Prueba Volkswagen Golf GTI, ¿el mejor de la historia?
Sobre el papel, el nuevo Volkswagen Golf GTI, ha supuesto un gran paso adelante en su octava generación, ¿o no?. Incremento de la potencia, más efectividad en curva y un interior más tecnológico. Estos podrían ser grandes atributos de un caballo ganador, pero vamos a conocerlo a fondo antes de sacar conclusiones inmediatas.
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Publicado: 23/05/2021 18:00
El Volkswagen Golf GTI lleva casi 5 décadas entre nosotros, concretamente 46 años desde su presentación en el Salón del Automóvil de Frankfurt en 1975. Su concepción inicial fue la de lanzar al mercado un modelo útil y práctico para el día a día, así como divertido y potente en caso de querer darnos un pequeño placer por carreteras reviradas. Todo esto se conjugaba mano a mano con un precio nada desorbitado y que podría estar al alcance de casi cualquier bolsillo.
Durante las últimas décadas, y en especial en esta última, el precio ha sido algo que ha ido elevándose paulatinamente, pero también hemos podido ver cómo tanto en diseño, como en técnica ha mejorado en todos los sentidos y en especial en el tecnológico. Vamos a conocer a fondo qué nos trae el nuevo deportivo más mítico de Volkswagen.
Estética renovada
Estéticamente el Golf GTI siempre se ha caracterizado por dar pequeños toques algo más llamativos que en el modelo de motorización convencional y en esta generación no iba a ser menos. Tenemos nuevos parachoques, tanto delante como detrás. En el delantero vemos unas luces antiniebla de 5 puntos que forman una X, o algo parecido a una bandera de cuadros. Algo que también es tradición ya dentro del modelo es la tira de color rojo que cruza todo el frontal, y que en esta nueva generación lo acompaña una tira de luz LED que da continuidad desde los propios faros. Finalmente las letras GTI se ubican bajo esta pequeña franja y también en color rojo.
Echando un vistazo a la zaga del GTI, vemos la zona baja del parachoques mucho más prominente y llamativa. En este caso se ha optado por montar una suerte de difusor en plástico negro y dos salidas de escape redondas, una a cada lado. Por otro lado, se ha prescindido de insertar el nombre “Golf” y se han situado las letras GTI centradas bajo la propia insignia de Volkswagen. Los faros traseros, al igual que sucede en el modelo de motorización estándar, son tipo LED.
Finalmente, mirando el perfil del coche, este incorpora nuevos juegos de llantas que van desde las 17 a las 19 pulgadas; las pinzas de freno siempre irán teñidas del color característico de este modelo, así como una pequeña muesca en sendas aletas delanteras también en color rojo, insertan el nombre de la variante que tenemos delante.
En el apartado de accesorios incluidos, encontramos los faros delanteros IQ.Light con tecnología Matrix LED, faros traseros LED con intermitentes dinámicos, faros antiniebla o la tapicería tan particular que monta el GTI desde sus inicios y que ahora veremos en mayor profundidad cuando hablemos del habitáculo.
Un habitáculo inconfundiblemente GTI
Como ya es tradición dentro del modelo deportivo estrella de la casa alemana, llama poderosamente la atención la tapicería de sus asientos con el diseño Scalepaper, o de cuadros, tan particular. Por supuesto, esta viene de serie con el modelo, al igual que el volante específico con un trazo de color rojo, así como las letras GTI nuevamente en su parte inferior.
También incluye de serie otros aditamentos como el cuadro de instrumentos digital, el Head-up Display, así como la pantalla de info-entretenimiento de 10 pulgadas con función táctil y conexión a Apple CarPlay y Android Auto. Sendas pantallas que están rodeadas del famoso negro piano y que todas, o la mayoría, de funciones se concentran en una único panel, el central de info-entretenimiento, incluido útiles como el aire acondicionado.
Para que sirva como mero apunte, en el momento de escribir estas líneas, descansa en mi garaje un Volkswagen T-Roc Cabrio, un modelo que por tecnología propia ya se encuentra un paso por debajo del Golf actual. El T-Roc o el Golf 7 (la generación anterior) contaban con un interior muy similar, lo cual, lo hacía puramente lógico. Tenía su módulo de climatización independiente con botones físicos y sin más quebraderos de cabeza que ese, el sistema de info-entretenimiento funcionaba holgadamente bien y los materiales que envolvían a ambas pantallas al menos no eran en negro piano. ¿Veis a dónde quiero llegar?. Como opinión personal, pienso que en este apartado el Golf no ha mejorado, sino evolucionado a un sistema que no tiende a ser tan cómodo, práctico o lógico como debiera ser. Como digo, la generación anterior era casi perfecta y con una pequeña actualización del sistema o ubicación de sus mandos hubiese bastado.
Más allá de esta mera apreciación personal, ambas pantallas tienen un brillo y una visibilidad muy buenas en todo tipo de situaciones, así como la personalización del cuadro de instrumentos es sobresaliente. El Golf GTI puede incorporar una caja de cambios manual de 6 relaciones o la famosa DSG de 7 marchas. Esta última tiene un sobre coste de 2.020 euros adicionales. Bajo la pantalla central encontramos un pequeño panel táctil (en negro piano) donde podremos tener un acceso directo a los modos de conducción, asistentes y ayudas, o el climatizador.
En cuanto a todo lo demás, podríamos decir que no deja de ser un Volkswagen Golf “al uso”. El espacio habitable es tan bueno como siempre, así como sus plazas traseras son grandes y espaciosas en todas las circunstancias. El volumen de carga del maletero es de 380 litros, siendo este tan polivalente como ya nos tiene acostumbrados.
