Prueba Nissan Juke Hybrid, ¿el crossover híbrido que buscabas?
El Nissan Juke es uno de los coches más populares de la marca japonesa y es especialmente interesante en su versión híbrida. Con 143 CV y un consumo muy bajo, el Juke es más eficiente que nunca y tan divertido como siempre.
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Publicado: 02/06/2023 17:00
El interés por los coches híbridos va en aumento y Nissan no podía quedarse atrás en cuanto a electrificación de uno de sus modelos más buscados. El Nissan Juke recibe el singular sistema híbrido de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi y el resultado no podía ser mejor: el crossover nipón gana en muchos aspectos aunque a costa de un precio final considerable. ¿Merece la pena el Nissan Juke Hybrid? Echemos un ojo.
Híbrido o no, el diseño es uno de los grandes alicientes de este modelo, que se muestra diferente y juvenil. En especial destaca la parte frontal, con una parrilla delantera en negro brillante y un marco cromado que se estira conectando con las luces diurnas led. Los faros full led principales, de forma circular, están en el paragolpes y le da muchísima personalidad a este Nissan urbanita.
Como buen crossover no faltan una parte inferior en negro que envuelve todos los bajos como protección. La caída del techo hacia la zaga se combina con un hombro muy marcado sobre el eje trasero para expresar dinamismo y calza llantas de aleación de hasta 19 pulgadas. Detrás, los pilotos led son el elemento que más destaca.
Dependiendo de la versión es posible elegir una combinación bitono con el techo en color de contraste. El techo puede ir en negro (Midnight Black), gris (Diamond Silver) y rojo (Fuji Sunset). En cuanto a dimensiones, el Juke híbrido tiene una longitud de 4.210 mm, una anchura de 1.827 mm y una altura de 1.595 mm.
De puertas para adentro el crossover urbano nos recibe con unos asientos deportivos confortables y mullidos y en el acabado Tekna lucen una tapicería mixta en tela y piel sintética con un entramado realmente bonito. Tienen regulaciones manuales, recogen bien el cuerpo y el reposacabezas es de una sola pieza integrando además unos altavoces del sistema de audio Bose para proporcionar un sonido más envolvente.
El diseño general del salpicadero es convencional y la calidad de realización es bastante notable. Hay una curiosa mezcla de diferentes materiales, incluyendo la moldura frontal del salpicadero y de paneles de puerta realizados en cuero sintético o algunos detalles simulando fibra de carbono. En general da buena sensación y se agradece que Nissan haya evitado el uso del odioso plástico negro piano que encontramos en otras marcas.
El sistema multimedia tiene una pantalla pequeña de 7 pulgadas pero con una respuesta táctil rapidísima. El interfaz se empieza a ver anticuado, el sistema de navegación tiene un diseño muy sencillo y la cámara trasera con vista de 360° muestra una calidad de imagen mejorable. Lo mejor de este sistema es que es fácil de utilizar y además muestra una serie de botones físicos en la parte inferior como acceso directo a las funciones principales y dos diales giratorios.
De hecho, la botonería repartida por el habitáculo del Juke quizá no siga las últimas tendencias de estilo pero está bien resuelta. No hay botones táctiles pero todos los botones físicos tienen un buen tacto y un tamaño adecuado. Además la ubicación de los mismos también es acertada, todo está donde esperas que esté. El único botón que no queda mano porque está casi pegado al reposabrazos central es el de la activación del e-Pedal, una función de la que hablaré más tarde.
La instrumentación combina dos diales analógicos con una pantalla digital. El dial de la izquierda muestra un potenciómetro y el nivel de carga de la batería, el de la derecha la velocidad y el nivel del depósito de gasolina. La pantalla central tiene una calidad imagen correcta y brinda numerosas formas de visualización y todos los datos necesarios, incluyendo un diagrama en tiempo real de funcionamiento del sistema híbrido.
¿Qué tal estarán los pasajeros de la parte trasera? La escasa longitud de la carrocería del Juke y las voluminosas formas exteriores hace pensar que encontraremos una segunda fila de asientos poco habitable, que es lo que sucedía en la primera generación del crossover urbano.
Sin embargo este pequeño Nissan sorprende al ofrecer unas plazas traseras con un espacio notable, dejando sitio suficiente para las piernas y para la cabeza de pasajeros de hasta 1,80 m de estatura. Evidentemente el espacio es apto para dos, la plaza central es notablemente más estrecha pensada para un uso ocasional, no podemos esperar milagros.
El equipamiento para los usuarios de las plazas posteriores se reduce a una toma USB, un par de posavasos en las puertas y unos siempre prácticos bolsillos situados en los respaldos de asientos delanteros. No hay salidas de ventilación, tomas de 12 V o reposabrazos, ausencias habituales en muchos modelos del segmento B-SUV.
Para acceder a espacio de carga no existe la posibilidad de equipar un portón con apertura eléctrica pero como no pesa demasiado no hay problemas en la apertura. Sí me han parecido muy mejorables los tiradores interiores para cerrar el portón porque parecen muy endebles.
El maletero tiene una capacidad de 354 litros, siendo inferior a la versión de gasolina en 78 litros debido a la presencia de la batería. El espacio está compartimentado gracias a un piso que se puede poner a dos alturas y si se coloca en la posición superior cuando se baten los respaldos posteriores queda una superficie completamente plana y un volumen de carga de 1.477 litros.
