Prueba Smart Fortwo Cabrio 2016, la alegría de la ciudad
Pequeño pero alegre. Dicen que las grandes esencias se venden en frascos pequeños, y no hay coche más pequeño que el Fortwo. En breve llegará al mercado el más fresco de todos, el Smart Fortwo Cabrio 2016 que hemos tenido ocasión de poner a prueba.
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Publicado: 30/01/2016 11:00
Ya tenemos aquí a la nueva generación del urbano más cool y refrescante de todos. En 1999 Smart sorprendió al mundo al quitarle el techo a uno de sus Fortwo. Desde entonces 220.000 compradores de todo el mundo se han dejado seducir por un coche tan atípico como este. En esta ocasión he viajado hasta la soleada Valencia para poner a prueba el Smart Fortwo Cabrio en su versión 2016.
Tengo que decir que siempre he sido un enamorado del Smart, me gusta el concepto que representa, y en un mundo donde las ciudades cada vez están más congestionadas, además de un segmento tan competitivo como lo es el A, es de agradecer lo diferente, y en eso la marca alemana destaca por encima de todas. Nadie te ofrece la diversidad urbana que ofrece la gama de Smart.
A los ya conocidos Smart Fortwo y Smart Forfour, se suma ahora el Cabrio. Sin duda alguna es el que promete entregar las mejores sensaciones urbanas posibles. Exteriormente nada lo diferencia de un Fortwo normal, salvo claro está el techo. Una vez más Smart, apoyada por su marca matriz, Mercedes-Benz, ha prestado especial atención al cuidado y diseño de esta zona tan característica.
Mucho trabajo se esconde tras esa pequeña superficie de lona, que por cierto solo tendrá dos colores posibles, rojo o negro. En un grosor de apenas dos centímetros, tenemos tres capas. La exterior dura para hacer frente a las adversidades climatológicas y al daño del sol. Una intermedia de caucho para garantizar impermeabilidad y una interior que aporta ese buen tacto que todo el mundo espera de un Smart.
La capota se ha puesto a prueba en temperaturas extremas en una cámara climática, de entre - 40º C y + 80º C. Resistente a los elementos
Muchas horas se han pasado los ingenieros en los laboratorios de la planta de Hambach, analizando para su buen funcionamiento. Un túnel de viento ha servido para comprobar que la capota no produjera ninguna anomalía aerodinámica. A este se ha sumando una cámara climática que ha puesto a prueba la resistencia en condiciones extremas. Y por ultimo en la cadena de montaje, donde en hasta tres veces el coche es regado con abundante agua para comprobar la estanqueidad. No es de extrañar que Smart asegure que en condiciones normales, la capota del Cabrio es eterna.
Desde el 2006 el accionamiento de la lona es automático, y claro está que aquí también. Un pequeño botón nos sirve para abrir y cerrar el techo en 12 segundos, maniobra que podremos hacer incluso circulando a la máxima velocidad. Por último, y para ampliar la sensación roadster, se pueden eliminar los largueros, esta vez sí de forma manual, pudiendo dejarlos guardados en un espacio especialmente habilitado en el maletero.
De puertas para adentro, tampoco disponemos de ningún cambio. Todo está donde se supone que debe estar, y todo el espacio es el mismo que ya tuvimos la ocasión de conocer en la presentación de los Smart Fortwo y Forfour. La única salvedad es la integración de los botones que accionan la capota. Por lo demás todo igual.
Tampoco varía el programa de personalización Brabus Tailor Made. En este apartado el preparador nos permitirá elegir entre un total de 100 combinaciones posibles. Eligiendo la que más se ajuste a nuestro gusto entre la carrocería y la célula Tridion característica del Smart. En el interior también podrán retocarse elementos, como los embellecedores de los respiraderos y el color de los asientos.
Smart sigue ofreciendo los mismos niveles de acabado que en sus hermanos de techo duro. Tres para ser exactos: Passion, Prime y Proxy. Como es habitual en la marca, cada uno incluye elementos personalizados, ya sea una combinación de color particular o diversos elementos de equipamiento. Adicionalmente a estos se ofrece un total de siete paquetes cerrados que permitirán elevar el contenido tecnológico de nuestro Smart Cabrio.
Hay que destacar que la conectividad es un punto muy importante del equipamiento del cabrio. Para ello los alemanes, en colaboración con los franceses de Renault, han incluido el sistema MirrorLink, que permite una excelente conectividad con móviles Android e iOS. La descarga y compatibilidad con aplicaciones está más que demostrada. Smart, inclusive, ha creado una aplicación gratis que te permitirá controla gran cantidad de funciones, así como acceder a una amplia variedad de información. Especialmente pensada para aquellas versiones que no cuenten con la pantalla central de siete pulgadas.
Mucha de la tecnología incluida en el Fortwo Cabrio, al igual que en cualquier Smart, está destinada a la mejora de la seguridad de los ocupantes. Dada la pérdida del techo, Smart ha reforzado la carrocería para hacerla más rígida y estable. A esto hay que sumar sistemas de asistencia de última generación como el asistente de viento lateral, radar de distancia y detector de cambio involuntario de carril. Por último, y dado el carácter urbano del Fortwo, se permite la inclusión de la cámara de marcha atrás que podrá visualizarse en alta resolución en la pantalla de la consola central.
