Prueba SEAT Ateca 2020: grandes aciertos y cambios pendientes

En el año 2016 se estrenaba el SEAT Ateca como primera apuesta de la marca española por el segmento SUV. Después le siguieron el Arona en un subsegmento inferior y el Tarraco, pero por encima. Y después de cuatro años de constante crecimiento relativo en el mercado, en el ranking de ventas de modelos SUV, al SEAT Ateca ya le tocaba una renovación para responder a los competidores que han llegado más tarde que él.

Eso es el SEAT Ateca 2020, una 'puesta a punto'; o más bien, una 'puesta al día' que solemos llamar restyling y que, a fin de cuentas, es una sutil renovación de algunos puntos clave que le permitirán seguir siendo una interesante opción de compra para quienes busquen un SUV de sus características. Y sin tocar lo que no había que tocar, que eso es igual de importante, o más, que poner al día lo que requiere de una actualización.

Lo mejor del SEAT Ateca sigue igual en su renovación para 2020

Lo normal sería arrancar con los cambios del SEAT Ateca 2020, su lista de novedades en esta actualización a mitad de vida. Pero el Ateca es un modelo 'especial', diferenciado de todos sus competidores a nivel de comportamiento dinámico, y por eso he preferido arrancar por este punto. La versión de nacimiento del modelo, el Ateca del 2016, ya era una referencia en el sector para quienes pretendan el mejor comportamiento dinámico en un SUV.

Es un modelo que hace coincidir cualquiera que se sienta a conducirlo: se siente como un compacto, pero es un SUV. Y esto, que SEAT sabe perfectamente que es su punto fuerte, se ha mantenido intacto. La marca española ha optado por no tocar aspectos técnicos como la dirección o la suspensión, así que el SEAT Ateca 2020 sigue siendo un SUV con excelentes tactos de compacto en la conducción. También era más barato no abordar este área, claro.

¿Qué hay de nuevo en el SEAT Ateca 2020?

Ahora sí: los cambios. El nuevo SEAT Ateca cambia sus medidas, pero poco. Está construido sobre la misma plataforma -y quédate con este dato-, así que sus 18 mm adicionales de longitud importan únicamente sobre el papel, porque lejos de beneficiar a la habitabilidad interior, afectan únicamente a su carrocería. Es más largo, sí, pero solo porque cuenta con nuevos paragolpes. Nada de mejoras en el espacio para las plazas traseras o el maletero.

Con estos nuevos paragolpes el SEAT Ateca 2020 luce más actual y se diferencia de las versiones desde 2016 hasta ahora. Se mantienen sus 2,63 metros de batalla que ya le permitían ofrecer buen espacio interior y sus correctos 510 litros de maletero siguen intactos también. Y a nivel estético, y funcional, contamos con nuevas ópticas Full LED, además de una revisada calandra.

El aspecto del SEAT Ateca 2020 es, efectivamente, más moderno y actual. Tampoco se había quedado atrás a pesar de los años, pero la propia gama de la marca -el Tarraco, específicamente- le forzaban al Ateca a ponerse al día. Y lo hace no solo a nivel estético, sino también a nivel de seguridad y confort con estos faros Full LED. Un cambio importante.

Nuevo acabado XPERIENCE para un Ateca más 'campero'

Ni el SEAT Ateca ni sus homólogos son todoterrenos. Tampoco hacía falta decirlo. Pero este, y otros, son modelos aptos para pistas de tierra y 'algo más'. Y si vamos a darle este tipo de uso, aunque sea ocasional, las protecciones plásticas de color negro para los pasos de rueda, y la parte baja de la carrocería, son algo más que un accesorio estético -que también puede ser motivo de compra- para el Ateca.

Y en el nuevo acabado XPERIENCE, además de esto, se nos ofrecen decorativos de aspecto de aluminio para el paragolpes delantero y el trasero. Este nuevo acabado es el sabor más campero del SEAT Ateca por sus diferencias en la carrocería, y estos pequeños cambios son importantes incluso para un uso tan solo ocasional fuera de la carretera. O incluso en zonas de montaña, donde la sal en el asfalto es habitual.

Más cambios en el nuevo SEAT Ateca, por fuera y por dentro

Junto a las novedades anteriores, al nuevo Ateca le han llegado nuevas llantas de 16 a 19 pulgadas y un nuevo color de carrocería, llegando ahora a un total de diez opciones diferentes. Y por suerte, o por desgracia, en el portón del maletero ahora podemos leer 'Ateca' en un estilo de caligrafía, como en el nuevo Leon -sí, sin tilde...- o el Tarraco FR.

En el interior, aunque las medidas no hayan cambiado en favor de la habitabilidad, sí que se ha aprovechado la renovación del modelo para mejorar las calidades, por ejemplo en los paneles de las puertas, y mejorar la tecnología. Con especial protagonismo de las nuevas pantallas multimedia de 8,2 ó 9,2 pulgadas de diagonal y una revisión del cuadro de instrumentos digital a nivel de gráficos.

