Prueba SEAT Tarraco 1.5 TSI, un vistazo al futuro de la marca española (con vídeo)

El SEAT Tarraco es el primer todocamino con hasta siete plazas de la marca española y lo analizamos al detalle en vídeo. El buque insignia de este fabricante presenta el nuevo lenguaje de diseño y el arsenal tecnológico que veremos en los futuros modelos de SEAT.

Prueba SEAT Tarraco 1.5 TSI, un vistazo al futuro de la marca española (con vídeo)

22 min. lectura

Publicado: 08/04/2019 20:00

El año pasado, en 2018, SEAT vendió 517.600 coches en todo el mundo, la mayor cifra en las siete décadas de historia de la marca española. Para conseguir este hito ha tenido una importancia fundamental su gama SUV, compuesta por tres modelos: el Arona, el Ateca y el nuevo SEAT Tarraco, el último modelo que ha completado este trío y que es el protagonista de nuestra prueba.

El Tarraco es el primer todocamino de siete plazas de SEAT y es el nuevo buque insignia de la marca: es el más equipado, el más moderno y también el que presenta el aspecto más innovador. De hecho, el nuevo lenguaje de diseño que presenta influirá en los próximos lanzamientos de la marca española, como por ejemplo la futura generación del SEAT León.

Entre sus rasgos destaca la nueva parrilla, un elemento que visualmente tiene mucha fuerza en la imagen del coche. Se ha dejado a un lado la conocida parrilla trapezoidal que está presente en el Ateca o el Arona y aquí se ha optado por un diseño hexagonal que queda realmente bien. También hay que fijarse en los faros, muy estilizados y con una forma luminosa muy característica en formato triangular. Todas las versiones, incluso el modelo de acceso, llevan faros Full Led.

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La parte inferior es más convencional con unos faros antiniebla redondos y una sección en color negro habitual en los SUV. Hay dos acabados disponibles, Style y Excellence (a su vez con dos variantes llamadas Style Plus y Excellence Plus) que no muestran grandes diferencias en el diseño exterior entre uno. La trama de la parrilla y la parte baja del paragolpes lleva detalles cromados en la versión Excellence y, por supuesto, las llantas sí que son diferentes y están disponibles juegos entre las 17 y las 20 pulgadas.

En la parte posterior sin duda destacan los pilotos traseros unidos entre sí, un nuevo rasgo que vamos a ver en los futuros modelos de SEAT y sigue una tendencia de diseño que también hemos visto en otras marcas. Esta parte central no se ilumina, sólo es decorativa. Además esa línea de unión entre los pilotos proporciona otro elemento de diseño propio de este Tarraco que no tienen el Arona y el Ateca: el nombre del modelo va a un lado en lugar de estar debajo de la matrícula.

Los pilotos unidos son el rasgo estético más característico del Tarraco

En cuanto al paragolpes trasero puede tener la parte inferior en un tono plateado en la versión Excellence y enseña unas molduras que simulan en cierto modo unas salidas de escape falsas. Las salidas reales están bajo el paragolpes, ocultas. El SUV más grande la marca española mide 4,73 m de longitud y para su carrocería SEAT propone ocho tonalidades, siete de ellas metalizadas.

En conjunto es un coche elegante y con personalidad. El diseño y desarrollo de este coche se ha hecho en España pero su fabricación tiene lugar en Alemania, en la factoría de Wolfsburgo donde también se fabrica el Volkswagen Tiguan Allspace. Hacía 20 años que no se fabricaba un SEAT en esa fábrica, desde que lo hiciera el extinto SEAT Arosa.

El Tarraco está asentado sobre la plataforma modular MQB A+, la misma que emplean el Skoda Kodiaq y el Volkswagen Tiguan Allspace. Con ambos modelos también comparte motores y muchas tecnologías así que son sus principales rivales aunque no hay que olvidarse de alternativas como el Nissan X-Trail, el Peugeot 5008, el Kia Sorento, el Hyundai Santa Fe y el Ford S-Max.

