Prueba Renault Arkana E-Tech híbrido 2022, con estilo por la ciudad

El Renault Arkana es un SUV coupé de diseño muy seductor que no renuncia a la practicidad. Con la incorporación de la versión E-Tech híbrida a la gama, el modelo francés destaca aún más por consumos, agrado de uso y un precio relativamente contenido.

13 min. lectura

Publicado: 11/04/2022 17:00

Los SUV han venido para quedarse y sus cifras de ventas demuestran que no son una simple moda pasajera. Han venido para quedarse en el mercado. La siguiente tendencia dentro de este tipo de vehículos son los SUV coupé, que tratan de ofrecer un aspecto más dinámico y juvenil y uno de los más exitosos es el Renault Arkana como el que hemos podido analizar en profundad.

El SUV coupé de Renault conquista a primera vista

Este tipo de carrocerías parecían reservadas a los costosos modelos de fabricantes con etiqueta premium pero en los últimos tiempos se han ido democratizando al gran público con la llegada del Arkana y otros exponentes variados como el CUPRA Formentor, el DFSK F5 o el Volkswagen Taigo.

La marca francesa va más allá y no se conforma con ofrecer simplemente una cara bonita sino que además propone una propuesta muy racional, el Arkana E-Tech híbrido que ha pasado por mis manos. Una variante con etiqueta medioambiental Eco que promete unos consumos contenidos y un confort superior al de las versiones que únicamente cuentan con motor de combustión.

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Es innegable que estéticamente resulta todo un seductor. El elemento definitorio del Arkana es la línea inclinada del techo que se fusiona con el maletero para darle al SUV francés un aspecto muy deportivo y una personalidad propia dentro de la gama de la marca del rombo. En sus formas redondeadas también juegan un papel importante las ópticas: las delanteras son faros full led con la característica firma lumínica en forma de C y los pilotos traseros led recorren la anchura del vehículo y solo se ven interrumpidos por el logotipo de la marca. Es bonito desde cualquier ángulo.

El perfil curvo en suave caída hacia el maletero es donde se concentra el encanto del Arkana

La gama comercial se compone de los niveles de equipamiento Intens, Zen y R.S. Line. La versión R.S. Line tiene un toque más deportivo y se identifica por un paragolpes delantero específico, llantas Silverstone de 18 pulgadas en acabado bicolor y detalles en rojo, molduras exteriores en negro brillante y una doble salida de escape integrada en la parte inferior del paragolpes.

Su perfil coupé no solo transmite una imagen más dinámica sino que hace que visualmente el coche parezca más largo de lo que realmente es. De todos modos no es pequeño porque con 4,57 m de longitud, por tamaño se sitúa a medio camino entre el Kadjar (y su sustituto el futuro Austral) y el Koleos. Sin embargo el Arkana comparte la plataforma del urbanita Captur, es decir, se asienta sobre la arquitectura modular CMF-B de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi.

Diseño seductor sin despojarse de practicidad

La relación del Arkana con el Renault Captur es más evidente en el interior, con un puesto de conducción que hereda un diseño similar. Eso es bueno porque también implica que la calidad de realización es notable y la fisionomía sugerente gracias al empleo de plásticos de buena calidad, algunos elementos en cuero y detalles de aspecto metálico con un tacto formidable.

El acabado R.S. Line añade muchos detalles en color rojo y algunas características propias

En el centro del salpicadero las miradas son atraídas por una pantalla central de 9,3 pulgadas en disposición vertical. Se trata del sistema multimedia Easy Link que tiene navegación en 3D, widgets personalizables e integración con Android Auto y Apple Carplay. La calidad de la pantalla es normal pero el interfaz está bien resuelto y es fácil moverse por los menús.

Acertadamente la climatización se regula al margen de esta pantalla, en un módulo visto en modelos variados de Renault, Dacia y Mercedes y que resulta fácil de operar. El Arkana también cuenta con un atractivo cuadro de instrumentos digital que recurre a una pantalla de 10,2 pulgadas y tiene varias posibilidades de visualización de la información.

Las versiones más altas del modelo galo disfrutan de asientos delanteros y volante calefactados, techo solar, sistema de iluminación ambiental con ocho tonalidades, sistema de sonido premium Bose, cámara de 360 grados, asistente de aparcamiento (Easy Park Assist) o cargador de inducción para smartphones.

La instrumentación digital del Arkana E-Tech es atractiva y presenta una información muy completa

El acabado R.S. Line aumenta su espíritu dinámico en el habitáculo con la tapicería mixta Alcantara con pespuntes en rojo que viste los asientos envolventes, el techo en color negro, la moldura del salpicadero acabada en carbono, múltiples detalles del interior en rojo, volante específico con una sección en cuero perforado y pedales de aluminio.

