Prueba Volkswagen Arteon Shooting Brake eHybrid, una opción más que válida

Desde luego, los diseñadores de Volkswagen dieron en el clavo con el diseño del Volkswagen Arteon, una imagen que ha añadido a los más fervientes seguidores de los modelos de carrocería familiar gracias a la introducción de la variante Shooting Brake. ¿Es este uno de los familiares más bonitos del mercado actual? Sin lugar a dudas. Nadie podrá rebatir esta afirmación. De hecho, es un coche que es capaz de seducirte con la primera mirada.

Y así lo hemos corroborado en varias ocasiones en Motor.es, debido a que es un modelo que ya conocemos en profundidad, puesto que lo hemos probado con su mecánica de gasolina de 190 CV, el diésel de 150 CV y, ahora, con la mecánica más especial de todas, la híbrida enchufable, la cual guarda grandes secretos y muchos aciertos.

La tendencia de Volkswagen es electrificar toda su gama de modelos en los próximos años. Con ello desaparecerán alternativas como el bloque diésel o el gasolina “puros”. Sin embargo, he de decir que después de probar la mecánica eHybrid, los alemanes no nos dejan en malas manos, ya que el modelo se presenta como uno de los más bonitos estéticamente, práctico, cómodo y con una mecánica del todo lógica y ahorradora en cuanto a consumos.

El Volkswagen Arteon Shooting Brake es uno de los mejores familiares que puedes comprar. La gran cualidad de estos modelos de carrocería extendida es su practicidad. En términos de espacio interior, el modelo cuenta con una habitabilidad más que sobrada para todos sus ocupantes, aunque en las plazas traseras lo mejor será que viajen dos pasajeros, en lugar de tres (como está homologado).

El espacio para las piernas es más que sobrado, y para la cabeza, personas de hasta 1,90 metros no tendrán muchos problemas a este respecto. Además contarán con comodidades tan bien recibidas como calefacción en los asientos o una salida de ventilación propia. Por otro lado, viajar en esta fila no será incómodo o tedioso, puesto que sus asientos son bastante mullidos y acogen bien el cuerpo. No habrá muchas peleas por ver quién no se sienta en la segunda fila.

El maletero también es tan extenso como cabría esperar. Bien es cierto que en esta variante electrificada, el espacio se reduce levemente en altura, debido a que debajo del piso se ubica parte de este sistema eléctrico. El híbrido enchufable pierde 110 litros de volumen, con respecto a las alternativas con mecánicas “clásicas”. Este presenta una capacidad mínima de 455 litros, una cifra más que notable para casi cualquier situación. En caso de precisar más, sus asientos traseros se abaten para alcanzar un máximo de 1.497 litros.

Sin salir todavía del habitáculo, la primera fila de asientos cuenta con todo tipo de comodidades, incluso puede añadir la función de masaje para ambos pasajeros. Cuenta también con asientos calefactados, los cuales son realmente cómodos para cualquier situación, especialmente par largos viajes por autopista.

Con esta mecánica híbrida enchufable, el Arteon Shooting Brake inserta una nueva botonadura junto a la palanca de cambios. Entre ellos se encuentra el selector de gestión de la carga, para que circulemos en modo 100% eléctrico (siempre y cuando tengamos carga suficiente) o en modo híbrido. En este último tendremos también la opción de cargar las baterías a través del uso del motor térmico, lo que nos dará buenos resultados pero a cambio, el consumo de combustible aumentará notablemente.

También han ubicado el botón “GTE”, el cual se suma externamente a los modos de conducción que ya de por sí posee el Arteon (Comfort, Normal, ECO, Sport e Individual). Este apartado específico buscará la máxima deportividad del modelo, uniendo las capacidades del sistema eléctrico al del motor térmico, además de generar una respuesta más inmediata al pedal del acelerador, una dirección más deportiva y una amortiguación más dura (gracias al sistema opcional DCC). Recordemos que la variante aquí presente es la más potente de todo el abanico mecánico, con la excepción del Arteon R y sus 320 CV.