La singularidad del Nissan Juke Hybrid es, lógicamente, su tren motriz. Aprovechando los recursos de la Alianza, el japonés usa el sistema híbrido heredado de Renault que también impulsa al Clio E-Tech Full Hybrid y al Captur E-Tech Full Hybrid.
El motor de gasolina de 1.6 litros y cuatro cilindros produce 69 kW (94CV) y 148 Nm de par máximo y se asocia a un motor eléctrico de 36 kW (49CV) y 205Nm de par. En conjunto el sistema desarrolla 143 CV y un par de 250 Nm. La batería de iones de litio tiene una capacidad de 1,2 kWh y está refrigerada por agua.
Una de las singularidades de esta tecnología híbrida es la ingeniosa trasmisión multimodo. Esta caja de cambios utiliza embragues de empuje en lugar de anillos sincronizadores convencionales y es multimodo porque tiene dos marchas para el motor eléctrico principal y cuatro marchas para el motor de combustión.
Generalmente los coches híbridos muestran su lado más eficiente cuando se hace una conducción urbana y esto es especialmente notorio con el sistema híbrido del Juke. En ciudad puede gastar realmente poco exponiendo consumos por debajo de los 4 l/100 km con facilidad. Sin embargo, en carretera los registros de consumo son menos impresionantes porque el motor eléctrico entra en acción pocas veces así que es el motor de combustión es que tiene que hacer casi todo el trabajo.
En territorio urbano es donde mejor se mueve, no sólo por su menor gasto de combustible. Se desplaza con suavidad y fluidez, su mayor altura respecto a un turismo ayuda a tener una mejor visión del tráfico, permite maniobrar con facilidad y resulta silencioso cuando se mueve en modo eléctrico.
En el salpicadero hay un botón EV que nos permite obligar a sistema circular en modo 100% eléctrico, algo que puede hacer siempre que estemos por debajo de 55 km/h y haya carga suficiente en la batería. De todos modos lo más práctico es dejar que el sistema decida automáticamente si debe avanzar utilizando el motor eléctrico, el motor de combustión o ambos.
La caja de cambios multimodo en general hace un buen trabajo, salvo momentos puntuales. Cuando tiene que afrontar una pendiente acusada o una fuerte aceleración el motor se mantiene muy revolucionado y resulta ruidoso. En esas situaciones habría sido de agradecer que la transmisión contara con algún modo secuencial para poder ajustar adecuadamente la mejor marcha, sin embargo no es posible hacerlo me acabas de la palanca ni mediante unas inexistentes levas.
Nissan siempre ha buscado que son SUV más desenfadado tenga una imagen juvenil y deportiva -recordemos que incluso llegó a tener una versión Nismo-. Por este motivo la configuración de conducción tiene un toque picante, demostrando una buena agilidad y una dirección de buen guiado. La suspensión tiene un tarado ligeramente firme pero no resulta dura así que el confort de marcha es razonable. Sí quita un poco de comodidad en superficies bacheadas las enormes llantas de aleación de 19 pulgadas, quizá excesivas para un coche de este segmento.
Para conjugar esas facetas eficiente y deportiva, aparentemente antagonistas, el Nissan Juke cuenta con tres modos de conducción que se seleccionan mediante una pestaña situada en la base del cambio con la inscripción D-Mode. Son los modos Eco, Estándar y Sport y seleccionando uno u otro cambia la respuesta de acelerador, la prioridad de la climatización, el funcionamiento sistema de control de crucero y el nivel de retención.
El programa Eco es el más eficiente pero la respuesta del motor se ve mermada, demasiado para mi gusto. Durante mis recorridos que utilizado la mayor parte del tiempo en programa Estándar con el que me ha parecido que se pueden conseguir unos consumos casi tan bajos como los del modo Eco pero con un rendimiento más satisfactorio en la mayor parte de las circunstancias. El modo Sport desarrolla las máximas prestaciones incrementando notablemente el consumo y la sonoridad a bordo, sólo me ha parecido útil en situaciones muy puntuales como adelantamientos.
No se puede ajustar la frenada regenerativa manualmente, como decía antes la retención depende del modo de conducción escogido. El modo Sport retiene mucho mientras que el Eco permite un mayor deslizamiento por inercia así que es otro motivo por el que jugar con los programas de conducción.
Además, el Juke Hybrid tiene una función e-Pedal que se puede activar mediante un botón. Es muy poco frecuente encontrar esta función en un vehículo híbrido, ya que suele estar destinada a modelos totalmente eléctricos. Claramente ha sido heredada del Nissan Leaf y sirve para la conducción con un único pedal aunque, a diferencia del Leaf, este sistema no detiene completamente el coche. Disminuye la velocidad hasta unos 8 km/h y el pedal de freno debe utilizarse para detener el vehículo por completo.
Cuando esta función está activa, se puede avanzar pisando el pedal del acelerador y reducir la velocidad simplemente aliviando la presión sobre el mismo, sin tener que tocar el freno en la mayor parte de circunstancias. Requiere un cierto periodo de adaptación pero seguramente haya conductores que lo agradezcan.
Con unos requerimientos medioambientales cada vez más exigentes, la incorporación de mecánicas electrificadas en todos los segmentos es un paso lógico y por ello el Juke híbrido es una elección racional. Con mejores prestaciones, etiqueta Eco y un consumo muy bajo, el Nissan Juke Hybrid es una elección mucho más interesante que la otra opción mecánica disponible en la gama del crossover, el gasolina 1.0 DIG-T de 112 CV. El único inconveniente es su precio porque el híbrido está disponible desde 28.000 euros.