Prueba Suzuki S-Cross 1.0 DITC: robusto y económico
Deslizamos nuestras manos sobre el volante del nuevo Suzuki S-Cross, un vehículo que acaba de recibir una profunda renovación estética con la que rejuvenecer varios años. Además probamos sus nuevos motores gasolina Boosterjet con el que consiguen un mejor equilibrio entre rendimiento y eficiencia.
15 min. lectura
Publicado: 16/09/2016 20:00
Tras tres años en el mercado, el Suzuki S-Cross recibe un completo, y necesario, lavado de cara que lo pone de buen ver y mejora su gama al completo con nuevos interiores, acabados y motores. A decir verdad el S-Cross lanzado en 2013 no era de los más bonitos de su categoría, de hecho su diseño parecía sacado unos cuantos años más para atrás. La marca asiática ha tratado de suplir este defecto cambiando profundamente el diseño del vehículo para ya por fin lucir un aspecto más actual.
Espectacular mejora en el diseño
Todo un acierto por parte de Suzuki. Su nuevo diseño lo descubrimos con antelación a través de unas imágenes que nos llegaron desde China resultando un gran soplo de aire fresco para el SUV asiático. Los cambios en este vehículo, catalogado así mismo como un hatchback de estilo SUV, harán que algunos clientes se vuelvan a replantear la compra del nuevo modelo gracias a su nuevo diseño más robusto y desafiante.
El frontal del nuevo Suzuki S-Cross lo vuelve casi irreconocible. Su capó y paragolpes ahora posee un diseño más vertical que le otorga más musculatura y contundencia a su figura. La calandra principal es de nuevo diseño, más rectangular y ancha que muestra un acabado cromado. Lo mismo ocurre con el paragolpes que gana en presencia con lineas de proyectan mayor fuerza, robustas superficies de plásticas y nuevas ópticas decorada con cromados en su interior para añadir dinamismo con luces de tecnología LED en los acabados superiores.
Su carrocería también ha sido modificada. Sus medidas han sufrido cambios para conseguir un vehículo más ágil, a la vez que más confiado y seguro en la carretera. La longitud del modelo no ha variado en absoluto con sus 4,3 metros de largo, sin embargo ha ganado +10 mm de altura y +20 mm de ancho. La distancia entre ejes también queda intacta (2.600 mm). Esta altura extra ha sido gracias a la elevación de sus suspensiones y las nuevos neumáticos que dejan al nuevo S-Cross a 180 mm hasta el suelo, +15 mm respecto al modelo anterior. El ensanchado del vehículo viene dado por la carrocería que adopta nuevas formas para dar cabida a las nuevas medidas de neumáticos que monta, 215/55R17 en lugar de los 205/55R17.
Siguiendo con su diseño nos encontramos con nuevos modelos de llantas, uno para las de 16 pulgadas de tamaño y otra para las 17 pulgadas de llamativo acabado pulido en el tope de gama. Por otra parte llegan nuevos tonos para la carrocería que le dan mayor vida al modelo, un aspecto al que le hacia falta también un empuje ya que los clásicos tonos Blanco Superior, Blanco Nacarado, Pata Seda, Gris Galactico y Negro cósmico en su conjunto resultaban algo aburridos. Para añadir diversión y, porqué no decirlo, atrevimiento la nueva gama acoge a los llamativos tonos Rojo Energetic y Marrón Canyon. A estos dos se le añaden otros dos, Azul Esfera y Gris Mineral, con el que enfatizar el carácter elegante del modelo, sumando un total de cuatro tonalidades nuevas.
En su interior no encontraremos grandes novedades pero tampoco vamos a desmerecer las implementadas. Destaca una mejora global de la calidad que incluye un nuevo plástico mullido para el recubrimiento principal del salpicadero, en él resalta además el nuevo marco de la consola central con acabado en negro piano, un material muy socorrido para dotar el habitáculo de un aspecto "premium" y nuevo diseño de los relojes en el cuadro de mandos.
El volante suele ser uno de los protagonistas del habitáculo de un vehículo que acaba de recibir un lavado de cara pero en esta ocasión sólo observaremos botones extra para las versiones equipadas con el estrenado de Control de Crucero Adaptativo (ACC). Por último, el tapizado en tela de las versiones más económicas adquiere un nuevo tejido de mayor resistencia al uso.
Nuevos motores gasolina Boosterjet
La actual gama del Suzuki S-Cross se compone en exclusiva de propulsores de cuatro cilindros 1,6 litros y 120 CV para las ofertas diésel y gasolina. A partir de ahora toma un nuevo rumbo en el que la oferta gasolina ahora está dividida entre el nuevo bloque de tres cilindros 1.0 gasolina de 110 CV y 170 Nm de par máximo y el cuatro cilindros 1.4 de 140 CV y 220 Nm quedando esta más diversificada y con nivel de emisiones reducidos como para conseguir el impuesto de matriculación al 0,0%. Otros beneficios conseguidos mediante el downsizing es la reducción de los niveles de ruidos y vibraciones que se filtran al interior del vehículo según comenta el fabricante.
Durante la prueba de conducción nuestra unidad equipaba el nuevo tricilíndrico gasolina asociado al acabado intermedio GLE y tracción 4x2 -el 1.0 litros no está disponible como 4x4-, una de las combinaciones que tiene mejor proyección para un buen volumen de ventas. El pequeño propulsor gasolina turbo es algo menos potente en CV que el 1.6 litros de antes pero trata de compensarlo con una mayor cantidad de par máximo.
