Prueba Volkswagen Arteon 1.5 TSI EVO, el diseño al servicio de las berlinas

Las berlinas quieren volver a ser lo que en su momento fueron. Buscan en el diseño un nuevo motivo de compra, dado que nunca han perdido sus buenas cualidades. El Volkswagen Arteon es ejemplo de ello, y nosotros lo probamos con el motor 1.5 TSI EVO.

Prueba Volkswagen Arteon 1.5 TSI EVO, el diseño al servicio de las berlinas

24 min. lectura

Publicado: 16/10/2018 20:00

El mundo necesita más berlinas. Aunque la moda SUV haya arrasado con todos los segmentos clásicos del automovilismo, las berlinas se resisten a abandonar. Siempre han representado el papel de coche familiar o el papel del coche principal de una casa. Lo que sí que es cierto es que llegó un momento en el que su diseño no era algo monótono, aburrido, pero hay solución para todo. El coche que presentamos a prueba esta semana, el Volkswagen Arteon 1.5 TSI de 150 CV es buen ejemplo de ese cambio que, obligadas, han tenido que dar las berlinas.

Las berlinas siempre han tenido líneas clásicas, pero hay vida más allá de esas formas

Hace unos años todo era bastante más sencillo. No había tantos tipos de coches. Había pequeños, medianos, grandes. Y ya está, no se necesitaba más. En esos tres segmentos podíamos englobar a casi todos los modelos que había en el mercado. Las berlinas las podíamos encontrar en los tamaños más grandes, porque al fin y al cabo aunque muchas familias cupieran en un SEAT 600, no te pierdas nuestra retroprueba, lo ideal era tener algo más grande.

Esa ausencia de rivalidad, si querías un coche grande tenía que ser una berlina y punto, hizo que el segmento fuera demasiado conservador. Había grandes diseños, pero en líneas generales todos los coches presentaban el mismo esquema. Capó, cabina, maletero. Los tres volúmenes y las cuatro puertas de toda la vida. Ante eso la llegada de los SUV supuso un soplo de aire fresco, y obviamente la gente, ante el cambio de estilo se lanzó en masa a la compra de uno. Y hasta hoy.

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Si echamos una mirada al segmento vemos como a día de hoy las berlinas tienen otro atractivo. Entran más fácilmente por el ojo, e incluso algunas se atreven con un estilo más campero siendo fieles a la filosofía de si no puedes, únete a ellos. Pero la elegancia viene marcada por un estilo inconfundible, robado de los deportivos y compactos con carácter, la elegancia viene marcada por el estilo coupé.

Puertas sin marcos. Un detalle típico de deportivos

En 2008 Volkswagen sorprendió a propios y extraños con el lanzamiento del Passat CC. Todos lo recordaréis. Aquella versión coupé del Volkswagen Passat supuso una revolución en todos los sentidos. En marzo de 2017 la marca alemana presentaba al sucesor de ese Comfort Coupé, aunque para esta ocasión tomaron la importante decisión de cambiarle de nombre, designándolo Arteon, un juego palabras que ha conseguido que las berlinas sean vistas con otros ojos.

Y es que nadie podrá negarme que el Volkswagen Arteon entra por los ojos. Además lo hace en cualquier nivel de equipamiento, desde el acabado base, como es el caso de la unidad de pruebas, hasta el nivel R-Line, que representa de forma soberbia la unión entre la elegancia del estilo coupé con un toque más deportivo. A todos los niveles estamos hablando de una de las berlinas más bonitas del mercado. Una berlina 2.0 que expone de una forma genial que los segmentos clásicos siguen ahí.

El Arteon dio inicio a una nueva filosofía de diseño en Volkswagen. Los alemanes para esta nueva generación quisieron romper con lo preestablecido y fijar al Arteon en el puesto más alto de sus berlinas, siendo la más cara de la casa. Eso suponía introducir un diseño diferente y rompedor, más avanzado que el del Passat y el del Volkswagen Golf. Por ese motivo el frontal es todo parrilla, o al menos lo simula. Incluso los faros parecen formar parte de ella dado que no hay separación física como siempre la ha habido.

Este estilo hace que el Arteon atraiga las miradas de mucha gente. ¿Es una berlina? ¿De verdad? Pues sí amigo, lo es. No tendrá el estilo campero de un Volkswagen Tiguan o un Volkswagen Touareg, pero es elegante, es bonito, y aunque en este acabado no resulte especialmente deportivo, también tiene su toque. Todo ello en un coche que alcanza los 4,86 metros de longitud. Largo es.

