PruebaPeugeot 3008 HYbrid4, interior (III)

El exterior me ha dejado un sabor agridulce pero en cuanto abro la puerta y me siento dentro, todo mi mundo cambia. ¡Vaya lujazo! Materiales de primera con plásticos acolchados, bien ajustados y con una presencia muy buena. El volante tiene un taco más que correcto y el coche dispone de levas fijas (para mi gusto mejor que las que se mueven con el volante). El cuadro de instrumentos tiene un velocímetro y un reloj cuyo cometido es mostrar el porcentaje de uso de energía del total disponible. También hay un display en el centro con mucha información y al frente, el Head-Up display que se proyecta sobre un cristal que aparece y se esconde a nuestro gusto.

Sobre la consola central hay una pantalla que también aparece o se esconde dependiendo de lo que queramos. La resolución es de marca Premium y el único inconveniente es que está muy alejada y a veces no se percibe parte de la información. Tiene otro inconveniente y es no tener una interfaz clara con un menú principal. La consola central está llena de botones. Justo en el momento en el que Peugeot vende que ‘han despejado el camino’ y ahora la consola central es más limpia, me doy de lleno con la que probablemente sea la más compleja y desorganizada de la marca. A mí me encanta jugar con cada botón, pero puede que alguien se desespere un poco.

Tenemos un disco duro de 11 GB, lector DVD, botones de marcado de teléfono y para la pantalla un botón de suspensión, otro de cambio entre menús y una ruleta para manejarla. Debajo está la unidad de mando que controla el climatizador bizona y luego la ruleta de modos de conducción y la palanca selectora que tiene 4 posiciones: R (reverse), N (Neutro), A (Automático), M (Manual). Como podéis ver, nada sencillo pero muy completo.

Hay un reposabrazos central y un hueco infinito para alojar objetos en su interior. Literalmente quizá puedas introducir medio brazo en el interior. Por espacio, que no sea. La guantera también tiene bastante espacio gracias a que existe otra adicional debajo del volante del conductor con el hueco perfecto para introducir la documentación y las instrucciones del coche.

Si viajamos a las plazas traseras, nos encontramos con el suelo uniforme y plano sin un túnel central que incomode al quinto pasajero. Por ahora todo son ventajas ya que el interior además viene bien iluminado con luces al lado de las agarraderas que se sitúan por encima de las ventanillas laterales. Por dentro, el Peugeot 3008 ha dado el 100% y me gusta mucho lo que veo.

Hay un detalle que no entiendo bien y es un pequeño panel de 4 botones que manejan funcionalidades del display central. Este panel se sitúa

casi a la altura de la rodilla izquierda del conductor y es muy poco accesible.

Además sólo se puede usar con el vehículo en parado. Quizá algún botón

incrustado en el volante habría dado una solución más elegante y eficiente.

Existe otra cosa que se debe mejorar y es iluminar las posiciones de la palanca selectora ya que a veces uno se encuentra a ciegas y no se distingue bien en qué lugar se encuentra.

Con todos estos datos sólo queda girar la llave y arrancar. ¿Encontraremos sorpresas agradables?