Prueba Toyota Yaris 2017, revisión completa de dentro a fuera

A pesar de tener ya unos añitos encima, Toyota ha pensado que el Yaris, tal y como lo conocemos, sigue siendo capaz de enfrentarse a la competencia. Para comprobarlo he viajado hasta los Países Bajos para acudir a la presentación del Toyota Yaris 2017.

Prueba Toyota Yaris 2017, revisión completa de dentro a fuera

17 min. lectura

Publicado: 07/04/2017 09:30

El Yaris estrena lavado de cara, con un frontal completamente renovado y resideñado

Los utilitarios siempre han sido considerados el segmento más pobre de todos. Coches básicos, poco potentes y apenas equipados que estaban pensados para desplazarte por la ciudad de una forma digamos no muy agradable. Sin embargo viven un momento dulce, un punto de inflexión donde el ser pequeño y barato no tiene porqué significar ser pobre. Y es que el tamaño no importa, y si no que se lo digan al Toyota Yaris 2017, el cual ya he tenido ocasión de probar.

Tras casi 20 años en el mercado, el Toyota Yaris se renueva para marcar la diferencia y para seguir siendo una apuesta única en el segmento que mejor está soportando el empuje de los SUV. Y aunque en realidad no estamos ante una nueva generación, estamos ante una profunda actualización, un restyling, de la tercera generación que conocimos allá por el año 2011. Y eso irremediablemente implica, que hay cambios a diferentes niveles.

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Toyota asegura que ha cambiado 900 piezas, y es por ello que el primero de los cambios, como cabría esperar, es estético. Aunque la sede está en Japón, esta renovación ha sido creada en Europa, y eso se nota a la hora de introducir nuevos elementos de diseño en la carrocería. El frontal es nuevo, con diferente parachoques, parrilla y unos faros más grandes que estrenan firma de diurna de LED. En este punto el Toyota Prius ha tenido mucho que decir, porque en cierto modo se parecen. Al menos por delante.

El pequeño urbano es el único de su segmento que dispone de tecnología híbrida

En la parte trasera ocurre tres cuartas partes de lo mismo. Nuevo parachoques, nuevo portón y sobre todo nuevos faros. Que pasan a ser más grandes que los de su predecesor, tomando un mayor protagonismo en el diseño de la zaga. A todo esto hay que sumarle nuevos juegos de llantas de 16 pulgadas, dos nuevos colores, pinturas ni-tono, una nueva moldura lateral y una mayor capacidad de personalización exterior, algo que ya se echaba de menos.

El segundo de los cambios importantes reside de puertas para adentro. El Toyota C-HR ha estrenado una nueva filosofía sobre cómo concebir los habitáculos de la marca, y esta ha sido exportada al pequeño Yaris. Es por ello que a pesar de no ver grandes cambios a simple vista, sí que nos encontramos ante una nueva colección de materiales que crean una mejor atmósfera, con una mayor calidad percibida.

La diferencia de precio entre la carrocería de tres y cinco puertas es de apenas 500 € a igualdad de equipamientos

Pero ya digo que no muchos elementos cambian en el interior. El cuadro de instrumentos cuenta con una nueva pantalla TFT multi información de 4,2 pulgadas. También hay otros detalles renovados, como las rejillas de ventilación o la propia luz azul del cuadro. Y como pasa con el exterior, en función del nivel de acabado podremos tener la posibilidad de combinar diferentes colores de tapicería y molduras. De esta forma se realza más el carácter urbano y juvenil del coche.

El interior es igual, aunque la clave reside en los detalles

La tecnología ya es un criterio importante de compra, y es por eso que Toyota ha integrado una gran cantidad de dispositivos aquí dentro. Cabe destacar la incorporación del Toyota Safety Sense, que dicho sea de paso llegará de serie en todas las versiones. Éste incluye tecnologías como el sistema de seguridad precolisión con frenado de emergencia, el control inteligente de luces de carretera, el avisador de cambio involuntario de carril y el reconocimiento de señales de tráfico. Es decir muchos elementos que solemos ver en modelos de segmentos superiores.

