Prueba Mitsubishi Eclipse Cross Proto, un monstruo devorador de dunas

Hemos tenido la oportunidad de conducir el mismísimo Mitsubishi Eclipse Cross Proto que comanda la piloto española Cristina Gutiérrez en el rally más duro del mundo, el Dakar. Junto a los importantísimos consejos de su copiloto Pablo Moreno Huete hicimos un pequeño recorrido en el que nos pusimos en la piel de Cristina y el equipo de Mitsubishi España.

Prueba Mitsubishi Eclipse Cross Proto, un monstruo devorador de dunas

13 min. lectura

Publicado: 29/03/2019 20:00

La estética del Eclipse Cross Proto es, cuanto menos, impactante

¿Quién no sueña desde niño con conducir alguna vez un coche de carreras?. Cuando utilizo la denominación “coche de carreras” tendemos a pensar en la Fórmula 1, los prototipos de Le Mans o algún modelo competidor en la categoría de DTM. Pero coches de carreras hay muchos, tantos como competiciones y/o categorías.

Una de las modalidades más reconocidas serían los rallys, dentro de estos encontramos muchísimas competiciones de distinto rango, entre ellas el reconocido como el rally más duro del mundo: El Rally Dakar. Todos hemos visto por la televisión alguna vez esos enormes camiones preparados para afrontar las interminables dunas del desierto y esos bestiales todoterrenos capaces de hacer frente a todo lo que se le ponga por delante. Pues bien, hoy vengo a contaros la brutal experiencia de ponernos tras los mandos de un todoterreno que ya ha sabido probar la dureza del Dakar.

Y me refiero al brutal Mitsubishi Eclipse Cross Proto, un coche con un grandísimo potencial y con un proyecto de futuro aún más vertiginoso. El asiento principal de este coche lleva el nombre de Cristina Gutiérrez, la piloto española que se ha propuesto llevar al equipo de Mitsubishi al más alto reconocimiento mundial.

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Su anchura total llega a los 2 metros

Tanto Mitsubishi como la propia piloto, están de acuerdo en que desean continuar con este proyecto, y desde la marca japonesa, ya tienen preparado un contrato de renovación para la próxima edición del Rally Dakar 2020.

Desde Mitsubishi quieren continuar con el gran legado que la marca posee en esta categoría. Con 12 victorias absolutas desde el año 1985, donde Patrick Zaniroli y Jean Da Silva se colocaban en lo más alto del podio con su Mitsubishi Pajero. En todos sus años de historia han sido 4 los españoles que han comandado el volante de sus vehículos: Miguel Prieto (1999), Nani Roma (2005), Isidre Esteve (2017), y la actual Cristina Gutiérrez.

El equipo Mitsubishi ha coronado el podio del Dakar un total de 12 veces: 1985, 1992, 1993, 1997, 1998, 2001, 2002, 2003, 2004, 2005, 2006 y 2007.

La idea de futuro, tanto de la marca como de la propia Cristina, es seguir unidos y hacer que este equipo cope el puesto más deseado del podio. Para ello será necesario mucho trabajo y esfuerzo por parte de todos, pero vistas las aptitudes de la piloto y del equipo de Mitsubishi no dudamos en que, más pronto que tarde, los veremos situados en lo más alto.

La piloto española Cristina Gutiérrez aspira a conquistar el puesto más alto del podio

Especificaciones del coche

El mencionado coche que ha llevado a Cristina a través del basto océano de arena que es el desierto, es el llamado Mitsubishi Eclipse Cross Proto. Mecánicamente monta un propulsor con 340 CV de potencia y un mareante par de más de 700 NM, más que suficiente para mover sus casi 2 toneladas de peso a través de cualquier terreno.

Sus dimensiones son igualmente vertiginosas: 2 metros de anchura total, 4.220mm de longitud y una distancia entre ejes de 2.900mm. La transmisión es una caja de cambios Sadev de 6 velocidades con cambio secuencial y selector mecánico, su equipo de frenos unos discos ventilados de 280mm y 4 pistones.

Pero en los rallys, y más concretamente en el Dakar, no es tan importante la velocidad como portar unas buenas suspensiones. Este coche monta una suspensión independiente con doble brazo, muelle helicoidal y barra estabilizadora, además de 2 amortiguadores Ohlins en cada rueda.

El interior del Eclipse Cross Proto es la parte más espartana del vehículo

Para culminar, cuenta con un diferencial, tanto delantero como trasero, Sadev SP05 con autoblocante y una dirección asistida electrónica.

Prueba de conducción

Ahora que ya hemos hecho las presentaciones pertinentes, vamos a conocer qué tal es conducir un coche de competición de esta envergadura, con todo lo que ello conlleva, y es que la marca japonesa nos había preparado un circuito de lo más ratonero, donde en ocasiones, el camino se estrechaba más de lo que nos gustaría reconocer. Una enorme responsabilidad, ya que si eras el productor de algún daño no habría manera de sustituir el vehículo porque, en este caso, coche solo hay uno.

