Prueba Opel Insignia Grand Sport 2017
Es uno de los sedanes más exitosos de Europa y le ha llegado la hora de renovarse ¡Y de qué manera! La segunda generación del Opel Insignia ha dado un enorme salto en diseño, tecnología y calidad para seguir siendo una de las referencias del segmento. Lo he conducido para contarte todos sus secretos
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Publicado: 29/05/2017 18:00
Los modelos con la clásica carrocería sedán están de capa caída, cada vez más arrinconados comercialmente por el auge de los SUV. Una tendencia de la que en Opel no se muestran ajenos, habiendo dispuesto una gama completa con el recientemente renovado Mokka X, el nuevo Crossland X y el futuro Grandland X.
Si las berlinas de tres volúmenes han perdido terreno ¿por qué Opel sigue apostando fuerte por los sedanes? Para entender la importancia del Opel Insignia en la gama del fabricante alemán basta mencionar que de la primera generación se vendieron 940.000 unidades. Una cifra que sitúa al Insignia como el cuarto modelo de Opel más vendido en los 118 años que la marca lleva fabricando coches.
Sin salir más allá de nuestras fronteras, el Insignia puede presumir de ser uno de los modelos de su segmento más buscados en España en los últimos años, especialmente en el canal de particulares, con 77.000 unidades entregadas desde 2008. Una categoría tradicionalmente liderada por coches de corte premium, pero donde incluso el Insignia fue capaz de superar a todos para ser el más popular en 2014.
La segunda generación del Opel Insignia realizó su estreno mundial en el último Salón del Automóvil de Ginebra y llegará a los concesionarios este verano. Su producción se localiza en la factoría alemana de Rüsselsheim, en el mismo corazón de la marca, y recoge la herencia no sólo del modelo anterior sino también de los buques insignia que le precedieron como el Kapitän, el Admiral y el Diplomat.
Deportivo y señorial a partes iguales
Para conocer el resultado hemos asistido a la presentación nacional del nuevo Opel Insignia Grand Sport que ha celebrado la marca que desde marzo pertenece al Grupo PSA. El apellido Grand Sport hace referencia la carrocería berlina, mientras que la denominación Insignia Sports Tourer queda reservada para la variante familiar y el Insignia Country Tourer será la futura variante campera. La carrocería de cuatro puertas, que apenas congregaba el 10% de las ventas totales en la primera generación, desaparece en este nuevo modelo.
Las dimensiones del Opel Insignia Grand Sport crecen 55 mm respecto a su antecesor hasta los 4.897 mm de longitud, al tiempo que la altura es 29 mm más baja quedando fijada en 1.455 mm, la anchura llega a los 1.863 mm y las vías aumentan 11 mm. Nuevas proporciones que también se aprecian en una distancia entre ejes que ha crecido 92 mm hasta los 2.829 mm provocando unos voladizos más cortos.
El diseño es muy deportivo derivado del espectacular Concepto Monza, con una silueta atlética y afilada que arroja un coeficiente aerodinámico de sólo 0,26. Además, el Insignia Grand Sport es hasta 175 kilos más ligero que su predecesor, una dieta que tiene su reflejo positivo en el apartado dinámico y en la eficiencia.
La parrilla delantera es grande y baja tomando el protagonismo del frontal. Al frente también destacan los delgados faros delanteros con el sistema de iluminación IntelliLux LED Matrix de segunda generación (ahora con 32 segmentos LED, el doble que el anterior sistema) y cabe mencionar, además, que el Insignia es el primer Opel con un capó activo de aluminio.
Las líneas limpias y fluidas bañan todo el aspecto exterior, mientras la curvada línea del techo aporta un aire muy dinámico que se acentúa con un borde cromado que recorre las ventanillas sólo por su parte superior. El nuevo Insignia Grand Sport se decanta por la practicidad de un gran portón para dar acceso a la zona de carga, en una zaga donde también encontramos unos pilotos LED.
El conjunto proporciona una imagen muy atlética, incluso en las versiones estándar. De todos modos, para quien quiera subrayar más el aspecto deportivo de este modelo tiene la opción de equipar el paquete OPC Line como el que lleva la unidad de color rojo de las fotografías que incluye defensas delanteras y traseras, taloneras laterales, spoiler trasero y salidas de escape visibles ¿Es el nuevo Insignia Grand Sport una de las berlinas más atractivas del momento? No tengo duda de que la respuesta a esa pregunta es un rotundo sí.
El nuevo Opel Insignia Grand Sport ya está en los concesionarios españoles por un precio desde 28.658 euros
Habitáculo confortable y bien resuelto
Voy a echar un vistazo al interior. Nada más sentarme dentro resulta evidente que cuenta con una posición de conducción más baja (3 cm más bajo según Opel) y un interior más habitable en todas las cotas. La comodidad en las plazas delanteras está asegurada tanto por espacio como por las múltiples y amplias regulaciones de los asientos ergonómicos con certificación AGR, que pueden estar calefactados, ventilados y contar con función de masaje. No se puede pedir más.
Atrás, los asientos posteriores sorprenden por el enorme espacio para las piernas. Sin duda es de los modelos de su segmento que más destacan en este sentido, mientras que en anchura y altura están en la media. De hecho, la caída del techo hace que pasajeros de más 1,85 m de estatura rocen con la cabeza, algo que no ocurre en el familiar Insignia Sports Tourer. Ah, me olvidaba comentar que, por primera vez, las plazas traseras pueden ir calefactados así que el que pase frío es porque quiere.
