Prueba Skoda Karoq 1.5 TSI EVO, un SUV para el comprador de un SUV (con vídeo)

Aunque todos los SUV puedan ser iguales, no todos son iguales, y no me refiero al diseño. Skoda ha tardado en sumarse a la tendencia que más pega, pero ya ha aterrizado con el Skoda Karoq, un SUV para el comprador de un SUV.

Prueba Skoda Karoq 1.5 TSI EVO, un SUV para el comprador de un SUV (con vídeo)

23 min. lectura

Publicado: 30/01/2018 16:00

De lejos el Karoq se parece al Kodiaq, lógico dado que ambos comparten filosofía de diseño

Seguro que más de uno que está diciendo que menuda chorrada, que todos los SUV se parecen, pero no es así. La moda que ha reescrito las reglas del mercado se ha llevado por delante a nichos importantes y clave, como las berlina o los monovolúmenes. Los compradores de estos segmentos se han pasado a los SUV y aunque en ningún caso éstos sean equiparables, la realidad es la que es. Por eso Skoda, a pesar de llegar con años de retraso, ha creado un SUV pensando en el cliente, dando preferencia a la función antes que a la forma.

El Karoq es el segundo crossover de la marca en el mercado. Primero llegó su hermano mayor, el Skoda Kodiaq, adelantando conceptos que hoy vemos en una escala reducida. Y es que si por algo han destacado los checos es por crear productos sensatos, funcionales y sobre todo prácticos, con soluciones que cuando las ves te preguntas por qué nadie más las hará. Ideas Simply Clever las llaman.

Lo principal para Skoda es el cliente y la funcionalidad de sus coches. Antaño la idea de anteponer la función a la forma acababa dando como resultado productos raros desde un punto de vista estético. Con el paso del tiempo los Skoda han ganado en presencia, y ya no son esos coches de apariencia "humilde" que conquistaron el mercado a principios del siglo. Su filosofía de diseño evidencia seriedad. En este caso las malas lenguas aseguran que los checos han acudido a Martorell, a SEAT, para pedirles consejitos.

Calcula ahora el precio de tu seguro de coche

Calcula tu precio online

El Skoda Karoq no juega la baza de lo pasional o lo emocional. Hay que reconocerlo, no es un coche que entre por los ojos, y menos en el extraño y feo color gris acero de la unidad de pruebas. En el frontal vemos una cara "muy Skoda" con faros principales por encima de unos antiniebla cuya posición no me termina de convencer. A mi modo de ver quedarían mejor en el parachoques, donde toda la vida, pero igual es que soy un viejo en términos de diseño.

Sus medidas lo ubican en el segmento C-SUV, con 4,38 metros de largo

Personalmente es la parte que menos me gusta, pero bueno cumple con los estándares que se buscan en un SUV; frontal poderoso, con marcadas nervaduras y una altura de capó considerable. El Karoq cuenta con todas estas características, pero para mí gana según avanzamos a la trasera, donde se nos descubre un trabajo muy cuidado. Sobre todo por unos faros posteriores que demuestran que poco a poco Skoda va metiendo detalles muy currados en sus coches.

Como ya digo los checos no han arriesgado en esto del diseño, pero teniendo en cuenta que el público europeo es conservador, está bien planteado. Por ejemplo, en este apartado ganaría un SEAT Ateca, su hermano de otro padre. Esta comparativa está tomada de forma deliberada, pues ambos son el mismo coche, y durante un tiempo SEAT y Skoda estuvieron luchando por cuál sacaría primero su C-SUV. Todos sabemos cómo acabó aquella historia. Punto para España.

De puertas para adentro es donde más se nota la evolución de Skoda. La arquitectura de interiores es muy germánica, con una ergonomía envidiable y con los mismos materiales que podemos ver en cualquier SEAT o Volkswagen, salvo en ciertas partes como los paneles de las puertas, donde quizá se abusa en exceso de los plásticos duros. Eso sí, debo romper una lanza en su favor y decir que todo está muy bien fabricado, con muy buenos ajustes y una gran sensación de durabilidad.