La trasera no resulta tan llamativa, pero la línea del techo lo hace muy vistoso

Pero a pesar de su largura, el secreto se encuentra a la vista a partir del pilar C. Donde la línea del techo desciende de forma abrupta para que así podamos ponerle el apellido coupé aún tratándose de un cinco puertas. La zaga es bastante más discreta que la delantera, pero también es bonita. Con un portón de generosas proporciones, con unos faros muy estilizados y con un parachoques que tristemente nos oculta los tubos de escape. Modas y tendencias del día de hoy que no alcanzo a comprender.

La importancia de la pintura nunca ha sido tomada realmente en serio. Antaño los coches tenían una gama cromática bastante escasa. Casi podíamos reducirla a negro, blanco y gris. Los años 80 y 90 fueron una época oscura en este aspecto, pero quedó atrás. A día de hoy las berlinas como el Arteon pueden disfrutar de una paleta de colores atrevida. Obviamente siempre tendremos las tonalidades clásicas, pero también hay rojos intensos, azules eléctricos e incluso dorados extravagantes. El Arteon es de ese tipo de coches al que cualquier color le puede sentar bien.

No hay que olvidar que partimos de un Passat. La berlina alemana por antonomasia presta su base, y eso quiere decir que en un 90% estamos hablando del Passat. Por fuera no lo parece, pero nada más abrir esas puertas sin marco lo notas. De hecho no sabes si estás en uno o en otro porque ambos son calcados, no digo parecidos, iguales. En realidad esto le resta algo de gracia al Arteon, pero tampoco tanto porque no estamos hablando del interior de un coche cualquiera al fin y al cabo.

Sin ver el exterior costaría mucho adivinar si es un Passat o un Arteon

Pero obviamente el atrevimiento del exterior se diluye en una atmósfera excesivamente tradicional. Al interior no se le pueden poner muchas pegas, solo el diseño, que resulta algo soso. Aunque se puede alterar la carga de equipamiento, el diseño permanece siempre parecido. No se da lugar a la personalización, y eso le resta algo de valor a un coche que apuesta claramente por el diseño. Ese efecto se intensifica si optamos por el acabado básico, donde seremos recibidos por unos cómodos asientos tapizados en una aburrida tela oscura.

Si en el exterior no importa mucho el nivel de acabado, en el interior sí que toma más peso. Aquí sí que recomiendo irse a los niveles superiores porque la tecnología va a ayudar a que la atmósfera reciba un ambiente más moderno. Cambia el volante, cambia el cuadro, cambian las molduras, las tapicerías... Es decir, una serie de elementos que nos proporcionarán la sensación de estar ante algo más que un Passat. Pero esta prueba no versa sobre el Arteon más caro, sino sobre el más barato.

¿Qué conseguimos al pagar ese precio desde?, que por cierto en el caso del Arteon el precio de salida se sitúa en los 40.825 euros sin ofertas ni promociones. Pues del diseño ya hemos hablado, el interior lo hemos repasado, al menos una parte, y llega el turno de hablar de equipamiento. En este punto decir que no debemos esperar mucho, pero sí lo suficiente e incluso un poco más. Muchos elementos centrados en incrementar la seguridad, es decir los ya conocidos asistentes a la conducción, y otros tanto que están ahí para hacernos la vida a bordo más fácil.

La dotación de seguridad de serie es bastante larga, a una buena cantidad de airbags disponibles debemos sumar el avisador del cambio involuntario de carril, el Lane Assist, sensores de luces, sensores de lluvia, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, control de crucero, indicador de fatiga, luces de LED, control de presión de los neumáticos, radar frontal con aviso de colisión y lector de señales de tráfico. Es decir, mucho más de lo que antaño se necesitaba y mucho más de lo que realmente se necesita para conducir.

La cámara trasera es un opcional muy recomendable por su practicidad

En cuanto a los elementos de confort, pues tenemos el climatizador bizona, asiento del conductor con ajustes eléctricos, ordenador de a bordo con display multi-información en el cuadro de instrumentos, y un sistema multimedia con pantalla central a color, táctil y de ocho pulgadas de tamaño que incluye un completo programa de conectividad para dispositivos móviles, y un sistema de navegación que todo sea dicho de paso deja bastante que desear. A lo largo de nuestra semana de pruebas causó varios quebraderos de cabeza al no dirigir bien o al no identificar bien el destino, fallando repetidamente. Ya sea por anticuado o por fallo, no resulta especialmente fiable.

