Prueba Skoda Fabia 1.5 TSI Monte Carlo, ¿más potencia es siempre mejor?
El Skoda Fabia es uno de los mejores modelos de la categoría. Un utilitario que gana muchos enteros en su última generación. En esta ocasión probamos la versión más potente, el 1.5 de 150 caballos y acabado Monte Carlo. ¿Merece realmente la pena?
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Publicado: 12/12/2022 18:00
Siempre he defendido que tener más potencia no es una simple cuestión de bravuconería, también hay que tener en cuenta otros factores. Un dulce no le amarga a nadie, pero no siempre está justificada. El Skoda Fabia es, para mí, una de las mejores opciones a las que echar el guante en el segmento de los utilitarios. Su última generación ha evolucionado mucho y muy bien. Tras haberlo puesto a prueba antes, ahora llega el turno de ponerme tras el volante de la versión más potente de la gama, el Fabia 1.5 TSI de 150 caballos.
Como venía diciendo, la nueva generación del Fabia, la cuarta que conocemos desde el año 1999, es no sólo la más completa de todas, sino también una de las más recomendables dentro de la categoría de los utilitarios. Gracias aun lavado estético muy acertado, el pequeño Fabia deja atrás su herencia con el pasado, mostrando mucho músculo y presencia. Con el acabado Monte Carlo de la unidad de pruebas lo que conseguimos es explotar un poco más el lado deportivo de Skoda.
Aunque muchos no lo crean, los checos tienen un buen pedigrí en lo que al mundo de la competición se refiere. Actualmente participan en el calendario del campeonato del mundo de rallies, además de apostar claramente por diversas pruebas nacionales. En su haber figuran 13 títulos mundiales desde el 2009. Monte Carlo es la denominación que emplean las versiones más agresivas, reservándose en este caso para sí la mecánica más potente de toda la gama, el ya mencionado 1.5 TSI.
Los detalles alcanzan a numerosos paneles de la carrocería, donde destaca la incorporación del logo en las aletas delanteras. De puertas para dentro también hay diferencias con respecto a los otros acabados de la gama. Decoraciones en rojo, asientos de corte deportivo con tapicería específica y sobre todo más equipamiento. Un equipamiento que permite al Skoda Fabia ser uno de los utilitarios más completos del mercado. Como siempre con los checos, el precio de los opcionales es bastante asequible, aunque en sí el precio base del acabado ya es alto.
Con un incremento de precio de 1.800 euros con respecto al acabado Style, el anterior en la línea de versiones, resulta algo elevado. Cierto es que ganamos en presencia, pero rozar la barrera de los 23.000 euros para un coche de 4,11 metros a un servidor se le antoja excesivo. También es cierto que en los últimos tiempos el mercado alcista deja algunas facturas difíciles de asumir, pero el mal de muchos no significa el consuelo de unos pocos. Los precios están disparados y no me gustan.
Pero dejando a un lado el factor económico, del que depende cada bolsillo, está claro que Skoda quiere recompensar a sus clientes con una oferta muy amplia. Si hablamos de equipamiento base encontramos chucherías tan interesantes como los faros de LED, la instrumentación digital, el climatizador bizona, el acceso y arranque sin llave o el sistema multimedia de 8 pulgadas. Tampoco faltan elementos de seguridad el aviso de salida de carril, numerosos airbags y el control de crucero. Se echan en falta detalles como la cámara de aparcamiento, aunque no sale cara en el listado de opcionales.
Algo que no cambia con el motor o el acabado Monte Carlo es el espacio que se ofrece en las plazas traseras. A pesar de su reducido tamaño, Skoda sabe sacar provecho a cada centímetro de la distancia entre ejes. Los pasajeros posteriores podrán ir con cierta comodidad si no superan el 1,90 metros de estatura. Para las piernas el hueco también es generoso, aunque no se puede decir lo mismo de la anchura. El elevado túnel de transmisión limita mucho el uso de la plaza central. Si se ocupa, cuanto más corto sea el trayecto, mejor.