Tanto el motor de tres cilindros como el diésel van equipados de serie con un cambio manual de cinco relaciones, mientras que el cuatro cilindros gasolina se beneficia de uno de seis marchas. Los dos motores de cuatro cilindros se pueden escoger con cambio automático, el diésel con uno de doble embrague y los gasolina con una transmisión de seis relaciones con levas en el volante.
Al volante
A pesar de su tamaño, el 1.0 litros es capaz de mover al S-Cross con soltura comportándose muy correctamente, aunque debemos tener en cuenta que su entrega de par máxima se encuentra en las 2.000 rpm, por debajo de este régimen el bloque te hará entender que no se encuentra cómodo. Toca jugar un poco con el cambio manual de cinco relaciones si queremos sacarle un buen partido. Sus cifras de prestaciones no te dejarán boquiabierto pero para ser el motor de acceso no se queda corto para nada.
Añade la posibilidad de un cambio de doble embrague
Además de sus prestaciones, el consumo es sin duda uno de las escusas para recurrir a esta variante. Durante nuestro trayecto por carretera resultaba muy fácil bajar de los seis litros a los 100 km en consumo de combustible. Se muestra muy agradecido cuando circulamos a velocidad de crucero ya sea con nuestras manos o con el control electrónico. A diferencia de otro 1.0 de tres cilindros asiático que probé hace tiempo, el de Suzuki, que es de desarrollo propio, no eleva su sed escandalosamente cuando nos queremos divertir un poco más pisando el pedal derecho.
Otra de las grandes ventajas de este nuevo modelo es que al fin incorpora un Control de Crucero Adaptativo que hace uso del radar frontal utilizado para la detección de colisiones para mantener la distancia que le ordenemos respecto al vehículo que nos precede, eso sí sólo en el acabado GLX. Las suspensiones han sido revisadas respecto a la versión saliente consiguiendo entre otros beneficios que resulte un vehículo cómodo en todo momento a pesar de las irregularidades del terreno o la superación de los temidos badenes.
El nuevo Suzuki S-Cross tiene aspecto de SUV sin embargo su comportamiento es más bien el de un compacto. Su dinámica es más que correcta sin resultar excesivamente deportivo incluso cuando activamos el modo Sport pero tampoco te llegará a dar sensación de inseguridad cuando se le exige un algo más de lo normal en curvas, aunque mejor no tratar de buscar sensaciones racing con él. En este punto no destaca positivamente en mucho pero de la misma forma no lo hace negativamente. Cumple sin más.
Comportamiento de compacto confortable con capacidad offroad
Sin embargo hay un par de puntos en los que la experiencia de conducción se ve algo nublada. La dirección, que parece haber sido revisada para un mejor empeño en este lavado de cara, resulta excesivamente artificial para mi gusto ofreciendo poca información sobre el firme en el que circulamos. A su favor se puede decir que para un cliente cuyo uso de su vehículo es enfocado hacia la practicidad esta será de su agrado puesto que es suave tanto en carretera como ciudad, sobretodo a la hora de iniciar la marcha. Quizá algo más dura y directa le haría mucho bien.
Por otro lado los asientos delanteros no me han parecido cómodos del todo. Se les echa en falta algunos ajustes extras como el lumbar para poder hacernos a rápidamente con la postura idónea.
Hemos tenido la ocasión de testar al vehículo tanto en su configuración tradicional 4x2 como con la 4x4, eso si con otros motores y por un reducido circuito cerrado. Si en nuestra prioridad está la eficiencia la opciones de tracción delantera es nuestra elección sin embargo no pienses que al elegir el 4x4 gastaremos mucho más combustible puesto que en condiciones normales no notaremos una diferencia destacable. Posee un sistema automático que le hace funcionar como tracción delantera cuando no requiramos de sus facultades 4x4. Por otro lado, el selector de modos nos permite bloquear la tracción 4x4 para que esta sea permanente hasta los 60 km/h.
En cambio las posibilidades de la tracción a las cuatro ruedas nos puede servir de gran ayuda si tenemos intención de visitar asiduamente terrenos algo más inhóspitos de lo habitual. Para ser sinceros el circuito off-road me pareció bastante light, pero nos ayudó a demostrar la efectividad de sus nuevas suspensiones. Estoy seguro que se le puede sacar mayor provecho a esta variante de tracción integral. Dispone de las opciones Auto, Mud/Snow -con opción de bloquear la tracción total- y el Sport. Una configuración para cada estilo de conducción.
Conclusiones
En definitiva me parece un producto enfocado para clientes muy racionales que buscan un coche duradero por un precio muy competitivo. Su nuevo diseño le distancia bastante respecto a las versiones que aún están en los concesionarios con una mirada más fresca, robusta y dinámica que conseguirá atraer un mayor número de clientes.
Su aumento de tecnología como el Control de Crucero Adaptativo o los faros de tecnología LED es casi un paso necesario ante la enorme demanda de este tipo de equipamiento. Por otra parte los clientes se benefician de una dotación de serie más completa para todos los acabados, que recuerda son cerrados.
Nuestra recomendación es que pases del acabado más básico (GL) para comenzar a replantearte tu compra a partir del acabado GLE. El acabado de acceso monta faros halógenos delanteros y llantas de 16 pulgadas con tapacubos, mientras que el intermedio equipa de serie los faros LED delanteros, antinieblas, llantas de aleación de 17 pulgadas y otros elementos destacables como el volante de cuero, la pantalla táctil de 7 pulgadas para la consola central y cámara de visión trasera. Muy recomendable.