Y a partir de ahí, ¿qué? Pues todos esos elementos que está bien tener pero que en realidad no son vitales. Me refiero al cuadro de instrumentos digital, una chuchería que llega de serie en el acabado R Line, cámaras perimetrales, posiblemente un elemento que sí sumaría, techo panorámico, Head-Up Display, suspensión adaptativa, un sistema de infoentretenimiento con una pantalla más grande y funcionalidades añadidas, el sistema Keyless Access para acceder y arrancar sin llave, y una larga lista de detalles útiles como perchas, mesas en los respaldos de los asientos delanteros...

Porque es que tampoco hay que olvidar que estamos ante un Volkswagen, y eso quiere decir que siempre podemos contar con una habitabilidad más que estudiada. El Arteon ofrece mucho espacio en todos los sentidos, para los pasajeros delanteros, los posteriores e incluso para las maletas, donde apenas se pierden capacidades con respecto al Passat gracias a que el voladizo trasero se ha extendido. Son 563 litros de capacidad mínima y 1.557 litros de capacidad máxima. Una barbaridad de espacio donde caben muchos bártulos.

A pesar de la línea coupé, el Arteon extiende su voladizo para no perder maletero

Pasando al aspecto mecánico, la elección de combustible está ahora en boca de todos por la dificultad que representa escoger bien. Aunque los diésel no son tan sucios como nos los pintan, los motores de gasolina han evolucionado de forma tan asombrosa que han conseguido recortar la principal diferencia que les separaba con sus hermanos de gasoil, el consumo. El motor 1.5 TSI EVO de la unidad probada es, sin lugar a dudas, uno de los mejores motores de gasolina del momento, tanto en lo que a comportamiento y consumos se refiere. Por ese motivo, ha sido nuestra elección.

Prueba Volkswagen Arteon 1.5 TSI EVO 150 CV

¿Qué se puede decir de este motor que no se haya dicho ya? Pues sinceramente que poco. A lo largo de los últimos meses he tenido ocasión de probarlo en varios de modelos. Lo he hecho en la vídeo prueba del Volkswagen Golf, y en la vídeo prueba del Skoda Karoq. En ambos casos ha sido uno de los elementos a destacar, y este caso no es extraño. Me reafirmo en lo escrito unas líneas arriba, es uno de los mejores motores de gasolina del momento.

La diferencia de precio entre el Arteon base y el R-Line es de apenas 4.000 euros. Una cantidad muy ajustada y defendible

Presenta una configuración de un bloque de cuatro cilindros con 1.5 litros de cilindrada, turboalimentado y con un programa de desconexión de cilindros que le permite trabajar únicamente con dos de esos cuatro pistones. En nuestro caso iba conectado a una caja de cambios manual de seis velocidades que aunque aprovecha perfectamente el rendimiento del motor, me ha dejado un sabor de boca agridulce por su tacto a bajas velocidades.

Voy a suponer que era un problema concreto de la unidad de pruebas, pero me siento en la obligación de comentarlo. A bajas velocidades, no más de 20-25 kilómetros por hora, en primera y segunda marcha, el coche daba notables tirones. Voy a entender que era un problema de embrague porque el tacto del pedal era algo confuso además de ese molesto comportamiento. Sin embargo me sorprende que un coche con apenas 4.000 kilómetros en el odómetro presente este problema. De todos modos, insisto en la confianza del problema puntual de esta unidad.

El cambio manual es una opción, pero el DSG siempre resulta atractivo

Pero dejando a un lado eso debo decir que el comportamiento del coche en líneas generales es estupendo. Es todo aquello que se le pide a una berlina; comodidad, calidad de rodadura, baja rumorosidad y confort. Todas estas cualidades las entrega de forma sobresaliente, pero también debemos sumar un consumo muy bajo y muy similar al de un diésel de similar potencia. El Arteon es el coche ideal para los viajes largos en autopista donde vas a llegar tan cómodo o más que cuando saliste.

Esos entornos son los más propicios para un coche que no pide más potencia. Puede parecer que con 150 caballos nos quedamos algo cortos, pero nada más lejos de la realidad. Es una potencia justa y correcta por el buen equilibrio que se consigue en cuanto a comportamiento-consumos. La arrancada y las recuperaciones son muy buenas incluso en marchas largas, por lo que adelantar o salir desde parado no representa problema alguno. Tampoco tiene problemas en alcanzar y mantener altas velocidades, lo cual me ha sorprendido bastante.

