PruebaNissan 370Z Nismo: En marcha y conclusiones (III)

Queremos entender la filosofía de coche deportivo 'de calle' que nos proponen los japoneses. Por potencia, que no sea. Ni por estética. Ni por prestaciones. Es muy rápido en curvas y tiene un tacto de dirección y palanca de cambios realmente espectacular. El S-Mode nos ayuda a conducir con 'efectos de doble embrague' desde el primer momento. ¡Sigue leyendo!

Nissan 370Z Nismo: En marcha y conclusiones (III)

11 min. lectura

Publicado: 12/11/2014 16:00

Arrancamos el coche por vez primera y el motor suena enérgicamente. No es el sonido más espectacular que hayas podido escuchar de un motor de 6 cilindros, pero es un sonido especialmente sincero. No hay ni más ni menos que lo que escuchas y los contundentes decibelios son música para cualquier persona que le gusten los coches mínimamente.

Es curioso que por defecto hay activada una pequeña ‘S’ en el cuadro de instrumentos, que pertenece al S-Mode, donde cada cambio de relación ajusta la transmisión y las revoluciones para recibir la marcha seleccionada. Cada reducción se puede hacer más rápido con un golpe de efecto de doble embrague que además de ser útil, permite una conducción más rápida sin tanta experiencia. Es desconectable para poder realizar ese ‘doble embrague’ de forma manual.

S-Mode con efecto de doble embrague a través de un botón

Al principio pensaba que sin duda este coche iba a ser un coche complicado de conducir, porque su entrega máxima de potencia la hace a 7.400 rpm y se planteaba conceptualmente como un mal coche de ciudad. Y para mi sorpresa es capaz de ir realmente bajo de vueltas sin mostrar síntomas de falta de gas, por ejemplo a la hora de pasar un resalto de ciudad en segunda relación (aunque hay resaltos y resaltos, todo sea dicho).

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Obviamente, la dureza de la suspensión sí que exige que se circule con precaución en ciudad porque cada pequeña imperfección se aprecia notablemente y a ello hay que sumarle la baja altura del labio delantero.

Inconfundible por las llantas, escapes, detalles en rojo, alerón, anagrama etc...

Pero con el paso de los días uno se acostumbra al estilo del Nissan 370Z Nismo para los trayectos del día a día. El tacto se coge enseguida y parece tu coche de toda la vida, en un vehículo que conceptualmente iba a ser complicado de conducir en un entorno tan cerrado como la ciudad.

Si tienes el defecto de girar la cabeza en vez de usar los retrovisores exteriores en ciertas maniobras, que sepas que tanto la pequeña luneta trasera, el montante trasero y el alerón que corta el campo de visión, te van a obligar a conducir usando los espejos externos una y otra vez.

Parece un coche tuning... pero así sale de fábrica

El recorrido de la palanca de cambios es corto y bastante directo, lo que favorece el ritmo deportivo que se espera una vez que salimos a carretera abierta. El tacto de la dirección es bastante directo y mejor que en el 370Z convencional.

Por la ergonomía como por espacio interior me atrevería a decir que es hasta cómodo para viajes de largos recorridos, aunque el trayecto más largo sin descansar en esta prueba ha sido de unos modestos 140km de ida y 140km de vuelta, donde en ningún momento se siente fatiga. Ni siquiera el bolsillo es capaz de cansarse con un consumo de combustible correcto de poco más de 9,0l/100km a velocidades legales; justo 1 litro por encima de lo prometido por Nissan.

Rápido y sobrevirador si se desea

Sin embargo si mezclamos recorridos, es fácil ver el consumo posicionarse en 12,4l/100km (10,6l/100km de cifra oficial). Tampoco es un mal resultado.

Eso sí, el coche no tiene stop/start ni modos de conducción ECO y por ello homologa un consumo de ciudad de 15,3 l/100km.

El Nissan 370Z Nismo es la puesta a punto para el 370Z que nos ofrece la casa

Pero llegando al terreno que le corresponde, el de las curvas, es un coche realmente efectivo y divertido. Como se espera de un Nissan 370Z. Exigente en cuanto a cambios de marcha y buscando siempre una relación corta con la que exprimir al máximo esas poco más de 7.000 rpm para ver arder combustible a favor de los 344CV de potencia máxima que desarrolla.

