Prueba Suzuki Swift 2024, una opción olvidada pero de lo más interesante
Tras conquistar a más de 9 millones de conductores en todo el mundo, la última generación del Suzuki Swift llega a España. Tras conocerlo en parado ha llegado la hora de ponerse tras su volante.
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Publicado: 16/05/2024 19:00
Dentro de la actual oferta de productos de Suzuki, el Swift ocupa un puesto privilegiado por su volumen de ventas. El pequeño utilitario lleva con nosotros más de 20 años. Por el mercado han pasado ya tres generaciones y ahora se introduce la más moderna de ellas. Una cuarta edición que aprovecha muchos recursos del pasado, una misma filosofía y también muchos elementos modernos que intentarán continuar la línea de éxito cosechada por el Suzuki Swift. Ya son más de 9 millones de unidades vendidas en todo el mundo durante estas dos décadas.
No muchos coches a la venta pueden presumir de tales cifras. En Suzuki tienen muy claro cuál es su apuesta para Europa. Juan López Frade, máximo dirigente de Suzuki en España, tiene muy claro que no se puede rechazar la electrificación, pero también reconoce que esta puede ser una fuente de problemas. Muchas marcas han apostado por el vehículo eléctrico con diferentes resultados. Algunas han tenido éxito, principalmente Tesla, pero otras no han corrido la misma suerte. Compañías como Ford, Audi o Mercedes han tenido que hacer balance para reconocer que la estrategia no está cosechando los frutos esperados.
Suzuki es un fabricante de pequeño volumen y si bien sabe que tiene que electrificar su gama, no tiene ni el dinero ni la tecnología para hacerlo económicamente sostenible. Es por eso que se han asociado con un peso pesado de la industria, Toyota. Las alianzas japonesas son el pan nuestro de cada día. Muy habituales. Toyota, dada su posición hegemónica, suele posicionarse como referencia. Gracias a ello hemos visto matrimonios de conveniencia con Mazda, Subaru y la propia Suzuki. En unos años el Swift tendrá una versión híbrida con tecnología Toyota, aunque por el momento no.
Lo que sí integra la totalidad de la gama del nuevo Swift es un sistema microhíbrido con etiqueta ECO que se sitúa como un excelente término medio para aquellos que viven preocupados por el distintivo medioambiental. Una solución económicamente viable tanto en desarrollo como en precio de venta. El pequeño de la casa siempre se ha postulado como una de las mejores alternativas por precio y así seguirá siendo. Viendo las tarifas actuales de muchos de sus rivales, el Swift puede declararse como uno de los más baratos de la categoría. Está disponible en una horquilla de precios entre los 18.500 y los 22.600 euros, sin ofertas o descuentos.
Es un precio muy competitivo teniendo en cuenta lo que se ofrece. A simple vista la última versión se parece a la última, aunque como ya te adelanté hace unos meses hay claras diferencias. Estamos ante un diseño más evolucionado, con unas líneas más suaves, pero no por ello atractivas. El Swift ha perdido parte de su aguerrida presencia al deshacerse de la variante Sport, ya no volveremos a verla, pero ha ganado enteros en madurez sin por ello perder sus proporciones recortadas y funcionales para espacios urbanos: 3,86 metros de largo, 1,69 metros de ancho y 1,5 metros de alto para una distancia entre ejes de 2,45 metros. Medidas ideales para la ciudad.
Suzuki España ha abierto el abanico de posibles configuraciones con un total de 13 tonalidades diferentes para la carrocería, muchas de ellas en combinación bitono que rejuvenecen el aspecto del coche, con llantas entre las 15 y las 16 pulgadas. A pesar de ello, las opciones de personalización son reducidas. Hay tres niveles de equipamiento posibles: S1, S2 y S3. Su equipamiento base es bastante completo, destacando elementos como el sistema de infoentretenimiento con pantalla de 9 pulgadas, la conectividad para dispositivos móviles, los faros de LED y la cámara trasera, entre muchos otros. Muchos sistemas que harán más fácil la vida a bordo, incluyendo una completa dotación de seguridad y asistentes a la conducción.
Hay que reconocer que el interior del Swift es un espacio agradable en el que estar, aunque el espacio es limitado. Las plazas delanteras gozan de las mayores comodidades, mientras que la banqueta trasera ofrece las cotas suficientes para que pasajeros de hasta 1,80 metros de estatura puedan ir cómodos en desplazamientos largos. Su amplitud es superior a la media de la categoría, aunque el acceso y la salida resultan algo complicadas para personas mayores o de movilidad reducida. El volumen del maletero también es generoso, 265 litros de capacidad mínima ampliable a 980 litros si se abate por completo la segunda fila de asientos.
Si has seguido mínimamente la trayectoria del Suzuki Swift sabrás que siempre ha despuntado por una dinámica de conducción muy interesante. La pues a punto siempre ha sido mejor que la de la mayoría de sus rivales y gran parte de esa esencia se debe a un peso realmente contenido. En estos tiempos donde los coches superan ampliamente las barreras de lo razonable, Suzuki logra mantenerse en los estándares de la sensatez. Con 994 kilogramos el Swift no necesita grandes dosis de potencia para poder moverse. De hecho, su potencia se ha mantenido con respecto al pasado y eso es algo que debemos valorar positivamente.
