Prueba Nissan Ariya, la experiencia es un grado
El Nissan Ariya está dispuesto a competir entre los mejores SUV eléctricos con una autonomía superior a 500 km, un equipamiento abundante y un diseño muy personal. Nissan hace valer su experiencia en vehículos eléctricos y en crossovers para crear su primer SUV 100% eléctrico.
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Publicado: 21/08/2023 18:00
El Nissan Ariya ha sido uno de los SUV 100% eléctricos más esperados de estos últimos años. La expectación es lógica porque la teoría de partida parece prometedora. Nissan ha sido durante muchos años líder en coches eléctricos gracias al Leaf y también líder en crossovers gracias al Qashqai y al Juke. Así que el fabricante nipón debería saber crear un magnífico crossover eléctrico gracias a la experiencia en ambos campos.
Para ver cómo se traslada esa presunción a la práctica he tenido oportunidad de convivir durante unos días con el Ariya 63 kWh 4x2, la versión de acceso a la gama. Este nuevo modelo se asienta sobre la nueva plataforma CMF-EV específica para vehículos eléctricos que servirá como base de 15 modelos eléctricos para 2030 de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi.
La primera impresión, lógicamente, llega desde el punto de vista estético. El Ariya muestra un nuevo lenguaje de diseño que, según Nissan, representa su interpretación del futurismo japonés. La belleza es algo subjetivo pero sí te puedo asegurar que el SUV de Nissan gira cabezas. Es llamativo, de eso no hay duda.
Este crossover de estilo deportivo por su marcado carácter coupé presenta unas dimensiones exteriores que se fijan en 4.595 mm de largo, 1.850 mm de ancho y 1.660 mm de alto. Por longitud se sitúa a medio camino entre el Qashqai y el X-Trail. Entre sus rivales más claros se encuentran el KIA EV6, el Skoda Enyaq Coupé y el Toyota bZ4X.
La enorme parrilla frontal lisa en negro brillante que integra el nuevo logo de Nissan capta todas las miradas. En las proximidades de los delgados faros led, la parrilla muestra un intrincado patrón geométrico «kumiko» fundamentado en una técnica tradicional japonesa que se usa en la carpintería. Las llantas de aleación de hasta 19 pulgadas o los alargados pilotos traseros unidos entre sí son otros rasgos destacados.
Para tener una imagen más dinámica Nissan ha dotado al Ariya de una suave caída del techo hacia la parte trasera, que por cierto permite una opción de carrocería bitono con el techo en negro. Las superficies lisas y las fluidas líneas consiguen establecer un fantástico coeficiente aerodinámico de 0,29, demostrando que la estética también tiene una parte de funcionalidad.
Espacio interior y equipamiento del Nissan Ariya
El diseño interior se ha transformado completamente respecto a lo que nos tenía acostumbrados la marca japonesa, igualmente para aportar un nuevo estilo en Nissan con tono minimalista. La simplificación de líneas crea una atmósfera relajada y con una horizontalidad deliberada para aumentar la sensación de amplitud. Quedé gratamente sorprendido de comprobar que la calidad de realización es muy alta tanto a la vista como al tacto, nada que envidiar a algunos premium.
Llaman la atención los acentos de luz que se muestran en las puertas y a los pies inspirados en las lámparas de papel japonesas, me ha parecido realmente original. Es un toque agradable para el habitáculo y distinto de las habituales líneas luminosas de acentuación que tienen otros muchos modelos.
El eléctrico japonés se comercializa con tres acabados: Engage, Advance y Evolve. Dependiendo del nivel es posible disfrutar de elementos como un techo solar panorámico y practicable, el volante calefactable, un sistema de cámaras de 360º, el equipo de audio Bose con 10 altavoces o un retrovisor interior digital mediante una pantalla LCD integrada.
Además, el SUV de Nissan tiene un climatizador bizona con bomba de calor. Los controles de climatización tienen un diseño «oculto» que los hace casi invisibles en la superficie lisa del salpicadero. Cuando el vehículo está operativo los iconos se iluminan y cuentan con respuesta háptica para, en cierto modo, transmitir la sensación de pulsar un interruptor mecánico.
En la consola central también hay botones acabados de la misma manera mientras que el control de volumen del equipo de audio sigue siendo físico. Esos botones perfectamente integrados en la madera son un detalle muy elegante que me ha enamorado, me encantan.
