Prueba Renault Koleos Initiale Paris 2.0 dCi 175, lujo a la francesa (con vídeo)
El Renault Koleos se sitúa por encima del Captur y el Kadjar en la oferta crossover del fabricante francés. Es el único de este trío que presume de la firma Initiale Paris con la que Renault distingue sus versiones de gama alta. Probamos el Renault Koleos Initiale Paris con el motor diésel 2.0 dCi de 175 CV, cambio automático X-Tronic y tracción total.
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Publicado: 01/06/2018 20:00
El nuevo Renault Koleos es el SUV más grande de la gama del fabricante francés. La primera generación de este crossover no fue muy exitosa así que este nuevo modelo ha cambiado por completo, no comparte nada con su predecesor y desde luego presume de un diseño mucho más atractivo, tiene mucha más calidad y se trata de un coche con un enfoque global disponible en más de 80 países repartidos en los cinco continentes.
De hecho el Koleos de primera generación era posiblemente el coche menos llamativo de Renault y este nuevo modelo es quizá el modelo más atractivo de la gama bajo mi punto de vista porque tiene un aspecto muy sofisticado, muy moderno. Especialmente en la versión objeto de esta prueba que supone el tope de gama del Koleos, un acabado lujoso denominado Initiale Paris. Éste es el tercer modelo de Renault después del Espace y del Talisman en adoptar esta firma que supone la gama alta de la marca francesa. En 2015 también hubo un Clio Initiale Paris en edición muy limitada.
Su frontal adopta los códigos estéticos de los últimos lanzamientos de la marca con una parte delantera presidida por una enorme calandra cromada, en la que destaca el logo de la marca de un tamaño generoso y debajo la inscripción de la versión para dejar clara esa diferencia con el resto de acabados del Koleos. Pero si algo llama la atención es, por supuesto, los faros. Llevan tecnología Full LED Pure Vision en este acabado y destacan por la firma luminosa en forma de C que desborda el grupo óptico y que aporta muchísima personalidad al coche.
El faro tiene mucha importancia en el diseño frontal pero curiosamente también en el lateral porque, como una continuación visual de la parte superior de la firma lumínica, surge una moldura cromada que recorre toda la aleta delantera hasta morir en la puerta donde destaca el logo Initiale Paris.
Los elementos cromados son abundantes para subrayar que ésta es la versión más lujosa, como en los marcos de las ventanillas o las manillas de las puertas. Las llantas son de 19 pulgadas con un acabado diamantado y se encajan en unos pasos de rueda abultados, situados muy a los extremos dejando voladizos cortos que van en beneficio del espacio interior.
En general el conjunto tiene mucha presencia hasta el punto de que parece un coche más grande de los que realmente es. Sin embargo las dimensiones del Renault Koleos son muy razonables para un SUV del segmento D. Mide 4,67 metros de longitud siendo, por tanto, 18 cm más corto que un Talisman o un Espace por ejemplo. La anchura se fija en 1,84 m y la altura es de 1,68 m.
En la trasera hay más elementos cromados como es la moldura en la parte inferior del paragolpes que simula unas salidas de escape dobles, un recurso estilístico al que apelan varios fabricantes con mayor o menor acierto. La salida de escape real está oculta en la parte inferior izquierda del vehículo.
Las líneas son horizontales y tensas, para subrayar la anchura del coche, y claro ejemplo de ellos son los pilotos traseros con efecto tridimensional. Son muy grandes y casi se unen entre sí, para dirigir la mirada al rombo de Renault. Un detalle interesante es que de los pilotos surge un relieve que recorre el perfil de la aleta posterior hasta el paragolpes evocando la firma lumínica de la parte delantera.
El portón tiene apertura eléctrica y dispone de un sistema manos libres que abre y cierra con sólo poner el pie bajo el paragolpes. El espacio de carga es grande pero no tanto como cabría esperar. Tiene 498 litros de maletero, una cantidad suficiente en la mayoría de los casos pero es cierto que otros rivales de su categoría tienen un maletero claramente mayor. El maletero cuenta con un sistema que permite abatir la banqueta trasera en proporción 1/3-2/3 mediante unos tiradores para obtener un volumen de carga de hasta 1.706 litros.
El piso está situado a la misma altura que el umbral lo que facilita la introducción de objetos voluminosos. El Koleos tiene un doble fondo que deja un práctico espacio en la parte inferior con varios huecos donde colocar objetos pequeños. Este espacio es especialmente útil porque en la parte superior, salvo una solitaria percha, no hay muchos lugares donde sujetar cosas.
Ambiente premium sin complejos
Una de las cosas que más me han sorprendido del nuevo SUV francés es su interior. Como he dicho antes, la firma Initiale Paris representa la gama alta de Renault hasta el punto de tener muy poco que envidiar a los tradicionales coches de corte premium. Incluso le podría sacar los colores a algún modelo de lujo. Todo está muy bien hecho, con materiales de mucha calidad, ajustes cuidados y transmite una gran solidez.