Yo fui el penúltimo de todos en sentarme tras su volante, ya que éramos unos 20 periodistas y mientras el resto de compañeros experimentaban el potencial de este coche, los demás éramos divididos en grupos para afrontar otro tipo de pruebas con los vehículos 4x4 de calle de la marca, y a mi equipo nos tocó ser los últimos.

Este vehículo se mueve como pez en el agua por cualquier terreno

Me acerco a Cristina para charlar con ella y de paso, si puede darme alguna instrucción de última hora antes de conducir su coche, pues mejor. Bromea diciéndome que el equipo de Mitsubishi España es muy confiado con la prensa del motor dejándonos conducir este coche único, pero me hace ver que su copiloto de confianza, Pablo Moreno Huete, nos guiará en todo lo que necesitemos una vez nos sentemos dentro del vehículo. Es muy estimulante que el propio copiloto de Cristina, sea durante un pequeño recorrido, también mi copiloto.

Me pongo el casco, foto de rigor junto al Eclipse Cross Proto y llega el momento de hacer malabares para entrar en el todoterreno. Pablo, me da unas rápidas instrucciones sobre el manejo del coche, inserta el volante en su sitio y de repente me encuentro encajado entre barras antivuelco, mucha fibra de carbono y un backet con unos arneses que te dejan literalmente anclado al vehículo, sujeción extrema.

Agarro el pequeño volante con la mano izquierda mientras engrano la primera marcha con un pequeño toque de embrague. Suelto cuidadosamente el duro embrague a la vez que acelero y el coche comienza a andar. Los primeros metros me aseguro de conocer bien la situación de los pedales, ya que están realmente juntos, tanto que en algún momento que sea necesaria una frenada, si no te aseguras bien, puedes pisar tanto freno como acelerador y hacer una suerte de punta tacón inconsciente.

Desde este panel situado en el centro del salpicadero dominaremos todos los controles del vehículo

El tacto de sus pedales es duro, el cambio es tosco y pega unos golpes que hacen temblar todo el coche en cada subida o bajada de marchas. Su dirección es menos directa de lo que cabría esperar y una vez necesitas dar una frenada algo más inmediata, deberás hacerlo con antelación ya que frenar, frena poco.

Al montarte en un coche de carreras esperas frenazos y aceleraciones instantáneos, esto nos viene de la percepción que tenemos de “coche de carreras”. La Fórmula 1 nos ha pasado factura en nuestro subconsciente, donde se necesita una frenada y una aceleración instantánea. En el Dakar no es así, en medio del desierto no necesitas nada de estoya que, en este terreno, no deberías encontrar situaciones que te llevaran a necesitar este tipo de prestaciones.

El coche es duro, tosco y ruidoso, pero dudo mucho que me cansara de conducirlo en algún momento

Mientras voy conduciendo este monstruo de las dunas, Pablo me va dando todas las instrucciones que necesito, eso sí, a gritos, ya que entre la insonorización que tiene el propio casco y el estruendoso sonido del motor, hace que la cabina sea un espacio donde desahogarnos a gritos con nuestro compañero.

El cuadro de instrumentos es una pequeña pantalla tras el volante

¿Muchas pegas le estoy poniendo verdad?. Nada más lejos de la realidad. Un coche de carreras no debe de ser más cómodo que lo que el propio piloto pida para afrontar la prueba con soltura, situación del asiento para su medida y algunos que otros reglajes más. Yo tuve la suerte de tener la misma estatura que la piloto Cristina, por lo que podríamos decir que el puesto de conducción era el idóneo para mí.

Sin más, disfruté de cada uno de los metros del recorrido que la marca nos dispuso. Apenas 3 minutos nos duró esta fantástica experiencia la cual podré recordar de por vida. Cada uno de sus cambios de marcha, que eran todo un placer para los sentidos, el sonido del motor pegado tras la cabeza, el ambiente del interior. Todo una auténtica gozada y un sueño hecho realidad para un amante de los coches y un entusiasta del rally más duro del mundo. ¿Repetiría? Mas bien, no me cansaría.

Conclusión

Poder ponerme tras los mandos de un vehículo de estas características y tener la oportunidad de charlar con Pablo y Cristina directamente, da un valor añadido a la dureza de esta prueba. Donde el ejercicio físico se queda atrás y el entrenamiento mental es lo más importante. Tantas horas en medio del desierto, solo rodeado de enormes dunas y con la única ayuda de un roadbook para encontrar tu punto de destino, mina la mente de cualquier persona. El cansancio de tantos días hace mella y para ello tienes que estar realmente preparado. Es digno de reconocer el esfuerzo que hacen estos locos de la auténtica aventura.

El Mitsubishi Eclipse Cross Proto

Lo único que cabe ya es desearle toda la suerte al equipo de Mitsubishi y más particularmente a Cristina en su ascenso. Desde Motor.es siempre hemos seguido de cerca su abrumante trayectoria, y por supuesto seguiremos haciéndolo.

Este artículo trata sobre...

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