De puertas para dentro el Karoq muestra un gran nivel de acabados

Nada cruje ni repiquetea, ni un molesto ruido que puedas acabar odiando. La sensación de calidad, a pesar de los plásticos mencionados, es muy buena. Estoy seguro que más de uno con los ojos cerrados podría confundir al Karoq con un Volkswagen. De hecho la gente se sorprende cuando se sube, ¿de verdad esto es un Skoda? Pues sí, lo es.

Pero no vayamos a engañarnos, es normal recibir esa sensación cuando todas las piezas salen del almacén de Volkswagen, así todo es más sencillo. Pero aunque los checos tomen prestadas cosas de los alemanes, nunca podrán acercarse al sol que les da calor, pues los de Wolfsburgo jamás permitirán que un Skoda sea mejor que ellos. Por ese motivo aunque los interiores se parezcan mucho, nunca llegarán a igualarse, sobre todo desde un punto de vista tecnológico.

No los busques en el configurador, no sabemos de dónde han salido esos asientos delanteros. Exagerados y desproporcionados. Cómodos, eso si

En este apartado Skoda va siempre dos pasos por detrás de Volkswagen y uno de SEAT. Sirva como ejemplo el cuadro de instrumentos digital. En realidad fue Audi la encargada de desarrollarlo, y desde hace dos años la mayoría de sus coches cuentan con este avance. En VW se ha empezado a ver hace poco más de un año, en SEAT llega ahora, y en Skoda todavía tardará en llegar. Por decirlo de alguna manera están a la cola en la lista de espera.

Lo mejor de todo es que por muy atractivos que sean esos gadgets, Skoda no los necesita para hacer a sus productos atractivos. Ellos se basan en la practicidad, en una funcionalidad tan ejemplar que no echarás en falta esas "chucherías" con las que fardar delante de los amigos pero que no son necesarias en el día a día. A pesar de no contar con todos los avances hay más que suficientes, como la enorme pantalla del salpicadero, con ocho pulgadas como mínimo, nueve en el caso de la unidad probada.

La banqueta trasera es más típica de un monovolumen que de un SUV, modularidad total

Su manejo es táctil, y a través de ella podremos controlar la casi totalidad de las funciones del coche, desde el navegador hasta la climatización, pasando por el equipo de sonido y el más avanzado sistema de conectividad Android Auto, Apple CarPlay y MirrorLink. En este campo no caben quejas, porque se tiene lo mismo que en otros coches, incluso más como conexión WiFi, cargador por inducción, radio digital...

Gran parte de los sistemas integrados se centran en la seguridad activa y pasiva. Elementos que resultan clave para obtener la más alta puntuación en los test europeos de seguridad. Echando un vistazo a la lista nos encontramos con elementos como el control de crucero adaptativo, el indicador del ángulo muerto, la alerta de colisión frontal y trasera, el lector de señales de tráfico, el asistente de luces de carretera, la cámara de marcha atrás, y el asistente de mantenimiento de carril con ayuda a la conducción semi-autónoma.

La unidad probada venía con la casi mayoría de elementos susceptibles de ser implementados partiendo del acabado más alto de todos, el Style. Entre la lista cabe mencionar y destacar el control remoto de la climatización, un detalle que salvo que vivamos en algún lugar muy frío o muy cálido no será de gran utilidad en España, es indicativo de la atención que Skoda presta a los detalles. Su precio es de poco más de 1.000 euros, y mi consejo es que te lo puedes ahorrar.

La pantalla más grande de todas dispone de hasta 9 pulgadas de tamaño

Sin lugar a dudas una de las grandes cualidades del Karoq es su modularidad. Personalmente no había conocido un SUV con semejante capacidad de adaptación, algo que es más típico de los monovolúmenes. La fila trasera cuenta con tres asientos individuales en una proporción 40:20:40. Eso permite que se puedan desplazar longitudinalmente, abatir e incluso quitar. De esta forma el coche puede disponer de cinco, cuatro, tres o dos plazas. Como nosotros queramos.

Estas son las cosas únicas de Skoda, y aquél que crea que estoy siendo poco objetivo que le eche un vistazo al Ateca. El español no cuenta con este sistema de asientos, y repito que es el mismo coche. Ojo que aunque tengamos tres asientos no quiere decir que quepan tres sillas infantiles, de hecho no caben, no al menos enganchadas con el ISOFIX, que solo está presente en los asientos laterales. La anchura no es lo suficiente como para dar cabida a tanto niño. Es una pena, eso sigue siendo detalle exclusivo de los modelos más familiares de cada casa.