Todo eso delantero pero ¿Qué ocurre detrás? Compartir arquitectura con modelos más pequeños puede dejar con la duda del espacio que ofrecerá para los pasajeros de la segunda fila. Sin embargo el Arkana está bastante bien aprovechado y deja sitio suficiente para pasajeros de hasta 1,80 m de estatura aproximadamente. Curiosamente, se encuentran más limitaciones en el espacio para las rodillas que para la cabeza.

Para aumentar el confort de los ocupantes hay salidas de ventilación (aunque no se puede regular la temperatura específica de esta zona), un par de tomas USB, una conexión de 12 V, redes tras los respaldos delanteros y un reposabrazos abatible. El acceso a las plazas traseras es cómodo a pesar de la caída del techo y, además, la generosa altura libre al suelo de 199 mm ayuda a entrar de manera natural.

El Arkana híbrido tiene un maletero de 480 litros de volumen

El maletero del SUV francés tiene una capacidad de 513 litros, un volumen que se amplía a 1.296 litros abatiendo el respaldo de los asientos posteriores en una operación que deja el piso plano. En estas dos mediciones la versión híbrida pierde 33 litros de volumen de carga porque debe hacer espacio a la batería de alta tensión. El espacio es sencillo pero al menos resulta aprovechable por sus formas.

El Arkana híbrido prefiere la ciudad

Renault quiere ser una marca totalmente eléctrica en 2030 y va dando pasos decididos en esa dirección. Un ejemplo claro es que la gama de motores del Arkana está totalmente electrificada. Las versiones de gasolina TCe de 140 y 160 CV cuentan con un sistema de hibridación ligera MHEV mientras que el E-Tech híbrido puede circular en modo 100% eléctrico en ocasiones. Todos tienen, por tanto, el distintivo medioambiental Eco. No hay ninguna propuesta diésel.

El Arkana E-Tech es híbrido convencional que no quiere complicaciones de cables. Su esquema combina un motor de gasolina de 1,6 litros y cuatro cilindros que genera 94 CV con dos motores eléctricos de 49 y 20 CV. La caballería conjunta es de 145 CV pero a pesar de su potencia no se nota demasiada intensidad en las aceleraciones quizá porque el par máximo se queda en apenas 148 Nm, una cifra modesta.

El sistema multimedia Easy Link es fácil de manejar y tiene un formato vertical

Las prestaciones merman aún más cuando la carga de la batería es muy baja y el propulsor de gasolina se queda sin el apoyo de los motores eléctricos. Para tratar de extraer toda la esencia del sistema híbrido la marca del rombo propone tres modos de conducción que Renault llama Multi-sense. Los programas son Eco, Sport y My Sense; este último permite configurar diversos parámetros de la conducción individualmente como la respuesta del motor, el tarado de la dirección o la iluminación interior.

Recordando que es un coupé, el modo Sport puede deparar bastante diversión gracias a una amortiguación más bien rígida que logra limitar los movimientos excesivos de la carrocería, una dirección precisa y un comportamiento noble. Sin embargo no hay levas de cambio para jugar aunque el rendimiento del propulsor híbrido es el que más desentona puesto que su capacidad para pasar de 0 a 100 km/h en 10,8 segundos es poco impresionante. La velocidad máxima es de 172 km/h.

El modo Eco tiene mucho sentido si llevamos el coche al terreno donde su motor se siente más cómodo. El máximo partido de la mecánica híbrida se saca en entornos urbanos y es en este territorio donde el Arkana E-Tech tiene más sentido. Para un uso frecuente por carretera, la motorización de gasolina TCe será más satisfactoria porque pesa menos y tiene prestaciones superiores.

La versión híbrida es la opción más lógico para uso en ámbito urbano de la gama del Renault Arkana

En ciudad el Arkana E-Tech saca provecho de la agilidad y suavidad que le proporcionan los motores eléctricos, tiene un rodar silencioso cuando se desplaza en modo 100% eléctrico y el consumo de combustible es más contenido. Teniendo en cuenta la potencia y el tamaño de este modelo, este SUV híbrido gasta poco y haciendo una conducción variada el consumo se situará entre los 5,5 y los 6,0 l/100 km. Además cuenta con un modo B para maximizar la regeneración en las frenadas.

Por supuesto, no falta un gran conjunto de sistemas de seguridad y asistentes de conducción como la asistencia a la frenada de emergencia con detector de vehículos, ciclistas y peatones, el detector de tráfico trasero, el asistente de mantenimiento de carril, el control de velocidad adaptativo, la alerta de distancia de seguridad, el asistente a la conducción semiautónoma (regula la velocidad y mantiene el coche centrado en el carril), el detector de ángulo muerto o el sistema de reconocimiento de señales de tráfico.

El Renault Arkana es uno de los coches más vendidos a particulares de su segmento y no es de extrañar porque luce muy bien sin renunciar a la practicidad y el espacio necesarios para satisfacer las necesidades familiares, tiene un equipamiento amplio y un comportamiento adecuado. Además el precio es muy razonable ya que está a la venta desde 26.965 euros para el TCe MHEV y 28.903 euros para el E-Tech híbrido sin contar ofertas.

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