Buena sensación de calidad pero mucha sobriedad

El interior del todocamino español también es diferente a otros modelos de SEAT. Por ejemplo respecto al Ateca cambia no sólo la estética sino las sensaciones que transmite ya que las formas del salpicadero y de la consola son más estilizadas y eso da una impresión de mayor espacio. El diseño del habitáculo es muy convencional, no se han buscado recursos atrevidos ni por formas ni por colores. La disposición es muy racional, no es una presentación especialmente lujosa, es un modelo generalista y está en la media del segmento en cuanto a calidad. Sí se ve que está bien hecho, los ajustes son muy buenos y todo parece sólido y duradero.

Una de las cosas por las que destaca el Tarraco es por estar muy bien equipado. De serie para todas las versiones vienen muchos elementos que algunos de sus rivales sólo ofrecen en las versiones más caras o que incluso algunos no tienen. Por ejemplo el cuadro de instrumentos digital que emplea una pantalla de 10,25 pulgadas y tiene ciertas opciones de personalización. Se ve muy bien, es muy bonito y da un punto muy moderno al puesto de conducción. La información no se puede complementar con un Head-up Display, ni siquiera de manera opcional.

También es de serie en todos los Tarraco el sistema multimedia con pantalla táctil de 8 pulgadas y conectividad con Apple Carplay, Android Auto y Mirror Link. Queda como elemento opcional el navegador (que se pierde con facilidad en túneles) y además añade el control gestual que es una novedad en SEAT aunque ni funciona demasiado bien ni tiene ninguna utilidad real.

El sistema de infoentretenimiento es muy completo e intuitivo

También es común en todas las versiones el climatizador de tres zonas, el freno de estacionamiento eléctrico, el sistema de arranque sin llaves o los sensores de aparcamiento traseros. Un equipamiento muy amplio incluso para la variante de acceso. Entre las cosas que son opcionales (o que vienen de serie sólo en el tope de gama) encontramos la tapicería de piel, los asientos calefactados, el techo panorámico, el sistema de cámaras de 360 grados (Top View Camera) o la base inalámbrica para cargar teléfonos móviles.

En un vehículo de enfoque familiar como éste la segunda fila de asientos tiene una gran importancia y hay que reconocer que SEAT ha hecho un buen trabajo aquí. Atrás el espacio para las piernas es inmenso, también hay sitio de sobra para la cabeza y la anchura es la cota más ajustada. La plaza central es bastante cómoda a pesar de que el túnel de transmisión es demasiado intrusivo.

Esta parte trasera del SUV tiene su propia zona de climatización, los asientos de los extremos pueden estar calefactados, hay una conexión de 12V y un USB para recargar dispositivos electrónicos y, además, cuentan de serie con unas sólidas mesas plegables en los respaldos delanteros. La banqueta es deslizante para regular longitudinalmente el asiento y el respaldo también puede ajustas su inclinación.

El espacio en la segunda fila de asientos es extraordinario

La tercera fila de asientos para tener un total de siete plazas es una opción que cuesta 850 euros. La unidad que estamos probando no cuenta con estos dos asientos extras pero los conocemos de anteriores otras ocasiones: ni gozan de un buen acceso ni son amplias así que están pensadas para niños o adultos de baja estatura. Hay muy poco espacio para las piernas y van muy flexionadas, con lo que las rodillas quedan en una posición alta.

Dependiendo de la versión el portón es eléctrico y puede abrirse con una función manos libres. La versión de cinco plazas tiene un maletero con 760 litros de capacidad, es gigantesco superando a todos sus rivales del segmento. Abatiendo los asientos de la segunda fila el volumen aumenta hasta los 1.920 litros dejando un piso plano. Además, también se puede abatir el respaldo del asiento delantero derecho.

El espacio ofrece un doble fondo y varias soluciones para sujetar la carga. Además la boca de acceso es amplia y el umbral queda bastante bajo, lo que facilita introducir objetos voluminosos. Un buen detalle de este SUV es que el asiento delantero derecho también puede abatirse completamente para transportar objetos muy largos.

