Prueba Mitsubishi Colt, una opción a tener en cuenta
Dicen que la unión hace la fuerza y en estos tiempos que corren emprender una batalla en solitario puede ser mortal. El Mitsubishi Colt es el resultado de una alianza franco-japonesa que ya está disponible en nuestro país.
14 min. lectura
Publicado: 27/09/2023 18:00
En un mercado tan competitivo como el actual, es necesario, por no decir que obligatorio, explorar alianzas para poder sobrevivir. Las marcas se asocian entre ellas para compartir gastos a la hora de desarrollar nuevos productos. La alianza Renault-Nissan-Mitsubishi lleva años ofreciendo productos atractivos a un precio razonable, pero lo que no es muy habitual es sacar dos coches prácticamente iguales. Hoy estamos ante uno de esos raros casos con el Mitsubishi Colt. No hace falta decir de dónde le viene la inspiración a los japoneses.
Mitsubishi tiene ambiciosos planes de cara al futuro, pero al ser la más pequeña de las tres empresas que conforman este globalizado acuerdo, tiene que aprovechar al máximo los recursos de los que dispone. En Japón tienen muy claro que deben ampliar su cartera de productos. Tras perder la pista al Mitsubishi Outlander, que en su mejor momento llegó a representar el 70% de las ventas de híbridos enchufables, la familia se ha visto reducida a tres unidades: Eclipse Cross, Space Star y ASX. Este último ha seguido la misma fórmula que el Colt. Una estrategia controvertida, pero cargada de lógica.
Como decía, Mitsubishi ampliará su oferta comercial en los próximos años con modelos 'más propios'. Sin embargo, en este momento no está en disposición de sacar importantes actualizaciones. El ASX ha representado durante mucho tiempo el grueso de las ventas en Europa y antes de dejar el puesto vacante o, lo que es peor, dejarlo envejecer demasiado, han tomado la decisión de replicar uno de los modelos más vendidos y mejor valorados del mercado, el Renault Captur. Ambos son exactamente iguales y con los Clio y Colt se puede decir lo mismo.
El Mitsubishi Colt es un coche con experiencia. Sus inicios datan del año 1962. Un utilitario centrado en el segmento B que tiene el concepto urbano muy enraizado en su ADN. Al igual que con el ASX, los japoneses han copiado, literalmente, la exitosa receta del Renault Clio. Puestos a copiar, copiemos a un hermano y a uno de los mejores modelos de la categoría. Tras dejar el mercado en el año 2013, ahora, 10 años más tarde vuelve a la palestra. Será una copia, sí, pero una buena y muy interesante que por fin, tras varios meses de espera, llega a España.
En Japón han querido afrontar la estrategia desde un punto de vista muy económico. Eso quiere decir que han aprovechado todo lo que han podido de sus hermanos de Renault. A nivel estético la evidencia nos demuestra que apenas hay cambios con respecto al modelo francés. Podríamos jugar a las 7 diferencias entre ellos y sólo encontrar algunos puntos de discrepancia. Los principales son los logos repartidos por toda la carrocería. Mitsubishi aprovecha la última renovación del Renault Clio, presentada hace meses a nivel internacional. Un coche muy bien diseñado.
Las medidas del Colt son ideales para la ciudad: 4,05 metros de largo, 1,8 metros de ancho y 1,44 metros de alto. A esas proporciones hay que añadir una distancia entre ejes de 2,58 metros. Batalla suficiente para mostrar un interior muy bien resuelto en cuanto a habitabilidad. Cinco adultos pueden viajar con cierta comodidad, aunque tres de ellos tienen que hacerlo en una segunda fila que por muy bien aprovechada que esté resulta algo estrecha si tres pasajeros grandes quieren recorrer largas distancias. El volumen de carga también es generoso, 340 litros de capacidad mínima. Más que suficientes para el enfoque y el tamaño.
Lo bueno de usar los recursos franceses es que Mitsubishi puede ofrecer la más moderna tecnología del conglomerado franco-japonés, algo con lo que no podría ni soñar si tuviese que hacer la guerra por su cuenta. De puertas para dentro el Colt ofrece una buena presentación. Una vez más las diferencias con su hermano galo son mínimas, menos incluso que en el exterior. Han cambiado la parte central del volante para integrar los tres diamantes del logo y listo. También han modificado algunos gráficos de las pantallas, y ya. Fácil, rápido y, sobre todo, barato.
Pero ojo, no por que se haya buscado el máximo ahorro quiere decir que estemos ante un coche mal hecho o de baja calidad porque no es así, más bien todo lo contrario. Clio/Colt ofrecen el que, posiblemente, sea el mejor ambiente del segmento B. La calidad de los materiales es bastante superior al estándar de la categoría. Encontramos superficies blandas por muchas zonas, aunque también encontramos los habituales plásticos duros de todo utilitario. A fin de cuentas hay que mantener las tarifas bajas. El habitáculo transmite muy buenas sensaciones que se complementan con la mucha tecnología disponible.