Se echa de menos algo de conectividad. Los japoneses han decidido no incorporar de ninguna de las maneras conexión Android Auto o Apple Car Play. Han apostado por su propio sistema, y teniendo en cuenta por dónde van los tiros de un segmento tan juvenil, la jugada me parece cuanto menos atrevida. En su favor hay que decir que ofrece una buena cantidad de aplicaciones.

Donde el Yaris no cambia en absoluto es en términos de espacio y habitabilidad. Ya contaba con unas buenas medidas para sus ocupantes, y siguen estando presentes en la renovación. Detrás pueden viajar dos ocupantes de forma cómoda, algo menos si sumamos un tercer pasajero o si optamos por la carrocería de tres puertas, cuyas ventas en España son meramente testimoniales. En cuanto a su maletero, se disponen siempre 286 litros como mínimo, aunque este tamaño crece si abatimos la segunda fila de asientos.

Una de las novedades es la pintura bi-tono. Un punto más de personalización exterior

Por último, el tercero de los cambios importantes: las mecánicas. No es que el nuevo Yaris cambie la gama por completo, pero sí que cambia el viejo 1,33 litros y 99 CV por un más moderno 1.5 litros VVT-iE de 111 caballos. A esto hay que sumar una revisión de la variante híbrida, que sigue presentando los mismos datos de rendimiento, pero que ha reducido los niveles de ruido y vibración, que ya de por sí eran bajos, así como un reajustado de la dirección, la suspensión y la respuesta del coche.

A finales de este año llegará el Toyota Yaris más potente jamás fabricado, el GRMN. Lo hará con un motor de 1.8 litros atmosférico que entregará una potencia máxima de 210 caballos.. Como ya digo llegará a finales de año, y solo habrá 600 unidades para Japón y Europa. Todavía no sabemos cuántas de ellas llegarán a España, pero al menos tiene buena pinta. Tanto, que la propia marca asegura que estamos ante el urbano más rápido en el 0 a 100 Km/h.

En cuanto a precios, me gusta que Toyota no haya decido subirlos. El Yaris de 2017 está más equipado que su predecesor, tiene diseño nuevo y cuenta con unas mecánicas más ajustadas. A pesar de ello la gama y el precio se mantienen fijos. Cuatro niveles de equipamiento posibles: City, Active, Feel! y Advance. Los precios, con descuento, para la carrocería de cinco puertas, arrancan en los 11.600 euros. El primer híbrido lo encontramos en los 15.490 euros.

Prueba Toyota Yaris Hybrid 2017

Siempre he defendido que el Yaris Hybrid es el más sensato y lógico de los modelos pertenecientes al segmento B. El hecho de estar pensado para la ciudad e incorporar un conjunto híbrido resulta muy atractivo. Sólo una variante plenamente eléctrica me haría cambiar de idea, pero teniendo en cuenta el panorama actual y que Toyota ni siquiera piensa en ello, es como no decir nada.

Gracias a los nuevos colores exteriores e interiores el Yaris se vuelve más juvenil, y menos sobrio

Pero si, es una compra lógica. Por ciudad su comportamiento es ideal. A baja velocidad es tan suave y cómodo como cabría esperar. El empuje eléctrico apoya a bajo ritmo, además de permitirnos circular sin hacer ruido. Eso sí, hay que ser cuidadoso con no hundir el pie más de la cuenta porque si no entrará en funcionamiento el motor de gasolina y se chafará el invento. Lo mejor es tratar de circular el mayor tiempo posible con el motor eléctrico. Beneficio máximo.

Fuera de la ciudad la cosa se complica. El conjunto de híbrido está pensado para ahorrar, y su configuración, así como la caja de cambios que lo gestiona, no muestran un rendimiento especialmente atractivo. Como ya digo, en ciudad es ideal, pero fuera de ella las ventajas desaparecen.