Por último, la caja de cambios DSG elimina su particular modo Sport (S) y toma la alternativa el modo B, con el que el freno regenerativo hará acto de presencia con sólo soltar el pedal del acelerador. Ello supondrá la frenada paulatina del coche, así como un pequeño chute de recarga eléctrica para las baterías.

El Volkswagen Arteon Shooting Brake eHybrid nos proporciona habitabilidad, practicidad, eficiencia y una estética enamoradiza

En otro orden de elementos referentes al confort y la comodidad, el Arteon Shooting Brake incluye el nuevo climatizador táctil que, a mi parecer, tiene un manejo muy acertado pese a eliminar los botones físicos. También incluye una pantalla táctil con conexión Apple CarPlay y Android Auto, la cual tiene una diagonal de 9,2 pulgadas, así como el panel de instrumentación digital con 10,25 pulgadas. Este último ya se ofrece de serie en todas las versiones, aunque antes era un opcional.

Pero, ¿qué hace tan especial a este coche? Además de todo lo ya mencionado; su mecánica. Esta variante híbrida enchufable presenta un sistema mecánico doble. Por un lado el más clásico motor de gasolina con 1.4 TSI con 156 CV unido a uno eléctrico de 115 CV. La unión de potencia de ambos alcanzan la nada desdeñable cifra de 218 CV y 400 Nm de par máximo. El motor eléctrico se encuentra alimentado por una batería de iones de litio con una capacidad bruta de 13 kWh y una útil de 10,4 kWh. Gracias a esta, el Volkswagen Arteon Shooting Brake eHybrid puede realizar recorridos de casi 60 kilómetros en modo “cero emisiones”.

Todo ello viene alojado en una carrocería de diseño del todo espectacular, con una longitud de 4,87 metros y una anchura y altura de 1,87 y 1,46 metros respectivamente. A esto se suma una distancia entre ejes de 2,84 metros. Estas proporciones hacen que nuestro protagonista de hoy sea el familiar más grande de la compañía alemana, algo que, por supuesto, solo puede traducirse en apuntes positivos. Adicionalmente, el modelo se podrá escoger en dos variantes: Elegance o R-Line, las cuales inclinarán más la balanza hacia una estética más prudente y elegante o hacia una más deportiva.

Prueba de conducción del Volkswagen Arteon Shooting Brake eHybrid

No obstante, las medidas del coche no son más que números. El Arteon Shooting Brake tiene la particularidad de que no se siente tan grande como realmente es, ya que es un coche con el que te adaptarás a la perfección y terminará siendo como una extensión de tu propio cuerpo. Todo en él funciona y se comporta tal y como esperaríamos. Cero sorpresas de ningún tipo. Además, su sistema de info-entretenimiento ha mejorado con respecto a otros modelos de la gama donde se acentúa la lentitud del mismo.

Nada más arrancar (o encender) el Arteon eHybrid, por defecto lo hará en modo 100% eléctrico, a menos que la temperatura exterior sea fría, en cuyo caso el motor térmico hará la función de calentador para el sistema eléctrico (baterías principalmente). La suavidad del coche se deja notar desde el primer minuto en el que estemos con él. Esto no sólo se percibe en la dirección (que también) sino en todos los apartados posibles, como amortiguaciones, respuesta de la mecánica o de su caja de cambios.

El modelo de por sí, ya es un coche realmente bien aislado del mundanal ruido exterior o de la propia mecánica. Esto se acentúa aún más en el eHybrid, especialmente cuando se mueve en modo 100% eléctrico, que es casi todo el tiempo que circulemos por entorno urbano.

Aunque la energía de su batería se haya agotado, el sistema hará lo propio en modo híbrido, por lo que a velocidades cortas y donde la aceleración no requiera la presencia del motor térmico, este siempre se moverá en modo eléctrico. Esto repercutirá en un gasto de combustible mucho menor, así como en una suavidad y silencio total en la conducción.

En cualquier salida desde parado, el primer motor que dará el “empujón” será el eléctrico, lo que supondrá un apoyo al térmico en el momento en el que más le puede costar moverse. Una vez se vaya ganando velocidad, el eléctrico pasará el testigo al de gasolina para que este lleve la voz cantante y el "cero emisiones", mientras tanto, recargue la batería.

