimientos, el Colt muestra una dirección precisa que está muy asistida, resultando poco comunicativa, y los pedales ofrecen poca resistencia la pisarse. No es un modelo que transmita grandes emociones pero es fácil de conducir y todo se maneja sin esfuerzo.

Kaiteki, bien equipado a precio contenido

Esta versión de 90 caballos se puede seleccionar con los niveles de equipamiento Motion, Kaiteki y Kaiteki+. Una de las características diferenciales del Colt frente al Clio es que lleva más equipamiento de serie y se comprueba al ver que el nipón propone en el Motion elementos como los faros Full LED, el acceso y arranque sin llaves, la cámara trasera, el climatizador, la instrumentación digital o la base de carga inalámbrica para smartphones.

Pero no queremos algo «básico». En esta prueba hemos escogido el acabado Kaiteki, una vez más el punto medio vuelve a ser el más equilibrado. Con él añadimos más asistentes de conducción como el control de crucero adaptativo o el sistema de detección de ángulo muerto y detalles como la tapicería mixta en tela y cuero. Nada mal para quedarnos en los 19.690 euros, por debajo del límite que me he marcado.

Sobre el Motion, el Kaiteki también añade unas atractivas llantas de aleación de 16 pulgadas y el perfil cromado de las ventanillas, lo que le da un toque más sugerente. La verdad es que el coche resulta bonito aunque es cierto que no trata de ocultar que el nuevo Colt es en esencia un Renault Clio.

A simple vista se observa que conserva casi todos los rasgos estéticos del modelo francés, aunque Mitsubishi ha añadido algunas características diferenciales como la parrilla frontal Dynamic Shield cromada y la inscripción «Mitsubishi» recorriendo toda la anchura del portón posterior.

Sigo con los equipamientos para mencionar que hay que renunciar al Kaiteki+, el tope de gama, porque eleva la factura hasta los 22.990 euros. Implica renunciar al sistema de sonido premium Bose aunque el de serie cumple bien y al sistema de asistencia de aparcamiento automático que se suele usar muy pocas veces. Tampoco viene con navegador pero como el sistema multimedia con pantalla de 7 pulgadas es compatible con Android Auto y Apple Carplay nuestro móvil sirve para suplir esta función.

Con esta configuración no se echa nada sustancial en falta y la calidad de los materiales es bastante notable, lo que repercute en una atmósfera acogedora. En las plazas traseras no sobra el espacio pero son suficientes para pasajeros de estatura mediana, lo que no está mal para un vehículo cuyas dimensiones exteriores son muy contenidas con 4.053 mm de longitud, 1.798 mm de anchura y 1.439 mm de altura.

Por último, hay que tener en cuenta que Mitsubishi propone una garantía de cinco años frente a los tres que indica su gemelo de Renault. El Mitsubishi Colt 100T Kaiteki viene a demostrar que se puede tener un coche polivalente y bien equipado por menos de 20.000 euros, proponiéndose como una de las mejores opciones del segmento en este rango de precios.