Prueba SEAT León 2017, motivo de orgullo nacional

El superventas español se actualiza. La tercera generación del SEAT León recibe un restyling que ya hemos probado. Una pequeña evolución estética que acompaña a importantes novedades tecnológicas. Un trabajo que seguirá haciendo de él una de las mejores apuestas del segmento.

Prueba SEAT León 2017, motivo de orgullo nacional

16 min. lectura

Publicado: 25/11/2016 18:00

Corría el año 1999 cuando SEAT decidió lanzar al mercado su nuevo y esperado compacto, el SEAT León. Desde entonces hemos visto tres generaciones, y ahora nos llega el restyling de ésta última. Una actualización que incluye importantes novedades más allá de los ligeros cambios estéticos. Ya he tenido ocasión de probarlo y rápidamente puedo decirte que sigue siendo una de las mejores apuestas del segmento.

El nuevo León no es muy diferente al viejo, pero consigue mejorar lo que ya había, que era mucho

Y es que no es fácil mejorar el León. Desde que viera la luz por primera vez a finales del siglo pasado (cómo pasa el tiempo) el modelo español siempre se ha posicionado como una alternativa excelente por su gran relación calidad-precio. A día de hoy extiende esa fama y herencia, aunque ha mejorado notablemente, estrechando la brecha que lo separaba del mandamás Volkswagen Golf. Su primo alemán.

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El segmento C europeo es el más duro y competido, y mantenerte actualizado es vital a la hora de no perder potenciales compradores. Por este motivo SEAT ha tenido que actualizar el León, y ha decidido hacerlo de forma sutil. Ya llegarán las importantes en el futuro. Tan sutil ha sido el cambio que exteriormente cuesta encontrar diferencias. Las únicas que podemos encontrar son en el frontal, con un nuevo parachoques y nueva parrilla, así como faros Full LED rediseñados.

En cuanto al interior, tres cuartas partes de lo mismo. Se trata de un restyling tecnológico, por lo que nada cambia en la estructura o en el diseño del habitáculo. Lo que sí se consigue es más tecnología. Mucha más tecnología. El factor tecnológico se ha convertido en un importante motivo de compra, y más si cabe en un segmento tan popular como en el que compite el León.

Así que SEAT ha abierto el cajón del Grupo Volkswagen y ha cogido todo lo que ha necesitado. Algo que ya hizo hace poco con el SEAT Ateca. De hecho ambos modelos comparten todo en este aspecto. Ambos son los coches más avanzados en la historia de SEAT. En la lista de novedades encontramos avanzados sistemas, empezando por los faros Full LED que antes mencionaba, el cuadro de instrumentos con pantalla a color, ya llegará el salpicadero digital el año que viene, y el equipo de infoentretenimiento mejorado y ampliado.

La tecnología LED se incluye en todas las ópticas, aunque no como elemento de serie

Es este último el que debe centrar toda nuestra atención, pues el cambio no es solo notable, sino impresionante. Como el día y la noche comparado con la generación anterior. No sólo es más grande, ahora cuenta con ocho pulgadas de tamaño, sino que también abarca una mayor cantidad de sistemas, ayudas y gadgets. La conectividad también es de otra época, todo tipo de dispositivos son fácilmente conectables mediante tecnología MirrorLink o AppleCar. Incluso se incorpora un cargador por inducción para que nunca echemos en falta el típico cable o enchufe de corriente.

Para terminar con el apartado tecnológico, hay que centrarse en la seguridad. Los niveles más altos de equipamiento dispondrán de un conjunto de radar, cámara y sensores que vigilarán todo lo que precede al coche, pudiendo informarnos de los peligros, llegando incluso a actuar por sí solo si nosotros no actuamos para evitarlo. Es tecnología que pode os ver en otros modelos superiores, y que ahora llegan al León.

Cuatro niveles de acabado: Reference, Style, Xcellence y FR. El Cupra tendrá su estética y equipamiento propio

En cuanto al resto del interior, no hay novedad alguna, aunque hay que mencionar que para este restyling los diseñadores de SEAT han querido aportar un punto más de refinamiento y calidad, y para ello entra en juego el acabado Xcellence, que demostrará a todo aquel que lo cate, que el español puede estar a la altura de sus homólogos alemanes en cuanto a sensaciones premium. Ya es hora que el León demuestre de cara al exterior lo realmente bueno que es.

Ya no hay excusas, si quieres un toque premium lo tienes con el acabado Xcellence

En temas de espacio no hay diferencia alguna. Como ya digo, el coche es el mismo y por ello sigue ofreciendo un espacio generoso para todas sus plazas. Eso sí, la facilidad de acceso la aportan el León 5p y el familiar ST, pues el SC siempre resulta más incómodo por la falta de puertas traseras. El espacio del maletero si es más notable. El SC y el cinco puertas comparten volumen, 380 litros, pero en este caso el ST los supera ambos siendo capaz de llegar a los 482 litros de capacidad mínima.

Dejando a un lado los campos de diseño, interior, tecnología y habitabilidad y adentrándonos en el terreno mecánico, una vez más encontramos pocas diferencias. Solamente alguna variante mecánica que ahora es capaz de asociarse con el cambio automático DSG y punto. Las potencias siguen siendo las mismas, encontrando un abanico que oscila entre los 85 y los 180 CV para él gasolina y entre los 90 y los 184 para los diésel. La alternativa eficiente la encontramos en la variante de CNG, con 110 caballos asociados.