Si buscamos pretensiones dinámicas más vale que las dejemos en la puerta de casa. El Arteon es un coche que se siente cómodo en autopista y no tanto en una carretera de curvas. Obviamente en estos terrenos se comporta mucho mejor que un SUV ya que su centro de gravedad es mucho más bajo, y aunque se desenvuelve sin problemas, al poco de elevar el ritmo te deja claras evidencias que empieza a salirse de su hábitat natural. El quejido de las ruedas delanteras es notable cuando luchan por mantenerse en el guiado de la curva.

La suspensión del Arteon está configurada para el confort, no tanto para la dinámica

Sin lugar a dudas una vez más el motor es lo mejor del conjunto. De hecho en cierto modo hace que el subviraje y los chirridos queden parcialmente camuflados. Un bloque muy entregado y aplicado de comportamiento alegre que es perfectamente aprovechado por la caja de cambios manual que entrega una relación corta en marchas cortas y más larga en las altas, marchas ideales para bajar los consumos.

Pero por si acaso la eficiencia del conjunto motor-caja de cambios no es suficiente, el programa de desconexión de cilindros siempre está ahí para conseguir bajar la cifra del consumo. Solo entra en funcionamiento cuando la carga del motor es reducida, siendo imperceptible la conexión/desconexión de esos dos cilindros. No se producen ni ruidos ni vibraciones, de hecho solo se nota cuando el display del cuadro de instrumentos nos informa acerca de ello.

Vamos con los datos. Volkswagen oficializa un gasto medio de 5,8 litros para el Arteon 1.5 TSI EVO de 150 caballos. En mi caso, durante una semana de pruebas, con más de 1.500 kilómetros recorridos, principalmente en autopista y carreteras secundarias, el ordenador de a bordo desprendió un dato final de seis litros exactos. Una cifra sensacional que realmente hace pensar sobre la necesidad de comprar un vehículo diésel. Lo único malo es la sensibilidad con la que el consumo varía, con poco que subamos o bajemos el ritmo el dato oscila.

El cuadro de instrumentos puede ser digital, aunque para ello deberemos pagar

Haciendo un análisis rápido de estos datos, saco la conclusión que el diésel no está muerto porque nuestros políticos lo digan, sino porque en realidad la brecha del consumo que siempre ha existido entre ambas mecánicas ya no está tan clara. Con esos datos de gasto la compra de un diésel es mucho más difícil de amortizar, debiendo rodar muchos miles de kilómetros cada año para que salga a cuenta. Y todo ello a pesar de que Volkswagen se empeña en equiparar en precio este motor con el correspondiente diésel.

Ya que hablamos de precios, voy a comentar algo que no me gusta del Arteon. Si vamos al configurador de Volkswagen vemos como el Passat es 11.000 euros más barato que el Arteon. Vale que éste último venga más equipado desde su base y que el Passat no pueda disponer de este avanzado bloque, pero la diferencia me resulta demasiado exagerada teniendo en cuenta que salvo por el diseño son el mismo coche. La única conclusión que saco es que si quieres un estilo coupé en una berlina, tienes que pagar las consecuencias. Nunca mejor dicho.

Conclusiones

No amigo, las berlinas no están muertas. Yo mismo me declaro firme defensor de ellas. También reconozco que tuvieron su etapa aburrida, en lo que a estilo se refiere, pero a día de hoy encontramos en el mercado un amplio abanico de atractivos y elegantes diseños. Las berlinas coupés están tomando cada vez más protagonismo, y el Volkswagen Arteon presenta una serie de cualidades que resultan difíciles de ignorar.

El Arteon ataca a su hermano Passat con un diseño más atractivo y sus mismas cualidades

De hecho todas esas ventajas son las típicas que podemos esperar de una berlina alemana, pero también hay que sumar un motor 1.5 TSI EVO que resulta excelente por su compromiso ahorrador. Ahora bien, el diseño cotiza al alza, y eso quiere decir que hay que pagar un extra por el diseño coupé. Ese junto con un navegador muy despistado y una caja de cambios errática, son mis únicas pegas a este coche. Obviamente siempre podremos echar mano de lo tradicional, como bien conté hace ya un tiempo en la prueba del Volkswagen Passat Variant.

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