Prueba Skoda Kodiaq. ¿Es el SUV familiar más razonable en su nueva generación?

La segunda generación del Skoda Kodiaq ya está aquí. El exitoso SUV de siete plazas de la marca checa se renueva completamente tras haber conquistado a unos 866.000 clientes en 60 mercados de todo el mundo. Rivaliza con modelos como el SEAT Tarraco, el Peugeot 5008 o el Nissan X-Trail.

Hay que reconocer que en el segmento D-SUV es difícil encontrar vehículos que levanten pasiones o proporcionen grandes emociones. No, la gran mayoría representan el triunfo del sentido común y para triunfar en esta categoría hay que apostar por la practicidad, comodidad y espacio. Los checos lo han entendido perfectamente con el Kodiaq 2024.

En esta nueva iteración, que he podido conocer en su presentación europea, el Kodiaq ha actualizado su aspecto para brindar una imagen mucho más fresca. Skoda ha introducido en este modelos los trazos del nuevo lenguaje de diseño Modern Solid que irá representando a los futuros coches de la marca. Las estudiadas líneas y el empleo de lamas de refrigeración activas permiten obtener un destacado coeficiente aerodinámico de 0,28.

El frontal concentra gran parte de la personalidad de este SUV. Especialmente por el llamativo doble grupo óptico delantero con faros que recurren a tecnología led matricial -Skoda lo llama Matrix Led- que contienen un módulo Bi-LED para la luz de carretera y la luz de cruce y un módulo interior con 36 segmentos luminosos.

Si se equipan los faros matriciales, la parrilla delantera incluye una discreta banda luminosa horizontal. Salvo por eso, parece haber recibido una concepción conservadora, con un aspecto bastante similar al del modelo anterior pero con un contorno más anguloso cuya parte superior tiene continuidad en las nervaduras del capó.

La robustez de su aspecto se recalca con unos pasos de rueda casi cuadrados en los que habitan llantas de aleación de hasta 20 pulgadas. Como buen SUV, una banda en plástico negro recorre la parte inferior de la carrocería. Para aliviar peso visual, el pilar D puede estar combinado con un acabado en contraste.

Detrás es bastante sobrio mostrando unos pilotos led con forma de C unidos entre sí. Encima de ellos, la inscripción «Skoda» con la nueva grafía de la marca. El nuevo Kodiaq ha aumentado su longitud unos 6 cm. Sus dimensiones exteriores son de 4.758 mm de longitud, 1.864 mm de anchura y 1.679 mm de altura.

De serie con cinco plazas

Nada más abrir la puerta se perciben algunas de esas soluciones «Simply Clever» que caracterizan a Skoda. En la puerta no falta un paraguas integrado y, además, un protector se despliega automáticamente para evitar daños en la puerta en aparcamientos estrechos. Al entrar en el habitáculo se percibe un innegable salto de calidad respecto al modelo anterior.

En el nuevo Kodiaq hay varios ambientes interiores para elegir el tipo de asiento y la tapicería. Uno de los más lujosos en mi opinión es el interior Suite Coñac con una tapicería de cuero -que «procede de un proceso de curtido ecológico», según Skoda- en color naranja oscuro.

También resulta atractiva la moldura decorativa recorre la parte inferior del salpicadero y parte de las puertas la forma de los tiradores interiores de las puertas. Me parece que los checos han encontrado un buen punto intermedio entre el minimalismo que está tan de moda y la funcionalidad.

Frente al conductor se expone una instrumentación totalmente digital de 10 pulgadas que viene de serie y cuya información puede estar apoyada por un head-up display. También es de serie en todos los Kodiaq los asientos delanteros calefactados, las barras de techo, el acceso y arranque sin llaves, la cámara trasera o los sensores de aparcamiento delanteros y traseros.

En general se trata de un SUV bien equipado. La oferta comercial expone una nueva línea de equipamientos con los acabados Selection y Design y en junio se añadirá el acabado Sportline que presenta una imagen algo más dinámica y distintiva. Dependiendo de nivel de equipamiento se equipa un techo corredizo panorámico, asientos delanteros con ajustes eléctricos y función de memoria, volante calefactado o un sistema de sonido Canton.

El elemento más trascendental del interior es la pantalla del sistema de infoentretenimiento, que recoge todo el protagonismo. De serie tiene 10,4 pulgadas pero de manera opcional se puede disponer de una enorme pantalla multimedia de 12,9 pulgadas que tiene una buena calidad de imagen y una rápida respuesta táctil.

El sistema de Skoda cuenta con actualizaciones over-the-air y además integra un chatbot ChatGPT basado en IA que permite al asistente de voz digital Laura responder a preguntas de conocimiento general, además de controlar los sistemas de infoentretenimiento, navegación y climatización.

La función de navegación es opcional y no me ha convencido. La experiencia que he tenido en el evento de presentación es que calcula bien las rutas acertando con el estado del tráfico en tiempo real, pero durante los trayectos han sido varias las veces en las que no quedaban claras las instrucciones. En muchas ocasiones generaba dudas de qué desvíos o salidas de autopista había que coger. Quizá sea una función prescindible y sea mejor decantarse por utilizar el navegador del móvil aprovechando la conectividad con Android Auto y Apple Carplay.

Bajo el sistema multimedia hay un módulo de climatización con botones físicos y se agradece que Skoda haya dejado esta funcionalidad fuera de la pantalla. Son tres mandos giratorios que tienen la denominación de Smart Dials porque los controles hápticos también permiten manejar otras funciones, como los modos de conducción o el volumen del audio. Quizá sean demasiadas funciones, te obliga a mirar cuál estás seleccionando lo que elimina la practicidad de que sea un mando físico.