Bajo el capó del nuevo Swift encontramos un motor atmosférico fabricado íntegramente en aluminio con tres cilindros y 1.197 centímetros cúbicos de cilindrada. Desarrolla 83 caballos de potencia a 5.700 revoluciones y un par motor máximo de 112 Nm a 4.500 vueltas. La gestión se deriva a un cambio manual de cinco velocidades que envía toda la potencia al eje delantero. Las cifras de homologación aseguran un consumo medio en ciclo mixto de 4,4 litros, que sumado a un tanque de combustible de 37 litros de capacidad permiten ofrecer una autonomía estimada de 800 kilómetros. Actualmente es el único modelo de su categoría en ofrecer una versión 4x4, que tampoco es que resulte muy interesante.
Al volante del Suzuki Swift 2024
Entre los rivales del Swift encontramos figuras ilustres como el Hyundai i10, el KIA Picanto o el Mitsubishi Space Star. También podemos sumar otras unidades como el Toyota Yaris o el Renault Clio, los dos modelos más destacados del segmento B. Todos ellos coches donde cada euro cuenta. Hay que reconocer que el Suzuki no es el primer modelo que nos viene a la cabeza, pero, sin duda, es una de las apuestas más lógicas de la categoría. Ofrece mucho más de lo que uno puede esperar. Es un coche que hay que probar para comprobarlo.
El peso es el gran enemigo de la dinámica. Cuanto más ligero sea un coche, mejor. El Swift es el más ligero de su categoría y gracias a ello disfruta de una de conducción muy agradable. A pesar de tener un motor tan pequeño, se le nota vivo en un amplio rango de revoluciones. Sabe aprovechar muy bien los 83 caballos. Lo hace en cualquiera de las dos versiones posibles, manual o automático. Con el cambio manual lo primero que llama la atención es lo blando que está el pedal del embrague. Las transiciones también son precisas, sin mucho recorrido y sin obstáculos al movimiento.
Las dos primeras marchas son muy cortas, pensadas para acelerar con contundencia desde parado. La tercera es la más completa de todas. Estira perfectamente hasta las 6.000 revoluciones. Las dos últimas bajan las revoluciones, pero no tanto como para ahogar al pequeño bloque atmosférico. Gracias a ellas el Swift es capaz de homologar un consumo realmente bueno. La cifra oficial varía entre los 4,4 y los 4,7 litros por cada 100 kilómetros recorridos. Esta última cifra se obtiene con el cambio automático CVT que en realidad no parece un variador continuo.
Me ha llamado la atención el buen tacto del cambio automático. Apenas muestra el típico resbalamiento entre transiciones. En el acabado más alto Suzuki integra levas de cambio que en realidad no sirven de nada ya que la transmisión CVT no tiene marchas como tal sino que son los habituales escalonamientos de este tipo de cambios. A pesar de ello reconozco que es una opción muy interesante para aquellos que no quieran hacer el tradicional juego de pies y manos. Tampoco es excesivamente caro, así que no me cabe duda que será una opción muy querida entre los clientes.
Dinámicamente hablando, el Swift va muy bien. Tiene un punto deportivo que, sin llegar a la antigua versión Sport, logra transmitir mucho a quien se pone tras su volante. El paso por curva es rápido -teniendo en cuenta la potencia- y tanto la frenada como la dirección están bien ajustadas. En una conducción normal no se echa en falta más potencia, aunque sí que hay que reconocer que en una cuesta o a la hora de adelantar nos exigirá jugar con el cambio para poder encontrar siempre el par óptimo. También resulta cómodo. El aislamiento interior es bueno y se nota que ha ganado madurez.
No es sólo un coche urbano, aunque es en espacios cerrados donde saca lo mejor de sí. A la hora de dejar atrás la ciudad es bastante resolutivo, aunque debemos tener en cuenta los límites de la potencia y de la entrega. Dado que el chasis no cambia con respecto a la anterior generación, es ágil y se nota lo ligero que es. Como he dicho al principio, es un coche que merece probarse para quitarse de la cabeza ciertos juicios preconcebidos. Estoy seguro que todo aquél que lo pruebe se dará cuenta de lo que digo. Por último y no por ello menos importante, su etiqueta ECO. Gracias al sistema MHEV de 12 voltios que integra, y que no afecta a la hora de conducir, puede moverse líbremente por las cada vez más habituales ZBE.
Conclusiones
En estos tiempos cuesta encontrar coches razonables. Coches que sean capaces de cubrir las necesidades de sus clientes sin que estos se arruinen por el camino. Sí, el Swift ha incrementado sus tarifas con respecto al pasado, pero hoy es mejor de lo que lo ha sido nunca. Sigue planteando la misma receta que tanto nos ha gustado en el pasado. Un coche ligero, bien configurado y mucho más divertido de lo que su potencia hace prever. El equipamiento se ha mejorado notablemente, la dotación de serie es muy completa y la calidad es la típica de la categoría. Dicho todo esto hay que reconocer a Suzuki el mérito de mantenerse firme en estos tiempos. El Swift es un producto muy lógico y bien planteado con pocos defectos.