La practicidad se demuestra con múltiples huecos para dejar cosas. En las puertas delanteras caben botellas de hasta 1,5 litros y en las traseras botellas de hasta de 1 litro, la guantera ofrece 5,5 litros de capacidad y el compartimento bajo el apoyabrazos de la consola central brinda otros 2,8 litros adicionales. El maletero tiene 490 litros de capacidad, un volumen que crece hasta un máximo de 1.450 litros plegando la segunda fila de asientos en tres secciones de 40:20:40.
En cuanto a calidad y diseño interior, este Insignia también sube el listón. Se nota que Opel ha querido cuidar todos los detalles y la sensación de calidad que transmite todo el interior del modelo alemán es elevada aunque el aspecto sea, en general, muy sobrio y clásico. Los trazos son limpios y sencillos mientras que el salpicadero está orientado hacia el conductor.
Al volante, la información llega a través de un cuadro de instrumentos parcialmente digital. La parte central está compuesta por un display digital que ofrece la información más importante de una manera clara y atractiva, pero desluce el resultado al estar acompañado a ambos lados de relojes analógicos con un diseño un poco anticuado. La combinación no me ha terminado de convencer. Sí que está muy bien el Head Up Display, realmente completo y que ofrece una visión magnífica por tamaño de las grafías y contraste.
En la parte central del salpicadero está el sistema multimedia que puede ser de dos tipos, ambos compatibles con Apple CarPlay y Android Auto. De serie se equipa el sistema IntelliLink R4.0 con una pantalla de 7 pulgadas mientras que el IntelliLink Navi 900 integra navegación y recurre a una pantalla de 8 pulgadas.
Las unidades que he probado tenían el sistema IntelliLink, que funciona realmente bien por precisión y rapidez. Algunos menús no me han parecido muy intuitivos y hace falta familiarizarse con ellos. Por supuesto también integra Opel OnStar, la función de conectividad estrella de la marca alemana, que procura un punto de acceso Wi-Fi 4G/LTE y además añade nuevos servicios como es la reserva de hoteles (a través de Booking) y de aparcamientos.
Prueba Opel Insignia Grand Sport 2.0 Turbo 260 CV
Ya va siendo hora de ponerse en marcha y quiero empezar por la puerta grande escogiendo la versión más potente y prestacional de la gama: el Insignia Grand Sport 2.0 Turbo de 260 CV, que con su llamativo color rojo y el paquete OPC Line atraía todas las miradas. Esta versión tiene dos particularidades específicas que son su tracción y su transmisión.
Sí, por primera vez el Insignia está disponible con tracción integral aunque sólo está disponible en el caso de este 2.0 Turbo. Estrena el sistema de tracción total inteligente Twinster AWD con reparto vectorial de par que distribuye el par a las ruedas individualmente para garantizar la tracción óptima en todo momento. En condiciones normales se transmite todo la fuerza a las ruedas delanteras pero si es necesario se puede transferir hasta un 70% del par al eje trasero.
En cuanto a su transmisión, también hay grandes novedades. El Grand Sport de 260 CV viene asociado a una caja de cambios automática de convertidor de par con 8 velocidades completamente nueva. Me ha parecido muy suave y agradable, aunque no especialmente rápida a la hora de cambiar de marcha cuando se practica una conducción alegre.
Y es que, a pesar de que su imagen nos puede llevar a engaño, el nuevo Insignia no pretende ofrecer unas sensaciones deportivas. Lo cual no quiere decir que las prestaciones no sean elevadas, que lo son, como corresponde a una versión de esta generosa potencia y un elevado par máximo de 400 Nm entre 3.000 y 4.000 rpm.
Lo que ha tratado Opel es que la parte dinámica sea muy buena, incluyendo de serie el sistema de conducción adaptativa FlexRide en esta versión, pero sin que se pierda ni una pizca de confort. De este modo, aunque la agilidad y aplomo son muy superiores a los del modelo precedente, la entrega de potencia es muy progresiva y lineal para evitar cualquier brusquedad. También se aprecia esta intención en características como una dirección que transmite poco feedback y está muy asistida.
Prueba Opel Insignia Grand Sport 2.0 Diesel 170 CV
Me bajo de la versión más potente de gasolina y me subo a la más potente de gasóleo. El Insignia Grand Sport 2.0 Diesel tiene bajo su capó un motor de cuatro cilindros y 170 CV, un viejo conocido porque es el mismo que ya se ofrecía en el modelo de primera generación, pero revisado.
Está vinculado necesariamente a una caja manual de seis velocidades, que me ha parecido una delicia por su manejo y precisión. El escalonamiento de las marchas es muy acertado y permite aprovechar la fuerza del propulsor, que es mucha, puesto que desarrolla 400 Nm a sólo 1.750 rpm.
La sonoridad es ligeramente mayor, al igual que las vibraciones, pero aún así apenas se transmiten al interior. Se nota que la marca alemana ha trabajado mucho en el aislamiento del nuevo Insignia, demostrando una vez más que el confort ha sido un objetivo prioritario y uno de sus grandes valores.
A pesar de ser de tracción delantera, esta versión del Insignia Grand Sport ha perdido su carácter subvirador y se muestra muy neutro en curva, algo que aporta mucha confianza al volante y anima a llevar ritmos altos que puede mantener sin problemas. Sin duda es una magnífica opción para los que quieran hacer largos viajes porque su relación prestaciones- consumo - comodidad presenta un fantástico equilibrio.
Más aún si tenemos en cuenta que tenemos una larga lista de sistemas de seguridad, asistencia y confort como el asistente de mantenimiento de carril (con corrección automática de la dirección), el sistema de frenada automática de emergencia, el asistente de reconocimiento de señales de tráfico, la útil cámara de 360º, el control de velocidad adaptativo o el asistente de aparcamiento.