Prueba SEAT León 1.6 TDI Ecomotive: prueba de consumo y conclusiones (III)

En la segunda parte de la prueba, en condiciones de uso habitual, un ocupante, y sin exigir grandes esfuerzos al climatizador, el SEAT León Ecomotive nos gastó 4,2 l/100 km (redondeando). Es un buen dato, sin duda, pero un 27% por encima de lo que la homologación nos promete.

¿Y qué pasa en condiciones más exigentes?

Partí una mañana hacia Málaga, con el depósito lleno desde Madrid, y me acompañaron tres fornidos adultos. Excluyéndome a mi -voy incluido en el peso en orden de marcha- hablamos de unos 250 kg de lastre y una masa total de unos 1.500 kg. Cada caballo de potencia tendrá que mover 13 kg en el caso más favorable.

El motor 1.6 TDI entrega un par máximo de 250 Nm entre 1.500 y 3.000 RPM, la misma fuerza que ofrecía el 1.9 TDI que se usó en el primer León Ecomotive, solo que ahora está disponible en un abanico superior de revoluciones. En otras palabras, el motor va cómodo con marchas largas y nos pide menos cambiar de marcha.

De Madrid a Málaga

La primera parte del recorrido es muy favorable, hasta prácticamente Despeñaperros la autovía A-4 tiene muy poco desnivel y muchos kilómetros son en línea recta. Control de crucero a 120-130 km/h, en sexta, el motor va muy cómodo. La unidad de pruebas no tenía el radar frontal, de modo que no está disponible el control de crucero activo (ACC), que tiene en cuenta el tráfico.

Eso sí, para ir por autopista es una gozada el asistente de mantenimiento de carril, que va corrigiendo la dirección constantemente al fijarse en las marcas viales. Al que no le guste, lo puede desactivar. Si nos vence la monotonía, el coche intentará evitar que nos salgamos de la carretera. Eran días de mucho calor y el aire acondicionado fue fundamental.

Según el ordenador, el aire acondicionado consume unos 0,4 litros/hora de gasóleo

Hicimos una escala cerca de Bailén para estirar las piernas, y de ahí a Granada para hacer otra breve escala. En Bailén me encontré con otro conductor que también tenía un León como este, y habiendo circulado a un ritmo similar, me dijo que le estaba haciendo 4,9 l/100 km de marcador. No recuerdo si era otro Ecomotive, fallo mío, pero era el mismo motor. Ya en Málaga, me moví un poco por el tráfico urbano de la ciudad para hacer un consumo más realista, y de ahí, al surtidor.

El consumo, según el ordenador, fue de 4,6 l/100 km en 685 kilómetros. Como entraron 36,4 litros de gasóleo, la media real fue de 5,3 l/100 km, supera la del recorrido habitual por un litro. Tengamos en cuenta que el aire acondicionado funcionó por lo menos 7 horas, así que habría que "restar" 2,8 litros como peaje de confort.

Según el ordenador, quedaba "caldo" para 310 km

Sin A/C serían 4,9 l/100 km como "consumo real", pero habríamos sudado como pollos. Procuré circular a velocidades legales, contando con el error de velocímetro, o muy poco por encima. Estando el coche cargado, no es ni mucho menos un mal consumo, pero recordemos que es un recorrido 900 metros de altura a nivel del mar casi, cuesta abajo.

La jornada terminó en Marbella, por la ruta de la costa (A-7). En esa carretera, a 80 km/h de límite en casi todo el trazado, el consumo medio permanece muy bajo, menos de 4 l/100 km. La sexta se le queda un poco larga cuando hay un repecho, ya va muy bajo de revoluciones, unas 1.350 RPM. Puntualmente bajo a quinta y el motor respira de nuevo.

De Málaga a Madrid

Para el regreso, fui con un pasajero. Tras realizar una parada técnica en Granada, también con un calor contundente, ya no paramos hasta Madrid. El coche cuenta con un indicador de fatiga para el conductor, y no me dio aviso hasta muy cerca de mi destino. La verdad, los kilómetros se me pasaron volando con este coche, tenía que haber llegado reventado a la ida y a la vuelta.

A mi juicio, es estupendo para zamparse mucha carretera

Los pasajeros traseros sí perciben que el eje trasero es menos refinado, la barra de torsión, junto a una altura rebajada de carrocería, empeora un poco la calidad de rodadura. En el eje delantero solo noté molestias pasando por la A-45 (conecta Granada con la A-4), cuyo firme está lleno de baches por hundimiento del terreno. En el modelo no Ecomotive, se habría notado un pelín menos.

Llegué a mi destino en prácticamente el mismo tiempo, con un consumo ¡más bajo! La media había bajado a 4,4 l/100 km y la autonomía era de 380 kilómetros, superior a la ida. Juraría haber conducido de una forma similar, faltaban dos pasajeros, pero el recorrido es cuesta arriba. Quizás influyó el combustible de regreso, gasóleo normal de BP. El depósito anterior lo cargué con CEPSA Diesel Star, el equivalente. O todo eso, o fallo del ordenador.

Después de comer, saqué mis efectos personales del coche y me dirigí a Madrid capital para devolver la unidad de prensa. Como puede apreciarse en las fotos, estaba ya repleto de mosquitos muertos, lo típico en esta época. El coche llega al aparcamiento con 785 km en el depósito y 340 km de autonomía adicional. Si eso es verdad, la suma es de 1.125 km.

Solo me parece recomendable para hacer muchos kilómetros en su vida útil

En el primer depósito el ordenador acertó el consumo real, pero en el segundo depósito no, por lo que el error medio es de 0,5 l/100 km a la baja. Por lo tanto, el consumo medio durante la tercera parte de esta prueba fue de 5 l/100 km (aproximadamente), a una media de 89 km/h, 16 horas y media al volante.

No son resultados realmente espectaculares, pero como las condiciones no eran las más favorables posibles, me quedo con un buen sabor de boca. Al menos el aire acondicionado de este coche enfría bien, no puedo decir lo mismo del Opel Astra 1.3 CDTI ecoFLEX, que encima de andar menos, consume un poco más.

Ah, por cierto, en 2008 probé el Volkswagen Golf 1.9 TDI Bluemotion, el equivalente al León Ecomotive 1.9 TDI, y el consumo que me salió fue prácticamente el mismo. Que cada uno saque las conclusiones que quiera sacar, aunque en esa ocasión viajé solo... y más rápido. ¿Alguna pregunta?