PruebaSubaru XV 2.0 TD, conclusiones (IV)

El Subaru XV es el SUV generalista con más aptitudes de todo terreno. Su altura libre al suelo es su punto más fuerte, con 220 mm. No se ha buscado una estética vanguardista y se ha recurrido todo lo posible a la practicidad. De los tres motores, el diésel de 147 CV, que es la unidad que hemos probado, sin duda es el que merece más la pena gracias a su relación prestaciones/consumo. Las dos primeras marchas son cortas a cambio de la ausencia de una reductora.

El motor diésel, sin embargo es muy ruidoso en frío, aunque en consumos hemos obtenido una media de 6,4l/100km sin mirar por la conducción más eficiente posible. Por otro lado, el interior está bien acabado y sólo en ciertas zonas y bastante ocultas, encuentras detalles que pueden resolverse mejor. El usuario final encontrará en este coche una buena experiencia de conducción a todos los niveles e incluso por fuera de asfalto, aunque la intervención de la electrónica debería poder desconectarse al 100%.

A nivel de equipamiento de serie, cualquier acabado de la variante diésel lleva cuanto se puede necesitar y nuestra unidad tiene todo cuanto se le puede pedir a un coche, y todo por menos de 30.000 euros. Tanto por calidad como por su precio, lo que ofrece y el equipamiento que trae, el Subaru XV es una opción recomendable dentro de este segmento.