Prueba Volkswagen Golf GTE. ¿El GTI que hay que elegir?

¿Qué ocurre cuando un Volkswagen Golf GTI también quiere ser un coche eléctrico? Que se transforma en un Golf GTE. He probado el híbrido enchufable con más carácter del compacto alemán para descubrir si esta opción de movilidad sostenible merece la pena.

Prueba Volkswagen Golf GTE. ¿El GTI que hay que elegir?
El Volkswagen Golf GTE es un PHEV con mucho carácter

15 min. lectura

Publicado: 14/11/2023 16:00

El Volkswagen Golf GTE es una interesante opción para disfrutar de las prestaciones del icónico Golf GTI, combinarlo con una conducción eléctrica sin emisiones en el día a día y disponer de una buena autonomía para realizar largos recorridos. Sobre el papel el GTE suena como una elección polivalente y lógica gracias a su tecnología PHEV.

El color exterior Azul Atlántico metalizado le sienta muy bien al Golf GTE

El Golf más concienciado con la movilidad sostenible usa el mismo esquema híbrido enchufable que el resto de modelos de la plataforma MQB con esa tecnología, es decir, Passat, Arteon y Tiguan. Monta un propulsor de gasolina 1.4 TSI y un motor eléctrico, todo ello complementado por una batería de iones de litio, compuesta por 96 celdas, con una capacidad de 13 kWh.

En el Golf GTE, el motor de gasolina turbo con cuatro cilindros y 1,4 litros ofrece 150 CV mientras que el motor eléctrico entrega 80 kW (110 CV). Junto, el sistema PHEV desarrolla 245 CV que es la misma potencia que brinda el tradicional Golf GTI 2.0 TSI. El GTI se puede elegir con cambio manual o automático pero, como es lógico, el GTE solo se puede asociar a un cambio automático DSG de seis marchas.

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Donde no hay demasiadas diferencias es en la estética. No falta el kit de paragolpes deportivos, las taloneras laterales, la parrilla frontal de panal de abeja o las pinzas de freno rojas pero, para recordar la naturaleza eléctrica de esta versión, el clásico color rojo que tienen algunos detalles del GTI han sido cambiados por el color azul. Es el caso de la tira de color que une los faros delanteros, los anagramas GTE y las molduras del volante.

Las llantas de aleación Bakersfield de 18 pulgadas son opcionales

El estilo es deportivo pero sin caer en excesos, como siempre ha sido en los GTI, y eso no cambia aunque estén electrificados. El tamaño compacto de este híbrido enchufable de altas prestaciones es similar al del resto de la gama del Golf 8, con una longitud de 4.284 mm, una altura de 1.491 mm y una anchura de 1.789 mm.

Todo resulta muy familiar pero ahora en color azul

Por dentro los detalles de estilo diferenciales son la instrumentación Digital Cockpit con varios modos de visualización, incluyendo uno específico GTE con el cuentarrevoluciones como punto central, y los asientos tipo baquet. Estos han sido vestidos en la unidad de pruebas con el paquete de cuero Vienna opcional, que también incluye calefacción y ventilación para los asientos delanteros y volante calefactado.

El habitáculo del Golf GTE no expone grandes diferencias estéticas respecto al resto de versiones de la gama

Las bonitas Inserciones decorativas Black Metal Chrome en el salpicadero y el guarnecido de las puertas delanteras le sientan muy bien pero le habría sentado bien disponer de más elementos de tacto mullido que proporcionen una experiencia más acogedora. Al menos la atmósfera se puede personalizar con un completo sistema de luz ambiental con 30 colores.

Apenas hay botones físicos porque casi todo se concentra en la pantalla del sistema multimedia. Se trata del sistema de navegación Discover Pro con una pantalla táctil de 10 pulgadas y conectividad con Apple Carplay y Android Auto. Los menús principales se pueden personalizar de manera similar a un teléfono móvil lo que facilita su manejo.

