Prueba Nissan Qashqai 1.2 DIG-T 115 CV, el equilibrado punto medio (con vídeo)

Te contamos en vídeo nuestras impresiones al volante del renovado Nissan Qashqai, el crossover más vendido del mercado y ‘culpable’ de convertir en tendencia a los SUV. Ponemos a prueba el pequeño motor de gasolina 1.2 DIG-T de 115 CV del modelo japonés ¿Es una buena elección?

Prueba Nissan Qashqai 1.2 DIG-T 115 CV, el equilibrado punto medio (con vídeo)

14 min. lectura

Publicado: 11/04/2018 21:00

En los últimos años ha habido dos tendencias muy claras. Por un lado el auge de los SUV, que en la mayoría de los mercados triunfan en todos sus formatos, tamaños y estilos. Por otro, también es evidente la pérdida de interés por los coches diésel, una tendencia muy acusada en Europa desde el escándalo del dieselgate, que ha llevado a que los motores de gasolina vuelvan a tener mucho tirón.

La combinación de ambas preferencias en auge debería ser un producto interesante, una fusión cuyo resultado lógico es el coche que protagoniza esta prueba. Es el Nissan Qashqai, el indiscutible líder de ventas entre los SUV, con el motor de gasolina más buscado de su gama, el 1.2 DIG-T de 115 CV.

Es el indiscutible Rey de los Crossovers. El Qashqai no fue el primero del segmento pero sí el que lo popularizó, lo convirtió en tendencia cuando su primera generación llegó a los concesionarios en 2006. Desde entonces le han ido saliendo muchísimos rivales de todas las marcas que han tratado de seguir sus pasos pero no han podido con él. Ha evolucionado, sigue siendo un superventas y lleva una década alardeando de ser el todocamino más vendido del mercado y el producto más exitoso de Nissan en Europa en toda su historia.

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El color Azul Vivid le sienta como un guante

El año pasado la segunda generación del modelo japonés recibió una actualización importante con nuevo equipamiento y un aspecto más moderno. Además, nuestra unidad es el acabado Tekna+, que lleva todo lo que puede un Qashqai: faros Full LED direccionales, varios elementos en cromo mate como las molduras de los paragolpes o las carcasas de los retrovisores, las llantas de aleación de 19 pulgadas, un práctico parabrisas delantero calefactable y una antena de radio con estilo de aleta.

En el interior lo primero que llama la atención son los asientos, exclusivos para la versión tope de gama. Están tapizados en suave cuero napa, los delanteros son calefactables y tienen regulaciones eléctricas, además con función de memoria para el conductor. Resultan muy cómodos y llaman la atención por su diseño inspirado en la correa de un reloj de pulsera.

Los asientos son magníficos por ergonomía, diseño y calidad de realización

Las plazas traseras son confortables y se agradece el techo solar panorámico, que no es practicable pero que ocupa casi la totalidad del techo y da más luminosidad y una mayor sensación de espacio. Aquí hay espacio para pasajeros de hasta 1,80 m o poco más, así que dos personas irán bien pero tres no tanto por cuestiones de anchura. Además la plaza central es más incómoda que las otras dos porque tras respaldo es bastante más duro y taras él se ubica un reposabrazos.

El maletero del Qashqai tiene 430 litros (401 litros si monta rueda de repuesto), un tamaño normal para un SUV de 4,39 m de longitud. Destaca por ser muy modulable gracias a un doble fondo que permite tener dos alturas o configurar y dividir el espacio según nuestras necesidades en 18 configuraciones diferentes. Si se abaten los asientos traseros se obtienen hasta 860 litros de capacidad.

El diseño del salpicadero es bastante clásico. La parte superior está formada por un material mullido, la inferior es de un plástico sencillo y duro y hay algunos módulos rematados en negro brillante. Este recurso queda muy elegante, sí, pero es poco práctico porque se ensucia enseguida y las marcas, el polvo o los dedos se aprecian rápidamente con el uso. Los mandos tienen un tacto correcto, aunque hay algunas excepciones de algunos botones con aspecto anticuado como los de la regulación de los retrovisores o las luces del techo.

Entre el equipamiento del modelo estrella de Nissan destaca el bonito volante multifunción forrado en piel con la parte inferior achatada, un sencillo cuadro de instrumentos que integra una pantalla de 5 pulgadas con toda la información del ordenador de a bordo, un freno de mano eléctrico, el arranque por botón o un sistema de sonido firmado por el especialista Bose.

También hay que mencionar el sistema multimedia Nissan Connect que cuenta con una pantalla táctil de 7 pulgadas. Es muy completo y sencillo de utilizar, tiene diferentes aplicaciones para mantenerse conectado (como Facebook o Twitter) y brinda muchísimas funciones como navegación, bluetooth, muestra las imágenes de las cámaras del sistema perimetrales, conexión a Internet, búsqueda en Google o el servicio Send-to-car. Sin embargo, se está quedando desfasado en algunos aspectos. La calidad de imagen de la pantalla es mejorable, cuando le da la luz no se ve bien y no tiene compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto.