En cuanto a la variante de siete plazas, la capacidad es algo menor por el espacio que roban los dos asientos extras (que una vez plegados quedan enrasados con el suelo) pero igualmente es muy grande porque son 700 litros de capacidad. Cuando están las siete plazas operativas sólo queda un espacio de 230 litros y si abatimos las dos filas dejando sólo las dos plazas delanteras se llega a los 1.775 litros.

En el Tarraco se pueden abatir todos los asientos salvo, evidentemente, en el conductor

Tras el repaso exterior e interior vamos a hablar de la parte dinámica. Empecemos por los motores, que son cuatro: Dos de gasolina que son el 1.5 TSI de 150 CV y el 2.0 TSI de 190 CV y dos diésel, en ambos casos el 2.0 TDI con las mismas potencias que los de gasolina, es decir, 150 y 190 CV. Más adelante llegará una variante híbrida enchufable, en 2020, así que todavía habrá que esperar. Formará parte de la estrategia de electrificación de la marca.

Todos los motores son de cuatro cilindros, llevan turbo, inyección directa y un sistema Start/Stop. Los de 190 CV siempre están asociados a un cambio automático DSG de doble embrague y siete marchas, el gasolina de 150 va con caja manual de seis marchas y el diésel de 150 es el único que permite elegir entre caja manual o automática. Las versiones con cambio manual siempre son de tracción delantera y las versiones con cambio DSG siempre son de tracción total.

Las motorizaciones de acceso con 150 CV tienen unas prestaciones suficientes para el día a día así que las variantes de 190 CV no son necesarias salvo para quien quiera ese punto adicional de dinamismo o quienes vayan a viajar cargados con asiduidad. Hay que tener en cuenta que el este SEAT no es un coche ligero, el peso está entre los 1.600 y los 1.800 kg aproximadamente dependiendo de la versión y motor.

A bordo del Tarraco el confort de marcha es notable

A pesar de ello en marcha no da la sensación de ser un coche muy pesado o grande. Al volante gozamos de una posición de conducción elevada como es de esperar en un SUV, el cambio manual se engrana con mucha suavidad y la insonorización del habitáculo es excelente.

La unidad que hemos conducido es el Tarraco 1.5 TSI de 150 CV que se muestra refinado, suena bien y en general resulta muy agradable. Probablemente esta motorización de gasolina sea la que concentre un mayor número de ventas aunque yo recomendaría echar un ojo al diésel de 150 CV. La mecánica de gasóleo es un poquito más ruidosa y cuenta 1.300 euros que el TSI pero puede merecer la pena por la mayor entrega de par (250 Nm en el TSI y 340 Nm en el TDI) y un consumo notablemente más bajo.

Lo cierto es que este TSI 150 tiene un consumo bastante contenido en algunas circunstancias y teniendo en cuenta que es un SUV grande con un motor de gasolina. Poniendo empeño en una conducción eficiente y a ritmos constantes por carretera se sitúa en torno a los 6 l/100 km pero en cuanto hacemos algo de ciudad o somos más exigentes con el acelerador el consumo sube considerablemente.

A pesar de ser un SUV voluminoso, el 1.5 TSI mueve al Tarraco sin problemas

En un uso muy variado a ritmos despreocupados puede rondar los 8 l/100 km. El 1.5 TSI cuanto con la tecnología ACT de desconexión de cilindros de modo que cuando la carga del acelerador es baja (independientemente de la velocidad) puede apagar dos cilindros de los cuatro cilindros para ahorrar algo de combustible. En la conducción no se nota nada y el conductor sólo es consciente de ello porque sale un mensaje en la instrumentación.

El principal inconveniente de esta mecánica es que en frío y a bajas velocidades el 1.5 TSI da tirones, una situación incómoda que ocurre puntualmente y que no se produce cuando el motor está en la temperatura óptima de funcionamiento. Es algo que ya hemos notado en otros modelos con el mismo propulsor como fue el caso de la prueba del Volkswagen Golf 1.5 TSI, la prueba del Volkswagen Arteon 1.5 TSI, la prueba del Skoda Karoq 1.5 TSI y la prueba del Audi Q3 1.5 TSI.

