Prueba Porsche Panamera 4 E-Hybrid, hibridación al servicio de la deportividad
La segunda generación del Porsche Panamera cuenta con una versión híbrida enchufable de 462 CV ¿Ha perdido deportividad y dinamismo en favor de la eficiencia y la sostenibilidad? Ya he conducido el Porsche Panamera 4 E-Hybrid para desvelarte cómo es.
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Publicado: 10/10/2017 17:00
Todavía se me hace extraño hablar de híbridos cuando mencionamos a Porsche. Pero el fabricante alemán parece decidido a demostrar que una marca de altas prestaciones y con una clara tradición deportiva puede fusionarse sin problemas con las ideas de la eficiencia y la hibridación.
Al contrario de lo que pudiera parecer, lo cierto es que los coqueteos de la marca de Stuttgart con este tipo de modelos no son nada nuevo. De hecho Porsche puede presumir de haber construido el primer coche híbrido funcional de la historia, allá por el año 1900: el Lohner-Porsche Semper Vivus contaba con un motor de gasolina y dos motores eléctricos.
Dando un salto en el tiempo a épocas más recientes encontramos que el mundo de la competición ha sido uno de los lugares donde ha germinado esta tecnología. El Porsche 911 GT3 R Hybrid fue el primer paso pero el más brillante ha sido el coche de resistencia Porsche 919 Hybrid que ha conquistado las 24 Horas de Le Mans en tres ocasiones.
La transferencia de tecnología de los circuitos a la calle también ha sido una constante para la marca alemana y el uso de electricidad ha sido recurrente en diferentes fórmulas. Es el caso del prototipo 100% eléctrico Porsche Boxster E, el superdeportivo híbrido enchufable Porsche 918 Spyder o las generaciones anteriores del Panamera Hybrid y Cayenne Hybrid. La evolución sigue y en un futuro cercano veremos el primer coche de producción 100% eléctrico derivado del concept Porsche Mission E.
Discreto y elegante
Pero ahora toca hablar del presente. Esta vez nos ponemos al volante del Porsche Panamera 4 E-Hybrid, al que la marca considera el primer exponente de su nueva estrategia híbrida. No es el único plug-in hybrid de la segunda generación del Porsche Panamera porque también se ofrece el Panamera Turbo S E-Hybrid. Tanto uno como otro también están disponibles en las versiones de carrocería Panamera Sport Turismo y carrocería alargada Panamera Executive.
La ruta a realizar con la berlina de lujo alemana está claramente diferenciada en dos partes. La primera con la intención de extraer al máximo sus capacidades de eficiencia y bajo gasto de combustible. En la segunda podré examinar sus prestaciones y su capacidad para recargar la batería eléctrica. Sin más dilación me pongo en marcha.
Exteriormente sólo unos pocos detalles diferencian al híbrido de un Panamera de gasolina convencional. Delatan que se trata de un híbrido las pinzas de freno en un color verde intenso y los logos con perfilados con este mismo color. Como puedes ver en las imágenes, la unidad de color blanco que conduzco es aún más discreta puesto que los frenos son de color negro, una opción sin coste para quienes prefieren pasar un poco más desapercibidos.
Por dentro, las diferencias son aún menores. Las agujas del cuadro de instrumentos ya no son de color rojo sino verdes… y poco más. Sí que hay nuevas pantallas informativas (indicador nivel de batería, flujo de energía, etc) tanto en la instrumentación como en la pantalla de 12 pulgadas del magnífico sistema multimedia Porsche Communication Management (PCM). Un cambio más notable se aprecia en el espacio de carga ya que el maletero pierde 95 litros por la presencia de la batería bajo el piso, quedándose en apenas 405 litros de volumen.
Prueba Porsche Panamera 4 E-Hybrid
Es el momento de arrancar el motor y… no se oye nada. El Panamera 4 E-Hybrid siempre arranca en modo eléctrico. El responsable es un motor eléctrico que genera 136 CV (100 kW) de potencia máxima y cuya energía se almacenada en una batería de iones de litio de 14,1 kWh con refrigeración líquida.
En el apartado de combustión, usa el mismo motor de gasolina que el Panamera 4 de gasolina, es decir, un V6 de 2,9 litros y dos turbocompresores que entrega 330 CV (243 kW). La potencia conjunta del modelo que presenta la última tecnología híbrida enchufable de Porsche es de 462 CV (340 kW).
En absoluto silencio me muevo por el centro de Madrid dispuesto a completar la primera parte de esta ruta con algo más de un centenar de kilómetros. El confort es sensacional en todo momento, no sólo por la ausencia de ruido sino también por el mimo con el que trata a los ocupantes la suspensión neumática que llevan de serie los modelos E-Hybrid.
La autonomía en modo exclusivamente eléctrico puede llegar hasta los 50 km. Alcanzar esta distancia depende de las condiciones y en esta prueba rondó los 40 km así que atravesé el atascado centro de la capital y el extrarradio sin gastar ni una gota de combustible. Hay cuatro modos de gestión del funcionamiento del sistema híbrido denominados E-Power, Hybrid Auto, E-Hold y E-Charge.
- E-Power: Utiliza únicamente el motor eléctrico y es el que se acciona por defecto
- Hybrid Auto: El sistema gestiona automáticamente del funcionamiento híbrido adaptándose a las condiciones de conducción
- E-Hold: Mantiene el nivel de carga de la batería para usarla posteriormente
- E-Charge: Emplea el motor de combustión para cargar la batería
El Panamera híbrido puede subir y bajar pendientes pronunciadas, realizar adelantamientos o alcanzar los 140 km/h usando sólo el modo 100% eléctrico. Supongo que los impresionantes 400 Nm de par que puede generar en esta circunstancia tienen mucho que ver. El pedal del acelerador opone cierta resistencia, demasiada para mi gusto, para disuadirnos de ser demasiado alegres con el pie derecho. A partir de cierto punto la resistencia es aún mayor para saber cuándo puede entrar en acción el propulsor de gasolina.
