Prueba Smart #1, rompiendo esquemas
El Smart #1 es el coche más grande, potente y tecnológico jamás comercializado por la marca. El fabricante reinventa el primer fruto de la combinación de fuerzas de Alemania y China, un SUV eléctrico muy polivalente.
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Publicado: 25/04/2023 18:30
Smart entra en una nueva era. La popular marca de vehículos urbanos ha dejado de ser una filial de Mercedes-Benz para consolidarse como una empresa de vehículos eléctricos participada al 50% entre Mercedes-Benz AG y Geely Automobile Group. Esta asociación estratégica se produjo en 2019 con el objetivo de crear productos con el diseño y la calidad de Mercedes y la plataforma y la capacidad de producción de Geely.
El primer modelo de la nueva Smart Automobile es el Smart #1 (pronunciado como Hashtag One) que ya he podido conducir y conocer en profundidad. Este SUV compacto eléctrico se asienta sobre la arquitectura modular SEA del grupo chino, quien aporta el I+D y también se encarga de su fabricación en la factoría de Ningbo.
El diseño exterior es obra de Mercedes y se nota, con algunos rasgos que inevitablemente recuerdan a modelos como el Mercedes EQA. Las superficies redondeadas abundan en cada panel de la carrocería mostrando un estilo moderno, elegante y muy personal.
El frontal está dominado por unos faros con firma en forma de C y una barra de luz que las une visualmente, subrayando el logo de la marca. Excepto la versión de acceso, los faros son Full LED matriciales y adaptativos, una tecnología lumínica que la marca ha bautizado como CyberSparks LED+.
El paragolpes tiene una entrada de aire generosa y una protección inferior en plástico negro, una solución que se extiende a los pasos de rueda y los faldones laterales para evidenciar su faceta crossover. Además, los tiradores de las puertas están completamente enrasados en la carrocería y se puede equipar un techo solar panorámico.
Detrás, los pilotos siguen un patrón similar a los grupos ópticos delanteros y también están unidos entre sí por una tira de luz. El eléctrico de Smart puede calzar llantas de aleación de hasta 19 pulgadas y tener una carrocería bitono con el techo en color de contraste. Las opciones de personalización están vinculadas a los niveles de equipamiento Pro+, Premium y Launch Edition y Brabus. Este último es el que ofrece una imagen más deportiva mediante un kit de carrocería más agresivo y elementos exclusivos.
El Smart más grande y versátil
La nueva imagen rompe con los rasgos estilísticos de los Smart anteriores, nada tiene que ver con el Fortwo y el Forfour. También se propone un tamaño inédito. El #1 compite con los compactos y sus dimensiones se fijan en 4.270 mm de longitud, 1.636 mm de altura y 1.822 mm de anchura. Con estas medidas se busca ofrecer un todocamino versátil y espacioso, algo a lo que contribuye su notable distancia entre ejes de 2.750 mm.
Por dentro, el #1 no tiene nada que ver con los modelos anteriores de la marca. El salpicadero tiene un diseño minimalista con líneas limpias y sin apenas botones. Los colores varían según la línea de equipamiento y también dependen del color exterior, Smart deja poco margen para individualizar cada unidad.
En general proporciona una buena sensación de calidad pero fallan algunos detalles para haberlo dejado «redondo». Algunos de los plásticos de la parte central del salpicadero y de los paneles de puerta crujen, un detalle claramente mejorable. Además, la parte derecha del asiento del conductor toca con la consola, lo que produce un sonido debido al roce. Con el propio movimiento del coche o del conductor va sonando con frecuencia.
Tampoco me termina de convencer la enorme consola central, que separa radicalmente al conductor del acompañante. Es práctica porque gracias a su altura proporciona tres compartimentos donde guardar cosas y debajo brinda otro espacio, pero en algunos giros mi codo derecho ha chocado en alguna ocasión con la consola al maniobrar.
En ningún coche moderno pueden faltar las pantallas y este SUV eléctrico también cumple en este apartado. El cuadro de instrumentos es digital mediante una pantalla de 9,2 pulgadas con un formato muy alargado. Tiene una gran resolución e informa de todo lo necesario. Además, se complementa con un head-up display.
En el centro se impone una sistema de infoentretenimiento con pantalla táctil de 12,8 pulgadas. La escasez de botones en el habitáculo obliga a hacer casi todo a través de este sistema multimedia. El interfaz es bonito, funciona con mucha fluidez, es bastante intuitivo de manejar y proporciona actualizaciones over-the-air (OTA).
El equipamiento del #1 es generoso e incluye, dependiendo de la versión, asientos delanteros con ajustes eléctricos, climatizador bizona con bomba de calor, base de carga inalámbrica para el teléfono móvil, un magnífico sistema de iluminación ambiente con 64 colores, cámara de 360°, techo solar panorámico fijo (Smart lo llama «Halo Roof») o un asistente de aparcamiento automático. No hay extras, el equipamiento es fijo en cada acabado.
En cuanto a los elementos de seguridad, este eléctrico disfruta de frenado de emergencia autónomo con detección de coches, peatones y bicicletas, control de crucero adaptativo con función Stop&Go, airbag central, detección de ángulo muerto, aviso y prevención de salida del carril, asistente de cambio de carril, alertas de tráfico frontal y trasera, reconocimiento de señales de tráfico y asistente en atascos, entre otras cosas. Ha obtenido cinco estrellas en los tests de Euro NCAP, la máxima calificación.
