PruebaRange Rover Evoque, en marcha y conclusiones (III)

Nos ponemos en marcha con el Range Rover Evoque, el SUV de moda que debe demostrar que es tan bueno dinámicamente como estéticamente. ¿Lo conseguirá? Os adelantamos que en esta ocasión sí es oro todo lo que reluce, porque Land Rover ha creado un producto redondo a todos los niveles.

Range Rover Evoque, en marcha y conclusiones (III)

8 min. lectura

Publicado: 06/06/2014 18:30

Salimos a probar el Range Rover Evoque y las primeras impresionen vienen de la mano del comportamiento de la carrocería. En el mercado podemos encontrar coches SUV que tienen un centro de gravedad alto y una suspensión blanda. El resultado suele ser un balanceo acusado en la carrocería. En un Range Rover Evoque, destinado principalmente para usuarios que rodarán la mayoría del tiempo por carretera, todo esto no pasa. El coche es aplomado, con una suspensión dura pero que disimula con bastante precisión las irregularidades del asfalto. Un neumático con menos llanta y más perfil podría ir muy bien también en términos de comportamiento, aunque este SUV tiene un claro peso estético. Por ello monta ruedas de medida 235/55 R19.

Perfecto para terrenos no asfaltados

El motor 2.2 diésel de 4 cilindros y 190 CV responde de forma adecuada para un coche con un peso de 1.685 kilos y que admite hasta 2.350 kilos. Es incluso rápido para muchos que podrían convivir sin ningún problema con el motor de 150 CV. Con el propulsor de la prueba y el cambio ZF de 9 velocidades, el Range Rover Evoque es capaz de acelerar de 0-100km/h en tan sólo 8,5 segundos y alcanzar 195 km/h. El propulsor de 150 CV se ve superado en 1,1 segundos y en 13 km/h de velocidad punta.

El frontal es agresivo y elegante a la vez

Una de las novedades técnicas de mayor interés en este coche es su cambio de 9 velocidades de convertidor de par. ¿Realmente es necesario? Enfocado al consumo, es un rasgo positivo poder circular a bajas vueltas y a una velocidad relativamente alta, sabiendo, eso sí, que la propia resistencia aerodinámica también es un detonante para que el consumo se dispare. En carretera y a 120 km/h, el coche circula a 1.400 rpm aproximadamente; a 150km/h, el coche circula a 2.000 rpm. El punto más interesante no es exactamente este, sino si el cambio es atlético y permite ir buscando la marcha más larga rápidamente y buscar la relación más adecuada al exigirle al acelerador.

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El color Zanzibar es arriesgado y acaba encantando

Estamos de enhorabuena, porque el cambio es muy bueno en este sentido. Es muy difícil saber en qué marcha conducimos en cada momento y el SUV gestiona con rapidez bajadas de dos o tres relaciones al pedirle gas. Sin embargo, las cifras de consumos no sorprenden en consonancia. Con un uso mixto y utilizándolo para la ciudad a diario, nuestra unidad se ha detenido en 7,5l/100km. En carretera a 120 km/h y con un uso muy disciplinado, el consumo ha sido de 6,1l/100km aunque la marca más baja que hemos visto ha sido de 5,8l/100km.

Sin balanceos, con mucho aplomo y consumo de 6,1l/100km en carretera

El comportamiento es noble y la dirección es precisa. No hay inercias extrañas ni sensación de una dirección flotante. Además, para mayor sensación de coche off-road, existen cuatro modos de conducción en función del terreno por el que se circula. El coche no tiene una reductora al uso pero en ciertos modos, exprime las revoluciones de la primera velocidad con el fin de subir caminos difíciles. No es un 4X4 sino un SUV con un comportamiento notable sobre cualquier terreno. La suspensión en terrenos no asfaltados se comporta correctamente y la herencia de la marca y la experiencia a la hora de hacer coches de campo es innegable. Además de todo esto, el mundo interior es un placer en sí mismo. Incluso la pantalla central tipo táctil tiene una resolución de vanguardia y un funcionamiento excepcional dentro de este tipo de paneles. La única pega es un menú algo lioso que exige un apredizaje previo.

Modos de conducción en función del terreno

Desde el interior existe otra pega en forma de una luneta trasera tan pequeña que imposibilita ver correctamente. Es por ello que Land Rover ofrece de serie un sensor de parking trasero, aunque nos hubiera encantado disponer, además, de una cámara para poder analizar si merece la pena un pequeño sobre coste. Las plazas traseras se pueden seleccionar de dos o de tres plazas. Esta unidad equipa la primera configuración y se ha optimizado muy bien el espacio. Además, el techo panorámico da más sensación de volumen, aunque lo más complicado en el coupé es salir el habitáculo desde detrás.

Conclusión

El Range Rover Evoque es un coche muy completo con un precio atractivo desde la unidad base, un equipamiento de serie bastante razonable y una gama de motores limitada pero muy acertada. Las amplias posibilidades de personalización y el diseño, son valores de peso para muchos potenciales compradores, pero es que además le acompaña una calidad sublime en todos los sentidos.

El motor de 150 CV es suficiente y para los que quieren más, existe uno de 190 CV. Incluso Land Rover se atreve con una oferta de gasolina que probablemente no coseche tanto éxito como sus hermanos aunque siempre es una alternativa a tener en cuenta. Nos gusta que la calidad sea elevada y los elementos de diseño como la ruleta emergente que actúa como palanca selectora. También el plafón táctil y el proyector del espejo retrovisor, aunque de éste último tememos su frágil ubicación.

La calidad de rodadura, la ausencia de balanceos y la dirección precisa acentúan su orientación ciudadana y destinada para el asfalto, aunque en campo también se comporta notablemente bien. El Range Rover Evoque seduce desde cero pero no decepciona a medida que lo conoces más y más. Si lo quieres usar para el campo es necesario que conozcas estos datos:

Ángulo de ataque o entrada: 25º (19º la versión Dynamic).

Ángulo ventral o paso de cresta: 22º
Ángulo de salida: 33º (30º la versión Dynamic).
Profundidad de vadeo máxima: 500 mm
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