Donde casi consigue igualarse es en el volumen del maletero. El portón automático nos presenta un volumen mínimo de 521 litros, 11 más que el SEAT, y un volumen máximo de 1.630 si nos dejamos la segunda fila de asientos en el garaje de casa. Para que te hagas una idea, el líder de la categoría, el Nissan Qashqai tiene 81 litros menos de maletero. Eso es mucho espacio de más en un coche que mide de largo prácticamente lo mismo.

El maletero es muy amplio, y cuenta con soluciones prácticas como una linterna o diferentes colgadores

Al principio de esta prueba he mencionado de pasada los elementos Simply Clever. Son propios de Skoda, y aunque parezcan auténticas chorradas, están ahí para hacernos la vida más fácil. Conocida es la pinza del parabrisas para poner el ticket de aparcamiento por ejemplo, pero a eso debemos sumar detalles como el rascador de la tapa del depósito de combustible, la linterna del maletero, los bolsillos de los asientos delanteros o la papelera.

El Karoq es un coche relativamente nuevo, eso quiere decir que su gama mecánica es por el momento corta. Se disponen de dos motores diésel y otros tantos gasolina. En este caso hemos optado por una variante que cada vez atrae a más público. Se trata de un bloque de gasolina, un 1.5 TSI EVO que cuenta con un máximo de 150 caballos y que en nuestra unidad iba asociado a una caja de cambios automática DSG con siete velocidades y a una tracción simple al eje delantero, ya que la tracción total solo está disponible para la unidad diésel de semejante potencia.

Prueba Skoda Karoq 1.5 TSI EVO

Si echamos un vistazo rápido a los rivales del Karoq no encontramos con el ya mencionado Ateca, el Peugeot 3008, el Nissan Qashqai, el Hyundai Tucson, el Kia Sportage o el Ford Kuga entre muchos otros. El segmento C-SUV está plagado de alternativas y como ya he dicho no todos los representantes, por mucho que se parezcan, son iguales. Entonces, ¿qué tiene el Karoq que lo hace diferente? Hace unos meses ya tuvimos un primer contacto con él, pero ahora vamos a probarlo más en profundidad para así responder a esa pregunta.

Si te soy sincero, y si sigues nuestro canal, ya había probado el bloque 1.5 TSI EVO hace escasas semanas en un Volkswagen Golf. Ahora, al igual que entonces, me ha llamado muchísimo la atención la alta calidad de rodadura, más típica de un segmento superior y un precio más alto que él le corresponde al Karoq. Debo reconocer que el motor me parece de una finura brutal, haciendo que cualquier coche diésel se convierta en un arma de ruidos, vibraciones y molestas andaduras.

Los motores gasolina empiezan a tomar el control de las ventas, y no es de extrañar teniendo en cuenta cómo se comportan. Parece hecho a medida para un coche de las pretensiones del Karoq, suavidad, calidad de rodadura, y un altísimo confort son sus claves. Obviamente esto no se consigue solo con el motor, sino que también se logra a través de una configuración mecánica completa.

Hay diferentes modos de conducción, pero dado que ninguno actúa sobre la suspensión, el Karoq apenas cambia su comportamiento

El Karoq emplea la misma plataforma que el Ateca, sin embargo, y tras haberme montado en los dos he de decir que el español me parece mucho más duro. SEAT siempre busca ese comportamiento con un toque más "deportivo", mientras que los checos han apostado por el puro confort. Me pongo en la piel de cualquier comprador típico de un SUV y ¿qué es lo que busco? Yo buscaría sobre todo comodidad, un coche con el cual funcionar todos los días cómodamente y poder devorar kilómetro tras kilómetro sin enterarme. Y así es el Karoq.

La suspensión está pensada para tragarse los obstáculos sin que ninguno de los ocupantes se entere, es blanda, igual en exceso, pero no seré yo el que vaya a quejarme de esto pues va en sintonía con el resto del coche. Pero obviamente esto tiene una pega, y es que lastras la conducción dinámica. Si buscas ir de "tramo" olvídate del Karoq, pues aunque puede ir rápido no le gusta este tipo de entornos pues acusa un alto rebote del eje delantero, siendo muy poco preciso en la trazada de una curva.

