Prueba Renault Captur 2024, el mejor de su categoría con mucha diferencia

Suele decirse, sobre todo en Francia, que los coches se inventaron en Alemania, pero fueron nuestros vecinos del norte los que lo perfeccionaron. Si bien cada uno puede tener su punto de vista, lo que es imposible es negar que los evidentes bordan los coches pequeños y urbanos. Son su especialidad y siempre lo ha sido. Renault tiene una dilatada y exitosa carrera en la materia y el Renault Captur es una de sus piezas más exitosas. Un coche importantísimo para la compañía en toda Europa.

Modelos como el Renault 5, ahora reeditado como eléctrico, el Renault Twingo, en unos años volverá a la vida, como un eléctrico, o el Renault Clio han sido líderes indiscutibles de sus categorías. Coches que han conquistado a millones de conductores gracias a una relación calidad-precio excepcional. Sin embargo, iniciada la década del 2010, el mundo empezó a conocer los SUV comerciales y es ahí donde la figura del coche que hoy ocupa esta prueba. El primer Captur se lanzó al mercado en el año 2013 y desde entonces sus ventas no han dejado de crecer.

Hoy son dos las generaciones que ya hemos conocido. La última de ellas se presentó en 2019 con no muchos cambios con respecto a la versión anterior. Desde el principio uno de los puntos clave del Captur ha sido su diseño. Uno de los estilos más atractivos del segmento B-SUV. De hecho, es evidente que esta actualización es mucho más profunda de lo que en su día marcó el salto de la primera a la segunda generación. Un nuevo estilo que se adapta a la filosofía actual de diseño de Renault. Ya lo habíamos visto antes en modelos como el propio Clio, pero también en los nuevos Renault Scenic y Renault Rafale.

Los cambios más evidentes los encontramos en el frontal. Todo el morro cambia y abandona sus redondeadas líneas para caer en brazos de una estructura más musculosa y rectangular. Desaparecen los tradicionales faros diurnos con forma de C. La óptica principal y la luz diurna se separan y también se modifican la parrilla y el parachoques. En la vista lateral apreciamos que el nuevo Captur mantiene las proporciones de su predecesor: 4,24 metros de largo, 1,8 metros de ancho y 1,57 metros de alto para una distancia entre ejes de 2,64 metros.

La vista menos cambiada es la trasera. Las novedades son mínimas y hay que tener muy buen ojo para reconocerlas. Hay que fijarse en el parachoques, principalmente y la posición de los catadriópticos. Todo el conjunto se completa con una paleta de colores, a escoger entre el Blanco Nacarado, el Gris Casiopea, el Negro Brillante, el Gris Zinc, el Azul Rayo y el Rojo Deseo. La apariencia general cambia en función de los tres niveles de acabado disponibles: Evolution, Techno y Esprit Alpine con juegos de llantas entre las 17 y las 19 pulgadas, una pulgada más que la edición anterior.

Si no te parecen suficientes las novedades ya mencionadas, siento decirte que de puertas para dentro son incluso menores, pero tranquilo porque no pasa nada. La segunda generación del Renault Captur ya dio un notable salto en materia de calidad y equipamiento. La presentación ya era buena y se mantiene a excepción de minimísimos detalles como el color de las molduras. La estructura del salpicadero consta de una sección frontal al conductor que cuenta con un cuadro de instrumentos digital, de serie en todas las opciones, con pantalla de 10,3 pulgadas, y un panel central vertical con un tamaño máximo de 10,4 pulgadas, 1,1 pulgadas adicionales, que sirve como eje principal del sistema multimedia.

Renault ha optado por usar el sistema operativo OpenR Link con Android Automotive de Google integrado. Una apuesta sensata y lógica. Gracias a su conectividad inalámbrica es posible hacer del coche una extensión de nuestro teléfono móvil. Cuenta con las aplicaciones nativas de Google como Maps, y también es posible sumar otras corrientes como Spotify. El sistema es muy fácil de entender y manejar. Cualquiera puede hacerlo con naturalidad. Una fila inferior de botones nos da acceso a funciones rápidas, aunque para controlar la temperatura tendremos que trabajar sobre la pantalla.

El Captur lleva años mostrando una calidad de acabados muy superior a la media del segmento

En cuanto a habitabilidad no podemos esperar una berlina de lujo, pero Renault ha resuelto muy bien la papeleta con una segunda fila bien aprovechada. Espacio correcto para dos adultos grandes de hasta 1,85 metros. La banqueta trasera tiene ajuste longitudinal, por lo que es posible jugar con el espacio. Poco habitual en esta categoría. Podemos restar o sumar capacidad de carga en el maletero en función de las necesidades. El volumen mínimo es de 422 litros (medición VDA), que se reduce a los 326 litros en el caso del híbrido E-TECH. La capacidad total se logra al abatir por completo la segunda fila de asientos. El resultado son 1.596 litros para las versiones de gasolina y GLP y de 1.458 litros para el híbrido. Parte del sistema eléctrico se esconde bajo el maletero.