Hoy el equipamiento se ha vuelto un argumento de compra muy importante sin importar el segmento. El Colt viene tan cargado de sistemas que hará las delicias de todos los amantes de la tecnología. La gama estará compartimentada en los habituales acabados de la casa. En sus versiones más completas puede disponer de detalles tan interesantes como las llantas de 19 pulgadas, la instrumentación digital, el sistema multimedia con panel de hasta 9,3 pulgadas, conectividad para smartphones, climatizador automático, acceso y arranque sin llave, faros full LED y un completo despliegue de seguridad y asistentes a la conducción.
No falta ni uno de esos detalles que ya se han vuelto indispensables en la industria. No tengo ninguna duda de que hablamos de uno de los mejores modelos de la categoría. Un nicho donde encontramos rivales tan importantes como el SEAT Ibiza, el Hyundai i20, el Toyota Yaris, el Volkswagen Polo o el Peugeot 208, entre otros. Coches con un historial mucho mayor que el del japonés, pero poco, por no decir que nada, tiene que envidiarles. Mitsubishi ha acertado con la estrategia.
A la hora de hablar de mecánicas, la oferta española gira en torno a tres versiones claramente definidas. Tres son las opciones posibles, dos de gasolina y una híbrida que le permite disfrutar de la etiqueta ECO, algo realmente interesante cuando vamos a hacer un uso muy urbano. El modelo de acceso, 100 MPI, ofrece 67 caballos de potencia extraídos de un motor atmosférico de tres cilindros. A continuación encontramos el Colt 100 T que emplea el mismo bloque de un litro y tres cilindros, pero con turbo en este caso. Gracias a él la potencia asciende hasta los 91 caballos. Ninguna de estas alternativas ofrece electrificación alguna, por lo que disfrutan de la etiqueta C.
La unidad híbrida no enchufable resulta la más atractiva y competitiva. Si miramos las listas de los más vendidos cada mes vemos como Toyota está triunfando con su Yaris y no te quepa duda que el Colt es mejor. Disfruta de un propulsor de cuatro cilindros y 1.6 litros que se combina con dos motores eléctricos. Uno de ellos actúa como impulsor, puede mover el coche por sí solo. El segundo sirve como caja de cambios. A todo eso hay que sumar una pequeña batería de 0,85 kWh de capacidad que permite al Colt desplazarse de forma 100% eléctrica durante varios kilómetros. Aproximadamente cinco si realizamos una conducción suave en ciudad.
Prueba del Mitsubishi Colt
Hace ya unos meses tuve la ocasión de probar el nuevo Renault Clio HEV y de él destaque una gran madurez como producto. Se trata de un gran coche por lo mucho que ofrece. En marcha resulta cómodo, agradable de conducir, con bastante aplomo y, además, eficiente. Del Colt, al ser una copia exacta, puede decir exactamente lo mismo. Durante su presentación internacional he tenido ocasión de conducir la variante híbrida de 143 caballos por las carreteras alemanas. Un duro escenario para un coche así.
Puedo decir que en ningún momento me he sentido incómodo o fuera de lugar. Recorrer las carreteras alemanas es encontrarse con coches de alta potencia circulando a alta velocidad y en ningún momento el Mitsubishi Colt se ha visto comprometido. Obviamente no puede rodar a velocidades infernales, pero mantiene ritmos elevados sin problemas y, lo que para mí es mejor, sin perder agrado de conducción. El Yaris, por citar otro ejemplo híbrido, reduce mucho su confort de marcha al salir de los entornos de la ciudad. En autopista hace demasiado ruido, pero el Colt no. Está bien aislado.
Es difícil completar un desarrollo equilibrado para diferentes terrenos y se puede decir que los japoneses y los franceses lo han logrado. El Colt es excelente para la ciudad y muy competente fuera de ella. Se podría comparar con modelos generalistas del segmento superior y no saldría abatido. Otro pequeño éxito es que logra todo ello sin disparar el consumo. El esquema híbrido es muy inteligente. El coche está configurado para abusar, principalmente, de la parte eléctrica y reducir al máximo el gasto de carburante.
Como conductor podemos echar mano de ciertos recursos técnicos como los modos de conducción o la posición B de la palanca de cambios que permite aumentar la retención al levantar el pedal del acelerador. Con ello permitimos al sistema recuperar energía para las baterías que a su vez nos servirá para exprimir más la parte eléctrica. Oficialmente, el Colt HEV es el que registra menores datos de consumo, apenas 4,2 litros según la homologación. Durante esta primera toma de contacto no he podido comprobar la certeza de esas cifras, pero en todo momento ha sido muy fácil bajar de los cinco litros de media. Un dato excelente.
Conclusiones
Mitsubishi ya ofrece el Colt en España en una horquilla de precios entre los 17.800 y los 29.000 euros. La apuesta es controvertida. Muchos lo tacharán de una copia y lo es, pero es una buena copia. La clave de su éxito residirá en el precio, pero en líneas generales se puede decir que es uno de los mejores utilitarios del mercado. Bien presentado, con un equipamiento muy completo, espacioso y con un comportamiento muy agradable en todo tipo de escenarios. No muchos coches de su categoría pueden decir lo mismo.