Bajo la pantalla hay unos botones táctiles para ajustar la temperatura del climatizador o el volumen del equipo de audio pero no está retroiluminados, lo que quiere decir que de noche no sabes lo que estás pulsando. También se ha optado por poner cuatro accesos directos en la parte central del salpicadero para las funciones más habituales pero como también son táctiles obliga al conductor a desviar la vista de la carretera para pulsarlos.

La mayoría de operaciones se realizan en la pantalla multimedia

Detrás hay salidas de aire y mandos para ajustar la temperatura específica de las plazas posteriores, un par de tomas USB-C, un reposabrazos abatible y varios bolsillos en el respaldo de los asientos delanteros que resultan muy prácticos. La habitabilidad trasera es óptima para dos pasajeros de estatura media pero tres irán apretados como es habitual en el segmento en el que milita el Golf.

Donde no sobra el espacio es en la zona de carga. El maletero de 380 litros de las versiones de combustión del Golf se reduce a unos escuetos 273 litros de capacidad en el PHEV. Se queda sin doble fondo porque bajo el piso está la batería, aunque mantiene una toma de 12 V, un par de perchas y ganchos. Con los asientos abatidos se obtienen 1.129 litros de volumen (1.237 litros en el resto de versiones).

El maletero del PHEV es pequeño pero al menos sus formas lo hacen muy aprovechable

Apretando el botón de arranque no hay sonido alguno, este Golf de mentalidad sostenible que lleva la etiqueta Cero Emisiones de la DGT siempre inicia la marcha en modo eléctrico. Durante la marcha, el conductor puede elegir entre dos modos de gestión energética: E-Mode y Hybrid.

Activando el programa E-Mode el coche circula en modo eléctrico siempre que la batería tenga carga suficiente. El Golf GTE se impulsa mediante tracción 100% eléctrica a velocidades de hasta a 130 km/h pero es el programa ideal para moverse por la ciudad. No se utiliza ni una gota de gasolina y se desplaza con una sonoridad reducida que hace los trayectos muy confortables. La autonomía eléctrica alcanza los 61 km en ciclo WLTP.

El programa Hybrid hace que el compacto alemán de Volkswagen se comporte más o menos como un híbrido convencional. El sistema electrónico determina en qué momentos hacer uso de la energía eléctrica o cuándo encender el propulsor de combustión o en qué momentos debe impulsarse con la fuerza conjunta de ambos motores.

El paquete de cuero Vienna incluye estos asientos deportivos con reposacabezas integrados

En este modo híbrido, a través de la pantalla de infoentretenimiento el conductor puede elegir de manera sencilla e intuitiva mantener el nivel actual de batería, cargarlo en marcha o dejar que se utilice hasta un nivel concreto, reservando una parte de la batería para usarla después.

Esta última opción es interesante para, después de un viaje, asegurar energía suficiente para realizar una conducción eléctrica al entrar en una zona urbana en nuestro destino. Se puede hacer a mano pero hay un truco: si se selecciona una ruta en el sistema de navegación el vehículo gestiona la batería automáticamente teniendo en cuenta de forma predictiva los datos de carreteras y topografía.

El cargador es de solo 3,6 kW

A la hora de la recarga, el puerto está en la aleta delantera izquierda. La potencia de recarga máxima es de 3,6 kW lo que no es mucho y significa que, como mínimo, necesita unas 3 horas y 40 minutos para realizar una carga completa. Hubiera sido de agradecer que el fabricante de Wolfsburgo hubiera ofrecido un cargador de a bordo con el doble de potencia. Si se agota la electricidad el consumo se combustible se mantiene moderado, en torno a los 6 l/100 km.

El frenado regenerativo del PHEV alemán captura algo de energía en las deceleraciones pero el sistema de recuperación no me ha convencido mucho. He echado en falta que se pudieran ajustar varios niveles de recuperación pero en el GTE no hay término medio: o retiene mucho o no retiene nada.

