Prueba Peugeot 408, un nuevo punto de vista que promete asaltar el mercado
Los SUV han arrasado con todo, pero cuando pensábamos que no había más carrocería que inventar llega Peugeot y nos presenta el 408. Cuesta definirlo, pero tras haberlo probado sí podemos sacar algunas conclusiones sobre él. ¿Se convertirá en un súper ventas?
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Publicado: 29/11/2022 18:00
La denominación 408 no es nueva para Peugeot, pero sí para los europeos. Desde 2010 los franceses la han estado empleando para mercados secundarios como China o América del Sur. Este año es la primera vez que la hemos oído en el viejo continente. La primera vez que lo vimos fue en el pasado mes de junio, y más reciente se ha dejado ver en el descafeinado Salón de París. Ahora, ya con más tiempo, podemos analizar profundamente todo lo que supone el nuevo Peugeot 408.
¿SUV o berlina?
Ni una cosa ni la otra. Peugeot ha buscado un punto intermedio entre ambos mundos. La línea es la de una berlina fastback, pero la altura y los detalles no concuerdan con el segmento. Estamos ante el primer SUV fastback del mercado, o mejor dicho el segundo ya que antes se presentó el Citroën C4 X, la versión hermanada que en realidad comparte no sólo la presentación, también muchos detalles, sistemas y conceptos.
Se trata de una carrocería completamente inédita para Peugeot que de primeras quiere atraer esa pequeña resistencia de conductores que todavía reniega de los SUV. Con un formato intermedio y muy atractivo, los franceses quieren seducirnos al lado oscuro con un coche con una buena altura libre con respecto al suelo; 18,8 centímetros, más inclusive que algunos todocaminos del segmento que apenas pueden alejarse del frío asfalto.
En cuestión de gustos no hay nada escrito, pero es un hecho que el Peugeot 408 llama la atención por la calle, sobre todo por la extravagante presentación. Los creativos de Peugeot no se han dejado ni un sólo detalle en el almacén. Detalles que todo el mundo quiere y busca. Tintes deportivos con parachoques voluminosos y enfoques camperos con los guarnecidos en plástico negro. Todo ello aderezado con seis pinturas llamativas y juegos de llantas de hasta 20 pulgadas.
Los datos de tamaño indican claramente que los galos se centran en lo que vende, el segmento C. El Peugeot 3008 es desde su nacimiento como SUV es uno de los modelos más populares de toda Europa. El segmento C es el más concurrido y es ahí a donde se dirige el 408, aunque por su tamaño podemos decir que también es un segmento D, entre medias del 3008 y el Peugeot 5008. Los 4,69 metros de largo, 1,86 metros de ancho y 1,48 metros de alto así lo delatan. Es casi igual de largo que un Peugeot 308 SW.
¿Cómo es por dentro?
La comparativa con el 308 tampoco va muy desencaminada ya que ambos emplean la misma plataforma EMP2, que también podemos ver en otras unidades como el nuevo Opel Astra o el Citroën C4. Aunque a nivel de diseño no se parecen en nada, de puertas para dentro sí que se deja ver claramente ese hermanamiento. Tanto como que a simple vista cuesta diferenciar en qué modelo te encuentras. Al igual que el compacto, el 408 emplea la misma versión del ya famoso i-Cockpit, que sigue puliendo la posición del volante, aunque para gusto de un servidor sigue yendo demasiado bajo.
Peugeot espera que el 408 sea un coche de volumen y para eso ofrece lo mejor de sí en cuanto a materiales y acabados. Mucha superficie blanda y de agradable tacto que se ensambla correctamente para generar una buena sensación de calidad. No llega al nivel de las marcas premium, pero sí se puede decir que se trata de uno de los generalistas mejor acabados, una lucha que mantiene con rivales como Mazda o Volkswagen. La única parte que no me ha convencido es el guarnecido de las puertas traseras, prácticamente formadas en plástico duro de no excesiva calidad.
Todo el sistema multimedia es de última generación. La instrumentación digital con efecto 3D o de profundidad muestra mucha información, además de diseños diferentes para poder ver los datos de una forma más individual. En cuanto al panel principal del sistema multimedia con hasta 10 pulgadas de tamaño, no hay muchas pegas que poner, aunque sí que es cierto que una vez más se integran demasiadas funcionalidades que pueden suponer un problema a la hora de circular. Incluso la climatización se controla desde la pantalla y requiere demasiados toques que desvían la atención.
Pero en cuanto a rendimiento no se pueden poner muchas pegas. El sistema es fluido, los menús bastante claros y aunque los botones son algo pequeños, los atajos inferiores agilizan mucho la gestión. De forma inalámbrica podemos conectar cualquier dispositivo móvil. Una integración rápida y sencilla que nos permite enlazar nuestro móvil y nuestro coche para poder controlar algunas aplicaciones, principalmente la navegación.
La verdad es que Peugeot ha integrado toda la tecnología de la que es capaz en el 408. La lista de opcionales es muy larga, y aunque por el momento sólo se ha anunciado el acabado First Edition, la gama está segmentada en los habituales niveles de la marca: Allure, Allure Pack y GT. Destacan elementos como la cámara de 360 grados, los faros matriciales de LED con visión nocturna, techo solar, cargador inalámbrico y mucho más, incluyendo una completa dotación de asistentes a la carretera.
¿Es un coche familiar?