El crecimiento del Fabia para su nueva generación también le permite alcanzar un volumen de maletero impropio en la categoría. Los 380 litros de capacidad mínima que se anuncian son más que suficientes para el día a día e incluso para viajes en pareja o con amigos. Podemos ganar volumen si abatimos la segunda fila de asientos, alcanzando un máximo de 1.190 litros. Por supuesto tampoco se echan en falta los habituales detallitos de Skoda, como la rasqueta de la tapa del depósito de combustible o el paraguas integrado en la puerta del conductor.
Al volante del Skoda Fabia 1.5 TSI DSG
El titular de esta prueba reza: ¿más potencia es siempre mejor? La pregunta viene a colación de la decisión de Skoda de poner un motor de gasolina más grande bajo el capó. Se trata del más que conocido bloque 1.5 TSI de 150 caballos. Consta de cuatro cilindros turboalimentados con una 1.498 centímetros cúbicos de cilindrada y 250 Nm de par motor. Son 40 caballos más que la versión anterior en potencia, además de contar con un cilindro más, que siempre ayuda.
En Motor.es hemos probado muchas veces el bloque 1.5 TSI. Actualmente es uno de los motores más empleados por el Grupo Volkswagen. Lo podemos ver en modelos tan dispares como el Volkswagen Golf, su hermano el Skoda Octavia o, incluso, en un Audi Q3. Siempre destacamos lo mismo de él, el buen rendimiento que ofrece y los bajos consumos que obtiene. Se trata de uno de los propulsores de gasolina mejor valorados del momento. Una apuesta segura, pero ¿también en el Fabia?
Durante mi habitual semana de pruebas ha habido muchas luces y alguna que otra sombra. El motor tiene rendimiento más que suficiente para un coche como el Fabia. 150 caballos son aptos para coches más grandes, así que en un utilitario de 4,11 metros es más que sobrado. Tiene une buena pegada, gana velocidad de forma solvente y adelantar o salir desde parado no supone ningún inconveniente. En esos escenarios la potencia nunca sobra y si te vas a mover mucho por carreteras secundarias o puertos de montaña donde tengas que adelantar habitualmente, es mi mejor recomendación.
Si por el contrario tu uso va a ser más sencillo y tranquilo, no creo que sea necesario dar el salto. Ni por precio ni por consumos, porque al fin y al cabo vas a tener un coche que no vas a aprovechar, además, vas a perder confort de marcha. Tiempo atrás destaqué el comportamiento errático del 1.5 TSI con la caja de cambios DSG de siete velocidades. Hacía tiempo que no volvía a sufrirlos, pero en este caso se han hecho más que evidentes así que es mi obligación mencionarlos.
Con el coche frío y a baja velocidad se producen unos tirones excesivamente notables y molestos. No resultan nada agradables y sólo ocurre con el cambio automático. El DSG puede venir muy bien en otros coches, pero en un segmento B se me antoja innecesario. No sólo está el problema de los tirones a baja velocidad, también el incremento del precio que acarrea para los pocos beneficios que obtienes. En ocasiones resulta excesivamente brusco, mientras que en otros momentos es demasiado relajado.
El efecto se hace más notable en recorridos urbanos, que son el hábitat natural del Fabia. Por ese motivo mi recomendación pasa por bajar un escalón en cuanto a potencia y optar por el 1.0 TSI de 110 caballos con cambio manual de seis velocidades. Un motor muy alegre y un cambio que sabe aprovechar cada caballo de potencia de una forma más efectiva y refinada. Bajarás el precio sin perder muchas prestaciones y sin que los datos de consumo se vean sacrificados. Con una media de 6,1 litros a los 100 kilómetros la autonomía debería darte para recorrer 650 kilómetros sin parar a repostar.
Conclusiones
La potencia no es mala, pero a veces es innecesaria, como es el caso del Skoda Fabia 1.5 TSI Monte Carlo. Si bien las prestaciones ayudan en algunos momentos puntuales, en la mayor parte del tiempo no se aprovecha. ¿Para qué pagar más si no lo vas a necesitar? La compra lógica es el Skoda Fabia 1.0 TSI de 110 caballos. Ahí sí que tienes coche para todo lo que te puedas proponer, más barato e incluso más refinado en su comportamiento, uno de los mejores, sino el mejor, utilitario del mercado.