En el apartado mecánico tampoco hay novedad alguna. Como punto de partida el Smart Fortwo Cabrio estará disponible con las que por el momento son los únicos motores existentes. Ambos gasolina con tres cilindros. El primero de ellos con un litro de cilindrada, sin turbo, y con 71 CV. El segundo de 900 cc con turbo y 90 CV. En ambos casos se asocia al cambio automático de doble embrague de seis velocidades que ya tuvimos la ocasión de probar hace unos meses. El cambio manual de cinco velocidades llegará, pero no se le espera hasta el mes de septiembre.
En todos los casos las combinaciones mecánicas han sido configuradas para mostrar un carácter confortable y ahorrador. Tal es así que la variante menos potente de todas muestra un consumo medio homologado de 4,3 litros, 4,2 si hablamos de la unidad más potente. Ahora sí, ha llegado el turno de saber qué se siente a la hora de conducir este pequeño y atractivo descapotable urbano.
Prueba Smart Fortwo Cabrio 90 CV
Cuesta creerlo pero nada más sentarte a los mandos del Smart lo primero que te embriaga es una sensación de espacio. Apenas dos metros sesenta de largo que dan mucho de sí. Tanto en espacio para las piernas como para la cabeza, mucho mejor que el modelo original, que en ese caso sí que pecaba de cierta estrechez. Una vez cogida la postura de conducción, tarea sencilla por otra parte, arrancó la llave y entra en marcha es pequeño motor, que como más adelante os contaré da mucho de sí.
Como ya he dicho Smart ha escogido de primeras el cambio automático. Estamos ante el cambio de doble embrague más barato del mercado, y hay que reconocer que a este coche le queda como un guante. Cuadra perfectamente con la filosofía de urbano, cómodo y sencillo del Fortwo. Ya habíamos tenido ocasión de probarlo en Motor.es y la verdad es que nunca defrauda.
La ciudad es donde el Fortwo Cabrio se siente como pez en el agua, y lo notas. El radio de giro es una de sus principales cualidades. En poco menos de siete metros es capaz de girar en redondo, lo que le permite contar con una movilidad impresionante. Al principio hay que acostumbrarse, pues uno suele tomar los giros con cierto margen, y me sorprendo a mí mismo tomando excesivo ángulo para tomar las curvas o las rotondas. Es divertido comprobar lo que puede hacer.
Como ya he dicho antes la combinación de motores y cajas de cambios está pensada para priorizar el consumo. En gran medida ayuda el sistema de parada y arranque automático, que aún lejos de ser el más refinado del mercado cumple con el propósito a las mil maravillas. Los recorridos urbanos son asombrosamente sencillos, no hay ángulos muertos y el puesto de conducción ligeramente elevado té permite dominar todo el panorama. Así es como debe ser un coche urbano.
Con las mismas corro la capota hasta el final, aunque la lona no tiene posiciones fijas, puedes ir con apenas unos dedos abierto como con toda ella corrida. El sol de Valencia, y los 18 grados del exterior me incitan a retirar toda la capota e incluso a deshacerme de los montantes, que son guardados en un espacio especialmente habilitado en el maletero. Práctico y sencillo a más no poder.
El maletero es muy pequeño, con una capacidad máxima de 260 litros. Más que suficiente para el día a día
Con las mismas me adentro en carreteras más rápidas. Por un momento dudo si he sido demasiado valiente a la hora de quitar el techo, pero nada más lejos de la realidad. El parabrisas cubre por completo la entrada de aire, pudiendo circular a 120 Km/h sin problemas de corrientes o ruidos. Puedo mantener una conversación absolutamente normal circulando sin techo y a altas velocidades. Increíble la verdad.
En cuanto a comportamiento el Fortwo Cabrio no hace más que sorprenderme. Ese motor que se notaba ágil en ciudad también lo es en carretera. Sus prestaciones no son de infarto, pero es capaz de circular sin problema alguno a ritmos elevados, y si selecciono la palanca del cambio en modo secuencial descubro que no tarda nada en hacer las transiciones del cambio, aunque mejor si se hace desde las levas tras el volante. Hay que recordar que es doble embrague y que en estos términos no tiene rival alguno.
Diversión en 2,69 metros. Así podría definir perfectamente al Smart Fortwo Cabrio. Una diversión que te arrastra desde las callejuelas más estrechas a las carreteras más reviradas. Y es en estas últimas donde me dispongo a realizar la última parte de la prueba. En ningún momento el coche deja de comportarse de manera ágil y alegre. Rápido en los cambios de rumbo y buen tacto de dirección y pedales. En cierto modo me recuerda al MINI original, con sus cuatro ruedas en las esquinas del coche para así mostrar una dinámica sorprendente.
Conclusión
Lo vuelvo a afirmar, me encanta Smart. Y sobre todo el Smart Fortwo. El Cabrio recoge todo lo bueno de su hermano techo duro y se reafirma con una capota que promete hacer las delicias de todo el mundo cuando la temperatura suba. Es el coche ideal para la ciudad, aunque también podrás atreverte a salir de ella, pues el Fortwo Cabrio de 90 CV tiene capacidad más que de sobra para hacerlo.
El único pero que puedo ponerle al coche es su precio. Hay un dicho que dice que cuando la capota baja el precio sube, y esto es algo que podemos asociar con el Fortwo Cabrio, igual en exceso. Tal y como ya os contamos, los precios partirán actualmente de los 16.685 euros. La entrada del cambio manual lo abaratará hasta los 15.500 euros, un precio que se me sigue antojando un pelín excesivo. Pero oye, Smart sabe que juega esta liga solo, y si quieres algo así solo podrás elegir el Smart Fortwo Cabrio.