La verdad es que sí. El 3008 gusta a muchos clientes por el gran espacio interior que ofrece. Una segunda fila de asientos de cotas generosas y un maletero de gran capacidad. Pues el Peugeot 408 es capaz de batir esas cifras con mucha facilidad. Con una gran distancia entre ejes, los principales beneficiados son los usuarios de la banqueta trasera. Mucho espacio para las piernas, aunque no tanto para la cabeza. Pasajeros de más de 1,75-1,80 metros de estatura tendrán que escurrir el culo para no ir dando con la cabeza. Al final la línea fastback limita esa usabilidad.
Eso a su vez limita el espacio trasero para tres adultos. Lo ideal será no pasar de dos pasajeros, dado que el tercero irá muy estrecho en viajes largos. En cuanto a espacio de carga, Peugeot ofrece un volumen superior al de un 3008, al de un 308. El volumen mínimo de carga del 408 es de 536 litros para las versiones de gasolina y de 454 litros para las variantes híbridas enchufables. La diferencia radica en que en los híbridos desaparece el práctico doble fondo, reservando ese espacio para la instalación de la batería.
¿Qué motores ofrece?
Peugeot ha dicho adiós a los diésel. El 408 no los monta, así que toda la gama se apoya en versiones híbridas enchufables o de gasolina con motores PureTech. Tres son los escalones de potencia. En la parte inferior arranca con el 408 PureTech de 130 caballos con motor de tres cilindros 1.2 litros. En un rango intermedio está el 408 PHEV de 180 caballos que ofrece 63 kilómetros de autonomía homologada y una batería de 10,2 kWh de capacidad neta. Por último está el 408 PHEV de 225 caballos con igual condición eléctrica: batería de 10,2 kWh de capacidad neta y 63 kilómetros de autonomía.
Todas las unidades envían la potencia al eje delantero mediante la gestión de un cambio automático de ocho velocidades. A diferencia del PureTech, el 408 enchufable monta un motor de cuatro cilindros con 1.598 centímetros cúbicos que por sí sólo ofrece 180 caballos y 250 Nm. Un factor a tener en cuenta ya que lo vamos a necesitar cada vez que la parte eléctrica agote su vida. En cuanto a etiquetas, las versiones de gasolina ofrecen la etiqueta C, mientras que los híbridos enchufables disfrutan de la ventajosa pegatina CERO de la DGT, lo que supone numerosas ventajas para el tránsito urbano.
¿Cómo se conduce el Peugeot 408?
Está claro que Peugeot ha apostado por seguir una línea muy clara centrada en el confort. Los últimos productos de la casa han dirigido su atención a la mejora de la calidad de rodadura, penalizando parcialmente el dinamismo, algo que no me parece una crítica. El 408 es un coche que resulta ideal para viajar. Su larga batalla le proporciona un gran aplomo en carretera, con un recorrido de suspensión más grande que en el 308, lo que a su vez incrementa la comodidad.
Durante una semana he podido probar largo y tendido la versión Plug-In Hybrid de 225 caballos, la unidad más potente de la gama. Se trata de una solución bien presentada y que puede encajar con un buen puñado de usuarios. Al igual que en la prueba del Peugeot 3008 Hybrid debe destacar el buen empuje y lo bien resulta que está la combinación de la parte eléctrica y la térmica. La configuración exprime principalmente el motor eléctrico hasta agotar la vida de la batería, algo muy conveniente si hacemos recorridos exclusivamente urbanos, pero no tanto si nos movemos por terrenos mixtos.
En ese caso lo más recomendable es optar por el formato híbrido. Con él le estamos diciendo al coche que combine los propulsores para una configuración mixta. El motor térmico trabaja casi todo el rato, pero el motor eléctrico le quita trabajo y también consumos. Los datos de gasto en viajes de larga distancia se reduce significativamente, pudiendo rodar cómodamente por debajo de los seis litros (siempre que haya batería). Si la pila se agota el consumo crece hasta aproximadamente los 6,5 litros, un dato que sigue siendo correcto. De lo contrario podemos bajar hasta medias próximas a los 5,8 litros a los 100 kilómetros.
Como ya me pasara en los últimos Peugeot que he probado, mi queja principal se centra en el tacto de dirección. Ya no sólo es la extraña posición de conducción sino que el volante tiene muy poco peso y no informa correctamente al conductor, induciendo a error en momentos puntuales. Un poco más de dureza se agradecería, aunque debo reconocer que en ciudad resulta muy cómodo, a pesa de que por tamaño los espacios urbanos no son los más favorecedores para los intereses del 408, aunque se apaña bastante bien.
El factor precio es en estos momentos crucial para los intereses de cualquier conductor. Con las cotizaciones al alza, hay que basarse en la relación calidad-precio para descubrir qué compra interesa. El precio de salida del Peugeot 408 para el mercado español es de 33.850 euros, sin ofertas o promociones. Un precio que se asocia con el acabado base y el motor PureTech de 130 caballos. Con respecto al híbrido enchufable, el precio mínimo arranca en los 42.250 euros. La unidad de la prueba, con el acabado GT, es la más cara de toda la familia, incrementando su tarifa hasta los 47.800 euros como mínimo.
Conclusiones
La oferta SUV empieza a estar saturada de modelos y marcas. Buscar nuevas soluciones es esencial para el mercado a corto y medio plazo. El Peugeot 408 se adentra en un terreno inexplorado. No es ni una berlina ni un SUV, pero su diseño convence. Con la estética tiene mucho ganado, pero no es su única cualidad: confort de marcha, equipamiento y habitabilidad son tres factores positivos y muy convenientes. ¿La peor parte? Sin duda alguna el sobre precio de las versiones híbridas enchufables, tan grande que cuesta justificar la elección.