Prueba dinámica
Pero llega la hora de la verdad. Es el momento de poner a prueba el potencial del rey de los compactos deportivos y comprobar si su legado es cierto o si esconde más sombras que luces. En primer lugar, el Golf GTI 8 ha recibido una puesta a punto notable en cuanto a su mecánica. Anteriormente este modelo podía pecar de ser no ser el mejor aliado en un track-day o en una carretera muy revirada, si digamos, circulamos con cierta prisa, pues tendía a subviraje.
Para esta nueva generación, los ingenieros alemanes de Volkswagen han decidido instalar diversas chuches como un nuevo subchasis frontal de aluminio con el que gana muchos enteros en cuando a la rigidez, así como el bloqueo electrónico del diferencial delantero y que gracias a él podremos trazar unas curvas más limpias y sin mayor subviraje. Queda claro, sobre el papel, el Golf GTI 8 es el mejor de la historia, pero vamos a comprobarlo de primera mano.
Arrancamos el motor de 4 cilindros y 2 litros de cubicaje para escuchar un generoso bramido proveniente de la doble salida de escape trasera. No es un sonido macarra ni tampoco se nota especialmente artificial, ciertamente es muy sincero en cuanto a lo que podemos llegar a oír, e incluso a bajas vueltas se hace de notar y entre las 3.000 y 4.000 revoluciones podremos llegar a intuir algún petardeo tímido.
Engranamos la D en el cambio automático DSG de 7 relaciones y partimos. Circulando en modo Eco o Confort no sentimos que tengamos 245 caballos disponibles bajo el pie derecho. Su comportamiento en ciudad es muy noble y ágil. Nada de tirones o sobresaltos, todo es bastante equilibrado y considerablemente suave. Por supuesto la nota discordante debe de estar en algún sitio, y es que los consumos por terrenos urbanos es notablemente sencillo que sobrepasen de los 11 litros de media. Tampoco podemos pensar que estemos en un híbrido de 90 CV.
A través del selector de modos de conducción podremos fijar entre ECO, Confort, Sport o Individual. Gracias a este último, podremos personalizarlo a nuestro gusto en caso de que ninguno de los 3 anteriormente predefinidos se adapte a nosotros: dirección, propulsión, suspensión o incluso el sonido del motor, son algunos de los parámetros que podremos seleccionar.
La caja de cambios sigue siendo tan buena como siempre. Sus cambios pueden realizarse a una velocidad pasmosa, tanto subir como bajar marchas, y podremos hacerlo de forma manual a través de las levas situadas tras el volante o que lo haga por sí misma en modo D (normal) o S (Sport) donde apurará mucho más el cuentavueltas.
La dirección transmite perfectamente todo lo que pasa más allá del aro del volante. A pesar de no tener un tacto extremadamente duro ni excesivamente suave o asistido, sí que se sitúa en el margen justo para dejarnos con buenas sensaciones generales y una muy directa interpretación de nuestras órdenes. Es hora de adentrarnos en una carretera de sinuosas curvas, seleccionamos el modo Sport con el que sacar todo el jugo a este GTI.
El sonido que emana por sus escapes, se acentúa y se hace mucho más audible, la respuesta al acelerador es mucho mayor y sus suspensiones se tornan más rígidas proporcionándonos un paso por curva más plano. Así es el Golf GTI, un coche que puede ser tan dócil y práctico como cualquier otro Golf, o divertido y rápido como los mejores hot-hatch del mercado.
Muchos han sido los que se han enfrentado al rey de los compactos, y ahora en BMW se han propuesto plantarle cara al GTI con el recién nacido 128ti.
Las mejoras introducidas en esta nueva generación se notan y mucho. El GTI ahora te presta la confianza necesaria para poder pasar rápido por una curva sin temor a un traicionero subviraje. La diversión está asegurada en este compacto y por supuesto, el no pasar desapercibido. Las miradas indiscretas llegan y no pienses que serán pocas porque este GTI será muy mirado.
Para terminar no podría hacerlo de otra forma que haciendo mención a sus consumos. He de decir que estos han sido más altos de lo que esperaba. Como ya he mencionado más arriba, en ciudad sus cifras se moverán en torno a los 11 litros de media, en autopista en una conducción normal podremos ver una media de en torno los 6,5 litros, por debajo de 6 en caso de ser especialmente cuidadosos y en el momento en el que queramos darnos un buen homenaje por la serranía más cercana la media ascenderá hasta los 9,5 litros.
Conclusión y precios
¿Es este el mejor Golf GTI de la historia?. No me cabe duda. Sus mejoras han hecho de él un auténtico juguete con el que poder divertirnos y a su vez, tener un compacto práctico para nuestro día a día. Sin embargo, su notable dinámica y puesta a punto puede quedar ensombrecida por culpa de un sistema de info-entretenimiento al que deberemos acceder para ejecutar casi cualquier acción, y que además de esto su funcionamiento deberá pulirse y mejorarse con el paso de los años.
Y como vamos a terminar hablando del farragoso tema monetario, debo decir que este puede ser otro tema tabú cuando un amigo te pregunte “cuánto te ha costado el coche”. El Volkswagen Golf GTI tiene un precio de partida de 43.335 euros para la versión con cambio manual de 6 velocidades. A esto habría que sumar 2.020 euros si escogemos la versión con DSG. Es decir, partimos de un precio de por sí elevado, aunque su equipamiento está notablemente bien dotado, pero si queremos incluir algún extra como la suspensión adaptativa DCC tendremos que ir sumando cifras a nuestra ya de por sí elevada factura.