La aceleración es muy progresiva, y siempre va acompañada de un zumbido no muy agradable. Así que en carreteras secundarias conviene planear y calcular muy bien el adelantamiento, porque éste llevará su tiempo realizarlo. Eso sí, una vez este pequeñín gana velocidad la mantiene sin problemas, aunque una vez más la rumorosidad será elevada. Por eso para un viaje largo lo veo menos capacitado que su versión de gasolina. Aunque por poder, puede.

Realmente los cambios introducidos se notan. La dirección es ligeramente más pesada, por lo que se consigue un mejor guiado. Transmite más, vamos. Pero de lo que más me he percatado es de la mayor suavidad de la suspensión trasera. El viejo me resultó más duro, más seco de reacciones. Este por el contrario es más suave. Más cómodo.

El Isofix de las plazas traseras ha sido mejorado y ampliado

Pero tengo que hablar de consumos. Toyota ha diseñado el Yaris para el típico tráfico urbano, y de hecho parece gustarle este entorno. Te digo una cosa: si buscas un coche pequeño para el día a día, que sea maniobrable, de fácil aparcamiento, longevo, seguro y ahorrador, el Yaris es tu coche. Pero sin dudarlo. Los japoneses homologan un gasto medio de 3,3 litros cada 100 kilómetros para el híbrido. Si tenemos cuidado, las condiciones son favorables y sabemos exprimir el coche al máximo, se pueden conseguir. E incluso bajar.

Pero si por el contrario té vas a mover más entre pueblos o ciudades, realizando mayor cantidad de forma diaria por carreteras rápidas, te recomiendo que te decantes por cualquiera de las otras versiones de gasolina. El consumo en este caso sería muy semejante al del híbrido, pero claro sale más barato a la hora de pasar por caja en el concesionario. Echa cuentas, pero la balanza se equilibra mucho.

Permíteme que en este punto me separé un poco de la prueba en sí para hacer una reflexión sobre la capacidad oculta que el Yaris tiene bien escondida, y que atesora como el oro. Esa no es otra que la visión de futuro. A quien más o a quien menos le ha entrado un poco de miedo al ver la situación del tráfico urbano actual. Las grandes ciudades empiezan a colapsarse por la contaminación y la congestión, y Toyota supo verlo antes que todos los demás.

El híbrido dispone de varios modos de conducción. Todos ellos pensados en la máxima eficiencia

En un futuro muy lejano las grandes ciudades impedirán entrar a los coches contaminantes. Madrid ya ha sacado su plan estratégico de cara a los próximos años, y no será la única. En un lustro o en una década no veremos circular otra cosa que híbridos o eléctricos. Si tenemos en cuenta que la compra de un coche se hace mirando a unos cuantos años, ahora entenderás por donde voy.

El que ha día de hoy se compre un diésel para circular por la ciudad, en poco tiempo se va arrepentir. Tenemos que cambiar el chip, y Toyota lleva avisándolo años. Por eso he dicho al principio que el Yaris me resulta el más racional y lógico de los modelos del segmento B. Una compra garantizada y que tendrá valor de cara a los próximos años. El resto de la competencia tiene que cambiar el chip, porque de no hacerlo se quedaran a la cola. De hecho ya lo están.

Conclusión

Pero bueno, tampoco hay que volverse agorero o drástico. Lo bueno del Yaris es que se adapta a una gran cantidad de clientes y posibilidades. Bien es cierto que la variante híbrida es la que más claro tiene su futuro, pero cualquiera de las otras variantes cumplen con lo que se espera de ellas. Si te mueves por ciudad y alrededores, o buscas un segundo coche ahorrador; sin lugar a dudas el híbrido. Si por el contrario te mueves más por tierra despejada o si hace más kilómetros a lo largo del año: apuesta por la gasolina pura y dura.

El nuevo Yaris mejora la nota final de su predecesor. Los cambios le han sentado bien

En cuanto a los cambios de este Yaris 2017, hay que decir que pocos pero interesantes. El estilo se ha rejuvenecido, la calidad se ha aumentado, la tecnología también, y además sigue ofreciendo bajos consumos y un precio muy razonable. En definitiva, una actualización justa pero equilibrada que le hace subir la nota media en medio punto con respecto a su predecesor.

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