El Karoq 1.5 TSI EVO de gasolina presenta una calidad de rodadura atípica para este segmento

Repito que yo no lo voy a poner como pega, vale que su rendimiento no sea el mejor del mundo, pero no es terrible. Solo es eso, saber de qué coche hablamos y actuar en consonancia. Y punto. Aun así ya digo que se puede ir rápido, ya que el motor es alegre en sus respuestas. Sus 150 caballos son más que suficientes, y gracias a un par de 250 Nm, disponibles entre las 1.500 y las 3.500 vueltas, obtenemos la respuesta suficiente para hacer adelantamientos o para salir desde parado. Ningún problema por esta parte.

Lo peor de la conducción llega una vez más del cambio automático. El Grupo Volkswagen se ha quedado muy rezagada en cuanto a desarrollo del DSG, y aunque es un cambio muy rápido y muy preciso, eso no lo niego, tiene lagunas. En una conducción tranquila y sosegada resulta tosco y poco preciso, dando tirones que afean al resto del coche. Es un problema a mejorar, eso no quepa duda, pero curiosamente este mismo lo encontré en el Golf 1.5 TSI EVO pero entonces de una forma mucho más acusada.

Antes he dicho que los motores de gasolina están recuperando el lugar que siempre han ocupado en el porcentaje de ventas. La gente prefiere un diésel porque gasta menos, aunque se pierdan cosas. Obviamente sí, un diésel gasta menos, pero ¿mucho menos? Ahora ya no tanto. Con las cifras encima de la mesa, el Karoq 1.5 TSI EVO acabó la semana con un gasto medio de 7,2 litros a los 100 kilómetros. No es un dato excelente, pero me parece muy bueno teniendo en cuenta que hablamos de un SUV, con más altura y más peso. No creo que el mismo modelo diésel quedase por debajo de los seis litros.

El cambio DSG no es malo, pero un convertidor de par haría que el coche fuera más refinado

Pero llegamos a la parte fundamental de la historia, al precio. En un mercado tan competido es esencial ofrecer una relación precio-producto atractiva, más en un segmento generalista como en el que se maneja Skoda. El precio de salida del Skoda Karoq es de 19.700 euros, con oferta de lanzamiento. Eso si seleccionamos el acabado Ambition, el más bajo de los dos que hay, que ya viene bastante bien equipado.

En el caso de la unidad de pruebas, que venía con absolutamente todo, incluido el acabado Style, el precio según el configurador es de 33.500 euros. Si le quitamos ciertas pijadas que no son necesarias, no me cabe duda que en un concesionario puede bajar de los 30.000 euros, un precio sensacional se mire por donde se mire. Por ejemplo hablamos de un coste equiparable al de un Kia Sportage de semejante equipamiento y potencia, pues si nos referimos a su hermano gemelo Ateca, éste resulta 5.000 euros más caro a igualdad de equipamiento y motor.

Conclusiones

Los SUV están desfigurando el mercado tal y como lo hemos conocido. Los clientes ávidos de crossover se lanzan a la compra de uno esperando encontrar las mismas cualidades que una berlina o un monovolumen. Sin embargo éstos no pueden llegar a igualares. El Karoq es el primer C-SUV de Skoda, un producto tardío pero para nada malo. Más bien todo lo contrario, es un coche tremendamente práctico, ideal para aquellas familias de tres o cuatro miembros que buscan un coche funcional y con la apariencia de un SUV.

Llegar tarde no siempre ha sido lo mejor, pero el Karoq es un alumno aventajado

Sin embargo el Karoq no solo está pensado para esos clientes, sino en realidad para todos. Con su motor 1.5 TSI EVO se obtiene un rendimiento que sin ser escandaloso resulta más que suficiente sin por ello arruinarnos. Otra de sus claves llega desde el confort, un coche muy suave y cómodo que devora los kilómetros tragándose todas las irregularidades de la carretera. Pena de ese cambio DSG que tanto le está costando al Grupo Volkswagen afinar en una conducción urbana. Un SUV de notable alto con una relación precio/producto difícilmente igualable. Normal que sea el mejor SUV del año para el equipo de Motor.es.

Pixel