PruebaPrueba Nissan Pulsar 1.5 dCi Tekna (I): Motores, consumo y comportamiento

Tras haber conducido 1.000 kilómetros con el nuevo Pulsar, reconozco que lo había subestimado. Aunque está basado en un compacto pensado para otros mercados, la puesta a punto del Pulsar europeo es idónea para nuestros gustos. No puede descartarse como opción de compra de un compacto.

Prueba Nissan Pulsar 1.5 dCi Tekna (I): Motores, consumo y comportamiento

9 min. lectura

Publicado: 02/04/2015 16:00

El nombre "Pulsar" no tiene nada de nuevo en la marca, se usa desde 1978, aunque en Europa lo conocimos como Cherry o Almera. Este compacto, que se fabrica en España, está perfectamente a la altura de los mejores rivales del mercado, como Volkswagen Golf o Ford Focus. Estaría en mi lista de opciones si buscase un coche de segmento C.

No se trata de un coche impersonal pensado para venderse por todo el mundo, el Pulsar español tiene una imagen diferenciada con el Pulsar oriental, una puesta a punto específica, un equipamiento a la altura de las expectativas del cliente del segmento C, elevada puntuación EuroNCAP y motores conocidos del Grupo Renault.

Sinceramente, esperaba menos de él, pero me alegra haberme equivocado

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El Pulsar me ha gustado más que el Mégane, y también me convence más que las versiones de similar potencia del León. Está tan bien puesto a punto a nivel de chasis que con una suspensión trasera de barra de torsión no he echado de menos una independiente. Es muy dócil aunque se conduzca con agresividad, en esas condiciones el León no me transmite la misma confianza usando el mismo tipo de suspensión.

El motor va muy cómodo en sexta en autovía, apenas hay necesidad de reducir a quinta

La versión probada tiene el conocido motor 1.5 dCi (K9K) de 110 CV, el cual conozco desde que salió al mercado. En su última evolución se aprecia la madurez que ha experimentado, tanto que no me recuerda para nada al Mégane II con sus primeras versiones. Gasta poco, tiene unas buenas prestaciones y en refinamiento ¡no hay color!

Es muy fácil bajar el consumo de 5 l/100 km de gasóleo

Aunque tiene marchas muy largas, no es un coche pesado recuperando. Este motor tiene poca cilindrada y no es sorprendente acelerando, pasadas las 4.000 RPM empuja poco, pero tiene una fuerza generosa entre 1.750 y 2.000 RPM. La aguja del tacómetro se moverá habitualmente en ese abanico si no excedemos las velocidades legales. Hace 0-100 km/h en 11,5 s y alcanza 190 km/h.

El trabajo de aislamiento del motor es notable, porque el motor se nota poco en la mayoría de circunstancias, aunque tiene un soniquete típico a altas revoluciones típico de cualquier 1.5 dCi. Si dejamos caer las revoluciones de 1.500 notaremos que empieza a vibrar más, algo bastante soportable, y que empieza a ahogarse. En general me parece un Diesel que puede aceptar el tradicional cliente de un gasolina, hasta el punto de olvidarse de qué bebe hasta que toque repostarlo.

La palanca de cambios tiene un manejo muy agradable, de lo más satisfactorio que hay en el segmento

El depósito es de 46 litros, y en buenas manos puede durar 1.000 kilómetros; solo con la mitad del depósito pude hacer 500 kilómetros. Empezando la prueba lleno, me quedé en reserva a los 823 kilómetros, con un remanente según ordenador de 124 kilómetros. El cálculo de autonomía es muy impreciso, me marcaba 612 al llenar, y tardó mucho en darme una estimación realista con mi forma de conducir.

Homologa 3,6 l/100 km, en realidad gasta más, pero muy poco más

En mi recorrido habitual de las mañanas, de Villalba a Getafe por autovía, he bajado fácilmente de 4 l/100 km, siendo mi récord 3,2 l/100 km a una media cercana a 100 km/h. La media declarada por el ordenador en la prueba ha sido 4,3 l/100 km, muy cercana a la media real de consumo, 0,2-0,3 l/100 km superior. A 120 km/h en sexta y llano, el instantáneo está entre 2,5 y 3 l/100 km, lo cual me parece sorprendente.

Estos datos los he conseguido con los neumáticos 205/50 R17, los más grandes que monta y asociados al equipamiento más alto. No son neumáticos de baja resistencia a rodadura para consumir poco, son Continental SportContact, y de un rendimiento brillante llevando el compacto al límite, y avisan con margen antes de perder agarre. Las ruedas traseras iban levemente sobreinfladas.

No hay que ser un experto en conducción eficiente ni conducir anormalmente despacio para lograr esas medias. Ambos registros se han conseguido con un desnivel de 300 metros de altura en 62 kilómetros

En otras palabras, el Pulsar tiene un consumo muy ajustado sin necesidad de llevar antiestéticas ruedas con tapacubos aerodinámicos, ni pagando el peaje de unas marchas que ahoguen el motor, ni con sobreprecios adicionales. Solo se vende una versión Diesel del Pulsar, no echo de menos una menos potente, esta sirve para la amplia mayoría de la gente y no creo que se gastase apreciablemente menos.

Tendremos el aplomo de una berlina, pero por menos dinero

Tiene una suspensión muy agradable para viajar, con un toque deportivo, y permite hacer alguna que otra locura en carreteras de curvas. El control de estabilidad actúa solo cuando realmente es necesario, no se convierte en un estorbo. Debo anotar una pega, y es que la suspensión rebota mucho y rápido (alta frecuencia de amortiguación) en determinados asfaltos. Otros compactos filtran mejor esas imperfecciones del firme.

Coincido con mi compañero Fran Valle, cuando hizo la toma de contacto. El Pulsar es una buena base para calzarle un motor más potente, ya sea un Diesel de 150-160 CV o un gasolina turbo de 190 CV (ya disponible). Sin duda la versión Nismo será interesante. Con esta potencia tiene un diferencial delantero electrónico que simula un autoblocante, en mi opinión es satisfactorio en carreteras de curvas.

El conocido motor K9K, de fabricación vallisoletana, ha alcanzado un grado de madurez considerable: es refinado y austero

Respecto al sistema Stop&Start, que es de serie en toda la gama, destaco lo poco que se nota que el motor se ha apagado, y eso que es un Diesel. El arranque es rápido y sin sacudida, lo único que me mosquea del sistema es que actúa menos que en sistemas de la competencia. En toda la prueba solo he ahorrado las emisiones/consumo equivalentes a ¡menos de 3 kilómetros! (0,238 kg de CO₂).

Sabiendo eso, no le criticaría que careciese de Stop&Start, poco beneficio veo ahí

No me he comido muchísimos semáforos, ojo, el ahorro sería sensiblemente superior en trayectos urbanos con paradas frecuentes. Al igual que a otros compañeros de profesión, el Stop&Start me despista, no sabría determinar cuándo se apagará el motor y cuándo se queda encendido. Para ese viaje no necesitábamos alforjas.

Disfruté cada kilómetro con el Pulsar, hasta tuve que improvisar cómo hacer más recorrido del que suelo cada semana. Los más exigentes apreciarán que la dirección puede ser un poco más informativa, pero con esta potencia poco más podemos pedirle a un compacto. Ni siquiera las alternativas Premium me parecen mejores en ese sentido.

Las visitas a la gasolinera se pueden alargar hasta 1.000 kilómetros una vez le hayamos cogido el punto y no superemos los límites de velocidad en autovías y autopistas

Próximamente, más...

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