En esta generación la palanca de cambios se ha trasladado a la columna de dirección para liberar espacio en la consola. Se ha aprovechado muy bien poniendo una base de carga por inducción para teléfonos móviles que permite cargar dos smartphones a la vez. También se ofrece una zona compartimentada en la consola con nada menos que cuatro posavasos lo que me hace preguntarme cuánta bebida pueden llegar a necesitar los dos ocupantes de los asientos delanteros.

Las plazas traseras son enormes. Hay mucho espacio en todas las cotas y realmente el único aspecto criticable es la plaza central, mucho más incómoda que las de los extremos y con un túnel central muy grande que estorbará al pasajero que ocupe ese asientos. Por lo demás, el Kodiaq presume de una segunda fila de asientos deslizante longitudinalmente y con una buena iluminación gracias a la generosa superficie acristalada. Además, también puede tener asientos traseros calefactados y cortinillas enrollables en las ventanillas.

El nuevo Skoda Kodiaq viene de serie con cinco plazas, proponiendo una tercera fila de asientos opcional por 1.125 euros. Con ella, se añaden dos asientos extra que se pueden plegar y resultan bastante cómodos, aunque solo proporcionan habitabilidad suficiente para adultos de baja estatura o niños.

La capacidad de carga es grande, siendo uno de los puntos fuertes de este modelo familiar. En las versiones de cinco plazas expone unos generosos 910 litros con los que llevar la casa a cuestas. El Kodiaq de siete plazas brinda 845 litros si la tercera fila está abatida y 340 litros con los siete asientos operativos. En el acabado Design se propone la apertura manos libres del portón trasero y un doble suelo para el maletero.

Gasolina, diésel y PHEV

A pesar de que en los tiempos actuales muchas marcas optan por reducir la gama mecánica al mínimo, no es el caso del nuevo Kodiaq. El modelo checo ofrecerá una gran variedad de motores que irán llegando de manera escalonada durante este año. Todos están asociados a una transmisión automática, no hay cabida para el cambio manual.

En el momento del lanzamiento, el SUV de Skoda está disponible con el motor de gasolina mild hybrid con etiqueta medioambiental Eco, el 1.5 TSI m-HEV de 150 caballos. Llega acompañado de dos versiones diésel compuesta por el 2.0 TDI de 150 caballos y el 2.0 TDI 4x4 de 193 caballos, ambos con distintivo C.

En junio se abril la hoja de pedidos la versión híbrida enchufable, el Kodiaq iV 1.5 TSI DSG PHEV. Utiliza un motor de gasolina 1.5 TSI Evo2 y un motor eléctrico HEM80 de 85 kW integrado en la transmisión DQ400e Evo -un cambio DSG de seis marchas especialmente desarrollado para modelos electrificados- para ofrecer una potencia conjunta de 204 caballos. La autonomía eléctrica rondará los 100 km gracias a una batería con 25,7 kWh de capacidad bruta (19,7 kWh útiles).

En diciembre se adicionarán dos propuestas más que completarán la oferta de gasolina por arriba, ambas con etiqueta C. Como propuesta intermedia se pondrá a la venta el 2.0 TSI 4x4 de 204 caballos. El tope de gama será el Kodiaq RS con el motor 2.0 TSI 4x4 de 258 caballos, la versión más picante de este SUV de gran tamaño.

Durante el evento de presentación tuve oportunidad de hacer varias rutas con el 1.5 TSI m-HEV y el TDI 4x4. Ambos me parecieron muy refinados y, aunque el propulsor de gasóleo suena un poco más, la diferencia es escasa. La insonorización de la cabina es normal, filtrándose algo de ruido aerodinámico y de rodadura a un nivel moderado. Los cristales acústicos son un extra que merece la pena equipar por 270 euros, hazme caso.

Opcionalmente se puede disponer del Control de Chasis Dinámico DCC Plus, otro elemento que conviene poner si el presupuesto te lo permite. Es una suspensión adaptativa que regula la dureza de la amortiguación. Es la versión más reciente del DCC que también ofrecer otros modelos del Grupo Volkswagen y la principal novedad es que en lugar de una válvula utiliza dos que son controladas independientemente para separar las etapas de rebote y compresión de la suspensión.

Gracias a estos amortiguadores controlados electrónicamente la suspensión puede ser muy confortable, filtrando muy bien los baches. En el punto más firme la diferencia de pisada es notable, haciendo del Kodiaq un coche más ágil aunque sin llegar a ser deportivo, evidentemente. La dirección tiene poco peso -es normal en un coche de sus características- pero expone un buen guiado.

En cuanto a elementos de seguridad y asistentes de conducción va bien servido. El Kodiaq 2024 propone Front Assist con función de aviso y frenada para vehículos, peatones y bicicletas, sistema de detección del cansancio y de distracciones, asistente de salida de aparcamiento, asistente de cambio de carril, asistente de mantenimiento de carril, sistema de aviso de salida segura, sistema de aparcamiento automático o asistente de atascos.

El nuevo Skoda Kodiaq ya está a la venta y las primeras entregas se realizarán en el mes de mayo. El precio de lista arranca en los 44.300 euros pero con las promociones que ofrece actualmente la marca checa es posible hacerse con un Kodiaq por un precio desde 38.250 euros.