Prueba Skoda Octavia Combi 2.0 TDI Laurin & Klement, de lo mejor lo superior
Cómo ha pasado el tiempo. Skoda ya no es esa marca de segunda con productos de segunda. Los checos han sabido evolucionar, y actualmente hacen coches impresionantes, como bien demuestra la prueba de este Skoda Octavia Combi 2.0 TDI Laurin & Klement.
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Publicado: 23/05/2016 09:00
La historia de Skoda data sus inicios en la última década del siglo XIX, en el Imperio Austrohúngaro. Como muchos de los fabricantes actuales, tuvieron un comienzo dubitativo anclado al mundo de las bicicletas. Sin embargo pronto se pasaron al sector de las cuatro ruedas, dando a luz su primer coche, el Laurin & Klement A de 1898. A lo largo del siguiente siglo Skoda pasó sin pena ni gloria por el mundo del automóvil con productos sencillos y baratos que pocas más ventajas podían extraer. Pero todo cambió hace 25 años cuando un gigante alemán se fijó en ellos y decidió que Skoda tenía un hueco en el segmento generalista europeo. El resto es de sobra conocido.
Y es que tras este cuarto de siglo cuesta reconocer a la empresa checa. Volkswagen ha ganado con la compra, pero más lo ha hecho Skoda. La oportunidad estaba ahí y ellos supieron aprovecharla y con pasos de gigante hemos ido viendo cómo sus productos se alejaban de esa simpleza para convertirse en referencia. Todo ello sin variar una política de precios austeros y responsables que abre sus brazos a un público general. Pero ellos no ofrecen coches generales, ellos ofrecen mucho más.
El Skoda Octavia, o el "San Octavia" como lo conocen los comerciales de la marca, salvó a la empresa de la ruina. En 1997 lo vimos por primera vez, y desde ese preciso momento enganchó a aquellos que buscaban un coche muy bien resuelto a un precio muy competitivo. Aprovechando la despensa de Volkswagen, el Octavia no era el mejor en nada, pero era uno de los mejores en todo. Práctico, económico y fiable. Por eso la mayoría de nosotros lo recordamos con la señal de taxi fijada al techo.
Skoda agradece que un sector tan importante como el del taxi se fijara en su coche. Les salvó, ni más ni menos, y sirvió de ejemplo para que otros compradores decidieran hacerse con uno. Pero la marca, y el propio coche, han evolucionado, y este es muy superior, casi de otro planeta, a aquel primer Octavia que vio la luz. Ya no lo verás cómo taxi, al menos en nuestro país, pues Skoda ha decidido que esta generación está muy por encima de dichas pretensiones. Para ello han lanzado el Skoda Rapid.
No es que Skoda quiera ofender al sector, pero sabe que mucha gente sigue asociando al Octavia como "coche de taxista", algo que no ayuda ni a comercializarlo ni a que el coche mantenga un alto valor residual. No lo han homologado para tales fines, y por eso verás menos en la carretera. Acertada o errónea política pronto se verá, pero todos estamos de acuerdo en que Skoda ha incrementado seriamente el nivel, convirtiéndose en una de las referencias en muchos aspectos.
Del tema estético no voy a hablar, es cuestión de gustos. Personalmente me parece bonito, mejor que la berlina. En este término le gana su hermano mayor, el Skoda Superb, pero obviamente ya no es aquella berlina compacta de aspecto sencillo. Muchos y elegantes toques de diseño mejoran el estilo, un gran trabajo de Jozef Kaban que todavía tiene que mejorar cuando veamos el restyling, que por cierto no debería tardar en llegar pues hace ya tres años que esta generación fue presentada en sociedad.
A destacar en el interior la gran cantidad de espacios portaobjetos y el hueco que amplifica la cobertura de nuestros teléfonos móviles
Pero si crees que el Octavia solo ha cambiado por fuera, te equivocas, porque es una nimiedad comparado con como lo ha hecho por dentro. Como ya he dicho antes esta generación compite en otra liga diferente a la primera. Bien es cierto que la unidad de pruebas equipaba el nivel de acabado más alto, Laurin & Klement, ese pequeño tributo que se le guarda a los fundadores originales de Skoda. Pero no hace falta irse al acabado más alto para encontrar un coche muy bien fabricado con una más que correcta elección de materiales. Plásticos los hay por supuesto, pero ya no inundan el espacio interior, quedando relegados a superficies que apenas vamos a rozar. No hay ni un solo pero en este punto.