En poco más de 5 segundos estamos a 100km/h y hay que ser un buen piloto para sacar partido del embrague y caja de cambios, pero incluso siendo un piloto normal, gracias al S-Mode hay mucho ganado. En las curvas, no existe un balanceo de carrocería que pueda percibirse. Al contrario, se muestra rígido como una tabla ante cambios de dirección bruscos o curvas cerradas y encontramos sobreviraje si usamos el gas por encima de lo que el giro demanda. Que no se mal interprete este párrafo.

El coche es directo y noble si no buscamos las ‘cosquillas’ del eje trasero, pero si nos vemos con ánimo y experiencia, es un coche único para ver el mundo por la ventanilla lateral. Y precisamente sus compradores lo saben: Es un coche para derrapar como una serpiente en cada curva si así se desea. El sobreviraje está en el ADN de este coche.

Este es el gran alerón del Nismo. Un detalle único para una edición especial

Para el 370Z lo mejor es ponerse un casco antes de subirse porque envenena las pulsaciones de quienes lo conducen. La energía que transmite su motor y el concepto del coche hacen que enseguida quieras verte como un actor de ‘A Todo Gas’, donde circular recto era una tarea difícil para los protagonistas. Este coche es igual. En cuanto te ves con un poco de ‘manos’ sobre el coche, lo primero en lo que piensas es cómo debe ser esa sensación. Pues os diremos que para calmar cualquier tentación tenemos controles que por fortuna (o mala fortuna, según el punto de vista) son desconectables.

Tiene cámara para la visión trasera que salva la mala visibilidad por la luneta. Resolución correcta

La semana de pruebas se queda corta para poder transmitir lo especial que resulta subir a la tentación más oscura, más canalla y callejera que hay en el catálogo de Nissan. Pero el resultado sin duda es formidable y aunque no resulte el coche más práctico ni más sonoro ni más rápido, es probablemente una de esas joyas que quien lo compra será afortunado durante unos largos y felices años.

Conclusión

Si me preguntasen opinión sobre el Nissan 370Z, sería uno de esos coches de los que no se puede hablar a la ligera. No es un coche fácil de encajar en un mercado donde palabras como ‘diésel’, ‘turbo’, ‘versatilidad’, ‘bajo consumo’, ‘eficiencia’ y ‘prestigio’ representan un probable 80-90% de las ventas... y en parte podrían encajar en este saco nombres como BMW M6, Audi R8, Porsche 911, Jaguar F-Type y otros coches que nos hacen vibrar.

Pero es que el Nissan 370Z Nismo, como os contaba al principio, no es un coche que tampoco busque ser el más rápido o el que más sensaciones transmite. Sinceramente creo que si estás buscando recibir un golpe en el pecho y salir despedido pegándole un pisotón al gas, este no es tu coche.

Parece un coche salido de un videojuego. Pero es real

Conceptualmente podrías comprar coches más versátiles por menos dinero, como un Subaru WRX STi o un BMW M235i, pero si valoras estas opciones, entonces el Nissan 370Z Nismo, tampoco es tu coche. Lo que se aprende de este japonés es que hay que saber muy bien que es el vehículo que estás buscando, porque si es así, no verás problema en que sea biplaza, ni en que cueste ligeramente más que coches igual de rápidos y algo más prácticos.

El Nissan 370Z Nismo es la máxima expresión de la deportividad callejera de la marca japonesa y a pesar de no ofrecer la máxima calidad interior, ni el mayor espacio ni tecnologías de última generación, es único en su especie.

Es para amantes de la preparación deportiva japonesa y para quienes, si pueden permitírselo, puedan seguir mejorándolo con pequeños retoques. Quizá no es el concepto que mejor encaja en nuestro mercado pero si sabes entender la filosofía del Coupé, entonces no habrá más que una letra en el abecedario. La Z. Y nosotros que hemos podido convivir con esta idea, tenemos que decir que hemos caído rendido a sus pies uno a uno. Bravo Nissan.

Este artículo trata sobre...

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