Prueba Opel Mokka 2025. ¿Su puesta al día justifica su precio? (Con vídeo)
El Opel Mokka 2025 llega renovado con un diseño atrevido, tecnología mejorada y opciones mecánicas para todos los gustos. ¿Vale lo que cuesta o hay opciones de compra más sensatas? Analizamos si sigue siendo competitivo.

La actualización del Opel Mokka, en vídeo
El Opel Mokka 2025 ha llegado pisando fuerte, con un diseño renovado y muchas ganas de seguir siendo ese crossover urbano que conquistó a muchos desde su lanzamiento. ¿Realmente sigue siendo una opción interesante en un segmento tan competitivo? Lo ha conducido en su presentación para averiguarlo y os cuento mi experiencia. Os anticipo que hay algo que me chirría y no estoy seguro de que os pueda recomendar su compra.
La segunda generación del Mokka lleva cuatro años en el mercado así que ya le tocaba un facelift para mantenerlo fresco en un mercado donde cada vez hay más competidores en este segmento. A pesar del paso del tiempo, lo cierto es que el modelo alemán, de 4,15 m de largo, sigue teniendo en el diseño uno de sus grandes puntos fuertes.
Opel ha sabido crear una identidad visual propia y reconocible en sus modelos actuales. La estética del Mokka sigue siendo una de sus grandes bazas para convencer y por eso en Opel han hecho algunas modificaciones sin que apenas se noten. En esta actualización su imagen ha cambiado ligeramente, apenas unos detalles, lo justo para verse un poco más moderno.

Los paragolpes, tanto delante como detrás, han recibido pequeños cambios en la forma de las entradas de aire, la firma lumínica de faros y pilotos es distinta, se adopta el nuevo logotipo de la marca y desaparecen los elementos cromados para dar protagonismo a los detalles en color negro. Además, están disponibles nuevos colores para la carrocería y algunos diseños nuevos para las llantas de aleación. Nada drástico. Al fin y al cabo, si algo funciona, no lo toques.
Por dentro, más equipamiento y un pequeño milagro
De puertas para adentro, en el nuevo Mokka vamos a encontrar cambios mucho más notables. Sigue habiendo demasiados plásticos duros pero hay una mayor presencia de materiales reciclados, que siempre se agradece, y se aprecia más fresco y actual. Entre las novedades pero debo mencionar que hay un elemento que ha captado mi atención y casi me hace llorar de alegría.

De entre todos los modelos de este segmento de todas las marcas de Stellantis, que no son pocos, por fin hay uno que no pone la consola central en el odioso plástico negro brillante. El Mokka muestra una consola en acabado plata mate y deja atrás el nefasto negro piano que se ensucia y se estropea fácilmente. Mi más sincero agradecimiento, Opel.
Aparte del material, se ha rediseñado la consola para que haya menos botones. El volante, achatado en sus extremos, es completamente nuevo. También se han añadido nuevos equipamientos como los asientos delanteros y volante calefactables, cámara trasera de 180 grados y mayor número de asistentes a la conducción.
La parte digital se concreta con dos pantallas que también son nuevas y viene de serie en todas las versiones. Una para la instrumentación, que es configurable con diferentes vistas para mostrar todos los datos de un vistazo. La otra para el sistema de infoentretenimiento que ahora es más avanzado, con un interfaz muy personalizable y bastante sencillo de manejar, con conectividad inalámbrica para Apple CarPlay y Android Auto y un asistente de voz mejorado que incorpora ChatGPT.

Siendo un facelift no hay cambios relevantes en las plazas traseras. El Opel Mokka es un crossover urbano que no tiene grandes aspiraciones como coche familiar y eso se nota en unas plazas posteriores donde los pasajeros altos notarán que el espacio para las piernas es limitado. Además, la anchura no es la mejor, por lo que tres pasajeros atrás irán apretados.
El maletero, por su parte, ofrece unos 350 litros de capacidad en las versiones de combustión, cifra que se reduce en la variante eléctrica a 310 litros debido a la presencia de la batería. Es un volumen correcto para el día a día, pero se queda algo por detrás de muchos de sus rivales en este segmento. El espacio se puede distribuir a dos alturas y ampliar si se abaten los asientos traseros, algo que puede hacerse en un dos partes asimétricas.

Tres opciones mecánicas para todos los gustos
Como os he anticipado que hay opciones eléctricas y de combustión, entremos en detalle. El nuevo Opel Mokka se puede escoger con etiqueta C, Eco o Cero. La última corresponde al Mokka Eléctrico que es una opción interesante si tenéis enchufe de carga en casa.
La versión con etiqueta Cero del SUV de Opel utiliza un motor eléctrico de 115 kW (156 CV) de potencia y está asociado a una batería con una capacidad de 54 kWh. Tiene una buena autonomía porque homologa 403 km, una cifra que está muy bien para un vehículo de carácter urbano.

Las versiones de combustión utilizan el mismo bloque 1.2 Turbo de 136 CV. Es una nueva generación del motor 1.2 Puretech que tanto dio que hablar por culpa de la correa de distribución. Stellantis ha hecho una actualización profunda de este propulsor y de hecho ya no lleva correa sino cadena de distribución.
Este motor está disponible con o sin hibridación. La versión que no tiene ningún tipo de electrificación está asociada a un cambio manual de seis marchas y es la opción más asequible y sencilla de la gama del nuevo Mokka.
La variante híbrida usa este motor vinculado a un cambio automático y a un sistema MHEV. Tiene, por tanto, el distintivo Eco. El sistema mild hybrid tiene un motor eléctrico de 21 kW (28 CV) que es capaz de desplazar el coche en modo eléctrico en ocasiones puntuales. Gracias a la semihibridación gasta menos combustible y con la caja automática eDCT6 se gana en agrado de uso. Elegir el Mokka Hybrid será un acierto para la mayoría de usuarios.
En cualquier caso, el nuevo Mokka se siente ágil y bien asentado. La suspensión, aunque algo firme, no resulta incómoda y en curvas sujeta bien la carrocería. La dirección es precisa, el chasis está bien equilibrado y las prestaciones son buenas para un vehículo urbanita. Una de las grandes cualidades del Mokka es que en general su comportamiento transmite buenas sensaciones, puede ser divertido para un coche de este segmento.

¿Vale lo que cuesta?
El nuevo Opel Mokka no ha cambiado demasiado respecto a su predecesor pero los cambios que ha recibido le han sentado bien, ahora es un coche más completo y equilibrado. El Mokka 2025 es un coche que sigue entrando por los ojos, es agradable de conducir y ofrece una variedad mecánica interesante. Si os gustaba antes, ahora os gustará mucho más.
¿Lo recomendaría? Depende de lo que busquéis, pero lo que es seguro es que Opel ha sabido darle una segunda juventud a su SUV más pequeño y urbano. Para mí, el mayor hándicap es un precio que lo coloca en una posición delicada. El nuevo Mokka está a la venta desde 24.350 euros, una tarifa que sube a los 32.100 euros para el eléctrico.
No es que sean unos precios disparatados pero se sitúan en una franja donde tiene la competencia en casa: el nuevo Opel Frontera puede llegar a costar algo menos, siendo un modelo totalmente nuevo, más grande y polivalente. El Frontera ahora mismo ofrece una relación precio/producto más atractiva. Ahora os toca elegir entre la opción más racional o la más pasional.