La recuperación se puede dejar en modo automático hace que en realidad nunca sepas cuánto va a retener el coche al levantar el pie del acelerador. Muchas veces frena con demasiado ímpetu sin parecer necesario, como si fuera el modo B de otros híbrido enchufables y eléctricos.

Los faros antiniebla con cinco puntos de luz dispuestos en X son un detalle de diseño llamativo y original

Si al menos se hubiera puesto fácil cambiar entre las tres opciones de recuperación energética (con retención, sin ella y modo automático) mediante levas o un botón todavía se tendría algo de practicidad. Pero no, la retención se modifica en el sistema multimedia. Cada vez que deseamos cambiar el nivel de frenada regenerativa hay que deslizar la pantalla hacia abajo para que se abra el submenú correspondiente, seleccionar el modo de recuperación y darle al botón de cerrar el submenú lo que resulta tedioso e incluso peligroso al obligar a desviar la atención.

¿GTE o GTI? Esto es lo que debes tener en cuenta

¿Y qué hay del espíritu GTI? Entre tanta eficiencia parece olvidarse que ésta es una versión de carácter deportivo. Además de los programas de gestión de la energía, el Golf GTE también propone los modos de conducción Eco, Confort, Sport e Individual. Con ellos se ajusta la suspensión, la dirección e, incluso, el sonido.

Evidentemente, si busca el máximo rendimiento hay que elegir el modo Sport. El apacible Doctor Jeckyll híbrido enchufable se transforma en Míster Hyde exponiendo una gran agilidad y un comportamiento noble pero decidido. El bloqueo electrónico del diferencial XDS viene de serie pero queda en la lista de extras la recomendable suspensión adaptativa DCC.

El GTE aprovecha sus armas frente al GTI: tiene la misma potencia pero es más rápido

Pero sobre todo destaca en aceleración. Con 245 CV, el Golf GTE tiene la misma potencia que el GTI pero es mucho más rápido pudiendo pasar de 0 a 100 km/h en tan solo 6,7 segundos. No solo es 7 décimas más ligero que el GTI sino que el empuje también es algo más contundente porque el motor eléctrico actúa de inmediato al hundir el acelerador.

Corre más pero hay una diferencia de planteamiento importante. Un Golf GTI es deportivo siempre, incluso yendo a ritmos tranquilos. El sonido, el comportamiento y el tacto te recuerda que es especial. No he tenido esa impresión con el Golf GTE que me ha parecido algo menos excitante porque tiene sus dos vertientes muy marcadas. Muestra unas excelentes prestaciones en modo Sport, siendo muy rápido y dinámico, pero toda esa deportividad desaparece cuando vamos de paseo y se transforma en un compacto muy eficiente y dócil. Esto no lo hace ni mejor ni peor, solo es distinto. Cuestión de gustos.

El Volkswagen Golf GTE cuesta menos que el GTI

Hablemos de precios y de su posicionamiento en la gama. El Volkswagen Golf GTE está a la venta desde 47.270 euros sin contar ayudas ni descuentos. Es un precio elevado pero aún así, sorprendentemente, resulta más económico que un Golf GTI. El icónico compacto de gasolina tiene un precio de partida es 48.920 euros y esta tarifa crece hasta los 51.150 euros si se elige con cambio automático.

Otra alternativa a tener en cuenta es que en la gama del modelo del segmento C hay otra opción PHEV. Se trata del Golf eHybrid que se comercializa por 45.610 euros, lo que supone un ahorro de 1.660 euros respecto al GTE. La mayoría de clientes entenderán que merece la pena pagar ese extra para conseguir un coche con más potencia (el Golf eHybrid tiene 204 CV), más equipamiento (el Golf eHybrid está vinculado al acabado Style) y la distintiva estética GTI. El Volkswagen Golf GTE es la inversión lógica desde el punto de vista racional.

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