Menos lo hay en la tecnología. El sector de automóvil vive su era de expansión tecnológica. A día de hoy se ha convertido en una decisión de compra más, y por ello los últimos modelos lanzados disponen de una serie de sistemas que hace años estaban reservados a los segmentos más altos de las categorías premium. Si piensas en algún dispositivo actual, de esos que lucen todas las marcas, el Octavia Laurin & Klement lo lleva. Incluso el asistente de carril que es capaz de conducir por nosotros tomando las curvas y manteniéndose siempre centrado en su lado. Si a esto le sumamos el control de crucero adaptativo, el Octavia es capaz de conducir por ti. Aunque no te fíes porque no está programado para eso y a veces se lía.
Ya puestos a pedir, echo de menos un par de detalles que bien es cierto que no son obligados para conducir pero que dado todo lo que puede hacer el coche por sí solo deberían poder incluirse. Uno es el indicador del ángulo muerto. No lo lleva, ni de serie ni como opción. Y el otro son los faros de LED. Vale que el Octavia ya tenga tres años a sus espaldas, pero creo que el restyling no debería tardar en llegar para así poder integrar estas mejoras. Uno de sus rivales directos, el SEAT Toledo, puede incorporar LED y el Octavia también debería poder hacerlo. Espero que Skoda revierta esta situación pronto, aunque ojo, los bixenon de la unidad son más que correctos, pero puestos a pedir...
Así que vamos sumando: bien fabricado, vistoso y tecnológico. ¿Hay algo más que podamos pedir? Pues claro. Algo de lo que Skoda saca pecho; espacio. Más arriba he dicho que los Skoda tienen una filosofía de practicidad que todos buscan igualar. Su lema "Simply Clever" ya debería darnos una idea de por dónde van los tiros. Es el coche más espacioso de su segmento. Ni más ni menos. Resulta casi incomprensible como los ingenieros de Skoda han conseguido sacar tanto espacio de un coche que emplea, y no es broma, la misma plataforma que el Volkswagen Golf.
Sí, no creas que estoy loco o nada parecido. El Golf y el Octavia comparten chasis, con su misma batalla y su misma estructura. Sin embargo los checos han conseguido sacar mucho más de ella que los alemanes. Y es que por todo el interior el espacio te desborda. Pero lo que más llama la atención es el hueco para las piernas de la segunda fila de asientos. No hay problemas para viajar cinco pasajeros, ninguno irá estrecho o incómodo. No hay otro modelo, de este tamaño que tenga tanto hueco. Aprovechado es quedarse corto.
Pero hay más. ¿Qué no te parecen suficientes los 590 litros de maletero de la berlina? Pues ahí está la carrocería Combi para llegar a los 610. Una cifra que puede extenderse hasta los 1.740 litros si abatimos la segunda fila de asientos. Y lo mejor de todo es que no por tener tanto espacio tenemos que renunciar a ciertos beneficios. Pues Skoda ha sabido sacar dicho espacio conservando la rueda de repuesto de verdad. Ahora que vengan los rivales y que estudien cómo es eso posible, pues te encuentras que coches que rondan los cinco metros son incapaces de incluir la rueda en el maletero. Impresionante.
Así que está claro que el Octavia ofrece mucho. Mucho en términos de acabados, espacio y tecnología, pero, ¿que ofrecerá a la hora de circular? Pues a eso voy. Antes de detallarte, he de decir que la unidad de pruebas equipaba, más allá del paquete Laurin & Klement, el motor más potente que es capaz de montarse en el Octavia, a excepción de las versiones RS. Estoy hablando de un cuatro cilindros turbo de dos litros con 150 CV y caja de cambios automática de doble embrague con seis velocidades. Una configuración ideal para los ruteros, para aquellos que saquen a pasear el coche y hagan muchos kilómetros. Aunque en realidad es válida para todo tipo de situaciones.
Prueba Skoda Octavia Combi 2.0 TDI 150 CV DSG 6 vel.
Bueno, una vez más Skoda se ha aprovechado de su dependencia de Volkswagen para incluir un bloque que lleva una amplísima gama de coches en el mercado. SEAT, Volkswagen y Audi emplean este motor, así que su confianza y sus cualidades están más que comprobadas. Y hay que decir que en el caso particular del Octavia Combi lo mueve con total solvencia. Ciertamente no creo que se requiera más en este coche. Está perfectamente calibrado para un uso general.