Las plazas traseras son sorprendentemente espaciosas, sobre todo teniendo en cuenta su tamaño exterior. El #1 ha aprovechado muy bien el espacio y permite instalarse con comodidad a pasajeros de estatura elevada. La inclinación del respaldo puede ajustarse en varias posiciones y además la banqueta es deslizante longitudinalmente en 13 cm. No faltan soluciones de confort como las salidas de aire o el reposabrazos abatible.
En cuanto al espacio de carga, es más modesto. Smart anuncia un volumen de 323 litros -la versión Brabus tiene 10 litros menos- pero es un «valor medio». En realidad la capacidad del maletero varía entre 273 y 411 litros, dependiendo de la posición del asiento trasero deslizante. Debajo del piso hay un hueco que permite distribuir la carga y el portón es eléctrico.
Algunos coches eléctricos tienen un segundo maletero bajo el capó y el #1 es uno de ellos. Efectivamente, hay un pequeño maletero delantero, lo que se conoce como «frunk». Es un compartimento de solo 15 litros de capacidad que resultará útil para guardar los cables de carga y nada más.
¿Qué versiones hay disponibles?
Después de conocerlo en su presentación estática ya tenía gana de ponerme al volante del Smart más grande de la historia. El Smart #1 tiene dos opciones mecánicas 100% eléctricas. Ambas recurren a la misma batería de iones de litio con 66 kWh de capacidad bruta (62 kWh netos). La química es NCM, es decir, el cátodo está formado por níquel, cobalto y manganeso. Smart propone una garantía de al menos el 70% de la capacidad durante 8 años ó 200.000 km.
La propuesta más prestacional llega a cargo de Brabus, como no podía ser de otra manera. Es el primer Smart con tracción total y también el más potente jamás producido porque esta variante añade un segundo motor eléctrico de 115 kW (156 CV) en el eje delantero lo que permite ofrecer una potencia conjunta de 315 kW (428 CV) y un par máximo de 543 Nm. Sí, más de 400 CV en un coche del segmento B-SUV.
Un coche de tamaño urbano con semejante potencia da unas prestaciones soberbias y sirva como ejemplo que es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos, valor de auténtico deportivo. Aún no lo he podido conducir pero está claro que corre, corre mucho. Quizá «demasiado». ¿Tiene sentido? Desde un punto de vista racional no, sobre todo teniendo en cuenta que la versión normal ya tiene un rendimiento magnífico por encima de la mayoría de sus rivales.
Para sorpresa de la propia marca, la mayoría de los primeros pedidos están siendo de esta versión Brabus. Está claro que el cliente manda pero la lógica hace pensar que la versión que está destinada a los acabados Pro+, Premium y Launch Edition tiene más sentido. Cuenta con un único motor eléctrico que anima el eje trasero y desarrolla una potencia de 200 kW (272 CV) y 343 Nm de par.
Desde luego con 272 CV, las versiones «convencionales» van estupendamente. Quizá no tengan el puntito de exclusividad y distinción del Brabus pero sigue siendo un SUV divertido con una aceleración intensa que alcanza los 100 km/h desde parado en solo 6,7 segundos. La velocidad máxima es igual para todos, el #1 está limitado electrónicamente a 180 km/h.
Dejando a un lado sus magníficas prestaciones, el Smart #1 demuestra ser un coche eléctrico que se mueve con suavidad y en silencio. He probado el #1 Pro+, que es la variante de acceso, y es fácil y agradable de conducir. Un botón táctil bajo la pantalla multimedia permite elegir entre varios modos de conducción. También se puede ajustar la retención en modo estándar, fuerte y e-Pedal para lograr una mayor regeneración de energía. En este caso, el ajuste se hace desde la pantalla y hubiera sido mucho más cómodo que el #1 tuviera levas para ir jugando con ello.
Otra ventaja de las versiones racionales es que son más eficientes. La autonomía eléctrica es superior, llegando hasta los 440 km en ciclo WLTP -y hasta 597 km en ciclo urbano-. No hay miedo a los desplazamiento largos porque para recargar la batería del Smart #1 se puede hacer en corriente alterna (CA) a una potencia máxima de hasta 22 kW, lo que permite pasar del 10% al 80% en menos de 3 horas. La carga rápida en corriente continua (CC) admite una potencia máxima de 150 kW y pasa del 10% al 80% en menos de 30 minutos.
El Smart #1 está a la venta desde 42.100 euros, precio que no incluye las ayudas del Plan Moves III. En su categoría se enfrenta a rivales como el Hyundai Kona Eléctrico, el KIA e-Niro y el DS 3 Crossback E-Tense e incluso el Renault Mégane E-Tech, el CUPRA Born o el Volkswagen ID.3. Ya se admiten pedidos y las primeras entregas se realizarán este verano.
Para el #1 no hay descuentos ni ofertas porque los precios sin fijos: la revolución de la nueva Smart también supone un cambio en la forma de venta de sus productos y la marca apuesta por un modelo de venta directa al cliente, sin intermediarios ni concesionarios. Los interesados pueden configurar y comprar un coche a través de internet o en unos puntos físicos dentro de 26 concesionarios de Mercedes-Benz. Además de la compra directa, el fabricante también propone fórmulas de financiación y renting.