Los modos de conducción proponen cuatro programas en las versiones 4x2 y seis en las versiones 4Drive

El selector de modos de conducción SEAT Drive Profile viene de serie y amplía las posibilidades de uso del vehículo ya que se adapta mejor a nuestras necesidades o nuestros gustos. Los programas son Confort, Eco, Sport e Individual (este último configurable) a los que se añaden los modos Off-Road y Snow en las versiones 4x4.

Es muy recomendable equipar el control de chasis adaptativo, opcional por 850 euros. Esta suspensión adaptativa funciona muy bien porque si seleccionamos el modo más confortable resulta un vehículo muy cómodo. La carrocería oscila mucho más porque es un tarado blandito que filtra bien las irregularidades del asfalto. Si llegamos a una zona con muchas curvas se puede seleccionar el modo más deportivo y el tarado es mucho más rígido y el coche gana en agilidad. Realmente hay una diferencia muy notable.

En esa configuración más rígida brilla a nivel dinámico siendo sin duda de los mejores en este segmento. Va bien pero desde luego está lejos de tener un comportamiento deportivo a pesar de que en el sistema multimedia tengamos un cronómetro para medir tiempos en circuito, algo completamente inútil en un coche como éste.

El Tarraco es un magnífico buque insignia para SEAT

Otro elemento muy destacado del Tarraco es la seguridad. El SUV español ha conseguido la máxima puntuación en las pruebas de seguridad de EuroNCAP, cinco estrellas. Entre otras cosas lleva siete airbags (delanteros, laterales y de cortina, además de airbag para rodilla del conductor), Front Assist con reconocimiento de peatones y ciclistas, detector de ángulo muerto, alerta de tráfico trasero, asistente de atascos, reconocimiento de señales de tráfico y asistente de salida involuntaria de carril.

Además, el Tarraco también cuenta con dos sistemas de seguridad nuevos en SEAT: el asistente de precolisión y el asistente de detección de vuelco. Si el sistema detecta que se va a producir un accidente, el asistente de precolisión actúa en apenas dos décimas de segundo para tensar los cinturones de seguridad, subir las ventanillas, cerrar el techo solar y activar las luces de emergencia. El asistente de detección de vuelco se activa cuando se produce una posible situación de vuelco. Acciona los airbags, tensa los cinturones de seguridad, activa las luces de emergencia, desbloquea las puertas, inicia una llamada de emergencia automática (eCall) y apaga el motor.

Las versiones con tracción total 4Drive tienen más versatilidad de uso pero no hay que entender esa tracción 4x4 como algo que nos dé unas grandes capacidades offroad, a pesar de que la altura libre al suelo es unos 2 cm mayor que la del Ateca. La tracción total es un buen aliado como un complemento más de seguridad por ejemplo en asfalto mojado o sobre hielo y nieve.

El Tarraco está disponible desde 29.400 euros, un precio un poco por encima de la media del segmento debido al amplio equipamiento de serie que lleva. Todas las versiones, incluso la de acceso, cuenta con faros Full Led, instrumentación digital, sistema multimedia con pantalla de 8 pulgadas, climatizador de tres zonas, arranque sin llaves, sensor de aparcamiento trasero, asientos traseros deslizantes, mesas plegables en los respaldos delanteros y el selector de modos de conducción.

El nuevo miembro de la familia SUV de SEAT es una magnífica elección para aquellos que busquen un coche con una clara vocación familiar pero que no estén interesados en un monovolumen tradicional como el SEAT Alhambra. El SEAT Tarraco nos revela el futuro de la marca española en cuanto a diseño, también muestra todo el arsenal tecnológico disponible y además traerá nuevos clientes a la marca. Desde luego cumple a la perfección su rol de buque insignia.

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