Como siempre pasa con este motor, es especialmente ruidoso y rugoso en frío. No hay vibraciones en ningún momento, pero notaremos un cambio significativo en cuanto el motor entra en su temperatura óptima de funcionamiento. Es a partir de entonces cuando reduce el nivel de decibelios y se le nota más refinado. El tiempo de espera es muy corto, apenas 2-3 minutos, pero en ese tiempo parece que estamos conduciendo un tractor o una furgoneta. Esto pasa no solo en el Octavia, en realidad pasa en todos los coches que montan el motor. Y si te digo la verdad lo comento por aquello de poner una pega. Alguna había que poner.
Los asientos cómodos, se suman a un puesto de conducción perfecto. Puedes hacer largos viajes sin inmutarte
Ya te digo que esta configuración se antoja perfecta para el 99% de los clientes (el 1% restante gustará más del RS). Es un coche familiar, pensado y fabricado para desplazarte del punto A al punto B con toda tranquilidad, comodidad y relajación. No es un coche que podamos exprimir en cada curva, aunque sí que es verdad que me ha sorprendido lo bien que responde ante una conducción más agresiva y en un tramo con muchas curvas. Y es que para ello esta unidad también equipaba el selector de modos de conducción, un extra de apenas 105 euros.
Con él podremos seleccionar cuatro modos de conducción: Eco, Normal, Sport e Individual. Diversos parámetros irán cambiando su respuesta en función del programa seleccionado. Y como ya digo si por cualquier necesidad, que no son muchas, lo ponemos en modo Sport, el cambio estira sus marchas un poco más, la respuesta del acelerador es más notable y la suspensión se tensa ligeramente. Tres cambios que permitirán rodar a un ritmo alto, aunque si nos pasamos el Octavia sacará a relucir ese carácter bonachón que tiene.
Y es que repito que este coche ha sido concebido para rodar. Y por ello los de Skoda lo han configurado para que sea cómodo y confortable. El tarado de la suspensión es excelente, filtra los obstáculos sin inmutarse, sin descontrolarse. La dirección, electrónica, no es la más precisa del mercado, pero su gran asistencia te permite conducir por la ciudad, o aparcar sin inmutarte, pocos giros de volante a izquierda y derecha te dan un bajo radio de giro, lo que facilita todas las maniobras.
En cuanto al cambio, el DSG de Volkswagen, tiene seis velocidades. En modo Eco o Normal responde de una manera un poco lenta, pero para eso tienes las levas tras el volante si quieres que actúe de forma más rápida. Ya te digo quede necesitarlo lo vas a necesitar en adelantamiento en carreteras secundarias, y a veces ni eso. En modo Sport se tensa un poco más, pero las transiciones entre marchas siguen siendo suaves.
El DSG también permite mantener a raya los consumos. Skoda homologa un gasto medio de 4,5 kilómetros a los 100 kilómetros. Huelga decir que este dato no se aproxima a los valores reales conseguidos en la prueba, pero sí que es cierto que no se alejan demasiado. En carreteras rápidas es sencillísimo rodar por debajo de los cinco litros (el mejor dato fue de 4,7 litros a los 100 Km/h). Si nos metemos en cuidad nos acercaremos a los 6,5-7 litros, cosa que no está nada mal. En resumen, en el cómputo global de la semana, el consumo medio se quedó en 5,1 litros a los 100 kilómetros. Un dato excelente lo mires por donde lo mires.
Conclusión
No hay otra; el Skoda Octavia Combi es un coche sensacional. Sus cualidades: práctico, espacioso, confortable, tecnológico, ahorrador y sobre todo económico. El precio de partida del Combi está en 17.200 euros. La unidad probada casi alcanza los 32.000, pero no te eches las manos a la cabeza porque de corazón te digo que no encontrarás nada tan completo por ese precio. Así de sencillo y contundente. No encontrarás nada más espacioso, más equipado, ni más práctico. Muchos prefieren marcas más premium a costa de pagar más por menos. Yo no te lo aconsejo, prefiero un gran Skoda con todo antes que un Audi sin nada.
Hay que olvidarse de aquellos Skoda previos a la fusión con Volkswagen. Hay que olvidarse de los "Skoda taxi" o de los "Skoda cutres". Ni son cutres, ni están mal hechos ni son de taxi. El Octavia tiene, sino la mejor, una de las mejores relaciones calidad-precio del mercado. Puede que no necesites el acabado Laurin & Klement, pero si tienes un presupuesto cercano a los 30.000 euros no deberías mirar mucho más. Lo mismo te digo si tu presupuesto es menor. Espero con ansia la llegada del restyling para ver si Skoda pule esos pequeñísimos detalles que le faltan a este coche para rozar la perfección. No será el coche ideal para los quemadillos, finolis y adinerados, pero para el 99% de la gente, es el ideal.