En definitiva una atmósfera muy lujosa porque esta versión destaca por tener muchos elementos específicos que dan un aire más majestuoso al interior. Por ejemplo la tapicería de cuero nappa para los asientos, el volante y la palanca de cambios, tiene un tacto extraordinariamente suave. El cuadro de instrumentos está revestido de cuero pespunteado y el resto del salpicadero y la parte alta de las puertas son de un material con espuma así que es ligeramente mullido y muy agradable al tacto.
Hay detalles en cromo satinado que simulan aluminio y aunque son de plástico tienen incluso un tacto frío. Las molduras con diseño tridimensional que hay en el salpicadero y las puertas son decoraciones específicas del acabado Initiale Paris. La única tacha que se puede poner en cuanto a acabados es el abuso en la utilización del plástico negro brillante en el salpicadero y la consola porque con el uso se ensucia y se araña rápidamente.
Me ha gustado especialmente el cuidado por los detalles que hay en el habitáculo del Koleos. Por ejemplo, los reposacabezas son envolventes, el reposabrazos central se desliza 80 mm o uno de los posavasos está climatizado así que puede mantener fría o caliente una bebida. Además, todos los huecos tienen un fondo de goma o están forrados como puede ser la guantera. Incluso las paredes de los bolsillos de las puertas tienen un tacto sedoso y muy agradable, que también sirven por ejemplo para proteger con más delicadeza las cosas que pongamos aquí (por ejemplo si colocamos una tablet este material evitaría que se raye la pantalla). La iluminación ambiente se puede elegir entre cinco tonalidades diferentes.
Sin embargo, en el interior del Koleos hay algunos detalles de ergonomía que me parecen mejorables. La mayoría de los fabricantes integran en los brazos del volante todas las funciones, dejando como mucho un mando adicional para manejar el control de crucero. Sin embargo en el Koleos tenemos botones en el volante, un mando adicional repleto de botones (hasta seis botones y una ruleta) para manejar el sistema de audio, y además hay un par de botones más en la consola que activan el control de crucero y el limitador de velocidad. Es una configuración que Renault utiliza desde hace años pero no termino de ver las ventajas de esta distribución.
Los parasoles tienen un tamaño realmente grande, lo cual tiene ventajas evidentes pero una traba en el plano ergonómico al menos con conductores de estatura elevada. Cuando el parasol del acompañante se baja, tapa la visión del conductor sobre la parte superior del retrovisor derecho aunque el asiento esté en la posición más baja.
Además, la luneta trasera es más pequeña de lo que parece así que no deja ver mucho pero además esto se acentúa porque los reposacabezas traseros, que son generosos, quitan bastante visión. Afortunadamente los retrovisores exteriores son grandes así que tampoco supone un gran problema para maniobrar. No hay disponible es un sistema de cámaras de 360 grados pero el Koleos cuenta con sensores de aparcamiento en el perímetro del coche y también equipa una cámara trasera.
Las imágenes de la cámara trasera se ven en la pantalla del sistema multimedia, que también resulta llamativo. Es el sistema R-Link 2 de Renault y recurre a una pantalla de 8,7 pulgadas en formato vertical. Aquí se gestionan la mayoría de funciones del vehículo en cuanto a climatización, navegación, telefonía, radio, ayudas al aparcamiento y a la conducción, etc.
El sistema de infoentretenimiento es compatible con Apple CarPlay y con Android Auto, funciona con rapidez, responde bien al tacto y ofrece muchísimas opciones de personalización aunque eso provoca que haya demasiados menús y submenús que distraen de la conducción. También está a nuestra disposición un sistema de audio Bose con 13 altavoces.
Entre estos elementos de personalización también se incluye el cuadro de instrumentos. La parte central de la instrumentación cuenta con una pantalla TFT de 7 pulgadas cuyas grafías e información se pueden cambiar dentro de unas opciones predeterminadas. No es completamente digital pero tiene un aspecto muy moderno y atractivo. No está disponible un head-up display para complementar la información.
Las plazas delanteras son muy cómodas gracias a unos magníficos asientos que tienen reglajes eléctricos, calefacción e incluso ventilación. Detrás también hay mucho confort, especialmente porque los asientos de la banqueta trasera son muy mullidos y agradecidos en viajes largos. Como pasa en la mayoría de modelos del segmento la plaza central es claramente más incómoda y está pensada para un uso puntual.
La sensación de calidad que se percibe delante también es patente atrás con redes para dejar algunas cosas, tomas USB y una toma de 12V y un apoyabrazos con posavasos. Eso sí, otros rivales ofrecen una tercera fila de asientos, algo que no está disponible en el SUV de Renault: el Koleos siempre tiene una configuración de 5 plazas.