Los asientos delanteros pueden disponer de calefacción, ventilación y ajustes eléctricos y memoria tanto para el conductor como para el acompañante. La bonita tapicería de piel Nappa en color azul de la unidad de pruebas forma parte del Sport Pack opcional, un paquete que también incluye las llantas de 20 pulgadas y cuesta 2.300 euros.
Son unas butacas confortables para conductores de estatura media o baja. Sin embargo, incluso con la base en la regulación más baja, quedan en una posición de conducción demasiado alta para personas de elevada estatura. En mi caso, midiendo cerca del 1,90 m de estatura, tuve que ajustar el asiento en una posición menos cómoda de lo deseable y, aun así, mi cabeza rozaba con el techo y la parte inferior del salpicadero dejaba poco espacio para las rodillas.
Delante se ubica un cuadro de instrumentos digital con pantalla TFT de 12,3 pulgadas que permite unas escasas opciones de personalización de la información. Además, el acabado Evolve complementa la información al conductor con un head-up display que despliega la información sobre el parabrisas en una superficie equivalente a 10,8 pulgadas.
La marca japonesa ha dotado a su nuevo SUV con un sistema multimedia NissanConnect con pantalla táctil de 12,3 pulgadas. Tiene navegador, conectividad con Apple CarPlay (inalámbrico) y Android Auto (con cable) y actualizaciones remotas de software. Todo funciona bien sin más.
El tope de gama Evolve cuenta con una curiosa consola central deslizante eléctrica. Tiene un desplazamiento longitudinal de hasta 15 cm y en su posición más retrasada deja espacio para que el ocupante de la plaza delantera izquierda pueda pasarse a la derecha y viceversa. La verdad es que pensaba que sería el típico «gadget» curioso pero inútil y lo cierto es que me ha acabado gustando, aporta un extra de modularidad.
Vayamos atrás. Las plazas posteriores son muy espaciosas dejando sitio a pasajeros de hasta 1,90 m de estatura sin problemas. El puesto central es bastante cómodo y se beneficia del suelo completamente plano. Hay salidas de ventilación, tomas USB y los asientos de los extremos están calefactados. Sin duda, el nipón es un modelo que puede usarse tranquilamente como vehículo familiar.
El portón trasero eléctrico tiene una función manos libres. La capacidad de carga no es especialmente grande para un SUV de este tamaño. El Ariya tiene un maletero de 468 litros para las versiones de tracción delantera. Las variantes e-4ORCE reducen la capacidad a 415 litros debido a la presencia del segundo motor bajo el piso. El volumen se puede ampliar abatiendo el respaldo de los asientos traseros es una proporción 60:40.
Prueba del Nissan Ariya 63 kWh 4x2 Evolve
Como no puede ser de otra manera en un modelo destinado a la movilidad eléctrica, la parte técnica es fundamental. En Europa se comercializa en tres versiones diferentes: el Ariya 63 kWh como variante de acceso, el Ariya 87 kWh que propone la mayor autonomía eléctrica y la variante con tracción total Ariya 87 kWh e-4ORCE que se sitúa como la opción más prestacional.
Versión | Ariya 63 kWh | Ariya 87 kWh | Ariya 87 kWh e-4ORCE |
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Potencia | 160 kW (218 CV) | 178 kW (242 CV) | 225 kW (306 CV) |
Par máximo | 300 Nm | 300 Nm | 600 Nm |
Acel. 0-100 | 7,5 segundos | 7,6 segundos | 5,7 segundos |
V. Máx. | 160 km/h | 160 km/h | 200 km/h |
Autonomía | 404 km | 536 km | 498 km |
Por tanto, el nuevo SUV japonés propone una batería de iones de litio fabricadas por CATL con dos capacidades. La versión más sencilla tiene una capacidad útil de 63 kWh (66 kWh brutos) mientras que la de mayor rendimiento llega hasta los 87 kWh (91 kWh brutos). El paquete de baterías pesa 441 kg y 610 kg respectivamente y tienen una garantía de su capacidad de 8 años o 160.000 km.
Para la gestión térmica esta batería lleva un sistema activo de refrigeración líquida y también calefacción. La química es NCM, es decir, utiliza un cátodo formado por níquel, cobalto y manganeso. La batería pequeña pesa 441 kg y tiene una densidad energética de 150 Wh/kg, la grande pesa 610 kg y tiene una densidad energética ligeramente menor, 148 Wh/kg.