En la mencionada aceleración inicial, podremos ver cómo el motor eléctrico realiza un gran esfuerzo a través del consumo energético instantáneo, donde momentáneamente las cifras subirán hasta términos como 80 kWh/100 kms. Pero, como digo, esto dura pocos segundos (por suerte). No obstante, aunque el gasto inicial sea alto, con el Modo B la regeneración será bastante alta, por lo que, pasados ciertos kilómetros, la batería podrá almacenar energía suficiente para movernos en modo eléctrico en un buen recorrido.

¿Tener activado el Modo B y la recarga de la batería genera un mayor consumo de combustible? Sí, por supuesto. Pero aún así, el motor 1.4 TSI del Arteon eHybrid no es especialmente tragón, ya que en un recorrido urbano con el modo híbrido activado, los consumos difícilmente subirán de los 4 litros.

Asimismo, los modelo híbridos enchufables tienden a pecar de unos consumos de combustible elevados en cuanto su batería se agota y, especialmente, en vías de alta velocidad, como autopistas. Aquí no existe ese riesgo. He podido recorrer largas distancias con el modelo, y después de varios cientos de kilómetros, el consumo de combustible no ha subido de 5 litros. Esto es debido al ya mencionado modo híbrido y un uso consciente del “modo vela”. Este último juega un enorme papel en largas rutas por autopista, ya que al soltar el acelerador, el coche continuará andando por inercia, sin consumo de combustible ni eléctrico.

Con el Modo B insertado, el freno regenerativo nos otorgará comodidad en rutas urbanas mientras recarga la batería

Finalmente, y como conclusión al apartado puramente mecánico, el Arteon eHybrid guarda un malévolo secreto, y este es su modo GTE. Por muy ecofriendly que sea esta variante, la deportividad también se encuentra presente aquí, y es que pulsando el botón ubicado junto a la palanca de cambios, el coche se volverá más capaz para darnos muchas alegrías en carreteras reviradas. Incluso se transmitirá un sonido a través de los altavoces interiores con el que parecerá que al bloque de combustión le han salido cilindros extra.

La regulación en la rigidez de sus suspensiones, su baja altura libre al suelo, su aplomo en curva y su posición de conducción también baja, nos hacen poder disfrutar de un día de tramo sin dejarnos a medias en ningún momento, más aún si lo hacemos con el mencionado Modo GTE activo, donde podremos extraer sus 218 CV con total impunidad, ya que nuestro protagonista de hoy es capaz de ejecutar el 0 a 100 km/h en apenas 7,8 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 222 km/h.

Pero no nos compramos un Arteon Shooting Brake eHybrid para ser deportivos, aunque no está de más que presente una declaración de intenciones. Lo compramos por su comodidad en viajes, su enorme practicidad y, porqué no: su estilizada estética. En referencia a lo primero, este es un coche en el que podrás realizar largos viajes sin cansarte. En pocos coches se puede decir eso con tanto criterio como en el Arteon Shooting Brake. Respecto a lo segundo: una familia podrá cargar una gran cantidad de maletas y objetos personales y, aún así, quedar espacio sobrante para viajar cómodos y holgados. Por último, en lo relativo a su estética: esta es indiscutiblemente una de las más atractivas del sector.

Conclusión

El Volkswagen Arteon Shooting Brake eHybrid me ha parecido una de las opciones más lógicas para comprar. El buen funcionamiento del sistema híbrido enchufable, así como de la propia gestión de la carga eléctrica, hacen que este sea uno de los familiares que comprar o, al menos, mirar. Además, otros apartados en los que hay que incidir es en su estética, practicidad o dinámica, en los que este coche aprueba con matrícula de honor.

¿Alguna pega? Sin lugar a dudas su precio. Con la mecánica híbrida enchufable la factura de partida ya sobrepasa los 60.000 euros. Un coste elevado que se acrecienta aún más en cuanto miremos el catálogo de opciones. Sus extras vienen todos alojados en paquetes, lo que conllevará a un incremento en el coste final por encima de lo imaginable, ya que una unidad bien equipada podrá sobrepasar con soltura los 70.000 euros.