Prueba Suzuki Vitara 1.6 DDiS 4x4: dinámica, consumos y conclusión
Nos ponemos tras el volante del Suzuki Vitara 1.6 DDiS. Comprobamos el buen hacer de esta mecánica turbodiésel de 120 CV, que destaca por su buena respuesta y bajo consumo, y el funcionamiento de las últimas innovaciones tecnológicas que ha estrenado la marca japonesa.
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Publicado: 10/11/2015 08:00
Llega el momento de comprobar las cualidades dinámicas del Suzuki Vitara. La unidad que tenemos entre manos disfruta de un moderno motor diésel 1.6 DDiS de cuatro cilindros, con inyección directa por common rail. Desarrolla 120 CV a 3.750 rpm y el generoso par máximo de 320 Nm se entrega a 1.750 rpm. Se trata de la única mecánica de gasóleo de la gama del Vitara.
Prueba del Suzuki Vitara 1.6 DDiS 4x4
Al arrancar resulta llamativa la ausencia de las vibraciones características de muchos motores de gasóleo. Lo cierto es que ésta es sólo una de las muchas cosas buenas que puedo decir de esta mecánica de Suzuki: también destaca por su buena respuesta y por sus bajos consumos. A ritmo de carretera se deja notar la rumorosidad del motor y del aire, aunque no llega a niveles molestos.
Con respecto a la anterior generación, el nuevo Vitara ha perdido un poco de su carácter campero para centrarse más en el plano urbanita. A pesar de ello es posible meterse por caminos no asfaltados aprovechando que la altura libre al suelo es de 185 milímetros, siempre que no encontramos obstáculo de considerable dificultad. Cuenta con control de descenso de pendientes pero no con reductora.
La tracción total ALLGRIP con un embrague multidisco bañado en aceite es también un buen aliado circulando por carreteras húmedas o heladas, aportando un plus de seguridad que siempre es bienvenido. Hay tres modos disponibles. En el modo Snow se reparte la tracción entre ambos ejes de manera automática según las condiciones de adherencia, en el modo Lock se bloquea el reparto al 50% y en el modo Auto se envía todo el par del motor al eje delantero salvo que se detecte una pérdida de tracción.
El cuarto modo se denomina Sport y está pensado para extraer las máximas prestaciones del crossover japonés. Y se nota, vaya si se nota. Aumenta la rapidez de respuesta del motor a la presión del acelerador ofreciendo un rendimiento considerablemente más enérgico y con mucho nervio. Además, los acertados desarrollos del cambio manual ayudan a aprovechar sus prestaciones.
La suspensión tiene un tarado bastante firme. Esto implica que algunos baches se dejan notar -aunque sin incomodar- pero permite que el Vitara sea muy satisfactorio en el plano dinámico porque la carrocería no se mueve excesivamente, incluso haciendo una conducción alegre. En todo momento se muestra aplomado y transmite confianza al conductor. En el plano dinámico sólo desentona la dirección, algo imprecisa y poco informativa. Obliga a realizar pequeñas correcciones con frecuencia, incluso en línea recta.
En cuanto al consumo de combustible, en carretera podemos mantenernos por debajo de los 5 l/100 km sin esfuerzo. Si nos lo proponemos el consumo puede ser de risa y para muestra baste decir que en un recorrido de 95 kilómetros por autovía fijé el control de crucero a 105 km/h y el resultado ofrecido por el ordenador de a bordo fue de 3,7 l/100 km ¡Sorprendente!
El Vitara puede montar un cambio automático de doble embrague
En ciudad, dependiendo del tráfico, rondaremos los 5,5 y los 6 l/100 km gracias a la función Auto Stop Start de parada y arranque automáticos del motor. Con todo ello podemos decir sin dudarlo que el Suzuki Vitara DDiS 4x4 es uno de los crossovers con tracción total que menos consumen del mercado.
Una de las claves para el buen comportamiento y la eficiencia del Vitara diésel puede ser su peso, que arroja 1.295 kg en la báscula. Por citar algunos ejemplos, supone un 50 kg menos que un Mazda CX-3 1.5D AWD, unos 75 kg menos que un Dacia Duster 1.5 dCi 4x4 y unos 200 kg menos que un Fiat 500X 2.0 Multijet 4x4, un Jeep Renegade 2.0 Multijet 4x4 o un Opel Mokka 1.6 CDTi 4x4.
En cuanto a las nuevas tecnologías que incorpora el crossover de Suzuki hay que mencionar el sistema de asistencia a la frenada (RBS). Mediante un radar de onda milimétrica situado tras el logo de la parrilla, el RBS monitoriza la distancia y la velocidad del vehículo precedente. Si detecta riesgo de colisión, primero avisa al conductor y si éste pisa el freno ayuda a aumentar la fuerza de frenado. Si el conductor no reacciona, el sistema aplica los frenos automáticamente.
Se puede regular el tiempo de actuación en dos niveles, para que advierta del riesgo con mayor o menor antelación. En el modo más preventivo del RBS me ha parecido demasiado alarmista, mientras que el que ofrece un aviso más tardío procuraba una respuesta más oportuna y también efectiva.
La tecnología de seguridad y confort también está presente en el nuevo control de crucero adaptativo (ACC), un sistema que muy poquitos coches de este segmento pueden ofrecer. Emplea el mismo radar del RBS y su funcionamiento es estupendo, ajustando la velocidad según el vehículo precedente de manera suave y agradable. La distancia de seguridad se puede regular en tres niveles.
Conclusiones
El Suzuki Vitara se sitúa como una de las opciones más económicas dentro del creciente segmento de los crossovers urbanos pero, aún así, sorprende por su equilibrio general. Si puedes pasar por alto los acabados francamente mejorables se tiene acceso a un modelo muy completo, especialmente en sus versiones más equipadas.
Contar con faros LED, el control de crucero adaptativo o sistema de asistencia a la frenada son elementos de equipamiento innovadores de los que muy pocos pueden presumir en su categoría. Equipamiento que además pone de relieve que Suzuki se ha tomado en serio la seguridad que debe ofrecer este modelo, que equipa siete airbags de serie -incluyendo uno de rodilla para el conductor- y ha sido galardonado con cinco estrellas en el test de EuroNCAP, la máxima puntuación.
Al ser muy ligero se beneficia de unas buenas cualidades dinámicas, en las que sólo cabe reprochar el funcionamiento de su imprecisa dirección. La suspensión cumple ofreciendo un balanceo contenido y los consumos le sitúan entre los más frugales del segmento B-SUV. En definitiva, el Suzuki Vitara es una opción muy a tener en cuenta por mostrar una relación precio/producto realmente interesante.