Hablando de novedades, una de las principales la descubriremos si abrimos el capó. Los diésel ya han desaparecido de la oferta y ahora también lo hace el híbrido enchufable. Renault no ha conseguido captar la atención de los conductores y con razón. Un coche que si bien tenía cierto sentido por su movilidad parcialmente eléctrica y por su etiqueta CERO, resultaba excesivamente caro. Eso nos deja con un porfolio mecánico compuesto por motores de gasolina, versiones de gasolina con sistema MHEV, una unidad de GLP y un híbrido no enchufable con distintivo ECO. Mucha de la flota ofrece la ventajosa pegatina de la DGT.

Todas las unidades ofrecen tracción delantera. Opciones de cambio manuales o automáticas en función de la versión

Al volante del Renault Captur 2024

La teoría dice que los coches del segmento B están más pensados para ciudad que para alejarse de ella, pero esa idea ha cambiado mucho a lo largo de los últimos años. Las últimas generaciones de utilitarios han ampliado el rango de uso y coches como el Captur demuestran que es posible salir de las calles y adentrarse en espacios rápidos y abiertos sin problemas. El SUV francés muestra un excelente comportamiento en todo tipo de terrenos, aunque en ciudad saca lo mejor de sí y de su pequeño tamaño.

Se desenvuelve perfectamente entre el tráfico gracias a su elevada posición y a la buena visibilidad perimetral. Es fácil de aparcar y los motores resultan refinados. Obviamente, el híbrido es la mejor unidad de todas porque es capaz de circular en modo 100% eléctrico durante muchos kilómetros. Renault asegura que es posible cubrir el 80% de los desplazamientos urbanos sin consumir gasolina. Es posible, pero hay que ser extremadamente sensible con el acelerador y la conducción. Es un ejercicio cuyo éxito se basa en la práctica. Aún así, los bajos consumos se logran sin hacer grandes esfuerzos.

Pero lo realmente sorprendente es cuando dejamos atrás los límites de Madrid, ciudad donde ha transcurrido esta primera toma de contacto. Al igual que en las calles, las carreteras de circunvalación permiten al Captur sacar muy buena nota tanto en refinamiento como en comportamiento. Ya en autopistas, a altas velocidades, se filtran ruidos al habitáculo, aunque no es nada especialmente desagradable o molesto. Se puede mantener una conversación sin tener que elevar el tono de voz descaradamente. En líneas generales la sensación de confort es alta, aunque ayuda mucho que la llanta no sea la más grande de todas.

Aunque mi recomendación sea comprar el híbrido, he de reconocer que cualquiera de las unidades del Captur resultan muy atractivas. El TCE de 1 litro y 90 caballos sólo lo recomiendo si el uso va a ser principalmente urbano ya que en carreteras rápidas o secundarias estaremos algo más vendidos por las menores prestaciones. Los microhíbridos no presentan ese problema. Mecánicas que garantizan tan buena respuesta como comportamiento. También tienen la etiqueta ECO y son algo más baratas, pero el consumo es significativamente más alto. Todos muestran un agradable comportamiento, más pensado en el confort que en la dinámica, aunque gracias a su recortado tamaño puede resultar más divertido de lo que podría imaginarse.

Ya que toco el tema precios, hay que reconocer que el Captur ya no es tan barato como era antaño, pero es un producto que ha mejorado muchísimo con el paso del tiempo. La tarifa mínima del nuevo Captur es de 21.690 euros para un modelo TCE de 90 caballos con cambio manual y acabado Evolution. El Captur E-TECH híbrido más barato arranca su cotización en los 27.490 euros, sin promociones. Las primeras entregas se realizarán pasada la temporada veraniega. Cabe la pena recordar que estamos ante un coche producido exclusivamente en España, más concretamente en la planta de Renault en Valladolid.

Conclusiones

Cuando la gente me pregunta qué SUV pequeño me parece mejor siempre digo que el Renault Captur. La primera generación no me gustó mucho, pero el salto, la evolución, dada en esta segunda iteración ha hecho de él el mejor modelo de la categoría. La renovación de 2024 ahonda en ese sentimiento. Posiblemente me quedo con el diseño anterior, me parecía más en sintonía con el tamaño. En todo lo demás me parece el más equilibrado y el más completo de todos sus rivales, tanto en materiales, tecnología, habitabilidad y comportamiento. Un coche con el que podremos hacer casi de todo (dentro de la lógica). Una compra súper recomendable.