La tecnología e-4ORCE añade un segundo motor eléctrico que actúa sobre el eje trasero de manera que funciona como un sistema de tracción integral. Habitualmente el sistema envía el 100% del par a las ruedas delanteras pero automáticamente puede destinar una parte a las ruedas posteriores, por ejemplo para contrarrestar posibles sobrevirajes o subvirajes o mejorar la tracción circulando sobre superficies deslizantes. De esta manera se consigue una mayor estabilidad y precisión en la conducción.
El Ariya 87 kWh e-4ORCE no solo es la versión de mayor rendimiento sino que también puede resultar de interés para aquellos que vayan a necesitar tirar de un remolque. La capacidad de remolque de la variante con tracción total es de 1.500 kg mientras que las versiones de tracción delantera solo consiguen la mitad.
El protagonista de esta prueba es concretamente el Ariya 63 kWh Evolve, es decir, la versión mecánica que supone la entrada a la gama del eléctrico nipón, con el equipamiento más alto. Para esta combinación de batería y equipamiento, la ficha técnica indica que la autonomía homologada es de 394 km y el consumo medio es de 18,0 kWh/100 km.
Con trayectos variados a ritmo generalmente tranquilo, me fue posible obtener un consumo medio de 18,4 kWh/100 km, casi calcado al de homologación. De esta manera lo habitual ha sido rondar los 350 km de autonomía real con una carga completa del modelo fabricado en la planta japonesa de Tochigi.
En trayectos largos por autopista próximos a la velocidad máxima legal de la vía el consumo medio rondaba los 21 kWh/100 km, un valor normal para sus características si lo comparamos con otros rivales. A la hora de viajar es posible estar en la frontera de los 300 km, suficientes para ir a casi cualquier lado.
La toma de recarga está en la aleta delantera derecha. El cargador embarcado es trifásico con una potencia de 22 kW, excepto con el acabado Engage que lleva una monofásico de 7,4 kW. Además admite carga rápida (CC) de 130 kW utilizando un sistema de carga CCS. Mi experiencia ha sido un poco decepcionante porque nunca vi potencias por encima de 85 kW.
La conducción es muy agradable y es bastante ágil para su tamaño y sus 1.980 kg de peso. La suspensión tiene un tarado firme que se deja notar en asfalto irregular y la dirección, muy asistida, resulta precisa y suficientemente informativa. El habitáculo resulta extremadamente silencioso, más aun que en otros eléctricos del segmento, lo que denota un buen trabajo de insonorización.
Con 160 kW (218 CV) de potencia, el crossover de Nissan se mueve muy bien y expone una aceleración intensa pero sin brusquedades, quizá en esa búsqueda por ser siempre cómodo y tranquilo. Además se proponen los modos de conducción Eco, Sport y Nieve para ajustar el comportamiento dinámico a las circunstancias.
Eché en falta levas para variar el nivel de retención. Sí está disponible el tradicional modo B que proporciona una mayor intensidad de frenada regenerativa y un sistema e-Pedal que permite la conducción con un solo pie en la mayor parte de las circunstancias. Basta pisar el acelerador para coger velocidad o levantarlo para frenar. A diferencia del e-Pedal del Nissan Leaf, en el Ariya este sistema no llega a detener el coche por completo.
No menos destacado es el sistema de asistencia a la conducción ProPilot con Navi-link. Este sistema ajusta la velocidad del tráfico guardando una distancia de seguridad predefinida respecto al vehículo precedente, detiene el coche por completo y reemprende automáticamente la marcha en tráfico denso, mantiene la trayectoria centrada en el carril y utiliza los datos del sistema de navegación para anticipar curvas y carriles de deceleración.
El abundante equipamiento de seguridad también muestra elementos como el sistema de frenada de emergencia inteligente con detección de peatones, ciclistas e intersecciones, control de ángulo muerto inteligente, aviso de colisión frontal, frenada automática en marcha atrás, detector de fatiga inteligente o control Inteligente de cambio de carril.
El Nissan Ariya está a la venta desde 44.740 euros, una tarifa que incluye el descuento por financiación con la marca pero donde no se ha aplicado las ayudas del Plan Moves.