En este aspecto es en el que mayor presión hay con cada nuevo lanzamiento de los diferentes fabricantes, así que SEAT se ha puesto al día con los controles por voz del sistema multimedia, con el soporte para Apple CarPlay sin cables -Android Auto aún por cable- y también servicios en tiempo real como la meteorología o el tráfico, cosas para las que muchos usuarios recurren a su propio teléfono inteligente.

La actualización de la pantalla a poco más de 8 ó 9 pulgadas es correcta. El salpicadero del SEAT Ateca está diseñado para centrar el sistema multimedia y que las salidas de ventilación queden una a cada lado; por eso 'no cabe' una pantalla de 10 pulgadas, como quizá habría sido mejor opción aún. Y modificar este salpicadero, para una pantalla aún más grande, por los costes que conlleva, es más propio de una nueva generación que de un restyling. La actualización en este sentido está bien.

Buenos cambios, pero para los más importantes habrá que esperar a una nueva generación

Esta pantalla que podría ser más grande aún no es la única limitación que tenía SEAT en el desarrollo de un restyling del Ateca, por cuestiones de planteamiento del modelo en su primera generación. Hay otros cambios que tendrán que esperar a una nueva generación del SEAT Ateca, para la que pasarán unos cuantos años todavía.

La limitación más importante -según la marca- la impone la que mencionábamos antes, la plataforma MQB sobre la que está construido, que no le permite ofrecer una versión híbrida enchufable como la que pronto recibirá el SEAT Tarraco, o versiones mild hybrid como, poco a poco, están recibiendo todos y cada uno de sus hermanos de catálogo. Esto es lo que nos señalaron desde SEAT, pero a nivel técnico la plataforma sí es compatible con la hibridación enchufable. Otra cosa es que, por diseño, pueda no ser compatible.

Podemos esperar que llegue una versión PHEV, pero no se dará sobre este restyling de la primera generación según información ofrecida directamente por SEAT, y por los motivos anteriormente señalados. Sabiendo que hay una versión híbrida enchufable en desarrollo, y con esta información de fuente oficial en la mano, es previsible que exista sobre la segunda generación, para la que todavía quedan varios años por delante.

El híbrido enchufable es quizá un 'mal menor', que no exista en este restyling, porque es un modelo compacto con consumos ajustados y no tan enfocado a largos viajes como el Tarraco. No se hace tan importante, en este segmento, para el público y uso al que está enfocado, que haya en la gama una versión híbrida enchufable que sí va a tener el SEAT Leon.

Pero las versiones mild hybrid que también ofrece el nuevo Leon sí se echan en falta. Por etiqueta, más conveniente y menos restrictiva, y también por los consumos. No obstante, el SEAT Ateca 2020 tiene una amplia gama de opciones en el apartado mecánico: con 115 CV de partida en la gama gasolina, con el 1.0 TSI de tres cilindros, la opción de idéntica potencia pero con el 2.0 TDI y versiones de 150 ó 190 CV de potencia gracias a los 1.5 TSI y 2.0 TDI. Y todo ello con configuraciones con transmisión manual o automática, así como con tracción delantera o 4Drive, la tracción a las cuatro ruedas de la casa.

Una buena actualización para una buena opción SUV

Ha sido la propia marca la que se ha forzado, a sí misma, a renovar el SEAT Ateca a nivel estético. El Tarraco impuso en casa un nuevo lenguaje de diseño, sobre la base del tercer León, pero matizado de manera sustancial, y la cuarta generación del SEAT Leon ha reforzado la apuesta. Así que con esto, aunque el nuevo Ateca se deja las ópticas delanteras 'incrustadas' tras la parrilla o la tira LED que une los pilotos para su próxima generación, ya está al día en la gama.

La actualización estética es acertada y con el 'plus' del acabado XPERIENCE. Y el interior es mejor por el salto en calidades. También es un acierto la renovación en el apartado multimedia y tecnológico, incluso aunque una pantalla más grande habría sido el 'diez sobre diez'. Pero las versiones mild hybrid, dentro de su extenso catálogo de mecánicas, sí son opciones que se echarán en falta, mientras que pocos o ninguno echarán de menos el Ateca híbrido enchufable que ni ha llegado ni llegará en este restyling.

El SEAT Ateca debería ser el primer SUV al que mirar para quienes disfruten conduciendo, y no solo tengan que conducir y lo hagan. Su confort de marcha en autopista está a buen nivel y su comportamiento dinámico en carreteras viradas es excelente, así que se mantiene como opción líder en este sentido y ofreciendo una experiencia de conducción muy, muy parecida a la de los turismos compactos.

Su precio de partida es de 18.700 euros con motor 1.0 TSI 115 CV y con descuentos aplicables. Así que este restyling del SEAT Ateca, incluso con sus muy pequeños 'peros', es indudablemente un SUV atractivo a casi todos los niveles.