La pantalla multimedia tiene una baja resolución

El equipamiento de seguridad es muy amplio y resulta uno de los grandes puntos a favor del crossover japonés. El Qashqai tiene asistente de cambio de carril, asistente de luz de carretera, reconocimiento de señales de tráfico, frenada automática de emergencia con detección de peatones, control de ángulo muerto, detector de fatiga, sistema de detección de objetos en movimiento, alerta de tráfico trasero en fin, todo un arsenal tecnológico de seguridad activa y pasiva.

Esta unidad lleva el motor de gasolina 1.2 DIG-T con 115 CV. Es un propulsor de cuatro cilindros sobrealimentado que sigue la línea del downsizing con sólo 1,2 litros de cilindrada y que destaca por un funcionamiento suave y silencioso. No llegan vibraciones ni a través del volante ni de la palanca de cambios, así que en general resulta muy agradable. Sin embargo tiene poca fuerza, en especial en la zona baja del cuentarrevoluciones.

Llaneando puede mantener velocidades de crucero elevadas sin problemas pero le cuesta coger velocidad cuando hay pendientes pronunciadas o cuando vamos muy cargados. En esos casos hay que recurrir con frecuencia al cambio manual de seis velocidades, que tiene unas marchas bien escalonadas pero el grado de refinamiento al insertar las marchas con la palanca podría ser bastante mejor. Este propulsor también puede combinarse con una caja automática Xtronic de tipo CVT.

No tiene unas prestaciones elevadas pero transmite aplomo y reacciones predecibles

El consumo homologado de este motor con el cambio manual es de 5,6 l/100 km y es un valor que se puede conseguir yendo muy suave a velocidades moderadas. En una conducción más despreocupada con este C-SUV lo normal será rondar los 6,5 l/100 km o incluso algo más si hacemos mucha ciudad. No es excepcional pero sí un buen dato.

Probablemente el mejor motor de la gama Qashqai es el diésel 1.6 dCi de 130 CV. Es suave, tiene buenas prestaciones gasta muy poco pero hace que el Qashqai cueste 3.350 euros más. Así que si tu presupuesto anda ajustado, le tienes alergia al diésel y te gusta hacer una conducción tranquila este 1.2 DIG-T es una buena opción.

Las dimensiones compactas del Qashqai lo hacen muy manejable y maniobrar es muy sencillo porque tenemos sensores de aparcamiento delanteros y traseros y un sistema de cámaras de 360 grados que permiten tener controlado todo el entorno del vehículo. Para simplificar aún más las cosas Nissan brinda un asistente de aparcamiento inteligente. Es muy preciso y válido para estacionamiento en línea o en batería aunque el procedimiento para utilizarlo es muy lento.

A pesar de ser un todocamino olvídate de complicarte la vida fuera del asfalto, mejor mantenerse por caminos sencillos y sin grandes obstáculos. Más teniendo en cuenta que este motor sólo se puede vincular a la tracción delantera. La tracción total sólo está disponible en el diésel de 130 CV.

Encontrar una posición de conducción confortable es muy sencillo gracias a las grandes regulaciones de la dirección y el asiento

El tarado de la suspensión hace que en marcha sea muy confortable, más de lo que podemos esperar en un coche con llantas de 19 pulgadas. No destaca por su agilidad y la dirección no transmite mucha información así que no invita a llevar ritmos altos en carreteras reviradas. Hay varias ayudas electrónicas presentes en segundo plano como por ejemplo el sistema Chassis Control que incluye un Control de Trazada Activo que actúa sobre los frenos para evitar el subviraje y el Control Activo de la Calzada que trata de minimizar las oscilaciones de la carrocería al pisar firme irregular.

Siendo sinceros, el Qashqai no parece el mejor de su segmento en nada. No tiene el diseño más espectacular de la categoría pero es bastante bonito. No tiene una habitabilidad espléndida pero ofrece espacio suficiente. Unos cuantos modelos le superan en calidad de acabados pero los del Qashqai cumplen bien. No tiene el maletero más grande pero es suficientemente versátil y capaz.

Del mismo modo no tiene elementos de equipamiento sofisticados como un cuadro de instrumentos digital, ni diferentes colores de luz ambiental, ni una pantalla multimedia enorme, ni volante calefactado pero aún así está muy bien equipado. Algunos SUV le superan en capacidades offroad pero al menos puede tener tracción total. No ofrece un dinamismo fuera de serie pero tampoco es torpe y se muestra aplomado y seguro.

Los rivales han aumentado pero el Qashqai sigue siendo un referente entre los crossovers

Quizá ahí está la clave del éxito de este modelo: no es sobresaliente en ningún aspecto pero en todas las facetas cumple bien así que no hay ningún motivo para descartarlo busques el crossover que busques. A la hora de comprar un SUV compacto el Qashqai va a estar en casi todas las quinielas porque su virtud es ser el punto medio. Es un coche que está muy bien pensado, es muy práctico y versátil.

Además tiene un precio muy interesante. El Nissan Qashqai está disponible desde 22.000 euros en la versión de acceso que lleva este motor de gasolina de 115 CV. Una unidad como la de esta prueba con el acabado Tekna+, que lleva toda la dotación de tecnología y confort posible, cuesta 30.250 euros. A esa cantidad se le pueden restar más de 4.000 euros si se financia y se entrega coche usado, lo que deja un precio final muy tentador para un crossover con vocación familiar que se muestra muy versátil y bien equipado.

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