Con la batería totalmente descargada el modo E-Power dejó de estar disponible así que hubo que pasar al Hybrid Auto. Cuando entra en acción el motor de gasolina, se nota. No porque sea brusco sino porque el melodioso ruido del motor V6, inconfundiblemente Porsche, queda patente en el habitáculo.
La unidad que llevo monta el escape de serie. Hacia el final de la presentación pude subir en una unidad equipada con el sistema de escape deportivo y el rugido es más contundente y embriagador ¿Cómo puede un híbrido sonar tan bien? El precio del escape deportivo es muy elevado (3.134 euros) pero cada vez que toques el acelerador te parecerá que la inversión merece la pena.
Ya en plena Sierra de Madrid salgo de la autovía. De momento van 75 kilómetros recorridos y el ordenador de abordo del Porsche Panamera marca 4,8 l/100 km de media, un dato fantástico si tenemos en cuenta que buena parte del trayecto se hizo con pendiente desfavorable y a un ritmo alto porque el tiempo se echaba encima.
La última treintena de kilómetros es más llana pero las curvas variadas de esta parte son muy tentadoras e incitan a dejar la conducción eficiente a un segundo plano. La necesidad de adelantar a algunos vehículos lentos obliga a ser más exigente con el motor. Sin apoyo del motor eléctrico, aún con la batería descargada, el consumo sube hasta los 6,8 l/100 km. Yendo a ritmo suave debería haber rondado los 5 l/100 km sin dificultad, un consumo de utilitario para un coche de cinco metros de largo, dos toneladas de peso y 462 CV de potencia.
Prestaciones de infarto
Comenzamos la segunda parte del recorrido, ahora de vuelta a Madrid capital con la intención de descubrir el lado más dinámico de la berlina de 5,05 metros de longitud. Por si alguien pensaba que la electrificación del Panamera iba a mermar su deportividad, Porsche ofrece de serie el paquete Sport Chrono que integra los modos Sport y Sport Plus en el selector de modos de conducción en el volante y el botón Sport Response.
En el modo Sport el motor de combustión siempre está encendido y usa parte de su energía para mantener un mínimo de batería. Así es posible que pisando a fondo el pedal derecho tanto el motor de gasolina como el eléctrico empujen a la vez provocando una aceleración más intensa.
En el modo Sport Plus también se mantiene encendido el motor V6 todo el rato pero las prestaciones son más elevadas aún. Tanto que es capaz de pegarte la espalda al respaldo con un pisotón al acelerador: el Panamera 4 E-Hybrid pasa de 0 a 100 km/h en 4,6 segundos, una cifra de auténtico deportivo. Sus 700 Nm de par máximo, disponibles desde la parte más baja del cuentarrevoluciones, están al nivel de todo un Porsche 911 Turbo.
En recta vuela y en curvas mantiene la trayectoria como si fuera sobre raíles. El Panamera 4 E-Hybrid cuenta con tracción integral permanente con un control electrónico que distribuye hasta el 100% del par a cualquiera de los dos ejes según las necesidades, así que el agarre está asegurado y la diversión también.
No se puede poner ninguna pega al cambio de marchas. Es el conocido PDK de doble embrague y ocho velocidades debidamente adaptado para su uso en un propulsor híbrido y resulta una delicia en todos los sentidos, sencillamente impecable. Sí voy a poner un pero a la frenada: no hay problemas en cuanto a capacidad de detención pero sí que resulta algo complicado dosificar la frenada ya que dependiendo de cuándo y cuánto pisemos el pedal actúa el freno regenerativo o el mecánico.
Otra de las características del modo Sport Plus es que parte de la energía del motor de combustión se destina a recargar la batería rápidamente lo máximo posible. Evidentemente esta opción eleva considerablemente el consumo de combustible, pero en este caso permitió que en apenas 60 kilómetros ya hubiera recargado tres cuartas partes de la batería. Así, cuando volví a entrar en las congestionadas calles madrileñas pude volver a circular en modo E-Power con emisiones cero.
Evidentemente, lo normal será recargar la batería a través de un enchufe. Si usamos un enchufe convencional de 230 V con 10 A la batería se carga completamente en 5,8 horas empleando el cargador de 3,6 kW de serie. Con el cargador de 7,2 kW opcional (726 euros) y una conexión de 230 V con 32 A, el tiempo de recarga se reduce a 3,6 horas.
Al final del recorrido el consumo fue de 9,2 l/100 km y el consumo eléctrico fue de 19 kWh/100 km. Teniendo en cuenta el tipo de vehículo y sus prestaciones resultan unos datos muy contenidos pero ambas cifras se pueden mejorar notablemente haciendo una conducción decididamente eficiente. En cualquier caso, como es habitual en los híbridos plug-in los datos de consumo pueden fluctuar mucho según el tipo de conducción, nuestra pericia al volante, las condiciones del tráfico y la orografía.
La clave de la filosofía Porsche E-Performance es que la hibridación está al servicio de las prestaciones. El Porsche Panamera 4 E-Hybrid es un gran ejemplo de ellos por su propulsión híbrida capaz de combinar la electromovilidad sostenible con la deportividad y el confort extraordinario. Tenerlo todo tiene un precio elevado, 112.584 euros cuesta el Panamera 4 híbrido enchufable. Un coste al que habrá que sumar los numerosos (y costosos) extras que sin duda merece la pena elegir para tener la que es indudablemente una de las mejores berlinas de lujo del mercado.