Siguiendo con el análisis de las plazas traseras hay que reconocer que muestran mucha distancia para las piernas de los pasajeros. El espacio para la cabeza está bien, con matices, porque depende de la versión. Los acabados del Koleos sin techo solar tienen mucha altura así que incluso pasajeros altos irán sin problemas pero el Initial Paris sí que lleva de serie un techo solar panorámico que rebaja la altura varios centímetros y deja sitio atrás para pasajeros de hasta 1,85 m de estatura. Es habitual que se pierda algo de altura en los coches con techo solar pero en este Renault es más acusado por la forma que tiene de abrirse debido a que la parte practicable no sale hacia afuera sino que se mete por debajo de la sección fija del cristal así que necesita más espacio hacia abajo.
Siempre listo para viajar
Aunque la gama del Koleos es bastante amplia, el acabado Initiale Paris limita las cosas en cuanto a configuración mecánica. El acabado más lujoso del crossover galo sólo está disponible con el motor diésel más potente de la gama, transmisión automática y tracción total.
El motor es el 2.0 dCi de 175 CV, un propulsor con mucha fuerza gracias a sus 380 Nm pero que se oye más de lo deseable y se muestra poco refinado, sobre todo en frío. Los cristales laterales laminados que monta el Koleos Initiale Paris alivian algo esta sonoridad pero donde sí se aprecia esta mejora en el confort acústico es el casi inexistente ruido aerodinámico o de rodadura.
Las prestaciones no son especialmente llamativas teniendo en cuenta su potencia y muestra de ello son los 9,5 segundos que necesita para alcanzar los 100 km/h desde parado. Aunque sus aceleraciones son comedidas, mantiene cruceros muy elevados sin dificultad. De hecho en vías rápidas es donde más a gusto se encuentra, demostrando ser un magnífico rutero.
Su amortiguación tiene mucho que ver en esto también. La suspensión de tarado blando filtra bien las irregularidades de la carretera pero en zonas sinuosas las oscilaciones son acusadas, restando agilidad a sus movimientos. Tampoco ayuda a llevar ritmos altos en vías la dirección eléctrica de asistencia variable que resulta muy poco informativa.
Llaman la atención los más de 1.800 kg que arroja en la báscula, un enorme peso que se traducen en inercias evidentes que afectan a su dinamismo. También a su consumo, con un dato medio homologado de 5,9 l/100 km difícil de conseguir porque el consumo real se sitúa en torno a 7,5 l/100 km. El motor dCi está equipado con Stop and Start, una trampa de NOx y un filtro de partículas. Hay un botón Eco que resta algo de respuesta al acelerador para ahorrar combustible pero su efecto es casi inapreciable.
En cuanto a la transmisión se recurre a una caja automática X-Tronic de variador continuo. Es suave y agradable practicando una conducción tranquila pero si se le exige se muestra muy lenta. Además, en fases de fuerte aceleración el sonido del motor aumenta considerablemente (como es habitual con los cambios CVT) pero Renault propone siete marchas prefijadas. Los cambios se deben hacer desde la palanca ya que no hay levas ni en opción.
El Renault Koleos Initiale Paris 2.0 dCi 175 X-Tronic AWD tiene un enfoque familiar y apuesta por los viajes relajados con el confort de berlina de lujo. Pero además suma el plus de tener una ciertas aptitudes offroad. El modelo francés utiliza la plataforma modular CMF-C/D de la Alianza Renault-Nissan, que comparte con modelos como el Nissan X-Trail que es competencia directa del Koleos. Ambos SUV comparten diversas características técnicas, entre las que se incluye el sistema de tracción total All Mode 4x4-i.
El sistema de cuatro ruedas motrices tiene tres modos de funcionamiento. Sólo con tracción delantera en beneficio del consumo (2WD), como una tracción total inteligente que reparte el par según las condiciones de adherencia (4WD Auto) de manera que en condiciones normales se envía el 100% del par al eje delantero pero podría mandarse hasta el 50% del par al trasero si hace falta. El tercer modo (4WD Lock) se utiliza en condiciones todoterreno o de baja adherencia, siempre por debajo de 40 km/h y bloquea el reparto de par al 50% entre ambos ejes.
La generosa altura libre al suelo de 210 mm y unos correctos ángulos de ataque y de salida de 19° y 26° respectivamente hacen que el Koleos se defienda bien fuera del asfalto, especialmente si monta los neumáticos adecuados. No conviene buscar grandes complicaciones pero sí que podemos mancharlo sin miedo. Además, el diseño de las puertas protege el umbral de la suciedad exterior así que evitan que los pasajeros se manchen cuando acceden a bordo.
El Renault Koleos Initial Paris es sofisticado, moderno y tiene una presencia seductora. Su precio de venta es de 38.908,64 euros, incluyendo las promociones de la marca y el descuento por financiación. Una cantidad que parece razonable ya que casi todo el equipamiento posible viene de serie y cumple muy bien como coche de enfoque familiar, especialmente para viajar con un gran confort y una buena habitabilidad.