La joya de la corona vendrá marcada por el León Cupra, que se convertirá en el SEAT de fábrica más potente de todos los tiempos con 300 caballos y la posibilidad de integrar un sistema de tracción total. Toda una joya que llegara a París del año que viene. Su precio de salida se situará en 31.008 euros, mientras queel precio base del SEAT León normal será de 20.080 euros. Ambos empezarán su comercialización ya mismo, llegando las primeras unidades en enero del año que viene.

Prueba SEAT León 2017

Huelga decir que el León ya era uno de los mejores compactos del segmento. Sus cualidades dinámicas siempre han estado por encima, muy por encima, de la media, y es algo que sigue estando presente. Al no cambiar nada de la plataforma o del tren inferior del coche, todo lo escrito sobre el León anterior sigue siendo válido a día de hoy. Es decir toda una delicia de coche que demuestra el gran trabajo que somos capaces de hacer en este país, y que no hace falta mirar al extranjero a la hora de comprarnos un coche.

El habitáculo no cambia apenas, pero la pantalla central se hace más grande y el freno de mano desaparece

Durante la presentación he tenido ocasión de probar las versiones de 150 caballos, tanto el 1.4 TSI como el 2.0 TDI. Los dos con cambio manual de seis velocidades. He de decir que los dos me han gustado, pero viendo los derroteros que por los que transcurre el motor diésel, mi apuesta en este caso sería optar por la gasolina. Y ahora te explico los porqués de esta afirmación.

Sé que España es tierra diésel, y no digo nada en contra, pero en los últimos años los bloques de gasolina han evolucionado de tal manera que esa brecha que los separa hace años se ha recortado drásticamente. Tanto que vuelven a ser una alternativa de compra muy válida. El 1.4 TSI es todo un lujo, un motor que representa este cambio como ningún otro. Es refinado, suave a la par que enérgico, ahorrador... es un bloque que le queda como un guante al León. Su par de 250 Nm le permite hacer maravillas en términos de recuperación y aceleración.

Otro aspecto que llama la atención, es la suavidad de rodadura. El León con este motor se convierte en un aliado perfecto para viajes y para todo lo que se antoje. Apenas se perciben ruidos del motor, incluso cuesta saber cuándo el Start & Stop ha entrado en funcionamiento. Así de suave va y actúa. Con esto no quiero decir que el 2.0 TDI sea un motor malo, ni mucho menos, pero sí que se le nota más áspero en aceleración y rumorosidad. Algo que les pasa a todos los diésel del mundo, todo sea dicho de paso.

La pantalla de ocho pulgadas tiene una gran resolución y una inmensa cantidad de funciones

Muchos estaréis pensando en el consumo. Obviamente un gasolina es más consumista que un diésel, pero no tanto como uno podría esperar. Bien es cierto que durante la presentación no se pudo sacar conclusiones claras de consumo, pero quepa decir que como máximo el ordenador desprendió un gasto de 7 L/100 Km, y eso que hubo momentos en los que se le exprimió al máximo.

Un excelente dato que se consiguió bajar en un tramo más tranquilo donde, tras resetear el ordenador, la cifra fue de...¡¡¡4,9 litros a los 100 km!!! Gracias muy en parte al sistema de desconexión de cilindros. El diésel siempre operó en mejores datos llegando a mostrar un mínimo de 4,4 litros. Aunque eso sí, el recorrido era más exigente, por el centro de Barcelona, con sus atascos y sus semáforos. Se mire por donde se mira excelentes datos para cualquiera de los dos.

Es impresionante la puesta a punto del León, su paso por curva es muy elevando, el chasis es capaz de soportar mucho esfuerzo

Si me rescindo a un trato más dinámico del SEAT León, he de decir una vez más que el español me parece un coche sensacional. Es capaz de mostrar varios caracteres gracias a sus modos de conducción: ECO, Normal, Confort, Sport e Individual. Según queramos, podemos ajustar las características del coche para que este se comporte de una manera diferente. Si queremos que sea eficiente ponemos el modo Eco, que queremos suavidad, el modo Confort, que queremos de todo un poco, el modo normal, y que queremos darle caña, pues para eso está el modo Sport.

El cambio manual es perfecto, pero siempre debemos considerar el excelente DSG

La diferencia entre los tres primeros no es muy clara, pero si con el modo Sport. La dirección se vuelve más rígida, el acelerador se vuelve más sensible, e incluso el chasis DCC se ajusta para ser capaz de acometer curvas con mayor soltura y con más agarre, que todo sea dicho de paso es excelente vayas en el modo que vayas. A todo esto la caja de cambios, de palanca corta como debe ser, aprovecha el motor en su totalidad y su escalonamiento se antoja perfecto. Un complemento perfecto para el coche, aunque la opción del DSG siempre está ahí y es algo a valorar.

Conclusión

En definitiva, el SEAT León sigue siendo muy bueno, un coche por el que todos los españoles deberíamos sentirnos orgullosos. Así lo digo. Es un representante perfecto en el mercado. El que quiera cuatro aros en el morro los puede tener, el que quiera una W también, pero la verdad os digo que para mí el SEAT es mejor.Poco o nada tiene que envidiar a sus hermanos alemanes, y el hecho de que sea más barato marca el punto definitivo de un partido que lleva librándose de pide la formación del grupo.

El León necesitaba y se merecía esta actualización. Todo el mundo demandaba más tecnología, y ahí está. Con eso y un par de retoques sigue siendo uno de esos coches que tienes que valorar a la hora de comprar. Olvidando clichés o estereotipos absurdos. SEAT lo va a tener muy difícil para mejorar lo presente, pero confiemos en que la siguiente generación sea mejor. Aunque es no se antoja un trabajo sencillo. Un gran coche, una gran compra.

Sus hermanos alemanes podrán decir lo que quieran, pero tienen en el León un rival muy serio

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